Episodio 2

1750 Words
Celine ¿¡Stephen!? ¿Qué hace él aquí!? Se supone que vendría mañana. Se acercó y me abrazó fuertemente y me dio un beso en la frente. —¿¡Qué haces aquí!? Pensé que vendrías mañana —dije. —Bueno, así era, pero me adelanté porque pensé que te habías enojado conmigo. Mis padres vendrán mañana. Realmente lo siento por lo que te envié, yo te quiero más que a ella y lo sabes. —¿Cómo supiste que era yo? —Por tu atuendo. —Sonrió—. Te queda muy bien. —¿En serio? Gracias —Le sonreí con timidez. —No sé si sabían, pero seguimos aquí —interfiere Ryan. —Ah, sí, lo siento —Reímos. —Hola Stephen, tiempo sin verte —Saludó Cody. —Lo mismo digo Cody. —Sonrió. Mis hermanos y Steph también son buenos amigos, pero yo paso más tiempo con él ya que somos compañeros. —¿Te llevo? —pregunté y Steph asintió feliz— Bueno, serán $80.00 por favor. —¿Sabes qué? De repente, me acordé de que había taxis a esta hora. —Reímos—. De acuerdo, vamos. —Sí, vamos, ya que a alguien se le ocurrió gritar el apellido Müller a los cuatros vientos. Estamos llamando la atención de la gente. Vamos ya. —Subió sus maletas al auto y subimos. Ryan subió adelante y Cody, Stephen y yo atrás, yo en medio de ellos. —¿Cómo pasaste tus vacaciones, nena? —¡Mal! Solo pude irme una semana fuera de la ciudad. —Hice mohín—. Te extrañé mucho. —Recosté mi cabeza sobre su hombro. —Yo también. —Recostó la suya sobre la mía—. Un mes es mucho... ¡te traje un regalo! —Genial, ¿qué me trajiste? —Es un secreto. —Pasamos un rato hablando hasta quedarme dormida en el camino. (...) —Despierta, Celine, ya llegamos... despierta~. —Déjenme dormir otro ratito. —Froté mis ojos y Stephen me estaba mirando con una sonrisa en su rostro—. ¿Ya llegamos? —Sí, vamos. —Salió del auto. —Llévame tú~ —Extendí mis manos para que las tomara y rio. —De acuerdo. —Me cargó en su espalda y empezó a caminar— ¿Hace cuánto que no hacía esto? —… han pasados años desde que no me cargas en tu espalda. ¿Te quedarás conmigo? —Si tus padres me dejan. —Rio. Él y yo acostumbrábamos, desde pequeños, a dormir juntos, nos tenemos mucha confianza por lo que no sentíamos vergüenza hacer eso, pero las cosas iban cambiando a medida que crecíamos. —Haré lo que pueda para que te dejen. —Entramos a casa—. Volvimos y trajimos a un borracho que encontramos en la calle~. —¿¡Un bo... Ah~ Stephen, ¡qué sorpresa! Pensé que llegarías mañana con tus padres. —Sonrió mi madre y lo saludó. —Tuve una pequeña discusión con Celine, así que vine antes para disculparme. —¿Otra vez? Ustedes siempre pelean, no tuviste que haberte preocupado, cielo. —Lo sé, pero también extrañaba a Celine, tía. —Le decía así por cariño, pues no somos familia. Mi padre apareció de repente. —Te doy 5, 4, 3... —Stephen entendió y me bajó de su espalda rápidamente—. Mucho mejor Steph. —Lo saludó—. Mañana los chicos irán a comprar sus cosas, ¿quieres ir con ellos? —Me encantaría, aunque ya compré las mías y las de Celine también —Sonrió tranquilamente y todos nos quedamos sorprendidos. —¿En serio? ¿Ese es mi regalo? —Asintió—. Genial. Papá, no tendrás que gastar dinero. —Como si eso fuera una preocupación, ja —Se quejó y reímos para enfriar el ambiente que mi padre encendió—. Bueno, pero, aun así, tienes que acompañar a tus hermanos. Vayan a dormir, hablamos mañana. —p**i, ¿puede... —No. No te quedarás con Stephen. Ya están grandes para esas cosas. —… sí me conoces. Ay, no seas así~ —Junté mis manos e hice un puchero. Entonces, Steph me copió. —Por favor, tío Müller. —Tú no hables, muchachito. —Le seguimos insistiendo hasta que al fin cedió—. Bien~ pero no se duerman tarde. —Ambos lo abrazamos, nos despedimos de todos y segundos después subimos a mi habitación. —Mi regalo es este. —Saqué una camisa negra en la que tenía la torre Eiffel de logo. —Muy linda, gracias. —Sonrió. —Y también este. —Saqué una fina cadena de oro en el que tenía las iniciales de su nombre SJ"—. Más te vale que uses mis regalos. —Entrecerré los ojos—. Dime ¿qué tal está James? —Está bien y te manda saludos.... ¡Y Suzy igual! —Ah, no me digas~. ¡Qué bien! Dile a tu mente que no nací ayer. —¿Por qué no te agrada ella? —Nuestras personalidades son casi las mismas por lo que chocamos con facilidad. Además, no es que me cae mal simplemente no me cae bien. —Sonreí. —¿No es lo mismo a caerte mal? —No, no lo es. —Sí, claro. —Digo la verdad… bueno, durmamos ya. —Está muy temprano~. —Se recostó en mi cama—. Ven aquí. —Obedecí y me recosté a su lado—. Canta para mí y así me duermo. —¿Qué te canto? —No sé tú. —¿Sabes qué? Mejor canta tú, tienes mejor voz que yo. Sonrió. —Bien, ¿cuál canto? —... mi persona favorita —Sonreí. —Y tú la mía. —Besó mi frente y reímos—. Ok. —Comenzó a cantar Favorite person de Delorians. Su voz era melodiosa—. Adoro esa canción. —Stephen... —Me vio—. Eres mi persona favorita. —Sonreímos y me dio un largo beso en la mejilla. —Durmamos ya que mañana tienes que levantarte temprano. —De acuerdo. —Acomodé mi cabeza sobre su pecho y subí mi pie y todo su cuerpo se sentía tonificado, algo que nunca lo había sentido. ¿Hizo ejercicio en Gold Coast? No sabía que podía cambiar tanto en tan solo un mes y medio. —Feliz noche. Gracias por ser mi mejor amigo. —dije antes de caer dormida. Stephen Me quedé despierto, viendo como Celine dormía. Se veía tierna incluso de esa manera. Cuánto me gustaría ser algo más que tu mejor amigo. Eres mi princesa, tengo miedo de decirte que me gustas porque podría arruinar nuestra amistad. Incliné mi rostro hacia el suyo y le di un corto pero tierno beso en los labios. —Por favor… quédate siempre a mi lado —susurré. Me acomodé y cerré mis ojos para dormir. Celine El aire que respiraba se sentía cálido. Abrí lentamente mis ojos y me di cuenta de que tenía mi cara frente a la de Stephen. Me pregunto si algún día te diré que me gustas Tengo miedo de que mi amor no sea correspondido y todo lo bello que llevamos juntos termine. —¡Chicos, a desayunar! —gritó mi madre desde abajo. Stephen se despertaba lentamente y fingí seguir durmiendo. De la nada, sentí un beso en la comisura del labio, cosa que me dejó en shock. Fue un accidente, ¿verdad? —Celine despierta —susurró—. Vamos a comer. —Abrí mis ojos lentamente—. Vamos abajo. —Comencé a estirarme y accidentalmente golpeé su boca —¡Perdón! —Se rio. —Está bien, no pasó nada. —Comenzó a estirarse y me pegó en la cabeza—. Ups, lo siento~. —Lo hiciste a propósito~. —Negó, riendo—. Ok, ya estamos a mano. —Reímos—. Iré a cepillarme. —Me levanté y tomó mi mano—. ¿Qué sucede? —Me quiero bañar. —... ¿y? —¿Y si nos bañamos juntos? —... ¿quieres morir? Es cierto que todavía te quiero, pero valoro las tarjetas de mi padre. —Le di un beso en la frente—. Vamos a cepillarnos. —Con las manos unidas, nos dirigimos al baño. Tomé su cepillo y él el mío, les echamos pasta e intercambiamos para comenzar a cepillarnos. (...) —¿Por qué tardaron tanto? —preguntó mi padre. —Stephie no salía del baño. —Me alegra que ya no hagan tantas cosas juntos como cuando estaban pequeños. —Stephie y yo nos sentamos. —Tú y tus celos, padre. —No se preocupe, tío, no le haré nada malo. —Le guiñó el ojo y papá frunció el ceño. Te encanta molestarlo, ¿cierto? Se nota que quieres morir joven. Mi madre intervino: —Bueno, a comer~. —Comenzamos a comer, todo fue tranquilo, me gustaba el ambiente con mi familia y mi mejor amigo. (...) Me fui de compras con mis hermanos. Stephen no nos acompañó, regresó a su casa después del desayuno. Hicimos las compras debidas y fuimos por helado que Ryan invitó. Nos fuimos a sentar en una mesa del lugar y conversamos como tres hermanos normales. —Me pregunto qué estará haciendo Stephie. —Mis hermanos me fulminaron—. ¿Qué sucede? —Jamás dejas de hablar de Stephen. "Stephie esto, Stephie aquello", ¡desesperas, hermanita! —se quejó Cody. —¡Bien~! ¡Lo siento~! ¡Pero él es mi único amigo! —Ahora que lo mencionas… es cierto —dijo Ryan—. ¿Por qué no intentas hacer más amigos? —… tengo miedo. No soy tan sociable y no confío en todos los que me saludan. — ¿Por qué? —expliqué mis motivos—. Aun así, deberías intentar. Dime, ¿qué harás cuando Stephen falte alguna vez? No tenías con quién salir estas vacaciones. Nosotros no estábamos, nuestros padres trabajaban y él estaba de vacaciones con su familia. Me sentí triste un momento, jamás había sopesado la idea de que alguno de ellos me faltase en la vida. —¡Hey, Ryan! —Ryan volvió y se alegró. Cody y yo seguimos su mirada y vimos un chico MUY lindo acercarse. ¿Desde cuándo Ryan tiene amigos guapos? .... es amigo de Ryan, ¿cierto?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD