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Erica Roberts, Centro de Procesamiento de Novias Interestelares, la Tierra
Era como si fuese una diosa s****l y ellos me adoraran.
Era como el coro de aleluya y una porno combinados con mucho, mucho vino. Estaba relajada y sudorosa, y había múltiples manos y bocas y pollas. Una boca me chupaba el pezón. Una polla se enterraba en mi coño, llenándome a mí, avergonzada de tener demasiado. Tenía una polla follándome el culo.
Me di cuenta de que el extraño gimoteo que escuchaba era yo.
—Tranquila, compañera —dijo la profunda voz—. Te daremos lo que ansías.
Ah, bien, porque necesitaba correrme. Muy duro y ahora mismo. Nunca había estado tan agitada, tan… llena de pasión. Agresiva. Desesperada. Fuera de control.
Oh, Dios mío. No me extrañaba que el sexo no hubiera sido más que bueno ante
