Encadenada a ti 6 (Saga un nuevo amor Libro 2)

Cristine Torres Miraba todo desde una perspectiva oculta, el chico más guapo y sin duda el que era el amor de mi vida estaba en el jardín de la universidad, sentado justo debajo de un árbol leyendo un libro, Gerardo Ruiz mi gran amor de la niñez, mi amor imposible. Estaba enamorada de él desde que estábamos en la secundaria, éramos el trío perfecto. Adriana era la chica hermosa y popular, la de cabello castaño y ojos verdes, mientras que yo la chica menos agraciada, mi cabello rubio y ojos cafés, mi cuerpo no era tan perfecto pero me sentía cómodo con el, mientras que Gerardo era el típico hombre de ojos verdes, cuerpo bien definido y una sonrisa que era capaz de derretir todo el Polo Norte. Pero un día todo cambió, Adriana se enamoró de Gerardo, y el era más que obvio que de ella igual, ¿A quien iba a negar? Era obvio el siempre la procuraba y ella pareciera brillar a su lado. -Estoy enamorada de Gerardo- menciono mi amiga con un suspiro moviendo su lápiz mientras miraba a la nada -Lo he notado amiga- la mire con una sonrisa triste- Hacen una Pareja perfecta- fui sincera, se veían perfectos juntos -Me gustaría que en un viaje a las barrancas me pidiera ser su novia, en medio de la naturaleza de todo lo que nos gusta- sonreí y negué varias veces -Serás muy afortunada- sonreí y mire hacia mi libreta, había conseguido unos folletos para irme de intercambio a otro país, incluían transporte, estudios y alojamiento, solo debía mantener mi promedio intacto. -¿No pensaras en irte verdad? - pregunto con tristeza mirando los folletos -Siempre ha sido mi sueño, quiero irme a trabajar a otro lugar, desempeñarme laboralmente en un país donde me paguen bien- mencione segura- ¿Quieres ir de intercambio conmigo? - pregunte y ella sonrió -Me encantaría, pero la situación en casa cada vez está peor, mi padre ya no me deja salir como antes, me ha puesto guarura las 24 horas del día- bufo, la relación con sus padres nunca fue muy buena, ahora menos cuando se enteraron de nuestras escapadas y sobre todo cuando vieron a Gerardo, la tenían en una prisión y aunque he querido ayudarla no se deja. -Lo sé, te voy a extrañar mucho cuando me valla- suspiré y ella me abrazo -Tal vez te alcance allá cuando termine la universidad- menciono y sonreí ampliamente- ¿Cuál es tu principal opción? - tomo los folletos desplegando uno a uno mostrando las localidades -Estoy entre 4- tome los folletos- España pero no termina de convencerme, Rusia se me hace un país muy estricto pero muy bien pagado- señale otro folleto- Australia tiene muy buenas vistas, es de los lugares más hermosos- sonreí- Este es el que más me gusta- señale el folleto de Italia- Tiene paisajes muy bonitos, un gran desempeño en la medicina y sobre todo pagan en Euros, creo que ese es el lugar- ella sonrio -También lo creo- me apoyo. ..... Durante un mes me prepare para el intercambio, pero a la vez dudaba en irme, pareciera que Adriana estaba mal, había faltado a clases un par de veces cuando ella nunca faltaba, cuando venía lo hacía con ojeras y sus ojos mostraban tristeza, además de que Gerardo se alejo rotundamente de nosotras. -Necesito que me digas la verdad- me senté al lado de ella, estábamos en su habitación para hacer un trabajo en equipo, miró hacia todos lados como si la estuvieran viendo y asintió. -Hace unos días llegó un chico me lleva 4 años, se llama William Adams, mi padre se entero de mi casi relación con Gerardo y me prohibió salir, dijo que tenía que salir con William, que el sería mi pareja- tomo aire- me negué claro que lo hice... -¿Qué te hicieron? - pregunte preocupada -Me encerro en el ático, dure dos días encerrada hasta que acepte salir con el, Cristi mi vida se terminó, tendré que aceptar a ese hombre como mi nueva pareja- limpie sus lágrimas y la abrace. -No iré a Italia no te dejaré asi- le asegure pero ella nego -No, debes irte, sigue tus sueños Cristi yo te alcanzaré un día allá es promesa de amigas- elevó su pulgar y yo hice lo mismo para unirlo. .... Una semana después llegó el momento de decirnos adiós, prometí volver para visitarla y ella prometió alcanzarme allá. Estaba dejando mi vida, a mis 18 años me iba a aventurar en un nuevo país, un nuevo comienzo y eso para mi era emocionante pero a la vez no quería irme, temía que le pasara algo a Adriana no quería que mi amiga sufriera por culpa de sus padres, pero aún así deje todo, me aleje de todos e inicie una nueva vida lejos de todo lo que una vez tuve.