Capitulo 1

1338 Words
Esteban ¿Qué tan jodida podría estar una sociedad donde todo les parece mal? Desde que tengo uso de razón Lina me parecía encantadora, lo cual me convertía en un maldito depravado. Porque yo no podía mirarla así, ella era una niña, a pesar de que yo tuviera solo 3 años más que ella, teníamos distintos tiempos, distinta mentalidad, todo era completamente distinto entre nosotros y es por ello que nunca funcionaria. La pequeña me había vuelto loco desde que tenía 15 años y eso me tenía en una especie de odio por sentir esto hacia ella, porque ella no merecía a un imbécil como yo. Cuando conocí a Lumilda me recordó mucho a ella, sus rasgos eran muy parecidos, los ojos de Lumilda eran verdes casi celestes, su cuerpo estaba más desarrollado, pero Lina era única, su cuerpo era exquisito, tenía las curvas necesarias para volverte loco, sus ojos verdes casi marrones me encantaban y su sonrisa era única. Pero yo no podía pensar en ella de esa manera, jamás podría hacerlo, no estaba bien, ella era una niña. Por eso acepté a Lumilda en mi vida, por eso tuve que quedarme callado cuando ella presentó a ese chico a la familia. Ella tenía derecho a ser feliz, aun cuando eso me doliera, él era más apto para ella, misma edad, mismas metas y mismos pensamientos, yo no entraba en esa ecuación, estaba bien que ella encontrará a su persona, pero no voy a negar que me duele que vaya a casarse, porque eso significa que la perdería para siempre. Y no es que ya lo hiciera, pero un matrimonio eran palabras mayores, porque ahorita si debía dejar de pensar en ella de cualquier manera posible. - ¿Te pasa algo? - pregunto Lumilda y yo tome aire -No, estoy bien- seguí conduciendo hasta su departamento -Te quedaste muy pensativo después de la reunión- menciono y yo me negaba a mirarla, tenía que continuar con mi mirada en la carretera -Solo estoy cansado Lumi- mentí y ella asintió -Es increíble que Lui quiera casarse con Lina, hacen una linda pareja- sonreí con falsedad -Si se ven bien juntos- mi voz salió amarga sin que pudiera evitarlo No seguimos hablando, solo me concentre en conducir a mi destino, sabía que ella pensaba que pasaríamos la noche en mi departamento, pero no podía pensar en eso, este no era el mejor momento, porque necesitaba pensar, estar solo y aclarar esto que me atormentaba. -Supongo que nos vemos mañana- menciono bajo y yo suspire, me sentía mal por no poder darle todo a Lumilda, ella era una gran mujer y la quería, en estos 5 años logre quererla más de lo que alguna vez imagine, pero no sabía si esto era amor. -Si piccola, paso por ti para ir a desayunar- tome su mano y la bese haciéndola sonreír -De acuerdo, cuídate te quiero- sonreí y dejé un pequeño beso en sus labios -También te quiero- la acompañé hasta la puerta de su casa y después me fui. Si bien con ella me sentía bien, la pasábamos genial, era linda, atenta y amable con todos, no me sentía completo. Faltaba algo en mi interior que no podía comprender, porque esa era la verdad, lo que sentía era indescriptible. Me gustaría amarla como dicen que siente cuando amas a alguien, de verdad quería hacerlo, entregarle todo lo que ella merecía, quería sentir ese agobio cuando estaba con ella, sentir como mi respiración se agitaba con solo tocarla, pero no era así. No lo sentía así y eso me molestaba, porque sabía bien quien provocaba esto en mí y no me gustaba, porque eso mostraría lo enfermo que puedo llegar a ser. Apenas llegue a mi departamento llame a la única persona que me entendería, la única a la que le tenía la confianza suficiente como para contarle mis cosas, porque ella sabía la verdad desde el principio. -Hasta que te acuerdas de uno- menciono mi mejor amiga y yo no pude evitar sonreír - ¿Yo me olvido de ti? - pregunte fingiendo molestia - Claro como ahora tienes a toda tu familia junta y un rancho donde pasar los días libres, te olvidas de los simples mortales- su risa lleno el lugar y yo suspire -No me olvido de ustedes, pueden venir cuando quieran, además tienes que venir para mi boda y el nacimiento de mi bebé- sentencio y yo sonreí de nuevo- Pero bueno dejemos de hablar de mí, cuéntame, ¿Por qué escucho tu voz apagada? - suspire, de verdad ella me conocía a la perfección. Violeta siempre había sido mi mejor amiga, nos separamos un tiempo debido a lo que ella habia vivido con Octavio, pero todo comenzaba a ir como antes, Ethan era divino, y sin duda era mi sobrino favorito, pero el sabía que no debía decirle nada a nadie. -Lui menciono que quiere casarse con Lina- habla y el silencio llego -Okay, pero dime una cosa Esteban- tomo aire- ¿Porque te molesta? Tienes cinco años con Lumilda, desde un inicio te dije que estabas haciendo mal pero no hiciste caso, es normal que Lina desee seguir adelante con su vida- sus palabras me dolían -Pero enana, ella dijo que había encontrado a su persona- mencione y ella suspiro -¿No habias encontrado tu a Lumilda, ¿No habías dicho que ella era tu persona? - pregunto y yo cerre los ojos -Violeta quiero a Lumilda, de verdad lo hago, es una chica increíbleme y nuestra familia la ama, pero no siento lo que todos dicen que es el amor- de nuevo el silencio llego. -¿No sientes ese deseo desesperante por verla a cada mañana?- pregunto y yo negue haciéndola suspirar- Esteban debes sentir varias cosas, miedo de perderla, escalofríos cuando te mira, como tu cuerpo pareciera perder fuerzas cuando te besa o te toca, estar con la persona correcta se siente sofocante, pero a la vez es realmente único, se siente amigo, no importa cuanto intentes convencerte a ti mismo de que Lumilda es tu persona, si no sientes nada de esto entonces debes dejarla ir- cerre los ojos- Conmigo puedes ser sincero- aseguro y yo tome aire -Quiero a Lumilda, pero no siento nada de lo que describes y eso me pone mal, porque aprendí a quererla pero no es suficiente enana, quiero mas, deseo sentir toda la experiencia de estar con la persona correcta- admití -Y si Lina se casa, la pierdes para siempre- menciono haciendo que mi pecho doliera -Es una niña Violeta, no puedo verla de esa manera- ella sonrió -Ya no es una niña Esteban, es una mujer, crecio y se ha puesto hermosa, la dejaste ir hace años por miedo a lo que te dirán, por miedo a que te juzguen, pero Esteban, no son muchos años de diferencia, pueden intentar ser felices- aseguro y yo negue -Ya es tarde para intentarlo Violeta, ella esta en una relación, tienen pensado casarse y yo tengo a Lumilda, lo mejor sera que me olvide de Lina- mencione bajo -Mami, papá tiene lista la cena- escuche la voz de Ethan al otro lado de la linea y sonrei, mi amiga habia sido feliz después de todo lo que habia vivido y eso era mas que increíble. -Tengo que irme Esteban, pero te diré una cosa y espero lo entiendas- me quede en silencio y ella suspiro- La perdiste por imbécil, porque en lugar de luchar por ella, decidiste salir con alguien más, y está bien- aclaro- Está bien que intentes ser feliz, pero grandulón si quieres a Lina entonces debes luchar por lo que te haga feliz, si no, deja que ella siga con su vida- sus palabras me habían dejado en nada. Y es que yo no quería pensar en Lina de una manera distinta, porque eso significa admitir que tenía problemas mentales, pero yo no me sentía así se enfermó, solo quería mirar y admirarme de la belleza de Lina, aun cuando fuera desde lejos.
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