Hasta Que Me Olvides

Thomas tenía en sus manos la peor decisión de su vida y pese a que no quería hacerlo, tenía que tomarla. Cuando Lara y Dylan fueron trasladados a la clínica, los médicos le dijeron que no podía esperar mucho, que se preparan para lo peor y que sólo un milagro podría lograr salvarlos. El pequeño tenía fracturas en ambos brazos y un fuerte traumatismo de cráneo. En tanto ella, había recibido una contusión en su vientre, provocando que su pequeño hijo, disminuyera sus probabilidades de vida en un diez por ciento y debido al daño que provocó el accidente, lo más probable es que no pudiera volver a concebir nunca más. También, tenía tantos golpes en el rostro, que prácticamente estaba irreconocible y los médicos no descartaron hemorragias internas, por lo que la salud de ambos era muy delicada, pero lo peor para él, no era escuchar que la vida de su mujer y sus hijos, porque a Dylan lo sentía como tal, estaban tendiendo de un hilo casi invisible, sino que en sus manos estaba la decisión de salvar a Lara o Agustín, su pequeño pedacito de cielo en el vientre de ella. - Señor Whitsen, necesitamos que decida ya mismo qué quiere hacer ¿a quién salvamos? – Thomas aun no se recuperaba del shock que le provocó la noticia del accidente de su mujer, que ahora tenía la decisión de salvar a uno solo y no podía hacerlo. - Doctor, usted no puede poner en sus manos la decisión de quién vive y quién no. – hablo Marco con el doctor al ver que todo era demasiado fuerte para su sobrino. - Yo entiendo perfectamente su situación, pero comprenda que, si él no nos da la respuesta, no nos dice qué vida quiere que prioricemos, ambos reducirían sus expectativas a un porcentaje menor y considerando que el feto, tiene pocas chances de sobrevivir, yo aconsejaría que se decidan por la madre, aunque sus probabilidades de poder volver a concebir sean completamente anuladas. – Eso era lo peor que podría escuchar en su vida y no sabía cómo Lara iría a tomar esa noticia de que no volvería a ser madre. Él no podía tomar esa decisión, claro que no. - Doctor, usted haga lo que pueda, pero salve a los dos. – concluye Marco al darse cuenta que su sobrino no es capaz de tomar esa decisión. - ¿pero comprende que pueden morir los dos, verdad? – dice, y fue ene se momento que Thomas reaccionó y se acercó a él. - Salve a mi mujer. – dice entre lágrimas y el doctor asiente y regresa al quirófano. Cuando Thomy se da cuenta que Marco lo esta observando solo se limita a decir una cosa que lo partió al medio. – prefiero que me odie e intentar todo por que me perdone a llorar su muerte. – Marco tenía tanto que aprender de él, que sentía tanto orgullo de que no se convirtiera en el hombre que fue él mismo doce años atrás. Él sabía cuán difícil era tomar esa decisión, pero comprendía que el amor que siente por ella era tan fuerte que en verdad moriría si le pasara lo que a Alex. Una semana más tarde. - No puedes irte. – le dije Alina a Alex intentando detenerlo. - ¡¿para qué quieres que me quede? Soy una escoria en este mundo ¿mira lo que mi necedad le ha hecho a Lucia?! – Alina lo miraba con pena y el corazón destrozado. Ella no podía saber cómo era sentirse así, porque si bien estuvo muchos años lejos de Marco, en su cabeza no era capaz de procesar la idea de perderlo de un amanera tan cruel. - ¡mi amigo me odia y yo lo hago más por haber sido un imbécil, por no escucharla cuando me decía que la venganza no me llevaría a ningún lado. – y en tanto ella intenta abrazarlo él le rechaza el gesto. – no, no quiero que te em acerques ¡aléjate! – gritaba con todas sus fuerzas mientras tenía un ataque de llantos y de locura. -¡no quiero lastimarte a ti también! ¡no quiero! ¡no quiero! ¡no quiero! – gritaba mientras se jalaba el cabello con ambas manos y se dejaba caer en el pasto mojado por la lluvia. - ¡Lucíaaaa! ¡Lucíaaa! – comenzaba a gritar en tanto con sus manos rasgaba la tierra. Cómo si quisiera sacarla de ese cajón y entonces su hermana se arrodilla junto a él y lo abraza, quedando ambos unidos en un doloroso abrazo. – fue mi culpa… yo la mate. – dijo y en ese momento ella le habla. - Nunca digas eso. – le ordenaba mientras miraba fijamente a sus ojos. – tu no tienes la culpa. – pero nada de lo que dijera lo haría cambiar de opinión. - Yo le dispare. ¡fui yo! – dijo llorando desgarradoramente. - ¡yo la mate.! – repite insistente y entonces ella le da una bofetada. - No vuelvas a decir eso en tu vida. – le habla enfadada y aun conteniendo las lágrimas. – lo que ha ocurrido fue una desgracia, pero tú no eres culpable y el revolver se disparó accidentalmente en el forcejeo. – pero nada de sus palabras podría quitarle ese sentimiento de culpa en su vida y su decisión ya estaba tomada. – Alex. – toma su mentón y lo hace mirarla. – nada fue tu culpa ¿lo entiendes? Nada. – pero está negado. - ¿cómo voy hacer para continuar con mi vida? – intenta buscar en el silencio de ella alguna respuesta, pero ésta no llega. - Lo harás mi amor, lo harás porque eres fuerte y has sobrevivido todos estos años y seguirás haciéndolo. – acaricia su rostro con dulzura. - Nunca supo cuanto la amaba. – y Alina sonríe apenada. - Ella lo sabía Alex, lo sabía muy bien. – intentó hacerle entender. - ¿qué voy hacer con mi vida, con mis sueños ahora que no está y que no volverá jamás? – trató, nuevamente de buscar en su hermana la respuesta y esta vez, llegó. Solo que no fue la que esperaba. - Continuaras, te enamoraras de otra mujer y tendrás una hermosa familia con ella. Volverás a construir sueños y serás feliz. – en verdad ella lo creía. - Nunca volveré amar a ninguna otra mujer. – habla seguro y Alina sonríe mientras seca sus lágrimas. - Amar a alguien no depende de ti y el día que llegue, ni te darás cuenta. – pero él no dijo nada más y se incorporo del suelo, ayudando a su hermana, para luego darle la espalda e irse del cementerio, alejándose de la lápida del amor de su vida, alejándose decidido a no volver jamás. Esa tarde fue la última vez que Alina vio a su hermano. La vida los ha golpeado una vez más, pero el amor será indispensable para que ellos puedan volver a reconstruirse y confiar en que se puede ser feliz, pese haber perdido una parte de sus almas. Bienvenidos a esta tercera parte que les contará lo que sucedió en las vidas de Lara y Alex luego de aquel fatídico día. HASTA QUE ME OLVIDES. DESÁTAME PARTE III ORDEN CRONOLÓGICO DE LA TRILOGÍA DESÁTAME. Libro 1: #Desátame. https://m.dreame.com/novel/FMYO0azE1la6CRTH9EC84A==.html Libro 2: #RespiraConmigo https://m.dreame.com/novel/TjnKGBfecJ23pRAggImS3Q==.html Libro 3: #HastaQueMeOlvides https://m.dreame.com/novel/iV/ILl7JRPEdPMbD+VfkBA==.html