Alfa

Capítulo II

Llevo horas corriendo por el bosque, convertida en mi interior en loba ya que cuando se enoja no la puedo controlar, he vivido sola siempre y no me importa, lo único que busco es nunca encontrar a mi mate, porque me tendré que ir con él y su manada a un nuevo régimen, una cabeza que controlara mis pasos y no estoy dispuesta a soportar eso.

Son las 5 de la mañana, ¿cómo se? pues con el paso del tiempo te vas dando cuenta por las posiciones de las estrellas, la luna o el sol, lo único que tengo en mi “casa” como se podría decir son las cosas más indispensables que un ser humano necesita para sobrevivir ropa, comida enlatada, cosas del aseo personal y los útiles escolares.

-Creo que es hora de irme, mientras más temprano me valla mejor puedo preparar mi travesura hacia los nuevos integrantes de la escuela-me encamino hacia el rio para ducharme llevando mi ropa, media hora después estoy lista.

Como era de esperarse al llegar a la prepa no se encuentra nadie más que al personal del aseo, saludo con la mano y me voy a mi casillero a guardar las cosas, al tener todo en su lugar voy hacia la puesta del aseo y agarró dos botes llenándolos con agua.

-¿Ahora que aras mi niña?-me pregunta Carmen una señora de 50 años bajita, pelo rizado de color n***o con unas ligeras canas que se ocultaban en su coleta, ella es como mi mamá que nunca tuve siempre me apoya en mis travesuras, me tapa cuando me escapo de la escuela entre otras cosas.

-Hoy vendrán los chicos nuevos y hay que darles la bienvenida- contesto con mi sonrisa traviesa  

-¿Necesitas que te ayude en algo?- la pregunta del millón la a echo ella  

-Cuerda, por favor- le digo guiñándole un ojo, tomando con mis manos los botes de agua

-Te acompaño- caminamos a la puerta he instalo los botes arriba amarrándolas con las dejándolas bien instaladas y viéndola la hora volteo a ver a Carmen-creo que ya está mi niña, ¿dónde te esconderás?- pregunta sacudiéndose las manos en sus pantalones

-Atrás de los estantes, ya van a llegar todos vámonos a escondernos, tu  ve a “limpiar” – le digo y ella me hace caso, mientras yo me escondo

-Cada vez me asombras más con tu cálculo de hora-me dice con una sonrisa y ahora si se va

Todos los alumnos van entrando,  profesores, el director y justo en la entrada llega un grupo de cuatro hombres guapos que te quitan el aliento con tan solo verlos.

-Qué bonita escuela- dice uno de ellos

Un olor agradable y excitante  llega a mis focas nasales.

-Esperen ese olor-dice uno de ellos, cuando voltea su rostro me ve, sus ojos cambian de color y justo cuando va a caminar hacia mí, yo jalo la cuerda haciendo que los botes hagan su trabajo  cayendo sobre ellos el agua.

Salgo corriendo al pasillo olvidado y hago un atajo para llegar a mi salón sentándome haciéndome la dormida.

Todos mis compañeros entran riendo y murmurando, pero de nuevo ese olor llega a mis fosas nasales.

-Señorita García, podría venir a mi oficina por favor-bostezo y asiento con la cabeza-¡¡NO SE HAGA LA DORMIDA Y BALLA DIRECTO A MI OFICINA!!-grita el director

Yo me levanto y salgo del salón atrás del director, pero siento unos ojos en mi espalda pero no volteo porque sé que es mi mate.