BE MINE II

Ya ha pasado un año desde aquél día, un año en el cual no sabemos nada de nuestra pequeña Luciana. Le prometí a Paula cuidar de su pequeña y no poder hacer nada me hace sentir impotente. Mis padres me han ayudado a dar con el paradero de la supuesta abuela de Luciana pero parece como si la tierra se las tragó. Yomairis y yo nos hemos distanciado mucho, aún vivo con ella pero es como si fuéramos dos completas extrañas todo a resultado bastante incómodo, hace unos días fui a casa de mis padres para despejar mi mente un poco y saber cuál es la mejor solución a este problema. Me encuentro sentada en unas de las sillas del balcón, en el mismo balcón que una madrugada la encontré llorando porque estaba enamorada de mi y no sabía cómo decirlo, en el mismo balcón que luego de cenar acabamos haciendo el amor, en el mismo balcón que presenció tantas risas, lágrimas y amor. Me quedo mirando un punto fijo en algún lugar perdido del cielo y es cuando unas llaves me sacan de mi trance y volteo hasta la puerta dejando ver a Yomairis que acaba de llegar. Recuesto mi cabeza en la silla y cierro mis ojos y siento como una suave brisa roza mi piel, todo sigue muy silencioso al parecer ella se fue a la habitación, sale y no me dice a donde va, si volvera a casa, muchas veces ni llega, las cosas están mal y yo la amo como nunca he amado a nadie pero ella hace que mi amor por se pierda con su actitud, se que tampoco es su culpa, ella ha sufrido mucho mas que yo el que ya no tengamos a Luciana. Decido ir a la habitación para hablar con ella y definir que vamos hacer con el poquito de relación que nos queda. Abro la puerta y la veo arreglandose frente al espejo, eso significa que va de salida otra vez y probablemente no regrese esta noche. - Necesitamos hablar- le digo desde el marco de la puerta y ella me mira por encima de su hombro y voltea para verme de frente. - No podemos continuar así- no da nada a expresar y su mirada pasa de mis pies a toda la habitación y sólo asiente diciendo que si. (Yomairis)- Perfecto, nos daremos un tiempo- yo respiro profundo y miro su rostro sin expresión alguna. Voy hasta ella y la tomo de la mano y puedo notar que sus ojos están llenos de lágrimas que rápidamente empiezan a caer. Levanto su rostro y nuestras miradas se encuentran. - Estas segura que esto es lo que tu quieres? - ella asiente con dificultad y yo suelto sus manos, me dirigí hasta el armario y empecé a guardar mis cosas en unas maletas y ella sólo me mira desde atrás. Siento una mano posarse en mi hombro y es ella quien me hace guiarme. - Yo...- sus palabras son entrecortada. - Yo te amo Katerin...pero no vamos nada bien después de lo de Luci ...- puse mi dedo índice entre sus labios y la callé. - Voy a darte tu tiempo, y es mejor así porque como me tratas tan distante creo que mi amor por ti se está perdiendo y no quiero llegar a ese punto, prefiero nuestra separación a tener que irme de aquí sin amor- lágrimas bajan al mismo tiempo de sus ojos y los mío. Empieza a quitar sus zapatos altos que trae puesto y el maquillaje. (Yomairis)- Pero no tienes que irte Katerin, no te estoy echando- su voz es preocupante y se porque lo dice, ella sabe que no tengo a donde ir. - A dónde vas a ir? - me encojo de hombros y sale una media sonrisa de mis labios. - Ya encontraré dónde quedarme- su ánimo bajo tanto que esa noche no salió de casa y se quedó sentada en el balcón con su mirada perdida como hace un rato estaba yo. (Yomairis)- Katerin, por favor no te vayas- su mirada esta apagada, tan apagada como aquel día que la perdimos y sus ojos grises se tornan oscuros, yo la miro y su rostro está triste. - Puedes quedarte y nos damos el tiempo que quieras aquí en casa- lo dice tan entusiasmada que me hace sonreír un poco. - Es difícil Yomairis, lo sé, pero más tiempo del que nos hemos dado estando juntas? Lo mejor es tomar nuestros caminos y pensar si de verdad queremos una familia y si es así, pues tendremos que arreglar todo para cuando Luciana regrese con nosotras- agarro sus manos y le doy un suave beso en la mejilla y lágrimas bajan por ellas. - No llores mi amor- una débil sonrisa se dibuja en sus labios. (Yomairis)-Tu amor por siempre -yo asiento y voy soltando sus manos de poco a poco. - Siempre serás mi pequeña Katerin- y deja un tierno beso en mis labios, cierro mis ojos para recordar ese beso como el primer beso que nos dimos, los dos tienen algo parecido y es el amor que aún los une, porque a pesar de que las cosas no estén bien sé que ella me ama y yo la amo como no se imagina. *************************************************************************************************************************** Hacen once meses que no sé nada de Yomairis y eso no me trae con buenos ánimos. En la casa casi no hablábamos y éramos dos completas extrañas pero por lo menos sabía que ella estaba bien, que comía y dormía bien, pero ahora al estar lejos de ella no sé si estará comiendo bien, si se encuentra bien de salud, ese día la deje muy triste y me arrepentí millones de veces por haberla dejado así, no fue su intención descuidar nuestra relación, por su lado hay que entenderla, luego de la ilusión que teníamos de formar nuestra propia familia todos los planes se echaron abajo por la aparición de la abuela de Luciana, eso fue algo que fue destruyendo poco a poco lo nuestro. Logré terminar la Universidad, me falta muy poquito para lograrlo, me costó un poco porque no tenía ganas de nada pero entonces recordaba la sonrisa de mi pequeña Luciana y eso me hacía tomar más fuerzas para continuar y llegar hacer lo que ahora soy. Tengo una licenciatura en bromatologia (composición biológica, química y física de alimentos) y en este momento me encuentro trabajando en unos de los mejores laboratorios de la ciudad. Cuando me gradué entre todos los que estaban celebrando conmigo sólo faltaba ella, sólo faltaba su sonrisa dándome seguridad y diciéndome que sería la mejor bromatologa de todas, imaginarlo me saca una sonrisa, aparte a ella le encanta estar en la cocina haciendo cosas de comer. Con el poco dinero que he ahorrado en estos meses contraté el mejor investigador privado para que pueda dar con el paradero de Luciana y su abuela. Narra Yomairis. Desde que Katerin se fue de la casa todo es un desastre, si , tal vez no íbamos de la mejor manera y yo no le ponía la atención que debía de darle a ella como mi novia, pero el que Luciana no estuviera con nosotras me afectó mucho, el verla triste y llorando por esa pequeña niña me hizo sentir impotente, mi padre con todo su dinero no pudo encontrarlas y eso me hizo sentir inservible ante ella. Solía salir y divertirme pero regresaba a casa porque sabía que Katerin me estaba esperando, no hablábamos pero sabía que ella estaba ahí y que aún se preocupaba por mi. Muy pocas veces nos peleamos más bien siempre estábamos en silencio, el silencio dominaba todo en la casa. Y ya pasaron once meses desde ese día, y todo está aún más silencioso que antes, me hace falta su risa, sus quejas cuando no hacía algo bien, me hace falta hasta cuando se paraba en el balcón y movía su mano diciendo" hola o adiós" cuando llegaba o me iba, me hacen falta sus abrazos, sus besos al despertar y al dormir, me hace falta ella por completo. No soy la misma, siempre estoy en pijama sentada mirando televisión o acostada, pidiendo comida chatarra todo el tiempo y estoy hecha un total desastre junto con la casa. Hace poco me enteré que ella finalmente se graduó de bromatologia, y eso me hace muy feliz, mi pequeña Katerin logró su meta, vi unas fotos en ** y se veía tan hermosa con su ropa de recién graduada junto a su familia, sólo faltamos Luciana y yo junto a ella. Hace poco hable con papá y le dije que la estaba pasando mal, el me convenció de que lo mejor era regresar a casa para distraer mi mente de todo esto y tiene razón, quizás estando allá sin ver nada que me recuerde a ella estaré mejor, así que decidí regresar con papa, organizo lo poco que llevo; dejo la casa un poco mas decente y salgo con destino al aeropuerto dejando caer unas que otras lágrimas porque es probable que este si sea nuestro final.