El zumbido se intensificó ligeramente, y luego la pared comenzó a deslizarse hacia un lado con un movimiento tan suave y silencioso que parecía estar flotando sobre aire. La precisión de la ingeniería era impresionante, hablando de tecnología de vanguardia y dinero prácticamente ilimitado invertido en mantener secretos.
Pero lo que se reveló detrás de la pared deslizante no fueron los secretos comprometedores. En su lugar, apareció una biblioteca elegante y aparentemente inofensiva, con estantes de caoba pulida que se extendían desde el suelo hasta el techo, repletos de libros en múltiples idiomas que abarcaban desde textos antiguos hasta ediciones modernas. Algunos volúmenes parecían tan antiguos que podrían ser reliquias históricas auténticas, con encuadernaciones de cuero que habían ad
