Túla

Capítulo 8 .El culpable

La abogada saca unos papeles de maletín y los pone encima de la mesa de la sala-bueno, -inicia la abogada-podemos acusar al hombre de homicidio culposo-volteo a ver a la abogada. Estaba equivocada. Estoy abogada no me va a echar de mi apartamento va a defender a Jeremy en el jurado, Sara se sienta a mi lado, termino de darle comida a la gata y la dejo en el piso- ¿Cuántos años le van a dar al señor que mato Jeremy? -pregunta Sara, -eso es incierto, depende la de defensa de él, de las pruebas de sustancias y otros factores, el promedio es de 10 a 20 años. Sara asiente.

Cuando los policías me avisaron de la muerte de Jeremy, un policía me explico que podría acusar al conductor, pero el conductor no estaba borracho ni drogada, el conductor era un señor de edad que no alcanzo a frenar en el duro invierno de Chicago. - ¿Qué dice el conductor? -pregunto, la curiosidad no me deja en paz, la abogada resopla-el conductor dice que llevaba a su perro al veterinario porque estaba enfermo, no estaba con su nieto ni nadie que condujera. Su licencia acaba de expirar por incapacidad visual-asiento, el conductor estaba en lugar incorrecto en el momento incorrecto, La abogada y Sara continua su charla sobre estrategias para encarcelar al señor. Yo solo pienso en la culpa del señor, realmente fue su intención. Es verdad estoy dolida, pero no quiero tener la sangre de otro inocente. Creo que Jeremy no lo hubiera querido. Después de que Sara y su abogada finalizan la conversación, pregunto -Sr, Wuhan, ¿usted sabe si el perro está bien? -ella abre los ojos y niega con la cabeza-no, no tengo esa información, asiento. Ojalá este bien.

Sara despide a la abogada, ella nos dice al final que el juicio será máximo en tres meses, depende de lo que le digan a ella mañana cuando presente el caso en su bufe. Sara cierra la puerta, resopla y vuelve a la sala. Yo le estoy dando al gatico de manchas que se a acabó de despertar-él se lo merece-dice en voz alto- ¿Quién? -pregunto-el mato a mi hijo, él tiene que pagar, asi funciona la justicia-dice mientras me mira a los ojos.

Veo al piso, no estoy segura de estas acciones ,creo mas que fue un hecho de varios factores ,estaba nevando ,los carros se resbalaron ,él no debía manejar pero no fue por imprudencia ,necesitaba llevar a su perro al veterinario .Mi cabeza no deja de pensar en ese animal .¿cómo habrá quedado el otro señor?-¿Qué le paso al otro señor?-pregunto analizando los hechos y la información-esta en hospital por una contusión-responde Sara, entonces el hombre también sufrió -en el hospital central-respiro profundo en el mismo hospital donde esta internado Javier. Termino de alimentar al segundo gato- ¿Cómo esta Javier? -pregunta Sara mientras saca su celular. Recordándome que debo prender mi celular personal, no debo tener muchas llamadas, pero mi hermana de pronto me ha llamado, es el único número que ella tiene.

-Bien, fuerte como siempre-digo-me alegra, debo llamar a Walter para contarle todo lo que me explico la abogada, dice mientras coloca su número, asiento, ella se para y sale del departamento. Resoplo, ese hombre esta ene el mismo hospital que Javier, podría verlo. Necesito verlo y preguntarle ¿Cómo se siente?. Antes de hacer lo que no debo hacer. Me dirijo a mi habitacion, a tomar una ducha y arreglarme medio presentable. Luego, tomo mi celular personal y lo pongo a cargar. Mas tarde lo encenderé.

Con un look más presentable, me dirijo al Hospital central con el objetivo de ver al asesino de mi esposo. El debe estar en el área de Traumatología

, no sé cómo voy a entrar, pero tengo que hacerlo. Conozco a muchos doctores, gracias a mi anterior condición. Mientras conduzco preparo las preguntas en mi cabeza ¿está consciente que su acción perjudico a otra persona? ¿si usted no hubiera estado en esa carretera probablemente Jeremy estaría vivo? Tal vez Sara y la abogada tienen razón, el debería pagar por sus actos. Llegó al hospital y localizo a Juan, el me hacia la quimioterapia los viernes.

Coincidencialmente Juan ya no trabaja en el área de cancerología sino en traumatismo. Le pregunto por este personaje, un señor que tuvo un accidente hace dos noches en la avenida principal 40, el me responde que el señor esta en muy mal estado, su nombre es Álvaro Suarez. me dice que está en la habitacion 402, pero que no puede dejar entrar a nadie, porque primero está en un estado delicado y segundo, está involucrado en un proceso penal. Ni la familia ha podido entrar a verlo. Asiento a su información y me retiro al baño, pensando un plan para entrar a esa habitacion.

Un día cuando tuve que quedarme por complicaciones de salud y no pude dormir, empecé a abrir cuartos al azar, estaba muy aburrida. Recuerdo que halle los casilleros de los enfermeros, donde guardan su ropa y se ponen el uniforme y viceversa. Esa habitacion quedaba a tres cuartos de la oficina de la doctora Ruiz. Me dirijo a esa habitacion con la excusa de que la Doctora Ruiz me llamo, disimuladamente toca para ver si alguien abre la puerta, si hay algún enfermero vistiéndose, pero nadie abre, disimuladamente entro a la habitación y cierro la puerta con candado. Milagrosamente, la habitacion sigue conteniendo los casilleros de los enfermeros, veo varios uniformes colgados, me pongo uno de talla mediana que me queda perfecto. Adicionalmente, me pongo una mascarilla para que la gente no me pueda reconocer fácilmente. Si ando con la cabeza agachada puedo ir al área de traumatismo sin ser detenida. Salgo de la habitacion lentamente y camino agachando la cabeza, salgo del área de cancerología, paso por el área de recepción y entro a traumatismo.

No puedo creer que esto allá funcionado, que fácil es entrar a las habitaciones, que mala seguridad tiene el hospital. - ¿enfermera? ¿enfermera? -volteo a ver, un doctor me llama, el me señala con las manos que me necesita ,me tensiono, no conozco a ese doctor, es demasiado joven. No me ha visto por acá-sí, dígame-digo en una voz alterada.