Capítulo 2 –Departamento De Nuevos Empresarios

1600 Words
Él me responde de inmediato mientras se agacha para ayudarme, - Claro, claro, señorita, disculpe usted – Terminamos de organizar mi carpeta y luego él saca de su bolsillo trasero un pañuelo perfectamente doblado, y me dice muy cortésmente, - Tenga mi pañuelo para que se limpie, por favor - Yo tomo el pañuelo para limpiarme la blusa y parte de mi cuello, en lo que noto que tiene un fuerte olor a un perfume de caballero que no será fácil de olvidar, mientras le respondo, - Gracias, supongo -  Intento saber un poco más de él sin que se note que estoy algo interesada, así que le pregunto, - ¿Vienes por algún financiamiento? - Él niega con la cabeza mientras me responde, - No, no, no, para nada, tenía algunos asuntos pendientes en el piso dos (2) – Señalando hacia arriba al piso a donde voy yo, - Pero ya voy de salida al estacionamiento, hacia mi camioneta. ¡Qué modales los míos! Me llamo Derek, mucho gusto - Él me estira la mano y yo trato de verme lo menos interesada posible, y le respondo de una forma fría y seca, dejando su mano estirada, - El gusto es todo tuyo, Derek, me encantaría decir que es un gusto para mí conocerte, pero mira nada más como me dejaste, ten, gracias por tu pañuelo - Derek se queda perplejo como si no pudiera creer que alguien lo estuviera tratando de esa forma, pero muy amablemente me toma la mano con la que le estoy dando el pañuelo y me responde, - Por favor consérvalo, es lo menos que puedo hacer por ti después de cómo te dejé, aunque déjame decirte que así mojada te ves muy bien - Me mira de arriba a abajo con una mirada seductora y mojando sus labios con la lengua muy lentamente. Por dentro yo estaba que brincaba de emoción, no podía creer que un chico así me dijera estas cosas, pero no soy persona de estar lanzándome a los brazos de cualquier galán que me piropee, así que lo veo como si me estuviera incomodando y le pregunto, - ¿Debo tomar eso como un alago o como una falta de respeto? – Mientras hablo levanto una ceja, él espabila y me responde como apenado, - Por favor tómalo como un cumplido - Recuerdo que voy a la reunión y me despido de mi guapo desconocido, - Gracias por el pañuelo, Derek, voy tarde - Me doy la vuelta, al mismo tiempo que sigo limpiando mi blusa e intento subir las escaleras rápido para no llegar más tarde, pero él me detiene tomando mi mano y me dice, - ¡Ey! Espera, no me dijiste tu nombre, ¿Será que te puedo ver después? - Lo miro mientras libero mi mano y le digo, - No necesitas mi nombre. Y no, espero no tener que verte otra vez - Derek vuelve a tomar mi mano, y me dice, - Por lo menos podemos despedirnos con un beso, así sabré que no me guardas ningún rencor - Accedo a su petición porque en el fondo yo si quería sentir sus labios en mi mejilla, además se ve que es bastante insistente y no me dejaría ir, así que me vuelvo a soltar y le digo, - Está bien, pero solo porque no soy una persona de estar guardando rencores, y no quiero empezar mal este maravilloso día - Me inclino hacia él para despedirnos con un beso en la mejilla, pero de una forma u otra la verdad ni sé cómo pasó, en cuestión de segundos nos estábamos besando en los labios, pasaron unos diez segundo y lo empujo diciéndole, - ¿Pero qué te pasa? ¿Estás loco? - No dejé que dijera ni una palabra más, y subí rápido, él se quedó ahí parado con una sonrisa pícara en su rostro, limpiando mi brillo labial de sus perfectos labios y viendo como yo me alejaba. Debería estar muy molesta, pero la verdad es que el beso me gustó. Aunque eso no quita que sea un abusador, ni siquiera me conoce. No podía dejar de pensar en él, yo quería volver a verlo, nunca me pasan estas cosas a mí, ¿Será que si lo volveré a ver? ¿Trabajará aquí? ¿Será que le gusté? Ya estoy aquí, “Departamento de Nuevos Empresarios”, olvido por completo el incidente de las escaleras y me concentro, veo que hay varias sillas afuera de la sala , en las que están sentadas varias personas, Camila y Marcos aun no suben, que pena, es tarde, no sé cómo Camila y Marcos se pudieron quedar esperando el ascensor tan tranquilos. Bueno, hay personas a las que no les molesta la impuntualidad. Mi padre siempre ha sido súper impuntual, todos los días pelea con mi mamá porque ella siempre quiere llegar temprano, es una constante ya en mi casa ese debate, la verdad creo que mi papá siempre gana. Me doy cuenta de que habían como unas veinte (20) personas sentadas, todas muy distintas las unas de las otras, di los buenos días, algunos me respondieron y otros no, aunque mientras me sentaba, en mi cabeza dije, “Serán buenas noches, que pena”, vi a mi alrededor y al parecer nadie se conocía, todos estaban ocupados con sus celulares o tabletas, en ese momento sale de la sala de reuniones una señorita, y llama al siguiente a pasar, yo me levanto y me acerco a ella para preguntarle si ya me había llamado, - Buen día, señorita, se me hizo un poco tarde, mi nombre es Mariana Belloso, ¿Podría ser tan amable de indicarme si ya me llamaron? - Ella revisa un listado que tiene en la mano, y muy amablemente me responde, - No, señorita Belloso, usted es la siguiente, esté atenta al llamado por favor - Le agradezco, y dentro de mí recorre un profundo alivio, no sé qué hubiera hecho si ya me hubieran llamado, regreso a mi asiento y comienzo a organizar todo para mi presentación, sé que me irá de maravilla, tengo plena confianza en mí. Saco mi agenda y un lápiz, para anotar varios puntos importantes que quiero tocar cuando esté presentando mi proyecto, con lo nerviosa que estoy capaz y se me olvidan si no los anoto, en ese momento recuerdo que no le avisé a mi madre que llegué, mamá va a matarme, debe estar preocupada, a pesar de mi edad a ella siempre le ha gustado saber cómo estoy, si llegué bien, y esas cosas de madres. Busco mi celular en mi carpeta y noto que mi mamá me había guardado un sándwich, no puedo evitar pensar en lo linda que es conmigo, veo que me colocó una nota que dice: “Ten mucho éxito, mi niña, y recuerda que para nosotros siempre serás la mejor, te amamos”. Pienso en a quién llamar si a mi papá o a mi mamá, y decido llamar a mi mamá, estoy segura de que entre mi mamá y mi papá me atenderá más rápido mi mamá. Tomo mi teléfono y aprieto la marcación rápida, tengo a mi mamá con el número uno (1). Mi mamá me contesta de inmediato y sin ni siquiera saludarme me dice con una voz seria, - Pensé que nunca llamarías, ¿Cómo llegaste? ¿Todo bien? ¿Ya presentaste?- A lo que yo rápidamente trato de explicarle qué fue lo que pasó, - Lo siento, mamá, es que como salí tarde de la casa, no llegué al bus de las seis y media (6:30am), y me toco esperar al de las siete (7:00am), además, tuve un incidente en las escaleras de este edificio, pero nada grave, apenas acabo de llegar, lo bueno es que aún no me han llamado, cualquier cosa te estoy avisando. Pero todo bien - Ya con una voz más dulce y tranquila mi mamá me responde, - Sé que no te gusta que te trate como a una niña, Mari, pero siempre serás mi pequeña, así que te guardé un sándwich, cuando tengas tiempo desayuna, sé que de seguro no has comido nada, escríbeme cualquier cosa, voy a estar muy atenta al celular, mi niña, no te preocupes por llamar a tu papá, yo le aviso todo - Mi mamá siempre está muy pendiente de mi alimentación, le digo que en cuanto pueda desayunare, - Si mamá ya me di cuenta, no te hubieras molestado, ahorita en lo que tenga tiempo me lo como, siempre tan linda, sí, por favor avísale a mi papá que todo bien, los amo - Mi mamá se despide de mi con mucho cariño, sé que para ella es duro entender que ya no soy su niñita chiquita y no puede estar pendiente siempre de todo lo que yo hago, - Seguro mi niña, yo le llamo y le aviso, mucho éxito, te amo - Me despido de ella de una forma rápida, casi ni la dejo que termine de hablar, - Chao, mamá, al parecer ya me toca, chao, chao - En ese momento se abren las puertas de la sala de reuniones, pero esta vez sale un señor alto de contextura obesa, vestido bastante formal, que dice, - ¡Buenos días! - Yo cordialmente le devuelvo el saludo, - Buenos días – Pero él sigue de largo hacia los ascensores, es decir, que no me toca, aún, veo la hora y ya son las ocho y media (8:30am), siento que me van a matar los nervios.
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