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Te Doy Mi Corazón

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intro-logo
Blurb

- Algún día ya no estaré, y tendrás que aprender a vivir sin mi- dijo el castaño a un lado.

- Pero para eso falta mucho, ¿no?- pregunte esperanzada.

- Lamentablemente no.

A veces tenemos que aprender a vivir sin una persona, ya que no son eternas...

Qué pasa cuando el amor y la muerte se abrazan? ¿Se muere el amor, o se enamora la muerte? Tal vez la muerte moriría enamorada, y el amor amaría hasta la muerte...

Emma era una chica con buenas calificaciones, amaba cantar, bailar, leer, y soñaba con encontrar al amor de su vida. Había viajado a distintos lugares del mundo, ya que ella pensaba que solo se vive una vez, y no quería desperdiciar su tiempo en cosas sin sentido.

Roger, un chico de 16 años que desde que nació padece una enfermedad en el corazón que solo podrá ser curada con un trasplante de este. Sufre bullyng desde el preescolar por no poder jugar demasiado tiempo. Su mayor sueño: convertirse en uno de los mejores jugadores de fútbol del mundo.

Mientras pasa el tiempo, ambos se van conociendo más a fondo, a tal punto de volverse inseparables, conocen todo de ellos, sus sueños más anhelados, sus miedos y anécdotas que prefieren callar.

Pasan por tantas cosas buenas y malas que deciden quedarse juntos para siempre y por siempre, pues ambos se aman

Pero como en toda historia de amor, esta será corrompida por personas cercanas a ellas, nuca se sabe quién interferirá en su relación.

April James será una de ellas, mejor amiga de Roger y hermana de toda su vida.

pero Emma no lo permitirá, no lo dejará ir

¿Sera que esta es la oportunidad de Emma para encontrar el amor? Y si es así... ¿Roger sobrevivirá lo suficiente para demostrárselo?

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I "¿HAY UN CHICO NUEVO?
Emma POV'S Hola, me llamo Emma Sophia Smith, tengo 16 años de edad y estoy a punto de regresar a clases después de haber recorrido toda Francia, me encanto mas la ciudad de París, haber visto la torre Eiffel fue magnífico. Se preguntarán ¿y tus estudios? Bueno, esa respuesta es fácil, por correo me mandan las actividades a realizar y envío fotografías de ellas. Me encanta viajar, solo hay una vida y hay que disfrutarla al máximo. En este momento me encuentro en el auto de mis padres para ir a clases, desde hace tres meses que no veo a mis amigos y amigas, ya quiero llegar. Mis padres estacionan en el instituto y se despiden de mi, salgo del auto y me dirijo a la entrada, todos se me quedan viendo y es obvio, soy como una celebridad, además de que soy la mas popular de la escuela, y no por ser mala onda como en cualquier libro, no, yo siempre ayudo cuando me necesitan. — ¡Emma!— gritan y yo giro sobre mi eje para saber de quien se trata. — ¡Juilett!— grito de vuelta. Juilett ha sido mi amiga desde el preescolar y cada que estoy libre hago videollamadas con ella, ya que mis viajes me toman mucho tiempo. — ¿Cómo has estado? ¿Qué tal te fue en Francia?— pregunta cuando llega a mi lado y me abraza. — Muy bien gracias, y me ha encantado ese lugar, es increíble, la comida, los lugares, los colores....¡Ha sido hermoso!— dije mas emocionada de lo usual. — Oye, ahora que has regresado te tocará hacer competencia con el nuevo. — ¿Hay un chico nuevo?— pregunté. Habían pasado demasiadas cosas desde mi viaje. — Así es, pero te sugiero que te mantengas alejada de el. — ¿Por qué? ¿Es mala persona?— dije, si es así, en este momento me caía horrores. — No, es tranquilo— aclaró— pero tiene una enfermedad y nadie se le quiere acercar. — ¿FQ?— pregunté. Había visto A dos metros de ti y por eso preguntaba, aunque solo se puede contagiar o empeorar si se acercan a una persona que tenga la misma enfermedad. — No, la directora dice que es algo de el corazón, pero nosotros creemos que es SIDA y por eso no nos acercamos. — No seas retrasada— dije enfurecida— ¡El SIDA NO se transmite por el aire, un beso en la mejilla o compartir comida!— es de las pocas veces que exploto— ¡Solo se puede contagiar si mantiene relaciones sexuales sin protección o por un trasplante de sangre! — ¿O sea que te pones del lado de ese chico que el de tu mejor amiga?— preguntó indignada. — No me estoy poniendo del lado de nadie. Solo digo que no sean malos y no le hagan burla a ese chico que no se merece su desprecio. — Como digas, yo me voy, no quiero estar contigo si defiendes a alguien enfermo— y sin mas se fue. Yo me quedé en el mismo lugar. ¿Que le pasaba? Esta no es la Juilett que deje hace tiempo. De repente, se escucharon murmullos por parte de todo el alumnado y mi vista se dirigió hacia una camioneta donde bajaba un joven, bastante guapo para que decir que no, y todos, absolutamente todos comenzaron a alejarse de el... ¿Este será el chico del que Juilett me habló?... ○●○●○●○● El siguió como si nada su camino y yo... Yo no le quitaba la vista de encima. No me quedé con la duda y decidí preguntarle a Josh, el capitán del equipo de fútbol. — Hola Josh— dije cuando llegué a su lado. — Hola princesa, ¿qué se te ofrece?— me preguntó con una sonrisa pícara. — Bien, quería saber cómo se llama el chico nuevo— dije sin mas. — ¿El enfermo? Vamos Smith, no te juntes con ese chico, mejor hazlo conmigo, te divertirás mucho— no se si tenía un tick en el ojo o me hizo un guiño. — Dime cómo se llama el nuevo— me estaba sacando de mis casillas. — ¿Y qué gano a cambio?— dijo cínico. — ¿Qué ganas? Bueno... Creo que no te gustaría que alguien le diga a la directora quien rompió el vidrio de la dirección, o quien tiene fotos de la maestra de sociales en paños menores porque no se aguantó la calentura ese día, o... — Roger, Roger Aguirre— dijo nervioso. — Gracias— y sin mas me fui. Roger Aguirre, ese era su nombre. Faltaban 15 minutos para entrar a clases, así que decidí ir con la directora para que me informara mas sobre ese chico. — Buenos días Amber— saludé a la secretaria. — Hola Emma, veo que ya regresaste. — Así es. — ¿Qué se te ofrece? — Necesito hablar con la directora. — Claro, deja le pregunto si puedes pasar— yo solo asentí, tomó su teléfono y le avisó a la directora de mi visita— puedes pasar. — Gracias. Toqué la puerta y escuche un “pase” del otro lado, así lo hice. — Buenos días directora— dije cuando cerré la puerta. — Buenos días Emma, ¿cómo te fue en Francia?— me preguntó. — Muy buen directora, de hecho le he traído un recuerdo de París— comenté sacando el pequeño dije en forma de torre Eiffel. — Muchas gracias Emma, lo cuidare como todos los otros regalos que me has dado, excepto por los dulces que me trajiste de México, ¡eran deliciosos! — No hay de que directora. — Bien, ¿qué se te ofrece? — Necesito saber mas sobre el chico nuevo. — ¿Quién? — Roger, Roger Aguirre. — Ahhhh, Roger, ¿que te gustaría saber? — Necesito información sobre su enfermedad. — ¿Cómo sabes eso? Has llegado hoy. — Rumores. — Bueno, ¿como que información? — ¿Es cierto que tiene SIDA? — Jajaja, no, lo que sufre es una enfermedad del corazón. — ¿Que tiene? — Bueno, es un problema cardíaco de nacimiento, defecto cardiaco congénito, para ser exactos. — ¿Y eso a que se refiere? — Mira, es un problema con la estructura del corazón y que esta presente en el momento del nacimiento, y puede afectar las paredes del corazón, las arterias y las venas cercanas a este. — ¿Tiene curación? — Si — ¿Cuál es? — Un trasplante de corazón. — ¿Cuanto cuesta? — 1.38 millones de dólares. — Y no tienen el dinero suficiente para pagarlo— sonó mas a afirmación que a pregunta. — No, si tienen el dinero, lo que no tienen es un donante. — ¿Porque no tienen un donante?— la maestra se me quedó viendo raro— lo siento, ya se que no es de mi incumbencia, pero necesito saber. — No te preocupes Emma, la razón por la que no encuentran un donante es porque su tipo de sangre es muy difícil de encontrar. — ¿Que tipo de sangre es? — B-, ya que se encuentra en 1 de cada 67 personas, formando el 1.5% de la población. — Wow... Vine para saber mas del chico y termine con nuevos conocimientos. — Así es, ¿se te ofrece algo mas? — No, muchas gracias. — Aquí estamos para ayudarte. Después de salir de la dirección quise ir a buscar a Roger, pero no lo encontré, tal vez estaba en su salón. Se me ha olvidado preguntar si compartíamos alguna clase... Ya será después, ahora solo hay una cosa por hacer... Correr porque me cierran el salón. ●○●○●○ Las clases pasaron de lo mas normal, dos horas de cálculo, una de biología y una de historia. Se llegó la hora del almuerzo y como Juilett esta enojada conmigo almorcé sola. No voy a estar rogando amistad a alguien que menosprecia a un chico que no pidió tener esa enfermedad. Cada persona que pasaba a mi lado me saludaba y preguntaba por mi viaje y cuando seria el próximo. Yo solo podía pensaba en aquel chico de cabello castaño, ¿cómo era posible que los humanos que ahora me hablaban con una sonrisa en la cara fueran los mismos que critican a Roger? Hipócritas. - Disculpen, pero necesito prepararme para mis siguientes clases- dije retirándome de ahí. Salí de la cafetería y me dirigí a el aula de sociales para preparar mi proyecto. Pero no me esperé lo que vería ahí... Roger estaba sentado en la esquina del aula, sin nadie a su lado, bueno al menos compartíamos una clase. Camine hacia su dirección pero fui intersectada por una persona que no me agradaba nada. - Hola Emma- dijo la arrogante de Arianna. - Hola- dije sin mas. - ¿A dónde vas? - A sentarme. - Ese es el lugar del enfermo. - Ajá, y...- hice un ademán para que completara la frase. - Te puede contagiar. - Creo que un problema en el corazón no es contagioso... Pero me arriesgare. - Con eso perderás tu popularidad. - Eso no es todo en la vida- pase de ella y fui al lugar de Roger. Estaba concentrado en una libreta, así que no notó mi presencia. - Hola- deje cuando estuve a su lado- oye, podrías mover tu mochila para poder sentarme por favor. - ¿Me hablas a mi?- preguntó incrédulo. - A menos que haya otro Roger Aguirre en esta aula, y tenga su mochila en el asiento que quiero... Creo que si. No dijo nada y solo movió su mochila, ahora que lo veía mas de cerca podía detallar mejor sus rasgos, tenía unos hermosos ojos cafés, su cabello era castaño y era delgado, pero eso no le quitaba lo atractivo. - Gracias- dije sentándome. Pasó buen rato y la maestra no llegaba, Roger y yo no habíamos compartido palabra alguna. - Si es una apuesta prometo que diré a toda la escuela que lo has cumplido, aunque nadie me crea... O me haga caso siquiera- habló de repente. - ¿De qué estas hablando?- contesté confundida. - Esto, sentarte conmigo, si es una apuesta olvidala. - ¿Qué te hace pensar que es una apuesta? - El simple hecho de que te estas sentada con el chico con SIDA- hizo énfasis en la última palabra. - No me estoy sentando con un chico con SIDA... Mas bien con alguien con uno con problemas del corazón. - ¿Cómo sabes que yo...?- no lo deje terminar. - La directora me lo comentó... Y si, yo le pregunté. - Entonces... ¿No te da pena estar conmigo? - ¿Por qué me daría pena? - Podrías perder tu popularidad como chica de los viajes y no soy quien para que sufras eso. - La popularidad es lo menos importante para mi, además, ¿cómo sabes eso de mi? - Eres la presidenta estudiantil... Y la chica que vive viajando en vez de asistir a la escuela. - Oye, que yo pongo demasiado esfuerzo a mis estudios a distancia- dije dándole un manotazo en el hombro. - ¡Auch!, esta bien, pero nunca dije que no fueras buena en la escuela, dije que vives viajando y no vas a la escuela, no que no eres aplicada. - Esta bien. - Ok- dijo riendo. ¿Es posible enamorarse de una risa, cuando es la primera vez que la escuchas? ○●○●○● Después de dos horas de sociales me dirigí a el taller de lectura, ya que formaba parte de el, lo bueno es que no íbamos a hablar de libros clásicos como lo eran Romeo y Julieta o el Quijote, en esta ocasión era mi libro favorito... ¡Boulevard de Flor Salvador! Llegue al aula y ¿que creen? Roger estaba sentado como en sociales, al fondo y sin nadie a su lado... Hasta que llegué yo. — Hola de nuevo— dije sentándome a su lado, esta vez su mochila no me lo impedía. — ¿Me hablarás cada que me veas?— preguntó tajante. — Si, así que acostumbrate. — Bueno, y ¿qué me cuentas? — Te invito a mi casa— le respondí sin mas. Quedó anonadado ante mi propuesta, y calló por varios minutos. — ¿Es en serio? — Obvio. — ¿Porqué yo? — Por que te declaro mi nuevo amigo. — Eso es nuevo. — Entonces, ¿aceptas o no? — Pues tengo que avisarles a mis padres. — ¿Vienen por ti a la salida? — Si. — Bien, dejame el resto. — Ok. En ese instante la profesora Sofia, mi tocaya, entró al aula, es bastante joven y tiene que soportar los piropos de pubertos. — Buen día jóvenes, como sabrán hoy hablaremos de una novela juvenil llamada Boulevard, levanten la mano las personas que ya lo leyeron. Automáticamente levante la mano, al igual que todos mis compañeros, incluido Roger. — Perfecto, todos han leído esta obra, entonces quiero una opinión de alguien. Comencé a decir “yo, yo” pero no me hizo caso, en vez de darme la palabra a mi se la dio a Roger. — A ver Roger, dame una pequeña opinión sobre el libro. — ¿Una opinión?— la maestra asintió— bien, creo que las personas que comentan que Luke no debería morir y debía ser feliz con Hasley estan equivocados, ya que esta muerte era esencial para la trama. — ¿A si? ¿Y porqué lo dices?— lo desafíe. — Fácil, para darnos a entender que no todo en la vida es como lo planeamos, Flor lo dice al principio. — ¿En qué parte exactamente?— pregunté. — ¿Recuerdan la cita que dice Flor al inicio? Más o menos es esto: ¿quien dijo que después de la tormenta sale el sol cuando puede haber un rayo?— todo el salón asintió— bien, esto quiere decir que después de que Luke tuviera una vida horrenda, llena de drogas y golpes por parte de su padre, la tormenta en este caso, podría arreglarse con terapia, y amando a Hasley, lo cual representa la aparición del sol, el rayo para que pensarlo demasiado si es básicamente su muerte. Todo el salón quedo en completo silencio. — Continuando, bien lo dicen algunos fans del libro, al menos dejó de sufrir el infierno en vida que tenía. — ¡Prefecto Roger!— dijo entusiasmada la maestra. — Aunque quisiera discutir... No veo fallas en su lógica— contesté. — Bien, espero que a cada uno les haya dejado una enseñanza esta obra. — Si maestra— contestamos al unísono. — Bueno, quiero que de tarea me escriban la enseñanza que les a dejado el libro, al menos una cuartilla. — Si. — Hablaremos de este libro una semana completa, la siguiente consistirá en leer Carta al padre de Franz Kafka ¿de acuerdo?— todos asentimos, el timbre sonó y todos comenzaron a guardar sus cosas— pueden retirarse, para el jueves quiero su tarea, tienen tiempo para hacer un escrito decente. — ¿Tus padres ya han llegado?— pregunté a Roger. — Si. — Bueno, corre para no perder tiempo. — No puedo hacer demasiado esfuerzo por mi problema. — A ver chico, ¿vas a dejar que una enfermedad te quite la vida, la adrenalina de hacer algo que puedas disfrutar? — Lamentablemente si. — Bueno, pues yo no— no le di tiempo a que me respondiera, tomé su mano y comencé a correr con el siguiendome. — ¡Alto!— gritaba Roger entre risas. — ¡Nunca!— le respondía. Llegando a la entrada nos detuvimos para recuperar el aliento. — N-no no vuelvas a ha-hacer eso— dijo entrecortado. — No prometo nada— contesté entre risas. — Bien, eso fue increíble. — Lo se, ¿donde están tus padres? — En esa camioneta— dijo señalando una camioneta negra. — Bien, vamos. Comenzamos nuestra caminata y vimos a sus padres bajar de ella. — Buenos días señores Aguirre— dije cuando estuve frente a ellos. La señora me devolvió el saludo, mientras el señor solo asintió. — Buen día, pero ¿quien es esta señorita tan hermosa? ¿A caso es tu novia Roger?— dijo con una sonrisa de oreja a oreja, yo reí y a mi acompañante se le subieron los colores. — No señora, solo soy su amiga. — Que mal, y ¿que se te ofrece? — Bien, quería saber si Roger podría ir a mi casa a pasar la tarde, le juro y le prometo que regresará enterito y sin rasguños. — Claro que si— respondió la mamá de mi compañero— necesitamos que Roger salga mas seguido. — ¡Gracias gracias, muchas gracias! — No hay de que. Los padres de Roger se fueron, no sin antes decirle que lo querían antes de las 8 en su casa. Llegaron mis padres y solo hicieron preguntas sobre el colegio para no incomodar a mi invitado. ¡Agradezco a los dioses del universo por mandarme unos padres discretos! ○●○●○●○ Llegamos a mi casa y comimos, obviamente con los chistes de mis padres, ellos evitaron hacer preguntas sobre nuestra relación amigos-conocidos y eso me agradaba. — La comida a estado deliciosa señora Anna— dijo Roger. — Muchas gracias, que bueno que te gusto— le respondió mi madre con una sonrisa. — Bueno, como Roger y yo ya terminamos nuestra comida, nos retiramos— hablé. — Bien, pero primero hacen tarea y después hablan— sentenció mi papá. — Si, eso haremos— respondí— vamos Roger. — Ok, nuevamente gracias— habló mi amigo. — No hay de que querido. Subimos a mi habitación y le pregunté si quería escuchar musica. — No, seria después de terminar la tarea, me desconcentro si escucho musica y estudio. — Esta bien. Dos horas después ya habíamos terminado los deberes de de la semana, incluso el ensayo de la maestra Sofia. — ¡Listo! Hemos terminado— dije victoriosa. — Así es— contestó Roger. — Ahora, escuchemos musica. — Si me sales con Maluma o cualquier reggaetonero me voy. — Puf, obvio no, no me gusta el reggaeton. Bueno, vamos a poner a mi hermoso y precioso Shawn Mendes, aunque pensándolo bien... ¿no es reggaetonero? — Creo no. ¿Te gusta?— preguntó. — Claro, la canción que mas me gusta de el es Memories. — Bueno, después colocas Perfect de Ed Sheran. — ¿Te gusta ese cantante? — Obvio. — ¡Amigo!— grite emocionada. — Bien, pon esa canción que dices, nunca la he escuchado. Coloque la canción en la pequeña bocina que tenia y comencé a tararear la letra, hasta que se convirtió en palabras. — Let's write our story and let's sing our song. Let's hang our pictures on the wall. All these precious moments that we carved in stone. Are only memories after all. Memories after all. Memories after all. Tome la mano de Roger y comencé a bailar. — Oye, ya bastante gracioso es verte cantar para que bailes— dijo entre risas. — Callate— seguí bailando y cantando con el— You gave me hope. But I've got to let go. I've got to let go It's taking its soul. Deep in my soul Now I've got to let go.We wrote our stories. And we sang our songs We hung our pictures on the wall Now those precious moments that we carved in stone. Are only memories after all. Terminó la canción y quedamos en la misma posición, el con una mano en mi cintura y la otra sosteniendo una mano mía en el aire mientras que mi mano izquierda sostenía su hombro. — Tienes buenos gustos Sophia— dijo de repente. — No me gusta que me digan Sophia, prefiero Emma o Smith. — Ok, Emma— hizo énfasis en mi nombre— coloca la canción que te dije. Me dirigí a mi escritorio y tome mi teléfono para abrir Spotify y buscar la canción. Comenzó a reproducirse esta y yo solo cerré los ojos para disfrutar la melodiosa voz de Ed Sheran, pero no duro demasiado la tranquilidad, Roger me jaló hacia el y comenzamos a bailar de nuevo. — Creí que la sesión de baile había terminado— dije soltando una risita. — Tu me sacaste a bailar, ahora me toca a mi— respondió encogiéndose de hombros. — ¿Te sabes la letra?— pregunté. — Obvio— y comenzó a cantar— Baby, I'm dancing in the dark With you between my arms Barefoot on the grass Listening to our favorite song When I saw you in that dress Looking so beautiful I don't deserve this Darling, you look perfect tonight Se le veía una paz increíble, cerró sus ojos y continuó cantando, tenia una voz perfectamente afinada. Estoy oficialmente enamorada de su voz y su risa. Terminó la canción y se escucho la siguiente, nos quedamos viendo fijamente hasta que la puerta desconectó nuestros ojos. Mi padre había entrado con una charola que contenía fruta picada y limonada, a la hora que vio que estaba aferrada a su cuello y el a mi cintura fruncio el ceño. — ¿Este es el momento donde saco la escopeta y pregunto que intenciones tienes con mi hija?— preguntó ceñudo. — No papá, solo estábamos bailando— respondí. — Tu mamá y yo también estábamos bailando, y aquí estas— yo solo reí y a Roger se le subieron los colores al momento que soltaba mi cintura y se alejaba un poco. ¿Es posible sentir un vacío cuando hizo eso? — Lo siento señor, no quería incomodarlo. — No te preocupes muchacho— dijo mi papá riendo— solo era una broma, se ve que eres buen chico. — Gracias— respondió Roger bajando la cabeza. — Sólo vine a dejar esto— señaló la charola con comida. — Ponla en el escritorio, por favor— pedí a mi padre. Lo coloco donde le dije y se retiro. — Comamos, me muero de hambre— hable mientras me dirigía a el escritorio. — Esta bien. Comenzamos a comer mientras la musica se escuchaba de fondo, no habíamos compartido palabra alguna en otro momento, hasta que terminamos de consumir los alimentos. — Les agradas— hablé de repente. — ¿A quienes?— preguntó. — A mis padres. — A tu padre creo que no— soltó una risita. — Si es por lo de hace rato, era una broma. — Esta bien. Continuamos charlando sobre lo que nos gustaba y no, resulta que ama leer, y estuvimos discutiendo sobre que saga era mejor, por un lado estaba yo con Maze Runner, y por el otro el con Divergente, al final terminamos empatados porque a ambos nos gustaban las sagas, aunque... ¿Les digo algo? Thomas siempre sera mejor que Tobías. ¿Ustedes que opinan?

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