LA BRATVA NARRA ALEXEI RHYZOV Recién bañado, ropa limpia, bien peinado y muy perfumado. Me siento como nuevo y más que listo para ir a ver a mi esposita insolente y testaruda. Guardo mi teléfono móvil en el bolsillo de mi pantalón y saco una de las pistolas que guardo en una de las gavetas del vestidor, para llevarla conmigo. Reviso la carga y por último cojo la pequeña maleta con las cosas personales de Skylar que le llevaré al hospital. Cuando estoy listo, salgo de la habitación y de la casa, tomo uno de mis coches y me voy. He enviado a Olenko a relevar a Yaroslav de su puesto. Vladimir aseguró que él todavía aguantaba un poco más, porque no estaba herido como Yaroslav, y que cuando este regresara de descansar, se iría él. Después de todo, eran pocas las personas en las que se podía

