El beep del monitor cardiaco resonaba por toda la habitación, junto al resoplido del concentrador de oxígeno, haciendo que la persona que se encontraba en el lugar se removiese incómodo. Aquel ruido era molesto y le hacía doler la cabeza, así que de a poco comenzó a abrir sus ojos. Él lo reconoció, aquellos ruidos le eran familiares, había pasado demasiado tiempo en aquel lugar, pero no recordaba cómo había llega hasta allí.
Sus ojos se sentían pesados, así que de a poco comenzó a abrirlo y recorrió con la mirada todo el lugar. En su mano se encontraba una aguja insertada en la vena, era molesto sentir aquel objeto y deseó quitárselo, pero sabía que no era posible.
—Veo ha despertado. —Habló la enfermera, atrayendo la atención de Noah.
¿Cuánto llevaba ahí?
—¿Qué sucedió? —Su voz sonó r
