Mi Propio Espacio

1067 Words
"Las cosas que eran antes, ahora no son"D.D. Danielle Díaz Me despierto temprano, y hoy decido no estar atendiéndole a una persona que me trata mal, no se lo merece, por lo que me visto con ropa deportiva y me voy a trotar un rato cuando algo me molesta el ejercicio suele ser liberador, aunque no me siento del todo bien, son las cinco y no he dormido nada… Después de una hora regreso al apartamento totalmente sudada y despeinada, abro la puerta y me encuentro con Manuel sentado en el sofá, con una taza de café en la mano. –Creí que te habías marchado. – Me dice y me hace sentir mal siento que soy un estorbo. –No te preocupes hoy mismo busco para donde irme. – Respondo pasando a su lado para la habitación, tengo ganas de llorar y un nudo en la garganta. –No tienes que hacerlo. – Me dice sujetándome el brazo. –Si tengo, no eres la persona que creí, y no pienso permitir que me sigas tratando mal. – –No sé qué me pasa, debe ser el exceso de trabajo perdóname. – Me dice halándome y sentándome en sus piernas como antes…Solo hay un problema no se siente como antes. –Debo bañarme, huelo asqueroso. – Me justifico, levantándome nerviosa, esto va a ser difícil. –El desayuno estará listo cuando salgas. – Me dice –Manu, hoy mismo comienzo a buscar un lugar para irme. – Le Explico –No tienes porque irte, pero si es tu deseo no pienso detenerte, nada obligado es bueno. – Responde de inmediato –Ajam. – Respondo, levantándome de sus piernas,– Me voy a bañar– Murmuro salgo para el baño de su habitación, no voy a comprar entonces ninguna cama, sería un gasto innecesario ya que me voy muy pronto, pienso aplicándome el Shampoo. Me seco el cabello, me pongo ropa interior cómoda, entro a la habitación, me siento frente al espejo a colocarme crema corporal, Manuel abre la puerta quedandose con la boca abierta, me siento un poco incomoda sin embargo le digo–No estás viendo nada nuevo los doctores vemos gente desnuda todos los días– Le digo con una sonrisa. –Si verdad. – Dice él al salir nervioso de la habitación…Eso fue raro. Me coloco unos jeans rasgados y dos tallas más grandes que yo y una blusa corta, que muestra mi trabajado abdomen con tenis, me maquillo ligeramente y salgo. – ¿A dónde vas?– Cuestiona, mientras me siento frente a él. –Gracias por el desayuno, voy a buscar apartamento. – Respondo seria viendo la comida como si fuese lo mas interesante del mundo , me cuesta mirarlo a los ojos. – ¿Entonces si te vas?– Suelta con mirada triste, tal vez siente culpa. –Es necesario, no nos la llevamos como antes, debo hacerlo para evitar problemas contigo. – Le digo comiendo mi primer bocado –Debiste ser chef, esto esta delicioso. – Susurro suspirando de placer y cambiando el tema no quiero que sigamos hablando de lo mismo y que intente convencerme de que me quede, no funciona. –Es tu plato favorito, Panqueques con miel.– Me dice con una mezcla de emociones en su rostro ¿se puede estar feliz y triste a la vez? –Te quedaron deliciosos. – Le halago, levantando la mirada, mientras muerde sus labios ¿Como puede ser tan lindo? –Deberías reconsiderar, me portare como un buen hermano. – No sé porque pero esa frase llega a molestarme un poco así que niego de inmediato. –Okey si tu decisión ya está tomada no puedo hacer mucho para hacerte cambiar de opinión, pero te ayudare a elegirlo no lo harás sin mi. – – ¿Por qué?, tu eres un hombre ocupado no quiero robarte tu tiempo. – Expreso, n.o necesito una niñera, soy una mujer muy independiente –No me robaras algo que yo quiero darte, además acá hay zonas muy peligrosas que no conoces, no quiero que cometas mis errores, llevaba solo dos meses aquí y me robaron todo, entonces tuve tres días con la misma ropa, ni tarjetas tenia para pagar. – –Lo recuerdo bien, llamabas todos los días, fue la primera vez que duraste tres días sin llamar preocupaste a todos, pero después volviste a llamar, después se te olvido. – Le digo incomoda –He estado ocupado. – Se justifica. –Ojala, no se me pegue. – Le respondo, y llamo a mi madre justo en ese momento, frente a él. –Hola, te amo, te extraño. – El arruga la cara, el teléfono esta en altavoz –Bien mi cielo, haces mucha falta acá. – Me dice ella –Más temprano que tarde estaré de nuevo allá. – Prometo – ¿Papá donde esta?– Le pregunto –Esta con Antonio, en el hospital, se ha sentido mal.– Antonio es el segundo esposo de mi abuela, a mi padre le costó mucho aceptar esa relación pero ya tienen diecisiete amor juntos y es para mí un abuelo muy querido, después de mi abuelito Alexander, que está muy viejito, en realidad es mi bisabuelo. –Hola mamá. –Saluda con voz ronca Manuel, mi cuerpo reacciona erizándose sin motivo, esto no está nada bien, pero no pasara de aquí, pienso segura. –Te extrañe querido, debes llamarnos mas, nosotros no te llamamos porque, no sabemos si estas ocupado. – Le dice ella. –También te extraño mamá. – De todos nosotros él es el más inexpresivo pero yo lo adoro, así no sepa querer de la misma forma que la familia Casillas Después de la llamada y comer, lo ayudo a asear la cocina, tropezamos en el fregadero y reímos como tontos, al terminar le pregunto – ¿Podemos ir ahora?– Me refiero a iniciar la búsqueda de mi hogar, ya que el insistió en ir. – ¿Ya tienes lugares en mente?– Pregunta asombrado. –Sabes que no puedo quedarme tranquila mucho tiempo. – Le digo riendo de mi misma . Bbbb Dejarme arreglarme espérame. – Ordena y sale después de una eternidad ¿Cómo puede tardar tanto un hombre en arreglase?–Me pregunto, pero definitivamente se ve genial. -Gracias por acompañarme.- Le respondo inocente, sin saber que esa búsqueda con él como guía se volvería imposible...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD