El Legado Maldito.

Capítulo 3

La tensión se siente en todo el salón. Todos observan asombrados mientras las mujeres se quejan por lo que sucede.

— Realmente no entiendo cómo es posible que puedan estar peleando por la Mérida insignificante — se queja una de las chicas causando que todos hablen sus molestias hasta que el profesor hace que todos callen.

— ¡Ya es suficiente! Los tres deben ir a mi sala a arreglar esto y esperaran allá hasta que termine la clase que tenía que haber comenzado hace diez minutos. — se queja — Así que, fuera los tres.

Nunca me habían sacado de clases y la verdad, me parece demasiado injusto que lo hagan ahora cuando nada de lo que ha pasado es mi culpa.

— ¿Por qué debo ir con ellos cuando nada de lo que ha pasado tiene que ver conmigo? — me quejo.

— Realmente lamento mucho que mi decisión te parezca demasiado injusta— su sarcasmo no pasa desapercibido— pero en vista de que ellos se pelean por ti. Me da a entender que tienes algo que ver en todo esto y eso lo descubriremos en unas tres horas. Así que, márchense y espero que no se maten entre sí mientras esperan a que me desocupe — dice molesto y sin oportunidad en que logre convencerlo de lo contrario, me marcho rumbo a su oficina.

Mi enojo es evidente ante tanta injusticia pero no digo algo, no tengo suficiente valentía para hacerlo. Por lo que, resignada me marcho del aula de clases seguida por los dos hombres que se matan con solo mirarse.

Esta no fue la manera en que pensé nuestra reunión después de dos años. Sin embargo, el saber que todo esto pasó porque quiere estar a mi lado, me causa alegría.

Voy caminando por el pasillo que me lleva a la oficina del docente, cuando alguien me abraza por la espalda. Sus brazos cubren mi cuello mientras su rostro se coloca cerca de mi oído.

— Realmente te extrañe mucho, mi pequeño arte — susurra a mi oído causando que todas mis terminaciones nerviosas sufran un choque eléctrico que me impide hablar, caminar o pensar otra cosa que no sea él y yo en un altar.

¿Cómo puede hablarme así cuando mi punto débil es el oído?

Mi corazón se acelera y mi cuerpo se calienta ante su tono de voz y cercanía, causando ello que me cueste respirar y HotSub se active.

Oh, maldita sea. No puedo mostrarme débil ante él. No otra vez.

Me cuesta respirar cada vez más por lo que detengo mi andar y me apoyo en la pared. Intento calmarme para no verme más lamentable y busco en mi bolsa el medicamento que me ayuda a controlar la droga.

— ¿Estas teniendo una crisis? — me pregunta sabiendo claramente lo que me sucede.

Apenada y desesperada asiento mientras ambos chicos me observan asombrados, aunque uno más que otro.

Luke toma mi mochila y encuentra las pastillas tan conocidas por ambos.

— ¿Qué le está pasando? ¿Necesita que llamemos una ambulancia? — Pregunta el ruso claramente preocupado.

Luke niega: — Trae agua. Ella necesita su medicina —informa y el chico se quita su bolso para sacar un termo.

Mi ataque respiratorio parece aumentar mientras HotSub aumenta su intensidad en mi cuerpo.

— No le voy a dar algo que tú tienes. Sé que no eres gentil, por lo que dudo que algo bueno este en esa botella desde que se la quieres dar. — comenta Luke mientras la cánula en mis fosas nasales no envían el oxígeno que necesito.

Mi fuerza se agota entre el problema respiratorio y los efectos de HotSub, que me derrumban en el suelo. Cuando el ruso no dice algo sino que simplemente le arrebata el medicamento a Luke y me lo hace tomar con el liquido que se encuentra en el termo.

El chico toma mi rostro con ambas manos y me observa con preocupación.

— De acuerdo, chica. Ahora que tomaste tu medicina, debes calmarte. Así que, relájate y concentra tu atención en respirar lentamente ¿Bien?

Me enfoco en su mirada y noto preocupación en la misma. Asiento lentamente mientras intento controlarme. Los efectos de la droga poco a poco disminuyen mientras intento calmar las emociones que se me desbordaron por una simple cercanía de él.

De inmediato el recuerdo de cómo mi madre se dio cuenta de mi enamoramiento, vienen a mi mente. Mi madre es muy observadora, ella afirma que ello y tener suficiente información de sus adversarios le ha ayudado a anticipar sus movimientos. Por lo que, fue gracias a ello que se dio cuenta de mi enamoramiento.

Al principio, debido a múltiples noches dotando interna en una habitación médica o estudiando, lograba distraer mi mente ante las emociones que con solo verlo no podía controlar. Pero después de cierto tiempo, los efectos de la droga me resultaron imposibles de manejar. De acuerdo a mi abuela, mi madre me hacía pasar por todo tipo de actividades para que la droga no tuviera tanto poder sobre mí y yo comenzará a dominar los síntomas de la misma.

Ya que, de acuerdo a varios estudios en los que fui el conejo de indias, se descubrió que si tengo agitación realizando algún deporte o entrenamiento, la droga es consumida por ella y no necesito tener la droga cerca o tenga que realizar algún acto s****l, ya que era pequeña. Pero, al pasar de los años, todas esas actividades dejaron de funcionar al tenerlo a él cerca. Fue gracias a que este tipo de ataques sucedían con mucha frecuencia cuando él estaba cerca, que mi madre descubrió dos años antes que él es la causa del descontrol de HotSub en mi sistema y ello sucedía porque yo era quien lo deseaba y HotSub solamente me delataba.

Respiro profundamente al haber vuelto a la normalidad y me culpo por haber tenido otro ataque con él cerca.

Eso sucede porque es él quien causa las crisis y no HotSub —me dice mi consciencia.

Esto no está bien. Yo quería dar una buena impresión y eso solo causó que pasara un momento de vergüenza. Sin duda, nada de lo que planee ha sucedido, pero todo lo que quería que no pasara, pasó.

— ¿Estas bien? — me pregunta el ruso.

Asiento.

— Ella siempre está bien después de su medicina. Así que, deja de mostrar tu preocupación actuada y aléjate de ella, ya que de los dos soy yo quien sabe que necesita y cuando lo necesita. — habla Luke haciendo que el ruso se levante rodando sus ojos.

El chico se aparta y Luke me ayuda a levantar.

Su tacto es suave y gentil, pero intento no enfocarme en ello o podría cometer alguna estupidez.

— Creo que lo mejor es que vayas a tu casa. Lo que sea que tienes debe ser informado a tus padres y que ellos te lleven a recibir atención médica. — dice el chico y yo niego.

— No, gracias por tu preocupación…

— Dmitry. — me dice recordando su nombre.

— Gracias Dmitry, pero ya toda mi familia sabe lo que tengo porque con ello nací y saben que puedo afrontar alguna crisis sin necesidad de ir a recibir atención médica. Así que, ahora que estoy mejor, podemos ir a la oficina del docente.

Dmitry asiente y camino rumbo a la oficina con la intención de pensar en cualquier cosa menos, en que Luke está detrás de mí.

Oh, rayos. Debo ser fuerte o él se llevara una mala impresión mía.

La universidad en la que nos encontramos es demasiado grande. Cielo es su nombre y creo que lo único que comparte con el mismo es su inmensidad. Ya que, si hablamos de tranquilidad, paz y pureza, la universidad carece de todos ellos.

La universidad Cielo, es la mejor universidad de negocios internacionales de Estados Unidos. Sus logros son innumerables tanto en la carrera universitaria como las demás carreras administrativas. Esta universidad, también tiene grandes logros en deportes. Ya que su especialidad en tener a aproximadamente el ochenta por ciento de profesionales que son ganadores de medallas en diversas disciplinas.

Es por ello que, en la universidad Cielo, no solamente hay edificios por carrera universitaria, sino que los dormitorios del mismo están arriba de cada lugar de entrenamiento. Es decir, yo, quién estoy en negocios internacionales y hago parte de gimnasia rítmica, si decido quedarme en mi dormitorio, éste queda arriba del salón de entrenamiento del gimnasia rítmica. La universidad es tan inmensa que tiene más de diez cafeterías en el lugar y contiene todo tipo de canchas, salones y laboratorios que son indispensables para el desarrollo intelectual, competitivo y creativo de los estudiantes.

La mensualidad supera los diez millones de dólares y las exigencias sobrepasan lo que cualquier humano soportaría. Las clases son agotadoras y los entrenamientos son rigurosos. Ya que, la universidad tiene una imagen que mantener y está no sólo de relaciona en tener los mejores egresados de las áreas administrativas, sino que, tiene entre sus estudiantes las personas que han representado al país en competencias de altos renombres, trayendo consigo logros que no solo son para el estudiante y su núcleo familiar sino para la universidad.

La universidad, tiene salones de arte, música, escritores, piscinas y canchas de todo tipo de deporte. Ello y sumado a la gran cantidad de estudiantes y servicios que proporciona la misma. Hace que la universidad sea tan grande que se necesite trasporte para ir de un lugar a otro o si uno se dirige a la salida. Por ello, al tener tantos estudiantes y docentes. Estos tienen un propio edificio en el que cada uno tiene su propia oficina y sala de descanso. La cual, queda a diez minutos en auto y no me quiero imaginar cuántos caminando.

— Sigo insistiendo que debemos ir a un hospital. —habla Dmitry

— Si queremos que vaya a un hospital, solo necesitamos ir al de la universidad. Pero como te hemos dicho anteriormente, no es necesario. Así que, deja de molestar y desaparece. — le responde Luke.

Dmitry niega.

— No conozco el lugar como tampoco tengo conocimiento de lo que le sucede a ella, pero pienso que es mejor descartar problemas dejando que tenga una revisión pertinente. — insiste Dmitry

Llegamos al ascensor y entramos en el mismo. Estar los tres en un espacio tan reducido no me agrada, pero intento no pensar en ello para no tener otro momento vergonzoso delante de Luke.

— No es necesario la atención médica ya que tengo conocimiento de lo que me sucede y como tratarlo ya que nací con este problema. — le informo y Dmitry deja de insistir.

Llegamos a la planta baja y mi chófer y guardaespaldas me esperan en la entrada.

En la universidad, no permiten que personas que no sean estudiantes o trabajadores de la misma, ingresen a las instalaciones. Por lo que, después de múltiples reuniones por parte de la abuela con las directivas, no pude llegar a un acuerdo mejor que, el que ellos me esperen a la salida del edificio. Ya que según las directivas, solo estando fuera del mismo alguien me haría daño.

Mi madre evidentemente no sabe esto o no me quiero imaginar el escándalo que haría, por algo que me parecía y ahora me parece más innecesario al estar Luke aquí.

Salgo del edificio y mis hombres me abren la puerta del auto para marcharme. No permito que cierren la puerta para que Luke suba. Sin embargo, mi guardaespaldas la cierra y niega ante mí petición no dicha.

Todos saben que Luke está prohibido para mí.

— No te preocupes, tengo mi deportivo esperándome. Así que, no necesitas llevarme cuando tengo trasporte. Entonces nos vemos en el edificio de docentes — dice a las ventanas polarizadas que me ayudan a que no note mi sonrojo y alegría.

El auto se marcha y mi alegría porque ya está aquí no disminuye. Él, el hombre con el que crecí y nos separamos por mi madre, ahora volvió a Estados Unidos. Es decir, regreso a mi vida y eso, me genera mucha felicidad. Yo ya no estaré sola.

— Señorita, dudo que su madre esté de acuerdo en que este cerca de él — me informa mi guardaespaldas.

— Estoy bien. No te preocupes.

— Ambos sabemos que no lo está — dice mostrando la tableta que está en su mano.

Debido a mi salud tan frágil y constantes estadías en hospitales por mis crisis, mi madre invirtió mucho dinero para que en mi cuero fuera incorporado unos pequeños microchips que envía información a la tableta sobre mi salud. Por ende, mi agitación en la frecuencia cardíaca, mi problema para respirar, mi crisis con HotSub y mis reacciones corporales ante la emoción de verlo, fue claramente marcada en la tableta que no solo tiene mi guardaespaldas, sino mi madre.

Con temor pregunto algo de lo cual me gustaría saber una respuesta favorable.

— ¿Mi madre se entero de mi encuentro con Luke?

El guardaespaldas asiente.

Oh, rayos. Esto no es bueno. Nada bueno.