CONSTRUYENDO UN GIGANTE

CONTRUYENDO UN GIGANTE  UN CLARO EJEMPLO DE INVERSION MUNICIPAL EN LOS PUERTOS DE MEXICO Abel Quiñonez Andrade EDITORIAL MARIANGEL CONTRUYENDO UN GIGANTE Por  Abel Quiñonez Andrade La información contenida en esta obra es propiedad intelectual del autor, por lo que se prohíbe su reproducción total o parcial por cualquier medio electrónico o mecánico sin la autorización escrita del mismo EDITORIAL MARIANGEL MEXICO: 19-09.2011 Con el permiso del Gran Creador del Universo ¡Gracias por todo! Dedicado a: Herminia Flores Bautista, una compañera de viaje por este mundo, Te amo Mini. Cariño y amor a mis hijos A las personas especiales que comparten  mis alegrías y tristezas.                                                  Abel Quiñónez Andrade Agradecimiento a mi gran amigo                                     Vicente Martínez Blanco Por sus consejos revisiones e invaluable asesoría para realizar esta obra. Muchas gracias Derechos reservados D. R. © Abel Quiñónez Andrade ISBN: 978-607-8168-11-8 aqua_siglo22@hotmail.com PRESENTACIÓN “Construyendo un Gigante” hace constar el resurgimiento de la actividad portuaria en el Municipio de Nanchital. A finales de la década de los años “treintas”,   Petróleos Mexicanos a través de compañías extranjeras opero una Terminal marítima de importancia regional, sin embargo el mismo Petróleos Mexicanos la dejo fuera de operación en la década de los ochentas al construir la laguna artificial de Pajaritos donde empezó a operar su terminal de ventas de productos petrolíferos y refinados. En un  esfuerzo por revitalizar la economía de la ciudad a partir de la década de los noventas, mientras Pemex desincorpora activos y compacta su plantilla laboral, la sociedad con el surgimiento del Municipio Libre inicia la construcción del gigante “El puerto de Nanchital” en este proyecto habían participado muchas personas, se desarrolló poco a poco, muchos habían sido los convocados, muchos los participantes sin embargo la sociedad en general desconoce los quehaceres  para revitalizar  la actividad portuaria en  este novel municipio. Revitalizar la economía, generar empleos bien remunerados, organizar un futuro prometedor para la localidad, fue la visión para participar y convocar a todos a la construcción del gigante. Desde un humilde lanchero con sus aportaciones en especie, los   trabajadores al servicio municipal, los funcionarios municipales del Gobierno de Nanchital; funcionarios sindicales de la H. sección numero 11 de petroleros, Académicos de la zona;  Presidentes Municipales en turno; Líderes sindicales, Lideres sociales; Diputados, Senadores; Los Gobernadores del Estado en turno; Secretarios del Gobierno del  Estado y del Gobierno Federal y el mismo Presidente de la República,  todos aportamos nuestro esfuerzo, pero el tener la oportunidad de organizar estos esfuerzos representa un gran compromiso, responsabilidad y orgullo. A ocho años de distancia en el tiempo y de ver el tortuguismo con que impulsan el proyecto, este libro surge para cumplir dos funciones muy específicas. La primera: Volverse parte histórica y de consulta para las nuevas generaciones que si quieran involucrarse con el desarrollo de su ciudad. La segunda: Ser la voz demandante a quienes tienen la responsabilidad de impulsar el proyecto, a los “lideres” sean autoridades de los niveles de gobierno que correspondan, ¿En cuántas páginas podrán resumir las gestiones que han hecho para el puerto en los últimos ocho años?   Todo empieza con una idea para la satisfacción de una necesidad humana y social: El H, ayuntamiento 1995-1997 gestiono, ante la Factoría de Pemex Nanchital para incorporar la Av. Veracruz, (Vialidad interna de Pemex en esos días) a las vialidades municipales, al obtener una negativa, la dirección de la gestión fue ante el Consejo de Administración de Pemex, solicitando:  “Que los terrenos de la Exfactoria de Nanchital fueran donados para ser utilizados como zona industrial”.   Así arranca esta interesante historia, la sociedad posiblemente ahora no recuerde pero el único acceso al centro de la ciudad, era por las calles de Revolución y Lázaro Cárdenas, fue inédito, ver como se derrumbaban las bardas de la factoría para abrirse a la ciudad, incorporando la Av. Veracruz.   A la siguiente semana y la zona de Almacén y Transportes se derrumbo para abrir el acceso a lo que ahora conocemos como “La plaza de la Juventud” , y la idea dio forma  al proyecto, los estudios que se realizaron permitieron definir la viabilidad del Puerto de   Nanchital, este proyecto impulsado a nivel municipal permitió la apertura, para que a nivel del Senado el entonces Senador de Veracruz, Licenciado Fidel Herrera Beltrán, propusiera la Estatización de las APIS (Dicho de otro modo “Que los Estados donde están asentadas las APIS Federales participaran de las ganancias que estas generan” de manera más directa)  En el ámbito federal se volvió punta de lanza para la creación de las Administraciones Costeras Integrales y también el surgimiento de las nuevas normas del juego para la inversión municipal en la Actividad Portuaria.   En la actualidad el Gobierno Municipal de Nanchital debe comprometerse con los proyectos económicos, los planes, programas y el desarrollo de la ciudad solo los conocen unos cuantos, no hay difusión social ni consulta popular para la toma de decisiones la convocatoria a la participación social está detenida, eso es muy preocupante para la continuidad del desarrollo de la ciudad.    El proyecto portuario, demanda apoyo, requiere todo el impulso del Municipio, el Estado y de la Iniciativa privada  sin embargo no se logra la  conjunción de esfuerzos que lo pueda  sacar avante, las reglas del juego para captar inversión aun no se definen, de hecho ya existen solo hay que estirar la mano, “simplemente es una “Administración Portuaria Integral” así hay que administrarla, irónicamente se logró lo más difícil y costoso, desarrollar el proyecto, gestionarlo, obtener la   concesión integral para el desarrollo de la actividad y construir infraestructura,  ¿Que faltara ahora? La respuesta es sencilla, visión y ganas.       Mientras te adentras en la lectura de este texto que d***o te resulte interesante, conocerás como se construye el Puerto de Nanchital, los liderazgos que determinan el rumbo de esta sociedad, los sitios más interesantes de la ciudad y del rió Coatzacoalcos así, como lo complejo de la gestión en nuestro país de una empresa de esta envergadura.   Si te interesa  el sector portuario, también obtendrás un conocimiento no especializado de esta actividad pero no por ello menos importante, si no eres de la región de Coatzacoalcos obtendrás un enfoque real de la situación que vivimos en la zona y si eres de aquí podremos juntos analizar las penalidades que tenemos que pasar todos los días. Si le encuentras el gusto y enfoque al libro sabrás que tenemos que ser  muy exigentes con nuestras autoridades.   Hoy más que nunca la libertad de expresión debe ser respetada y utilizada con mesura y prudencia,   sin embargo debemos luchar para forzar cambios benéficos, cada quién tiene su oportunidad de demostrar que puede, y si no pueden, siempre existen mejores alternativas. La crítica y opciones que aporta este libro son en definitiva reflexivas, positivas y constructivas, así d***o que se entienda.       Abel Quiñonez Andrade           PROLOGO     Hace unos años mi gran amigo y compadre Héctor Román trabajador petrolero perteneciente a la sección número 11 y que en su adolescencia y juventud fue muy inquieto participando en actividades sociales, deportivas, políticas, así fue como coincidimos en nuestros años de estudiantes en la desaparecida Preparatoria por Cooperación Francisco Amos Cabrera de la Rosa, me presento a Abel Quiñonez Andrade, hoy en dia los tres somos grandes amigos.   La amistad entre el Ingeniero Abel y un servidor creció y fue después de varios años, de varias convivencias y anécdotas que hemos pasado juntos, nos hicimos buenos amigos, participe con él en diversos proyectos de trabajo, con sus altibajos a veces nos iba bien y otras regularmente. Hace como seis años y después de varias entrevistas inquieto como es Abel me confió sus escritos y me pidió revisarlos, recuerdo que me entrego una versión digital muy actualizada que mi computador no quería abrir, posteriormente se lo comunique al cabo de unos días nos reunimos y me entrego una versión impresa, revise los documentos con interés me parecía un trabajo esmerado, sacado como parte de su experiencia de vida y escrito con ese ímpetu que Abel imprime a cada cosa que hace.       Pasaron los meses y la prisa que el Ingeniero tenia por publicar sus escritos se le apago, a mi me tomo extrañeza que no me buscara y hasta llegue a pensar que algo le había pasado, por otras terceras personas me entere, que se había retirado de la política y que estaba dedicado de lleno a la industria privada, sin embargo en el reencuentro con mi gran amigo me entero que se enfrasco en una nueva aventura portuaria, ahora  al servicio de empresas prestadoras de servicio marítimo, fletamento de embarcaciones y agenciamiento portuario, me dio mucho gusto que siguiera en el medio marítimo, es lo que más le apasiona, estaba trabajando al otro lado del tablero al servicio de empresas prestadoras de servicios como fletamento, agenciamiento y tramites portuarios. Con ese humor  y esa franqueza que lo caracteriza me dijo:      - Jorgito, fíjate que cuando mi libro quedo terminado para llevarlo a la imprenta, sentía que le faltaba algo y pues realmente no sabía si era al libro, o a mí a quien le faltaba ese extra y ahora  que conocí el lado de los prestadores portuarios te puedo decir que con la experiencia adquirida, e complementado el libro más versátil, más maduro, más completo, vez que ya pasaron varios años y tiene vigencia, es hora de que la gente lo pueda leer.   Desde mi punto de vista, es una lectura obligada, de interés para una sociedad como la de Nanchital, Coatzacoalcos, Minatitlán y la región.   Pero también se convertirá en literatura de interés nacional por el análisis que hace de la participación de los municipios en la actividad portuaria, sin duda mi gran amigo aporta algo muy interesante a la vida portuaria, hace critica reflexiva-constructiva de la sociedad en la que convive a diario, le imprime pasajes emocionantes con su muy peculiar forma de platicar las cosas.     Me siento contento de participar en su aventura intelectual, de haberme convertido en su concejal para la redacción de este magnífico libro, pero sobre todo que Abel Quiñonez, preocupado por un mejor futuro para los demás comparte su experiencia con las nuevas generaciones de jóvenes, retándolos, invitándolos, dándoles herramientas de gestión, haciéndoles sentir que pueden realizar algo digno para su ciudad, que pueden a partir del conocimiento de esta gestión de éxito, para realizar otras mayores para beneficio de la colectividad.     Jorge Rincón Gamez