Inevitable Desastre. | Nosotros #1.

Del odio al amor hay un solo paso y todos estamos conscientes de que eso es verdad y aunque me costó convencerme día tras de día de que eso no era posible llegó ese momento en el que me di cuenta de que era así. La vida de un boxeador no gira únicamente a flashes frente a tu rostro, chicas en cada esquina, golpes secos que pueden perjudicarte a la larga. En realidad, gira en ese punto máximo en donde dejas atrás tus problemas y los sacas a relucir en cada golpe hacia tu oponente para así lograr tener tu mente en blanco y no continuar con esa jodida vida de mierda a la cual estás acostumbrado. Pero de un momento a otro llega ese campo de luz que entra a tu vida sin previo aviso. Ocupando cada espacio de tu piel, mente y finalmente tu corazón logrando aferrarse a ese lugar en donde muchas personas querían llegar. Nunca me ha gustado compartir piso con una chica porque eso trae problemas, pero una buena mañana alguien tocó a mi puerta desesperadamente y claro era una chica. Ella juro que buscaba piso desesperadamente y no tenía otra opción que recurrir al último lugar de su lista y esa era mi puerta. Y antes de aceptarla deje en claro tres grandes reglas que ambos teníamos que cumplir para así convertirnos en buenos compañeros: 1. Nada de buenos tratos y risas perfectas entre nosotros. 2. Nada de meternos en las cosas del otro. 3. Nada de tener sexo entre nosotros. Pero siempre dicen que las reglas se hicieron para romperlas ¿cierto? Y así fue como todo empezó. Así fue como se dio paso este algo extraño cargado de odio, pasión, dolor e ira llamado Inevitable Desastre.