Capítulo 34 A pesar de estar riendo, no me siento para nada confiado, Yuliana se comporta forma fría, y lo peor es que no puedo ni culparla, si fuera yo tampoco quisiera verme ni en pinturas. – Por como la vi salir de aquí, imagino que la cosa no salió para nada bien – niego en respuesta a lo que dice Alan – Tampoco es para tanto, creí que me abofetearía en cuanto me viera – se encoge de hombros – No lo sé, por como conozco a Yuliana, hubiera sido mejor si te abofeteaba – ya lo sé, él no me deja hacerme ilusiones – ¿no puedes mantenerte en silencio? – es más una petición que una pregunta – Si así lo quieres – me dice – pero solo estaba haciéndote ver lo obvio, no lo vas a tener para nada fácil – se esta burlando descaradamente de mi situación –

