La Reyna de la Mafia

Valeria Briseño Guzmán, es una chica de 18 años, que a crecido alejada de los negocios de su padre, el señor Alonzo Briseño, que es el líder del cartel más grande de Mexico, con negocios en todos los continentes, el señor Briseño es uno de los más buscados pero con su astucia e inteligencia ha logrado que nunca se tenga imágenes actualizadas de el ni de Valeria, Valeria al ser su única hija la cuida más que a su propia vida, la ama como nunca imagino que la iba a amar, ya que es el recuerdo vivo de su madre; Rebecca Guzmán, Rebecca Guzmán, esposa de Alonso Briseño tuvo que someterse a un tratamiento de fertilidad ya que anhelaba con todo el alma poder ser madre, pero al realizar su deseo, Rebecca perdió la vida al dar a luz a Valeria, siendo Valeria el vivo retrato de su madre, Cabello n***o azabache, tez blanca como la nieve, ojos grandes color gris y pestañas tan largas espesas y oscuras como la noche, es por eso que Alonzo la cuidaba más que su misma vida, era el recuerdo de la mujer que tanto amo y adoro sobre la fas de la tierra. Por protección de Valeria el decidió criarla con su Nana Elvira, quien se hacía cargo de su crianza y sus estudios para mantenerla alejada de la mafia y sus enemigos, ellos se iban a un rancho dos veces al año por 2 meses para pasar tiempo y no exponerse a la convencía en público y así no poner en peligro la vida de Valeria. Valeria, estaba por entrar a la universidad, estaba decidida a estudiar Derecho ya que desde que ella recuerda le ha apasionado el mundo de las leyes, leyendo continuamente todo lo relacionado con este mundo que tanto le interesa a ella, soñando con ser una exitosa abogada para ayudar a quienes más lo necesiten ya que ella odiaba las injusticias y el abuso de poder del que mucha gente era víctima, heredó la belleza y la bondad de su madre Rebecca y aunque no la llegó a conocer, la amaba por todo lo que su nana Elvira le contaba sobre ella y sobre el amor tan grande que tenía hacía Valeria, es por eso que Valeria la amaba aunque no la hubiera conocido. El señor Alonzo, tenía a su más grande confidente, el que sabía sus más oscuros secretos, Fabián era el jefe de sicarios y quien llevaba el mando de todos los negocios del señor Alonzo, junto con Fabián, se encontraba su hijo a quien estaba enseñando a diestra y siniestra todo sobre cómo manejar los negocios por si algún día llegara a suceder algo, Sebastián, de 25 años, graduado de Negocios Internacionales era quien ayudaba a su padre a llevar los envíos y finanzas a otros países de America, Europa, Asia y Oceanía. El sabía muy poco sobre Valeria, solo sabía lo que contaba muy rara vez el señor Alonzo y platicaba solamente lo buena y humilde que era Valeria. Un día el señor Alonzo tenía una reunión importante, con el jefe de otro cartel; Mario Salazar, está reunión fue solicitada para pactar una “tregua” ya que su gente a tenido varios enfrentamientos que cada vez se volvían más continuos y violentos poniendo a estos dos lideres en el foco del gobierno. -Fabián, necesito que tengas todo coordinado y en orden para cualquier situación que se pueda presentar, tengo un mal presentimiento y creo que está reunión se puede salir de control y no quiero errores- dijo Alonzo al salir y subir a su camioneta negra blindada. -Si Alonzo, los muchachos están listos, tengo varios francotiradores como civiles listos desde la mañana revisando cada perímetro del lugar por cualquier situación que se pueda presentar pero para serte sincero yo también tengo un mal presentimiento- dijo Fabián a su vez al arrancar la camioneta en la que iban de salida. Al ir a medio camino, varías camionetas empotradas les cerraron el paso iniciando así un golpe hacia Alonzo, quien respondió disparando desde su lugar. Fabián trato de proteger Alonzo mientras intentaban salir del lugar, pero era imposible, continuos disparos entre un fuego cruzado, la gente de Alonzo estaba cayendo, no había manera de salir con vida de esa emboscada, Alonzo sabía que su momento había llegado y que está era el fin, pensando en sus últimos momentos cómo fue que inició todo y preguntándose si había valido la pena cada momento que transcurrió en su vida, llegando así a su pensamiento su hija Valeria y la cuestión de que sucedería con ella ahora que el ya no podría protegerla, en cambio Fabián utilizó sus últimos minutos para hacer una llamada a su hijo Sebastián… -Sebastián, esto era una trampa, hijo cuídate tú sabes lo que tienes que hacer, llegó la hora del plan que habíamos trazado para cuando llegara este momento- finalizo la llamada sin esperar respuesta de su hijo, volteando hacia la parte trasera de la camioneta y preguntándole a Alonzo si estaba listo a lo que él respondió que siempre estuvo listo para ese momento. -Sebastián ya sabe lo que tiene que hacer, es hora de enfrentar nuestro destino- le respondió Alonzo a Fabián, y en cuanto esté asintió con su cabeza saco una caja con detonador, pulsando el botón de este, la camioneta voló en mil pedazos. No esperaron a que llegaran por ellos, no les darían el gusto de que llenaran sus manos con la sangre de ellos, y fue así como terminó la vida del gran Alonzo Briseño y de Fabián Valladares. Ninguno de los dos se imagino que está reunión para “tregua” resultaría en una emboscada que terminaría con la vida de ambos, dándole así un golpe fuerte al cártel más grande y poderoso de Mexico. Mientras todos se preguntaban, ¿Que pasaría con el mando? ¿Quien se quedaría a cargo? A pesar de que todos sabían de la existencia de Valeria, también sabían que ella se mantuvo alejada de los negocios de su padre, los mayores socios del señor Alonzo acordaron que era hora de que Valeria regresara y eligiera si seguir con el legado de su familia o si dejar a cargo de alguien más la organización que con mucho esfuerzo su padre levantó y guió hasta el final de su vida. **suena un celular** -Hola- responde Valeria entre sollozos temerosa de escuchar lo que ya miro en las noticias. -hola Valeria, habla Sebastián, lamento hablarte para darte una mala noticia-dijo Sebastian antes de ser interrumpido por Valeria -lose Sebastian, me he enterado por los noticieros, que fue lo que sucedió, no entiendo si mi padre era muy cuidadoso, ¿que sucedió?- le preguntó Valeria entre llanto y temerosa por la respuesta. -No lo sabemos aún, se están haciendo investigaciones con la gente que tenemos en la policía, pero eso es algo que debemos hablar en persona, Valeria, necesitas venir, los socios se están preguntando que va a suceder y esperan tu respuesta sobre si te harás cargo o si concederás a alguien más las riendas- le contesto Sebastián esperando una respuesta impaciente mientras que del otro lado de la línea solo podía escuchar sollozos. -Estaré de regreso en el primer vuelo, antes de que alguien más sepa qué estoy de regreso, quiero que me ayudes a entender todo esto para poder tomar una decisión- le pidió ella para poder saber un poco del mundo del que ella se mantuvo aislada. -Claro que si Valeria, cuenta con mi ayuda, mándame los datos y la llegada de tu vuelo para ir por ti yo mismo y ponerte al tanto de todo- finalizo Sebastián para terminar la llamada y recibir los datos del vuelo de Valeria. Valeria lloro toda la noche, al recordar el amor de su padre y el tiempo que pasaron juntos, los momentos de felicidad y la alegría que mantenían cuando se iban al rancho a pasar su temporada juntos, ella sentía tanta impotencia como nunca antes y mucho odio hacia las personas que cometieron esta emboscada, se prometió a ella misma, hacer pagarles la traición que cometieron a su padre. Valeria aunque un poco insegura de haber tomado la decisión correcta, pensó en todas las veces que su padre la abrazaba y le decía que era su más grande orgullo, todos esos recuerdos llenaron de valentía y coraje para enfrentar todo lo que estaba por comenzar, que aunque ella no sabía mucho, entendía que esta situación los llevaría a enfrentamientos contra muchas personas pero de lo que si estaba segura, era de que los socios de su padre la apoyarían en cualquier decisión que ella tomara, y que aún más estaba segura que aunque no conociera lo suficiente a Sebastián, el la ayudaría y la adiestraría para tomar el lugar que ahora le correspondía, como La Reyna De la Mafia. **Valeria** Al aterrizar el avión, lo primero que hice fue enviarle un mensaje a Sebastián Informándole que ya estaba en el aeropuerto, por mucho que su instinto le decía que debía confiar en Sebastián, su padre le mencionaba que siempre había que asegurarse de confiar en las personas correctas, es por eso que antes de presentarse con Sebastián indagó por el aeropuerto buscando algo que le pudiera causar desconfianza o poca seguridad para su persona, el cartel ya había perdido a su líder y la única solución era la decisión que tomaría ella así que no podría arriesgar su integridad antes de lo debido. Al sentirse segura se percató de la presencia de un hombre, alto, de cabello castaño y de imponente figura, con un Aura que causaba escalofríos y una mirada imponente, con ojos negros como la noche y de vestimenta elegante como un ejecutivo, Valeria lo reconoció enseguida ya que su padre cada temporada le mostraba algunas imágenes para que los reconociera en el momento en que por alguna razón tuviera que volver con su padre, ese momento había llegado pero desafortunadamente no era para reunirse con su padre, si no para tomar las riendas del cartel. **Sebastian** Después que recibí el mensaje de Valeria indicándome que ya estaba en el aeropuerto, salí inmediatamente ya que me encontraba a tan solo 10 minutos de distancia, me dirijo yo solo en mi automóvil Audi rs 7, al llegar tomo las debidas precauciones para ingresar al aeropuerto, nuestros agentes conocidos me permiten ingresar con arma fajada, saben que es por seguridad, con la vista recorro cada centímetro del lugar para asegurarme que no haya nada fuera de lo común y este seguro para Valeria ya que nadie sabía sobre su llegada, así lo quiso mantener ella para ponerse al corriente de todo antes de tener una reunión con todos los socios del señor Alonzo. Me detengo en el area de salidas e intentó buscarla con la mirada para ver si identificó quién podría ser, solamente en dos ocasiones mire una fotografía de ella que nos enseñó el señor Alonzo dijo que era por si en algún momento necesitábamos encontrarnos pero no recordaba muy bien su imagen, ya hacía muchos años que mire esa fotografía. De repente una mujer se me acercó y me llamo por mi nombre por la espalda. -Sebastian?- preguntó ella con el sonido de una dulce y melodiosa voz. Al voltear no podía creer la mujer que estaba viendo, era idéntica a la señora Rebecca Guzmán, su madre. -Señorita Valeria?- pregunté yo al momento que di un paso para acercarme y extendiéndole la mano para saludarla de manera cordial, ya que en mis 25 años de vida, solamente la pude mirar una vez y ella sólo tenía 2 años de edad. Ella me extendió su mano y correspondió a mi saludo al mismo momento que me dijo un par de palabras. -Lamentó que nos hayamos conocido en estas circunstancias- dijo mientras rodaba una lágrima por su mejilla. -Hay que irnos, estaremos mejor en un lugar privado para hablar- respondí mientras la tomaba de la mano en signo de confianza para que se sintiera segura. Salimos del aeropuerto y la le abrí la puerta del coche, ella subió y a los segundos después que subí yo me observo de manera fija sin inmutarse un solo segundo. -Eres idéntico a las fotos que me mostraba papá de ti, cada que nos reuníamos el me mostraba una fotografía tuya y otra de Fabián para que en algún momento los pudiera reconocer si fuera necesario. Ahora entiendo que el destino tiene escrito un camino para cada uno de nosotros- dijo ella rodando otra lágrima por su mejilla. -el señor Alonzo solamente me enseño una fotografía tuya hace años, para ser sincero dudaba si te reconocería- y reí un poco para calmar el ambiente tenso que había entre nosotros, y ella rio ala par conmigo. -pero tan solo con verte supe quien eras, eres idéntica a la señora Rebecca- le mencioné y ella sonrió y no les miento, pero parecía un ángel cuando sonreía. -Bueno, es hora de comenzar con esto, hay que irnos, necesito que me ayudes a entender todo esto que está pasando en torno al cartel- dijo ella mirando al frente, con un tono de voz que dejó de ser dulce y pasó a ser intimidante. -Correcto, vamos a comenzar entonces-