A VECES CUPIDO TIENE MALA PUNTERÍA

1 semana antes… Todo comenzó preparando una fiesta de cumpleaños para mi novio en turno, pronto entenderás por qué soy tan desafortunada eligiendo a un amor, vivía con mi pareja, teníamos una casita pequeña pero estábamos dando el paso desde hace un pequeño tiempo e intentando formar un hogar, yo me encontraba llegando a nuestro casa porque había salido de viaje a visitar a mis padres en otra ciudad fuera de Bogotá; mas temprano estaba en la calle comprando unas cosas para la sorpresa de mi pareja, traje algunas cosas y comencé a desbalijar la bolsas de las compras que hice. Mi novio no tenía idea que llegaría para el día de su cumpleaños a celebrárselo, todo lo hice en secreto, por eso llegué tempranito a casa para organizar todo, él solo tenía en mente que no podría estar en su cumpleaños y que lo vería a los días siguientes. Compré entre las cosas: gorros de conito, sombreros, serpentinas, globos; parecía como si fuéramos a celebrar carnavales mas bien, entonces cuelgo donde está la mesita todos los pasapalos y la torta, el cartel de Feliz Cumpleaños al fondo, yo estaba muy feliz, la sonrisa no me cabía en la cara, ilusionada con la sorpresa para mi galán, yo sé que le encantará. Gasté todo mi salario prácticamente en toda la sorpresa porque quería darle un buen detalle y que viera cuánto lo amo, pero la verdad es que soy la mujer más idiota del universo, ya sabrán el por qué, me puse a inflar cada uno de los globos para decorar la casa con ellos, hasta compré cosas de navidad para que el lugar se viera muy iluminado. La verdad es que me sentía muy feliz porque por primera vez tenia esta complicidad con una pareja. Todo había quedado muy bonito. Creo que estaba un poco obsesionada porque nuestra casita tenía muchas fotos de nosotros por todos lados, todo tenía que ver con la relación de nosotros, quizás quien entre a nuestra casa se quedaría viendo cada una de las cosas que están en la pared las fotografías de nosotros porque están por todos lados, con decirles que hasta en los baños había fotos de nosotros, a veces me preguntaba harán sus necesidades frente a la imágenes de nosotros, dará como penita no... Invité a nuestros amigos más cercanos, pero les advertí que no fueran a contarle nada sobre mi sorpresa, y que los esperaba en casa a eso de las 6:00pm porque él llegaría a las 6:30pm o 7:00pm del trabajo. No quería que me quedaran mal así que todos prometieron asistir. Al cabo de esa hora comenzaron a llegar nuestros amigos más íntimos, la puerta comenzó a sonar, y fui recibiendo uno a uno y dándole el cotillón de bienvenida, para que se colocaran las cositas que había comprado para el momento de recibirlo. Luisana mi prima, también Daniela (Dani) mi mejor amiga de infancia, el novio de mi prima vino porque lo trajo ella, y otros son los amigos de mi novio, los recibo con tanto cariño y entusiasmo, para adelantar las cosas ya que todos los invitados estaban en casa esperando llamo a mi novio para que se apresurara, le dije que por favor fuera a la casa a mirar el agua porque la vecina me había llamado que estaba saliendo agua de la puerta, que seguro había dejado el grifo abierto y se estaba regando, que corriera a la casa a ver qué pasaba y con esa excusa hice que se fuera de inmediato a casa, así lo sorprenderíamos todos. A los minutos veo llegar el carro de mi novio por la ventana que estaba pendiente de su llegada, y les pido a todos que se preparen para darle la sorpresa. Todos se esconden y apagamos las luces, escuchamos sonar la puerta pasando la llave y mi gran novio abre la puerta y tarán todos gritamos “Sorpresa: Feliz Cumpleaños”, él llega con una chica agarrados de la mano, muy bella por cierto, y yo me quedo toda aburrida. Él solo me llama por mi nombre “Marisela” y yo llena de rabia me decepcionó totalmente de él, los invitados se quedan boqui abiertos al ver a mi novio con otra mujer y llevándola a casa, pensando que estarían solos, es decir, me estaba engañando con otra y quien sabe desde cuánto tiempo, nuestros amigos vieron todo, así que la sorpresa me la llevé fui yo. Me fui de allí, me fui a casa de mi prima, a su apartamento y los días siguientes fueron de lágrimas, tristezas, pasando el despecho a millón, lloraba, cantaba música triste, colocaba karaoke y me desahogaba cantando canciones corta venas, comía helado y chocolate por cantidades industriales, estaba muy deprimida. 4 meses después… Me llené de valor, después de varias semanas no quise mendigar amor, ni pedir migajas a mi ex, lo superé… volví a mi casa donde vivía con mi ex porque él abandonó el sitio y me dejó el lugar a mi, decidí reunirme con mi prima y mejor amiga para hablar de las nuevas oportunidades y contrales sobre mis nuevos prospectos. — ¿De verdad amiga ya superaste al falso de tu ex novio? — pregunta Daniela. — Claro que si amiga, además nuestra relación ya perdió el entusiasmo, él me engañó que voy hacer allí. — Y… ¿Qué pasa con los nuevos enamorados? — Pregunta Luisana, la prima de Marisela. — No se, pero llevo ya 4 meses diciendo las mismas cosas, soy una loca desafortunada en el amor, nada me resulta, es como si me hubiera caído una pava tremenda con los hombres. — Creo que te volviste loca amiga. — ¡Ey! — Reclama Luisana a Dani por ese comentario. — ¿Acaso digo alguna mentira Luisana?. — Pregunta Daniela. — Pero creo que exageraste un poquito además aun ella está convaleciente. — Argumenta Luisana. — ¡No!, lo que yo creo es que después de la obsesión con Francisco, de todo lo que le hizo no hay ningún hombre mejor que él por lo que compartieron en pareja juntos, vivieron y todo, hay hombres mejores amiga que él, mucho mejores, solo que no te permites ir mas allá porque los comparas a todos con tu ex. Por eso no te funcionan las relaciones. — Haber entonces dime amiga ¿Dónde estoy cometiendo el error? — exclama Marisela. — En tus decisiones amiga, eliges mal. — le dice Dani. — A ver prima has este ejercicio; piensa en todos los hombres con los que has estado antes, el primero fue Thiago, recuerdas que también intentaste prepararle una sorpresa. — Marisela empieza entrar a su mente y recordar ese momento y sus memorias la llevan a un increíble recuerdo. Marisela empieza a recordar que estaba con Luisana y Daniela, tomando un café en un sitio muy lindo en el centro de la ciudad de Bogotá, comienzan a levantarse de las sillas, y le preguntan a Marisela: — ¿Por qué no vamos al cine de aquí? — Pregunta Luisana a Marisela. — Yo no puedo voy a sorprender a Luis, está enfermo, lo ayudé con su tarea de la universidad, el pobre no podía con su alma, hasta le hice una sopa para dársela cuando llegue a verlo. — Daniela se le queda viendo con cara de que boba eres. — Si eres galla, ese tipo solo te usa y tú ni cuenta te das. Es una pena que seas así de gafa amiga. — Argumenta Daniela. — Pues yo creo que él no está enfermo prima, te dice mentiras, quien sabe con qué fin. — Marisela solo pone caras de que malas ellas por hablar mal de su novio. Rato después, al irme a visitarlo y llegar a su casa, toco el timbre y muy ilusionada esperando que me abriera la puerta, veo que una muchacha muy joven me abre  y estaba con una playera puesta de él, estaba despeinada y como si acabaran recién de hacer el amor. Entonces mi novio sale y le pregunta a la chica: — ¿Amor quién es?, ¿Quién toca la puerta? — Pregunta Luis, al no escuchar respuesta de la chica, él mismo se asoma y me ve allí parada, se colocó todo pálido, quizás le dio una baja de tensión ya que estaba en toalla y recién bañado. Entonces mi amiga Dani me recuerda que casi pierdo la carrera por ese imbécil, y era verdad, pero no fue él quien te deprimió ¿verdad?, fue Sixto, entonces también recordé esa historia con él, y les comento mi pequeño tras pie con este galán: iba manejando, estaba aprendiendo a conducir, estábamos en plena vía, e iba muy concentrada en hacerlo bien, mi profesor de manejo era Sixto, mi novio de ese momento, ambos teníamos puestos los cinturones de seguridad, todo iba en regla y marchando bien, al pasar un cruce, nos encontramos a una pequeña alcabala puesta improvisadamente por los policías, entonces bajo la velocidad al acercarme y me piden orillarme. Entonces le comento a mi pareja que estaba muy emocionada porque por primera vez me sentía un adulto y podía demostrar que podía ser responsable con un auto. Se acerca el oficial y bajo el vidrio para saber que quería: — Buenas noches oficial, ¿Por qué me detiene quisiera saber? — Buenas noches señorita, tenemos órdenes que el vehículo que porta ha sido robado. — ¿Qué? Es imposible, no puede ser posible eso oficial, mi novio se los puede corroborar porque mi novio me lo dio, él lo compró… — Sale corriendo Sixto del carro, corre y corre y los otros policías lo detienen metros más allá. Desperté del recuerdo entonces mi amiga Dani argumenta muy seria: — Si casi fuiste a prisión por él, si yo no te defiendo estuvieras tras las rejas. — Pero ninguno de esos puede competir con Juan, ese si boto la bola con Marisela. Es que prima tus novios han sido la caca, en serio. — Marisela hace señas que ya se acordaba de ese otro amor. Con Juan me pasó que me pidió prestado dinero, entonces fuimos al banco para yo pedir un préstamo, para ayudarlo a él, yo quedé como responsable ante el banco, como soy tan generosa no me negué, y firmé unos documentos con él banco para hacer solicitud del préstamo que con tanto ímpetu Juan necesitaba de mí. Recuerdo que él me decía: — Pagaré el préstamo todos los meses, no dejaré pasar ninguna cuota. No te hare quedar mal. Así que no te preocupes mi amor por eso. — Claro que si amor, cuenta conmigo siempre. — la chica del banco le entrega el dinero que pedimos como préstamo y mi novio lo recibe. Unos meses después, tocan a mi puerta y era personal del banco, yo los recibo muy gentilmente y les pregunto qué sucedía: — Estamos aquí porque no han pagado el préstamo que le hicieron al banco. Se me caía la cara de vergüenza ante los corresponsales, me tocó ir a dar la cara y pagar lo que se debía y doble, que horror. Desperté de ese recuerdo y les dije a Luisana y Daniela que estaba ya cansada de tanto criticarme la vida personal, que sabía que mis parejas han sido todas unas joyitas una tras otra, pero que le bajaran dos al regaño, entonces comenzaron a decirme en forma de consejos: — Hasta cuando vas a gastar el tiempo en hombres huecos y vacíos que no te aportan nada a tu vida, solo se aprovechan de ti. — Le sugiere Luisana. — ¿Pero que hay con lo que yo quiero? — Argumenta Marisela. — Amiga tú no quieres, tu solo eliges y eliges mal. Tú ves el hombre equivocado y vas y le pones el ojo, siempre te fijas en el peor. Es como si buscaras siempre el mal. — Comenta Daniela. — Entonces voy a compararme animales para sustituirlos por amores, novios y parejas. Así no me sentiré sola. — Pues creo que te iría hasta mejor. Así dejas de buscar hombres malos. — Dice Daniela. — Prima lo único que tienes que hacer es apuntar hacia el hombre correcto, dile a tu corazoncito que apunte hacia el bueno y mejor. — Solo prométenos amiga que no saldrás con hombres malos, ¡promételo!. — Exclama Daniela. — Ok. Nunca más volveré a salir con hombres malos en mi vida. Se los juro… Por otro lado se encuentra Raúl Lizcano, es un hombre de buena vida, muy guapo, es propietario de una agencia de marketing, pero por las noches les gustaba ir a club nocturnos a darse vida con las mujeres, lo que le salía no lo pelaba y ¿Cómo no?, si es un hombre muy sexy, con un físico envidiable, un cuerpo muy trabajado, tonificado, marcado, que mujer no quisiera tocar esos abdominales, él hombre soñado, peor a ese tipo de hombres también les cuesta encontrar el amor verdadero, porque casi ninguna mujer lo toma en serio, alguna se imaginan que por ser así tienen miles de mujeres, otras solo lo buscan por interés, y otras los hombres así no le gusta sino prefieren los feos, su cabello es castaño, piel bronceada, de 1,80cm de estatura, siempre bien perfumado y cazador de mujeres hermosas porque ya estaba cansado de que no se encontrara una mujer que valiera la pena, solo buscaba juegos y así se la pasaba todas las noches. Iba rumbo a mi trabajo, tenía que llegar temprano, tenía muchas cosas que hacer en la oficina, yo me dedico al mundo del diseño, sobretodo a el diseño de interiores, me encanta decorar espacios de hogares y hacer increíbles cosas con todas mis herramientas de trabajo, tenía que ir a mi ofician a cuadrar tantos asuntos que iba muy distraída, también reproducía mientras iba manejando en mi auto ejercicios de respiración para empezar el día sin estrés y amargura. En carretea iba practicando lo que escuchaba en mi radio, pero como andaba en las nubes caí en un semejante hueco que no vi y explotó la yanta de mi carro, al caer en semejante hueco, solo sentí el totazo y mi reacción fue agarrar a golpes el volante como la propia loca, de la rabia que me dio. Por estar distraída oyendo ejercicios de relajación, no me fijé y me compliqué, de nada sirvieron porque mi estrés llego a nivel máximo, les cuento que perdí el tiempo inhalando y exhalando. Tuve que llamar a la grúa para que se llevaran mi auto a un taller mecánico para que me resolvieran eso, pero mientras tanto tuve que irme a mi trabajo, el clima en Bogotá estaba insaciable, hacía mucho frio, y medio a punto de llover, me pongo a parar un taxi y ninguno me hacía caso, me obstine y me fui caminando, total solo me quedaba a unas cuantas cuadras la oficina. Por otro lado Raúl, iba para su trabajo y el muy engreído cogió el monopatín eléctrico y se fue así hasta su empresa de marketing, en definitiva no le quedaba muy lejos, por eso buscaba ese tipo de transporte para evitar colas y estas cosas, ya que no tenía que rodar mucho desde su apartamento hasta su oficina, iba distraído con su móvil, mirando las r************* , dándole likes a infinidad de mujeres en tanga y sensuales “típico de todo hombre”. Como no estaba viendo al frente pasa un peatón humano y sin darse cuenta se tropieza con una persona y la atropella sin querer queriendo, resulta que esa persona a quien se llevó por delante y rodaron un poco al chocar ambos cuerpos es nuestra Marisela. Ella tenía el pase en el peatón y el imprudente de Raúl se la cargo por saltarse el semáforo, sin verla se la cargo, menos mal y fue así y no fue con auto de verdad, por evitar un mal golpe de ella la atrapa con sus brazo bien grandes y la arropa al omento de caer, le salvo una caída catastrófica aunque su teléfono si cayo y la pantalla quedo echa leña. — ¿Qué te pasa? Acaso no miras las luces de los semáforos. — Marisela comenta molesta y con razón. — Lo siento mucho de verdad señorita, no fue mi intención llegarle y estropearla. Venia distraído no la vi, y cuando me fije ya la tenía encima para protegerla la abrace y nos caímos los dos. Lo siento de verdad. — Raúl la observa de arriba abajo detallando que es una hermosa mujer. — Tras que voy tarde al trabajo por infinidad de cosas, se me echa a perder el carro, casi llueve y tú me atropellas, no ha empezado el día y ya me han pasado puras cosas malas, definitivamente me cayó la roya. — No pelees, está muy joven y te pueden salir arrugas. — Marisela lo mira con más rabia aun. — ¿No necesitas ir a un hospital a revisarte o algo así, si te duele algo? — Pregunta Raúl. — ¡No!... estoy bien, me siento bien. Lo que tengo es que llegar a mi trabajo y me queda cerca. No se preocupe. — ¿Cómo te llamas? Por si sucede algo estar pendiente y ayudarte, total el del error fui yo. — Me llamo Marisela. — Me da la mano el chico y yo se la estrecho. — Mi nombre es Raúl Lizcano. Mi teléfono se dañó. Pero déjame tu número para llamarte. — Saca de su coala un lapicero y una hijita pequeña y espera el número de Marisela. — ¡Ok! Pero solo por si acaso… mi número es 314-7560912. — Bueno que te vaya bien hoy, y deja de pelear, recuerda las arrugas…— Marisela se voltea y le voltea la cara con odiosidad. Llegando a la oficina Marisela, empieza a sonar su teléfono, ella pensaba que era el tal Raúl que la atropello para molestarla nada más, pero al mirar el celular era su ex Francisco, se sorprende muchísimo, que no lo podía ni creer, después de tanto tiempo, vuelve a buscar contacto. Se le sube el ego a Marisela y comienza a refunfuñar: — Seguro no pudiste estar sin mí, por eso llamas desgraciado. Pero no te voy atender, no lo voy hacer. Mi amiga me puso un reto y lo voy a cumplir. Dios mío, ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué estas pruebas tan difíciles? Es una tentación, no atenderle. (el teléfono sonaba y sonaba)… — al volver a mirar la pantalla del celular cuelga la llamada el ex. — De todos modos que estés bien, no me hace falta hablar contigo. — Pasan unos segundos y no se aguanta y lo llama, él le contesta. — Hola Marisela, ¿Cómo estás?. — ¿Qué necesitas? — ¿Tienes tiempo para hablar? — Tengo que ver eso, si me sobra tiempo. Además después de todo lo que me hiciste no creo conveniente hablar contigo, no te puedo perdonar Francisco. — Solo quiero que sepas que cuando te pregunté que si tenías tiempo para hablar no era para hablar en persona sino por teléfono. — Sí, estoy escuchando. — Ay la cague en llamarlo… — Me estoy quedando en casa de unos amigos, pero no he podido buscar un buen lugar para yo vivir, no sé si recuerdas el contrato en la casa donde estábamos viviendo juntos, estaba a mi nombre, eso quiere decir que legalmente es mío. — ¿Qué?, no te estoy entendiendo nada. ¿Quieres que yo me vaya de la casa, para dejártelo a ti? — Si y lo antes posible. — El contrato puede estar a tu nombre, pero por si no recuerdas soy yo la que hice todos los arreglos a la casa y cubrí todos los gastos. — No quiero discutir contigo Marisela. Desocupa lo antes posible. — ¿No te da vergüenza?, ¿Cómo puedes hacerme esto? Espero que Dios te castigue bien feo… — Marisela por distraída nuevamente, pela una escalera y empieza a caer por las escaleras de la empresa.