Más problemas

1490 Words
Narrador Omnipresente Pablo, un poco preocupado por la salud mental de Paulina. Se dirige al despacho en el que se encuentra Charles. Charles en esos momentos se encontraba reunidos con sus hombres después de recibir otra carta amenazante. Las cosas, sin duda, estaban complicándose mucho. Después de Pablo tocar tres veces, la puerta fue abierta. Encontrando a Charles frustrado mientras varios hombres salían del despacho. — Esto no puede ser cierto — dice Charles mientras sujeta ambas manos a su nuca. A juzgar por su aspecto, algo debe de andar muy mal — pensó Pablo. — ¿Que está pasando? — dice Pablo al entrar al despacho— ¿Hay algún problema? — Sí, José — dice alzando la cabeza mientras guardaba la carta en la que se encontraba la amenaza. La amenaza que había recibido mencionaba daños hacia su hermana y la familia Evans, pero él sabía cómo arreglárselas, ahora necesitaba la ayuda de Pablo en otro problema, problema del que Pablo ya tenía experiencia; José. Así que en teoría no le estaba mintiendo. — ¿Que, con José? — Pregunta Pablo — hasta donde sé él está muerto ¿No? — No — dice Charles— el muy malnacidos logró escapar de su destino. >> Por eso mi gente te saco rápidamente de allí. No sabían cómo logró salir de allí cuando todo para él estaba perdido. Salió herido, pero vivo. Y al no saber cuál es su plan sería mejor prevenir que lamentar. Sobre todo, al saber el daño que puede causar. — ¿Y entonces? ¿Dónde esta? — Pregunta Pablo. Pablo sabía que con José tenía varias cuentas pendientes. Al parecer él no había intentado matar a Paulina, pero sin duda, él fue el causante de otros dolores que aquella chica había sufrido. Y por ello, tendría que pagar. — Todavía no hemos podido encontrarlo. Ni vivo, ni muerto — comenta Charles— Y a juzgar por el daño que le ha causado a mi hermana y el perfecto peón en el que se puede convertir gracias a mis enemigos, es mejor tenerlo muerto. Ni siquiera tenerlo lejos es una opción. — Bien. El hombre no me cae para nada bien, pero ¿Porque lo quieres muerto? — Pregunta Pablo — ¿Por qué tenerlo lejos de Paulina no sería suficiente? — Según la personalidad de José no sería prudente tenerlo alejado — comenta Charles. — Como sucedió anteriormente, él buscaría la manera de tener a Paulina, ya que, como bien sabrás, su familia a pesar de no ser tan adinerada. >>Gracias a los negocios sucios de José ha despegado exageradamente sus números. Sin mencionar los aliados que posee. Cuyos aliados nos podría complicar la protección de Paulina. — ¿Porque dudas de tus habilidades? — Pregunta Pablo — Según lo que he escuchado, tú posees un gran terreno en la joyería y eso conlleva a aliados. — Sí, así como tú posees varios aliados debido a tus éxitos empresariales, pero eso, como puedes ver, no ayudo a la protección de Paulina — comenta Charles. — Tenemos que ser conscientes de la amenaza que es José. Ya que el subestimarlo sería nuestra derrota. Sobre todo, cuando tendremos que proteger a los nuestros, mientras peleamos por vencerlo, el campo de nuestro enemigo. >> Los negocios turbios tienden a subir más rápido que los legales, así mismo, sucede con tus aliados. Apenas sepan contra quien se van a enfrentar por mucho que te aprecien te darán la espalda. Ya que nadie en su sano juicio entraría a una guerra en la que tiene una mínima probabilidad de ganar y un gran número de pérdidas. — ¿Y entonces? — Pregunta Pablo irritado— ¿Vamos a dejar que regrese de las cenizas a jodernos la vida? — No, eso es lo que menos deseo — comenta Charles — por eso estoy buscándolo en todas partes. Pero hay que entender que no es tan fácil encontrarlo. Él debe de estar ahora mismo con su gente en quien sabe dónde. — Bien, entonces yo me encargaré de mandar gente a buscarlo. También le diré a Aydan y Richard que nos ayuden a rastrearlo. Quizás así sea más fácil encontrarlo — comenta Pablo — sea como sea debemos encontrarlo. Antes que encuentre a Paulina. — ¿Antes de que me encuentre quién? — Pregunta Paulina entrando al despacho — Paulina, deberías de aprender a tocar — le regaña Charles intentando desviar el tema — La puerta no estaba cerrada — se defiende Charles rueda los ojos. — En fin, ¿Quién me puede encontrar? — Pregunta nuevamente— No me digan que me han estado engañando y que ni verdadera familia me está buscando. Porque si es así — dice señalando a Charles con el dedo. — Por el amor de Dios. — dice Charles desesperado— Ya te lo he dicho mil veces, que ¡Yo soy tu hermano! — ¿Y quién me lo asegura? ¡Si desde que tengo memoria me has tenido encerrada todo el tiempo! Dime ¿Me escondes algo o me estás escondiendo de alguien? — ¡Es para protegerte! — dice Charles. — ¡¿Para protegerme de quién?! — De nadie que debas saber. — ¡¿Como que nadie que deba saber?! — dice una indignada Paulina — me tienes encerrada aquí, sin poder hablan con alguien aparte del psicólogo y de Yohana y tú excusa es y te citó "para protegerme" de una o unas personas que según tú es nadie. Dime ¿Me crees estúpida? — No es eso — dice Charles — sólo confía en mí, por favor. — No puedo confiar en alguien de quién no recuerdo — se defiende Paulina — Ni tampoco cuando esa persona me está ocultando cosas. — Enserio Paulina no son importantes — interviene Pablo — Es mejor que no te entrometas. — ¿Crees que pregunto porque sí? — dice una indignada Paulina — ¡Por Dios! Me tienen encerrada, no sé nada de mi vida distinta a lo que me ustedes mismos me han contado. Y la excusa que me dan por esto es por mi protección. >> ¿Protección de qué? Para cualquier persona con amnesia sería extraño que un desconocido afirme ser mi hermano y después de eso "por mi protección no me deja salir". — se acerca a Charles— para cualquier persona con o sin amnesia esto se llamaría secuestro. — ¿Secuestro? — dice Charles burlándose— Mírate si no es mucho esfuerzo. Tienes ropa de marca, estas limpia y bien alimentada ¿Si estuvieras secuestrada te trataría tan bien? — Por el hecho de tenerme encerrada esto se cataloga como secuestro — dice Paulina — Así que pienso que en realidad de quién me debería de proteger sería de ustedes. A la final, no los conozco. — Vaya, así le paga el diablo a quien bien le sirve — dice Charles claramente enojado. — Dime quién me quiere encontrar — Pregunta Paulina nuevamente. — Nadie importante — dice Charles. — Dime quién es y yo decidiré si es importante o no — comenta Paulina cruzada de brazos. Charles se toca su cien buscando calma. Tenía muchas cosas de que encargarse como para tener un problema más con los reclamos de su hermana. — Dile — comenta Pablo — de todas maneras, ella no lo recuerda, dile quién es y ella se quedará tranquila. — dijo Pablo mientras que sin emitir ningún sonido gesticulo "Di cualquier nombre". — El Clan de Mrs. Browm — comenta Charles. — Nunca he escuchado ese apellido en mi vida — comenta Paulina segura. — Porque son mis enemigos y apenas nos hemos reencontrado tú y yo — dice Charles cansado. — Y quieren hacerme daño porque… — le incitó a continuar. — Simple porque eres mi única familia, como también la única manera de hacerme daño — comenta sin más. — Mmm ¿Tan difícil era decirme eso? — Pregunta una indignada Paulina — entiendo las cosas perfectamente. Pero ¿Cómo te entenderé si no me dices nada? — Lo sé, discúlpame ¿Sí? — dice Charles. — Entiéndelo, Paulina — dice Pablo — Sólo no quieres que te preocupes por cosas que él podrá solucionar. Además, eso podría retrasar tu recuperación. Así dijeron los especialistas. — Caramelo — dice Paulina — El Psicólogo dijo que no tenían que presionarme por recordar, no que me ocultaran las cosas. — Ah. Entonces entendí mal. Rápidamente entra uno de los hombres de Charles. — Señor encontramos al señor José — dice rápidamente mientras sudaba por correr. — ¿José? — dice Paulina alterada— ¡No! José no — dice mientras se agarra su cabeza— José no. — repetía una y otra vez mientras se tiraba al suelo tapando sus oídos. — Paulina, Paulina — corrieron Pablo y Charles hacía Paulina. Cuando llegaron a ella, ya ella se había desmayado.
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