En tus brazos

-Abuela deja te ayudo con tus maletas descansa un rato- Dije mientras entraba a su habitación llevamos varios días empacando todo para regresar a Boston no he vuelto allá desde hace 15 años jamás entendí la razón por la que mi abuela me trajo aquí después del accidente. -No hija no hace falta yo puedo encargarme de todo esto- sonrió mientras seguía acomodando toda su ropa- además no estoy tan vieja hija- sin poder aguantar nos reímos era cierto ella apenas cumplía sus 61 años así que tengo abuela por mucho más tiempo. -Bueno entonces iré a preparar la comida y te hablo cuando esté lista- le di un beso y regrese a la cocina. Comencé a preparar la comida hice pollo a la plancha con una ensalada de frutas y jugo de naranja. Serví dos platos y todo estaba listo. Mi abuela bajo a comer. -Todo está delicioso hija- dice al terminar de comer -Tengo que concentirte abue- le sonreí- abue ya esta todo listo para irnos, nos llevaremos lo indispensable para Boston, conseguí un pequeño departamento no es muy grande como está casa pero es decente en lo que consigo un trabajo decente abuela- dije al levantar los platos y llevarlos a la cocina ella me seguía. -No necesitamos un lugar tan grande hija, además yo también puedo trabajar- la mire enojada -Abuela ya habíamos hablado solo nos iremos a Boston si tu prometes no trabajar yo me haré cargo de ti de ahora en adelante, de otra forma no te sacaría de tu hogar y no dejaría mi trabajo aquí- desde que cumplí 18 años estuve trabajando en una empresa como secretaria y había estado ganando bien además que mi abuela también trabajaba ahí conmigo por lo que podia cuidarla y tenerla cercas. Al obtener una beca en la mejor universidad de Boston dude mucho en dejar todo aquí mi trabajo mis amigos, pero jamás me iría sin mi abuela mi única familia, por lo que no aceptaría, pero ella me convenció en regresar a Boston pero con la condición de que yo cuidaría de ella. -Esta bien hija te prometo no trabajar pero me haré cargo de nuestra casita- no tengo duda que ella es la mejor del mundo la abrace y le di muchos besos -Te amo abuela, ahora ve a descansar un rato que mañana salimos de viaje y será muy cansado -Esta bien hija- subió a su habitación y yo terminé de recoger mi ropa. Llevaremos solo lo indispensable lo que viene siendo ropa y cosas personales, conseguí un departamento algo chico de dos habitaciones, sala de estar, comedor y cocina con un baño era lo que necesitabamos para seguir adelante. Tenía todo listo al igual que mi abuela, fui a su cuarto y estaba cociendo sus mantelitos sonreí pues ella se puede pasar horas cociendo y no se cansa baje sus maletas y las mías hasta dejarlas en la sala, en eso tocan la puerta y fui a abrirla era Karen mi mejor amiga nos conocimos aquí cuando llegamos es mi vecina, crecimos juntas y somos inseparables. -Karen que gusto verte pasa- la saludo con una sonrisa y ella me abraza -Ay amiga no quiero que te vallas, ¿no tienes idea de que me quedaré sola?- dijo en tono de reproche -Lo sé y sabes que haría lo que fuera para que vallas conmigo- le digo mientras le sirvo una taza de café y saco galletas de la gaveta -Bueno tome una decisión- dice mordiendo una galleta- me iré con ustedes -Amiga que alegría- di un grito y la abrace- pero ¿como cuando porque no me dijiste? -Hablé con mis padres y ellos me consiguieron una beca en la misma universidad que tú, me darán apoyo económico para que pongamos un pequeño negocio y con eso ayudarnos económicamente ¿creerías que te dejaría sola? - sus padres son grandes abogados del país por lo que el dinero no es el problema -Karen tus padres son lo mejor ¿Te irás mañana con nosotras? - me emociona la idea de estar juntas en otra ciudad, estudiaríamos juntas como siempre quisimos - Yo iré una semana después tengo que dejar todo listo, ya que estés allá porque no buscas un buen lugar para poner nuestro negocio y además piensa en unas ideas, por cierto ¿ya tienen donde vivir allá? - si yo estoy emocionada ella esta más se nota en su tono de voz -Si ya tenemos donde es un departamento chico cercas de la universidad, claro que también tu puedes vivir ahí amiga- me mira con cariño y me vuelve a abrazar -Claro que viviría con ustedes así no se sentirán solas ya veremos como nos acomodamos y mientras conseguimos un lugar más amplio todo estará bien vamos a cumplir nuestras metas- duramos hablando por toda la tarde y ella decidió irse la mire como se retiraba cruzando el césped de las dos casa y al llegar a su puerta se despidió con un gesto con su mano y yo igual. Sigo sin creer que mi mejor amiga nos acompañaría a una nueva experiencia, ella siempre fue muy capaz de luchar por sus metas y el apoyo de sus padres siempre fue un apoyo para ella. Entre a la computadora portátil para confirmar los vuelos y después me dispuse a guardar las últimas cosas personales que quedaban y las fotografías de mis padres al igual que los documentos importantes. Después me dispuse a dormir. Me desperté temprano y me aliste para mi vuelo, mi abuela ya estaba lista y tenía prepado un pequeño desayuno al verme ella sonrió. -Hija antes de irnos vamos a desayunar porque será un viaje largo- le di un beso y me senté a comer con ella. -Abuela ¿estas lista?- le pregunte después del desayuno ella me sonrió pero notaba tristeza en su rostro -Claro hija, haría todo por ti y verte feliz, recojo esto y nos vamos- se puso a lavar los platos que utilizamos y dejamos todo limpio para dejar esta casa que fue mi hogar desde que era niña. No voy a negar que me sentía nostalgia pues dejar todos mis recuerdos de niña para iniciar algo nuevo, pero tenía el apoyo de mi familia y de mi mejor amiga por lo que todo estaría bien. Nos despidieron nuestros vecinos los padres de Karen y ella prometió ir en una semana y así nos fuimos mi abuela y yo al aeropuerto. Después de varias horas de viaje llegamos por fin a Boston, no recordaba lo bonita que solía ser esta ciudad, los recuerdos que vivi con mis padres me invaden, sigo sin poder superar que ya no están conmigo pero de igual forma he sabido salir adelante con ayuda de mi abuela, que ella ha sido como una madre para mi. Tomamos un taxi y nos llevó directo al apartamento, era como una pequeña casa estaba pintada de tono blanco y gris era bonito, por dentro estaba decorada con tonos blancos y los muebles eran gris claro, las habitaciones eran grandes y la cocina estaba bien equipada. -Abue se que es pequeño pero es acogedor- dije con una sonrisa y ella se rie -Es lindo hija y a todo esto Karen donde dormirá?- a mi abuela nunca le gustó compartir habitación conmigo decia que no dormía nomas de cuidarme por lo que siempre tuvo su propia habitación y está no sería la excepción -Contigo por supuesto- le dije riendo y ella me regaño -Sami sabes que no duermo- me reía y la abrace -No te preocupes abuela ella dormirá conmigo, tu habitación es un poco más pequeña que la mía y ahí caben justo dos camas por lo que podemos compartir habitación como las hermanas que siempre creímos que somos- la vi suspirar de alivio y yo me reí le mostré la casa y su habitación, la de ella en tono rosa pastel y tenía closet incluido tenía una recámara muy linda en tono blanco y ella quedó encantada. Mi habitación también era muy bonita era tono azul cielo como dije era más espaciosa era como dos veces el tamaño de la habitación anterior. Tenía una recámara en tono gris y aún había demasiado espacio lo ideal para una recámara más para Karen. Pasamos el día acomodando nuestras cosas y platicando de cómo sería nuestra vida aquí, trajimos nuestros ahorros y con eso podríamos vivir decente pero necesito conseguir un trabajo lo más pronto posible, además de que sea el adecuado para que me ayude a pagar mis estudios y los ingresos del hogar. Pedimos algo de comida a domicilio y cenamos juntas después ella se fue a dormir y yo me quede acomodando lo poco que faltaba.