Cap 1. Un encuentro inesperado
Era una noche lluviosa de octubre cuando me encontré con él. Estaba saliendo de la biblioteca de la universidad, sumido en mis pensamientos y preocupaciones. De repente, oí un ruido detrás de mí y me di la vuelta para ver a un chico apuesto y de ojos verdes que se acercaba a mí con una sonrisa tímida.
"¿Estás bien?" me preguntó, mientras me ofrecía su paraguas.
Asentí con la cabeza y sonreí débilmente. "Sí, gracias"
El chico asintió y se quedó a mi lado durante un momento, mirando la lluvia. Luego, se presentó como Alex y nos pusimos a caminar juntos bajo la lluvia.
Mientras hablábamos, descubrí que Alex se había mudado al pueblo recientemente, y estudiaría en la misma universidad en la que me encuentro impartiendo clases, me sorprendí al saberlo, no quise que se sintiera incómodo, así que no mencione nada al respecto sobre mi trabajo como profesor en aquella universidad.
Después de un largo rato, la lluvia se detuvo.
- Bueno, yo debo ir por aquí, fue un gusto conocerlo señor...
Miller, Félix Miller _interrumpí para presentarme y darle un saludo de manos_
Esa misma noche me fuí a casa, me quedé intrigado, y sobre todo, interesado por aquel chico, Alex, quien parece una persona tímida e introvertida, o no lo sabré hasta el día que lo conozca mejor como profesor a alumno.
Alex Williams
Fue un día difícil, mudarme a casa de mi abuela fue la mejor opción, o al menos eso dicen mis padres, quienes se divorciaran. Así es, mi padre es un alcohólico, mi madre dice que no puede soportarlo más y yo, no tengo otra opción más que apoyar las decisiones que ellos tomen o crean que es la correcta.
- Abuela, iré a de compras, ahora vuelvo _dije mientras salía de casa y cerraba la puerta_
En realidad no, solo quería una excusa para salir a caminar y distraerme un poco, el clima es frío y nublado, tal parece que estos días son como una tempestad, para mí familia, para mí.
Suspiré y seguí caminando, el clima empeoró y lo que menos me faltaba, la lluvia comenzó, por suerte traía un pequeño paraguas, caminando, pase frente a la universidad a la que asistiría, a lo lejos ví a un hombre salir de ahí, parecía estar triste o simplemente estaba distraído.
- ¿Estás bien? _Pregunté mientras cubría su cuerpo con mi paraguas_
"Si, estoy bien, solo estoy perdido en mis pensamientos" _Dijo con una sonrisa timida_
Al parecer todos tenemos nuestros propios problemas, me presente con el, y caminamos un rato, es lindo conocer personas nuevas, y quizá me vendría bien empezar a hacer amigos.
Después de un rato de caminar, la lluvia se detuvo, y volví a casa, no quería preocupar a mi abuela.
- Alex, ve la hora que es, este pueblo es peligroso, no vuelvas a llegar tarde _dijo con brazos cruzados _
- Lo siento, pensé que sería buena idea ir a conocer la universidad, así no tendré tanto miedo o nervios cuando las clases inicien.
- Hmm -dudó_ ¿Y bien ¿Viste algo que te gustó? ¿Que te pareció la escuela?
- La universidad es grande, espero no perderme estando dentro _dije en tono de juego_
A propósito, conocí a alguien, parece que también asiste a esa universidad, parece joven, quizá podríamos ser compañeros, o algo así _sonreí_
- Eso es bueno, tendrás compañía para todo el año, ahora, ve a dormir, mañana deberás desempacar todas tus cosas, será un día largo.
Mi abuela me dió un beso y me fui a mi habitación, estaba feliz, o al menos más tranquilo, el saber que ahora conozco a alguien de esa universidad, no estaré solo, y quizá se vuelva un gran amigo.
Aún así, aún me preguntó que le pasaría a aquel joven, Jayson, antes de acercarme a el, note que tenia un semblante diferente, como si estuviera molesto, me preguntó que le habrá pasado, si lo molestarán en la escuela y lo mismo me pasará a mi una vez entre, no no, eso no puede pasar, pensar positivo es lo que menos hago, y mis pensamientos solo me aterrorizan, quizá a él le suceda otra cosa, no lo sé, solo, quiero estar tranquilo por ahora, fue un día agitado, y tengo bastantes cosas en mi mente por ahora, en fin, ahora es tarde, y como dice mi abuela, ya es hora de dormir, mañana me espera otro día.
A la mañana siguiente, baje de mi habitación y me preparé un café, la abuela seguía dormida, así que creí que lo mejor seria desempacar para tener mi tarde libre. Me dirigí al garage, ahí se encontraban mis cosas, eche un vistazo sobre la estrecha habitación, había fotos de la abuela con mi abuelo, se veían tan felices, lastimosamente el abuelo falleció hace 6 años, por un cáncer en el pulmón, sería lindo si la familia estuviera completa aún.
Pensando en aquella nostalgia, deje mi café en la mesa, al lado, una maceta rota, con una dedicatoria que decía "Para mí querida Camile", Camile es el nombre de mi abuela, me preguntó si se la habrá dado el abuelo...
- Alex, desempacaste rápido _Dijo mientras me miraba con una sonrisa quisquillosa_
- Abuela, creí que seguías durmiendo...
- Desperté hace un poco, te vi mirando la maceta, y por si lo preguntas, si, me la dió tu abuelo _afirmó_ Está rota, meses antes de que tú abuelo falleciera, tuvimos una tonta discusión, la maceta estaba en el tocador, a un lado de la televisión, y mi reacción, no fue de lo mejor, le arrojé la maceta, cayó al piso y se rompió, despues de la discusión, recogí pieza por pieza y la guarde, algo dentro de mi sabía que no estaba bien lo que hice, hable con tu abuelo, está vez hablamos y nos disculpamos, me arrepiento tanto, de romperla, me la dió en uno de nuestros aniversarios, y aparte de las fotos, es lo único que me queda de el _ tomó un pedazo de la maceta mientras la miraba con nostalgia _
- Puedo arreglarla si me lo permites _ interrumpí mirandola _
- Oh Alex, he intentado con pegamento, pero no resiste _ miro tristemente los pedazos _
- No, no usaré pegamento, si te parece bien, intentaré unir las partes con más arcilla, intentaré no usar mucha, para preservar la escencia del abuelo, claro, si quiere.
Dudosa, mi abuela acepto, así que después de desempacar, salí a comprar la arcilla.
Caminando me di cuenta de lo grande que es este pueblo, y la poca seguridad que hay, por una esquina había chicas, ofreciendo sus servicios, y en otra, podía ver gente comprando cocaína, o diferentes tipos de droga, es como si fuera de lo más normal aquí.
Llegué al supermercado, compré lo que necesitaba y saliendo, ví una bola de chicos, riéndose y burlándose de un chico de anteojos, Bullying se le llama.
Dudoso me acerque.
- Hey ¿Que creen que hacen? _ hablé firme _
- Que te importa imbécil
Respondió el grandulón
Tenía miedo, lo que menos quería es buscar problemas.
- Déjenlo en paz o si no...
- ¿O si no que? _ interrumpió _ ¿Cres que nos das miedo?
El grandulón comenzó a empujarme con sus dedos, mientras aquel chico solo miraba tirado en el piso. El grandote solo se reía de mi, no sabía que hacer, ni por qué me busque esto, sabía que terminaría golpeado, y así fue, hasta que el policía del supermercado se dió cuenta de lo que pasaba, y salió a la defensa.
"Largo de aquí" Dijo gritándoles a esa bola de tontos.
- ¿Están bien? _ preguntó el policía _
- Si, todo bien _ miré al pelinegro de lentes _
- Esos chicos son problemáticos, será mejor que no se metan con ellos, no es la primera vez que alguien sale lastimado por eso.
El policía se marcho y decidí acompañar al chico de lentes.
- Gracias, no cualquiera se metería para defender a alguien como yo _ me miró _
- ¿A alguien como tú? _ pregunté _
- Si, es decir, al raro de la escuela, me gusta leer cómics, ellos son deportistas, es normal que sus intereses sean otros, pero, es decir, Por qué me molestaría solo por leer cómics?
- Bueno, es mejor no hacerles caso, seguro tienen el ego tan elevado, que piensan que por hacer lo que quieran ya son los típicos chicos cool y atractivos _ reí _
- Tienes razón, son tontos _ sonrió _ Por cierto, me llamo Jonathan Smith ¿Y tú?
- Soy Alex Williams, un placer
Ambos estrechamos nuestras manos y sonreímos, charlamos un rato, y resulta que tenemos muchas cosas en común, incluso asiste a la universidad a la que ingresaré, espero con ansias encontrarme con el cuando las clases inicien.
Me marche a casa, ya había tardado, cuando llegué la abuela no estaba, así que me puse a reparar la maceta, quería que se viera linda, y fuera resistente.
Después de un rato de trabajo, deje que la maceta se secara, la abuela regreso con una planta de flores, margaritas, sus favoritas.
- ¿Y eso? _ pregunté _
- Oh, son margaritas, creí que sería buena idea plantarlas en la maceta, después de todo tengo que darle un buen uso _ sonrió de oreja a oreja_ ¿Dónde está la maceta? _ buscaba mirando hacia los lados _
- Está afuera, iré a ver si ya se seco _ me levanté del sofá y sali_
La abuela se veía tan entusiasmada, en sus ojos podía ver todo el amor y cariño que aún sentía.
- Aquí está abuela _ puse la maceta sobre la mesa _
- Cariño, quedó perfecta, y lograste que la dedicatoria no se borrará _ sonrió _
- Puse el mayor de mis esfuerzos, quise que recordarás al abuelo, que puedas pensar que la maceta jamás se quebro, y que solo fue un mal sueño _ la mire _
- Oh, cariño, gracias, ven aquí.
Me acerque a la abuela y me dió un cálido abrazo.
- ¿Sembramos las margaritas? _ preguntó con una sonrisa mientras me mostraba las flores _
- Claro abuela _ sonreí _
Juntos sembramos aquellas flores, en una maceta que no se había vuelto a utilizar, la abuela sonreía, como si se tratara de la misma presencia de mi abuelo, su felicidad era indescriptible y única.