Capítulo 2: Un oscuro presagio

2118 Words
Punto de vista de Dafne Han pasado dos años y nadie lo puede creer. Realmente la vida es lo que sucede cuando estás haciendo otras cosas. Nuestra queridísima amiga Lorraine volvía a la ciudad por fin, y ahora, felizmente, de forma definitiva. Su querido esposo Adam había obtenido una beca musical en Washington y ella se fue con él, para suerte su trabajo, casualmente, buscaba una vacante para que trabajara en Washington así que se podría decir que eso salió tan perfecto que ni mandado a hacer, honestamente es algo más poderoso que una mera causalidad. Ella se casó con Adam y a los meses estaban camino a esa ciudad, haciendo diferentes paradas en una extraordinaria y divertida luna de miel, paseando de ciudad en ciudad, casi sin rumbo fijo. Después de dos años de idas y venidas y de no estar juntas siempre, Lorraine volvía a casa y con ello, el grupete de amigas reunidas de nuevo. La casa de Lorraine era magnífica, tanto que parecía de película. Ella siempre ha tenido un gusto exquisito y decoró su nuevo hogar hasta en el más mínimo detalle, tenía una linda y práctica oficina, un jardín de ensueño y un salón para que Adam, que es músico, pudiera componer en tranquilidad. No pasaban inadvertidas las miradas de amor entre ambos, y me hacía feliz verla tan enamorada. Greta también se había casado hace un par de años y Matt era perfecto para ella. Ambos esposos se involucraban con nosotras con encanto y comprensión, sabiendo que nosotras éramos parte crucial en la vida de sus respectivas esposas. También estaban Rita y Caro, del equipo de Lolo, unas mujeres increíbles que se habían adherido a nuestro grupo, haciéndolo cada vez más grande y diverso. Yo me sentía acompañada y feliz. No podía creer que habían pasado dos años y aquí estábamos todos juntos, riéndonos, divirtiéndonos, contando de nuestras vidas, se sentía como una verdadera familia, yo me sentía tan a gusto que irradiaba felicidad. Cuando ya la noche se iba apagando, Lorraine se sentó junto a mí. Me coloco un brazo por mis hombros, como cuando éramos niñas. Lorraine es una belleza de amiga. “Princesita… ¿me vas a comentar qué es de tu vida? ¿Qué has hecho estos años? Te he visto ya varias veces pero no me haría mal escucharlo nuevamente” - me dice riéndose pero la pregunta es seria. “Ummm realmente nada. Terminé mi posgrado que ya lo sabes porque estuviste en mi graduación” “Siendo la alumna top de la clase y con honores, lo sé perfectamente y me llena de orgullo” - agrega ella haciendo un gesto como que obvio eso iba a ocurrir. “También cambié de trabajo, es menos aburrido que el anterior, pero digamos que un poco mejor, quizás un poco más interesante. Una gran empresa con gente muy estirada y que se cree mejor que los demás” “¿Cuéntame de nuevo para qué trabajas en esas oficinas aburridas con gente rica y estirada? No son nada similares a ti que eres la persona más buena de todas. Tranquilamente podrías ser una profesora universitaria, o una gran científica, estudiando asteroides o algo así” - me dice con cara de incomprensión. Para las chicas yo soy un genio que podría trabajar en lo que quisiera. Digamos que podría dedicarme a muchas cosas, pero tampoco soy excelente en todos los campos. Digamos que soy mejor que la media en muchas cosas, pero obvio no en todo. “Sabes que me aburro fácilmente y las inversiones… quizás no es lo más humanitario y electrificante del mundo, pero es dinámico, así que me mantiene al día, atenta, pensando, con la cabeza ocupada. Además… sabes que le doy mi don del bien a esas cosas… es un campo bastante inhumano y mercantilista y yo trato de apoyar a los buenos emprendimientos, a las ideas de la gente de bien” “No lo dudo” - me dice sonriendo - “Eres un sol radiante mi pequeña Dafne” - me dice con un gran abrazo. “Sin embargo, eso no es lo que querías preguntar ¿verdad?” - le consulto, se ha quedado callada, abrazándome, no es algo usual en Lolo quedarse callada. Lo usual es escuchar su voz a cada rato. “Me conoces bien” - me dice entre risas volviendo a verme a la cara. “Tranquila… he dejado de fumar, y estoy en un equipo de boxing en un gimnasio horrible que me hace llorar y que soy pésima, pero supongo que me da fuerzas y no soy una ramita quebradiza como decías que iba a ser en el futuro” - le digo. Lorraine sólo vio tres cosas en el futuro paralelo concernientes a mi. Primero, fumaba, y por ello estaba débil y sin fuerzas. Tercero, tenía un trabajo pésimo donde realmente la estaba pasando mal, aburrida y que me quitaba las ganas de hacer cualquier cosa. Solo eso. La Dafne del futuro seguía invisible y aburrida como siempre, genial. Ella me sonríe y luego se me queda observando, otra vez callada. Sus ojos marrones se ven grandes y juega distraídamente con un rizo pelirrojo de su cabeza. “¿Pasa algo?” - le pregunto preocupada y aparece Greta de la nada, como si tuviera un oído supersónico para entrometerse en nuestra conversación. “¿Ya le contaste?” - dice asomando su cabeza y sentándose en el sofá en el espacio vacío a mi lado. Me siento rodeada, suspiro ¿Ahora qué traman? ¿Por qué me entero de última?. Lorraine sacude la cabeza en negación. “¿Contarme qué?” - pregunto entre irritada y preocupada, alternando mi mirada en cada uno de sus rostros. Juro por Zeus que aquí hay un complot. Odio cuando se preocupan por mi y me cuidan como si fuese una niñita. En vista de que Lolo no habla, Greta toma las riendas. “Lolo ha tenido una premonición” - dice de forma seria y profunda. Pues si, Lorraine, además de ir al futuro y volver y tratar de arreglar las cosas para que en seis años su vida no fuera un desastre, digamos que… quedo con un pequeño don. A veces tenía sueños o un presagio, un presentimiento. Cosas realmente difíciles de explicar, a veces ella intentaba darle sentido. Otra vez, al inicio yo no le daba mucho crédito, pero nuevamente, parecían tener cierta veracidad. Sucedía en muy contadas excepciones, pero ahora que sea referente a mí no sé si tener miedo, preocuparme o… emocionarme. Lolo por fin parece recobrar la compostura y me habla, tomándome las manos, mientras tengo a Greta a mi lado, respirándome en la nuca. A veces son demasiado sobreprotectoras estas chicas. “Desde hace un tiempo para acá, mejor dicho… desde el año pasado tengo el presentimiento de que algo oscuro se acerca… y es directamente a tu alrededor. No miento cuando digo que tú eres el sol Dafi, lo eres para todas nosotras. Si bien estamos preocupadas por Moni, que también está en nuestra mente, no eres la chica invisible como dices. No sé cómo explicarlo… yo me he despertado sudando y angustiada. Algo en tu futuro se acerca y es oscuro, negativo, como una sombra que viene en el horizonte y te acecha. Siento que ya está cerca, es cuestión de días. Lo siento en mis huesos, es desesperante” - yo la veo tan preocupada que si no fuera por eso, me echaría a reír.  ¿Una sombra amenazante? ¿Qué es? ¿El clima? Volteo a ver a Greta y está con la misma cara de angustia. Demonios, no es juego, se me quitan las ganas de reír, para ellas esto es serio, muyyyy serio. Igualmente, estoy acostumbrada a una vida tan sencilla y sin grandes acontecimientos que las probabilidades están a mi favor. Viviré una existencia aburrida sin grandes sucesos, trabajaré, llegaré a vieja y moriré sola en mi departamento. La vieja y conocida vida, inapetente y desanimada de Dafne. Mi vida. Por otra parte, es realmente raro. Solemos estar realmente preocupadas por Moni, lamentablemente ella fue la que salió peor parada en el futuro que vio Lorraine. Monique había emprendido un lindo negocio, una cafetería donde vender su pastelería y postres deliciosos. El problema es que el negocio lo inició con su novio de hace años, Felipe. El hombre no nos cae a ninguna de nosotras, y al parecer teníamos razón. Según Lorraine, él le va a quitar el negocio a Moni y ella iba a caer en una depresión de la cual no podía salir. Ya la cafetería se inauguró y va viento en popa. El problema es que la abrió con Felipe, así que el mal acecha, no se ha salido del todo del destino terrible que vio Lolo. Yo al menos tenía un destino insulso, que sigue así, excepto con esta nueva premonición. “Chicas por favor ¡No tengan esas caras! ¡Nada va a suceder! Ustedes me conocen, no dejaré que nada malo pase. Mi vida es muy aburrida y corriente como para que sucedan esas cosas mágicas. Además, cuento con ustedes, ¡Juntas podemos con todo! ¡Nada sucederá!… y si, por alguna extraña y catastrófica probabilidad, algo pasa, será las primera en saberlo” - esto parece dejarlas más tranquilas, siempre estamos ayudándonos, por más que ellas estén casadas, Moni tenga su negocio, Evelyn tenga su bebé. Estamos todas para una y una para todas como los tres mosqueteros. “Es verdad siempre cuentas con nosotros” - dice Lorraine esperanzada, intentando poner mejor cara - “Quisiera tener más información, de verdad” - dice apenada. “No dejaremos que nada malo te pase. ¿Sabes lo importante que eres para nosotras? ¿Verdad?” - me dice Greta abrazándome. Y si, realmente lo sé. Cuando voy a mi  departamento, suelto mi cartera y me siento en mi cómodo sofá. Este departamento lo compré hace unos meses, fue otra de las cosas que vio Lolo en el futuro, pero digamos que ya lo tenía pensado así que no fue tan sorpresa como que yo fumara ¿en serio? Qué hábito tan molesto. Mientras me saco los zapatos, pienso en lo que dijeron de la sombra que me acecha. Me cuesta no sonreírme con las ocurrencias de las chicas. ¿Yo con algo interesante? al nivel de preocuparse por mi. Suelo yo preocuparme por ellas, no al revés. Pienso que… un cambio estaría bien, dicen que los cambios son positivos ¿no? aunque a veces cuesta adaptarnos. La realidad es que no soy una persona que toma riesgos, nada que ver. suelo estar en mi zona de confort, por algo le dicen así, es la zona en la que te sientes mejor. No tomo decisiones apresuradas, no soy extrovertida , pienso las cosas mil veces y, para serles sincera, antes de meterme en algo reviso, investigo y hasta hago listas de pros y contras antes de tomar una decisión. Eso suele evitarme algunos disgustos aunque es mentira que puedo controlar las cosas, hay cosas que suceden de forma inevitable.  La desventaja es que dejo pocas cosas a la deriva en mi vida, cosas que no veo venir. Quizás por eso me aburro tan fácilmente. Mientras me desperezo y me preparo para dormir me asomo a la pequeña ventana de mi cuarto, se ve solo parte del otro edificio y a un costado el cielo oscuro con las estrellas y la luna brillante. Pienso en los dioses griegos y sus teorías del mundo, con leyendas emocionantes y aventuras increíbles. Alguna vez mi mamá me comentó que un tatarabuelo había llegado de Grecia en barco, pisando por primera vez el nuevo continente, y desde ahí me interesé en la cultura y mitología. Lo sentía como… un lugar alternativo en qué refugiarme en mi niñez supongo. Un mundo mágico con seres increíbles, dioses y semidioses que controlaban lo que sucedía a los meros mortales, con poderes, destinos fantásticos, amores y desamores y que eran conocidos por sus hazañas poderosas. Suspiro. Creo que internamente me gustaría ver eso, yo metida en problemas. La aburrida Dafne enfrentando algo distinto, algo que ponga las ruedas de mi cabeza funcionar, a pensar estrategias, soluciones a problemas, nuevas ideas. La búsqueda de La Señora sigue siendo un misterio, y debo admitirlo, parece no llegar a nada, un callejón vacío, las chicas tenían fe en que yo podría encontrar algo más, pero pareciera que tengo que esforzarme más. Me rio de nuevo. Una gran oscuridad que me persigue como si fuera una película de terror. Eso sí que me gustaría verlo de verdad. 
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD