Capitulo 1

1728 Words
 Hoy comienzo a trabajar pero hay un detalle que no tengo idea de lo que haré. Y todo porque quiero trabajar al lado de ese hombre que me tiene. >. Logre llegar acá con ayuda de mi amiga lucí, bueno ella ya sabía que estaba obsesiona de un hombre, el cual era su jefe. quería trabajar en las empresas Monasterio y lo logre.  Ahora estoy trabajando para esta empresa mas importante. Mi anhelo es verlo pero como, si me pusieron en otro lugar en el departamento mas olvidado. En los archiveros y esto es puro papeles.        Esta eran las palabras de thamy sousa, un nombre extraño para una mujer como ella una joven luchadora, fuerte, con ánimos de trabajar, una joven con una vida no muy color de rosa. Venia de una familia bastante alegórica, así era su vida de sorpresas.  Aunque nació con una chispa de inteligencia esta vez le gano la desesperanza, se conformo con un simple trabajo.       Thamy era una chica de cabellos castaños con rayitos de color rojo, como el atardecer, su piel clara y de una belleza sin igual, sus ojos eran su mejor atractivo eran de un color verde como la esmeralda, de buenos gusto, algo que le dejo sus padres, buen hablar de thamy y ahora se encontraba en una ratonera encerrada. — Que rabia meda estar aquí metida, sin saber como podre verlo. En ese momento interrumpe su amiga lucí. — De nuevo hablando sola, no te acostumbras a esto verdad, tu nunca tuviste necesidad de trabajar Thamy.  Ella entonces arruga la nariz y le contesta. — Ya sabes porque estoy aqui esta bendita obsesión por conocerlo, quería ser su secretaria. Pero mírame, trabajando en unos archiveros como las ratas escondida y tu en cambio trabajas en recepción lo ves todo los días y a mi noooooo. Lucí alta de esos comentarios y de su famoso jefe la mira seriamente. — Ya estoy alta de que me hables de Mario Montenegro. Sera todo lo que tu dices, pero para mi no me sorprende es alguien normal. Thamy pone los ojos en blanco y le contesta. — Porque, porque tu si lo ves yo no. Su amiga ya molesta le grita alejándose de ella. — Ya esta bueno quédate encerrada aquí, te venia a invitar a una reunión en un bar. pero es suficiente hablar de mi jefe adiós, thamy sale corriendo y la detiene. — Espera, esta bien tienes razón estoytan obsesionada con tu jefe perdón si — thamy le rogába — Me llevaras verdad — en eso lucí a abraza y le contesta. — Eres un caso serio, eres una pequeña que no mides lo que haces, eres impetuosa, no me extraña nada que tu familia sea tan extraña cuando nos conocimos.   Thamy frunce una ceja y le dice con una picada de ojo. — Ya se porque nos hicimos amigas jejeje.  Las dos se quedan pensativas y lucí se hecha a reír, y le da una palmada a thamy por la espalda. — Anda escondete en tu ratonera y cuando sea la hora nos vemos.        Ella volvió a los archiveros se puso a trabajar solo quedaban sus pensamientos en el aire, pero era una buena chica muy ordenada para todo lo que realizaba.   Mientras en las oficinas de Mario,  el llegaba estresado y lo esperaban unos clientes Analucia ya de una edad avanzada, le ponía los documentos en sus manos y le decía. — Ya pronto tengo que dejarlo señor Mario voy a pedir mi jubilación necesito descansar.  Mario muy serio le contesta enfadado. — Hablaremos luego Analucia ahora no voy a atender estos clientes luego por favor.   Al entrar en su oficina, lo esperaban dos de sus clientes sentados en dos de los sillones. Se dirigió a su asiento detrás de una mesa de cristal grande donde, había objetos en la computadora, una lampara muy costosa y adornos de metal, una oficina muy minimalista solo la mesa donde se sentaba era de cristal grueso, al sentarse dice. — Buenos días caballeros aquí estoy espero que las negociaciones que haremos sean de fructífero porvenir para todos, unos de los hombres se levanta y le contesta dando le la mano. — Siempre Mario hemos hecho negocios de hace tiempo, esperamos que su padre mejore, el otro lo mira y le contesta cordialmente. — Si Mario nos enteramos que su padre esta enfermo nada es oculto en las altas esfera de estos medios. Mario muy educado. — Si esperamos que mi padre pronto se mejore. — En eso pasa Analucia pide permiso para entrar y dice. — Disculpe molestarlo pero necesito retirarme temprano, mañana nos veremos y hablamos señor Mario.  El le contesta con una sonrisa y la despide. — Ok mañana hablaremos de lo que me ha dicho Analucia, — Sale de la oficina y el se queda pensativo en como va hará para buscar otra secretaria eficiente como ella.  Mientras sequía con sus clientes en las negociaciones de un importante almacén de la ciudad vecina.        Llego la hora de la salida del trabajo y Thamy esperaba con ansías salir de su pequeña ratonera, en cambio su amiga estaba muy cómoda en recepción, aunque Thamy se sentía cómoda ha veces pensaba en voz alta. — Que haré ahora quería estar cerca de el, pero bueno que puedo hacer aquí adentro tal vez no mucho.    En eso la escucha Analucia que iba para allá a buscar un archivo que necesitaba antes de irse a su casa, le faltaba ese detalle al entrar dice en voz alta sorprendida. — Vaya que sorpresa esto esta ordenado — en eso thamy le da la vuelta a la butaca y contesta con su voz melodiosa. — Holla buenas tarde o debería de decir buenas noche. Se río una sonrisa dulce, sutil y muy educada pregunto. — Buenas dígame en que la puedo ayudarla amiga.       Analucia tenia años trabajando para la empresa Montenegro y nunca había visto una joven tan bonita, delicada, muy pero muy educada. Que hacia una joven asi trabajando en esos archiveros en el mas oscuro de la empresa pensaba ella y le responde con la misma sonrisa. — Claro que puede ayudarme necesito un documento pero no se si estará aun guardado en estos archiveros tiempo sin venir acá la ultima vez fue hace dos semana y no estaba nadie aquí estaba desordenado Thamy le contesta. — Comencé hace una semana tuve que organizar todo por acá y por allá pero lo logre, todo esta organizado en su lugar dígame en que la puedo ayudar.      Analucia y thamy se pasaron hablando media hora con tal agrado entre las dos que se le paso la hora a la secretaria de Mario, entonces se despidió de Analucia y volvió a su habitual trabajo de siempre.  Y llego su amiga lucí a buscarla así que salieron juntas de la empresa al bar donde se reunirían a beber y bailar, para Thamy era la primera vez que iba a un lugar de esos. Que cuando llegaron dijo sorprendida. — Oh Dios, esto es espectacular lucí. — su amiga le responde. — Thamy no puedo creer que nunca allás venido a un lugar así.       Ellas dos entran en el bar y buscaron una mesa para las dos, para thamy era la primera vez que estaba en un antro de esos, y estaba sorprendida de ver muchas luces de color, musica a todo volumen que solo veía con asombro de todo, y le asaltaron los recuerdos de porque nunca iba a un bar de esos. Toda su vida se la paso estudiando en los mejores colegios, y nunca tuvo tiempo para compartir ahora que tiene la oportunidad de realizarlo quería disfrutarlo, y toda la noche bailo aunque nunca tomaba, esta vez tomo licor. Thamy estaba tan feliz que ya estaba por terminar todo era hora de ir a casa, ella al salir del bar le dice a su amiga. — Cuando lo repetimos me gusto mucho estuvo genial — lucí un poco mareada le dice. — Espero sea pronto. Entonces agarraron un taxi las dos y iban hablando muy animosas por el camino, la primera que dejaron fue a lucí  hay se despidieron. — Hasta el lunes amiga disfruta tu fin de semana.  lucí le pica un ojo y le contesta alegre con una sonrisa de las de ella. — A ti amiga por compartir tu noche conmigo así que hasta el lunes Thamy.      Ahora tenia que llegar ella a su casa, pero le dijo al taxi que pasara primero por un lugar el asedió a llevarla donde dijo al llegar le dice el taxista. — Ya estamos aquí señorita dígame que hago l dejo aquí o esperó. — ella le dice con cara de tristeza. — Solo detengase allá delante y me espera unos momentos si por favor.       El chofer al ver su cara le dice — Ok yo la espero.  Y abre la puerta y baja del taxi y se aproximo a una mansión donde se divisaba personas en la entrada ella se quedo paralizada, se voltio y salio corriendo volvió a montarse en el taxi y al arrancar alguien vio el carro y salió corriendo al llegar a la esquina el hombre que la vio correo dice en voz alta. — Espera thay...  la voz quedo en el aire y ella en el taxi comienza a llorar, el taxista le dice preocupado. — Señorita deje de llorar, porque no hablo con ese hombre tal vez no estuviera así tan triste. — ella lo mira por el retrovisor y le dice. — Hace ya mucho que deje de ser una niña y eso no lo entienden ellos me entiende señor. el hombre le vuelve a hablar. — Tomé este es mi número cuando desee la llevo a ese lugar cuando este segura de que desea volver allá.  Ella le sonríe y le dice — Gracias como se llama usted puede decirme su nombre. el hombre contesta haciendo gestos con las manos. — Estoy siempre a sus ordenes thay como le dijo ese hombre y mi nombre esta en esa tarjeta que le acabo de dar. — ella más tranquila habla. — Chevere señor Carlos aqui esta escrito como se llama.   — Un placer conocer a bella criatura como tu, mi pequeña. Al rato llegaron a donde ella vivía.        
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