En la guerra y el amor todo se vale

2018 Words
Pov Alek Llego a la casa de la hermosa Bree Sanders, la chica que me tiene muy interesado, por no decir que es la que me encanta desde hace tres años, Ella llego a vivir este pueblo hace tres años con su familia, ella, y sus tres hermanas, todas mujeres. Tiene dos hermanas mayores, no se llevan nada bien con ella por cierto, ellas dos están en la universidad y su hermana menor, sus ojos, la bella Lucy, una niña muy linda de cinco años y risueña, hay bastante diferencia de edad entre Lucy y sus hermanas. Bree, ella es hermosa, aunque no lo sepa, ciega, es lo que es, por qué verse al espejo cada día y no ver su belleza, es estar ciego. Belleza que siempre se esconde en abrigos grandes, camisetas holgadas, sin maquillaje y un poco despeinada, siempre un poco apresurada, siempre parece andar tarde , aunque no es así, ella es muy responsable y puntual, siempre tímida, cabizbaja. Ella es bella, inteligente, interesante, yo diría que muy interesante, cabello café claro, ojos del mismo color, me encanta eso, piel blanca, delgada, bastante delgada, pero eso la hace ver linda, a ella le va, no es la más alta, pero tampoco me importa, son pequeñeces. Yo por mi parte que puedo decir, cabello n***o, ojos cambiantes, a veces grises, a veces celeste claro, con una media tonalidad azul, raro, pero pasa, es mi rasgó más llamativo, mis ojos, yo lo sé, les saco provecho, soy alto, piel pálida, delgado, mujeriego, dirán muchos, yo diría que no aparento lo que no soy. Si no puedo tener a la que quiero, disfrutó las que salen, no soy mojigato, no miento, soy lo que soy. Muchos preguntarán ¿por qué no puede tener a la que quiere? Fácil, mi mejor amigo Caleb Williams puso el ojo en la misma chica que yo. Mal muy mal y demasiado Cliché, dos amigos enamorados de la misma chica, pero paso, nos dimos cuenta desde el primer día y precisamente los dos casanovas y populares del Instituto, si somos unos putos adolescentes, nos enamoramos de ella desde el primer día. Hicimos un pacto, ninguno de los dos haría ningún movimiento, primero nuestra amistad, mi amigo lo propuso y yo, tonto yo acepté, gracias a eso aquí estoy penando, pero algo me dice que hoy eso acabará. Caleb el cabrón de mi amigo, bueno él es alto, igual que yo, metro ochenta y tanto, cabello rubio, lacio, bronceado, en pocas palabras, trigueño, ojos entre verdes y cafe, mojigato a más no poder, tramposo como pocos, pero es mi amigo, siempre hemos estado juntos desde preescolar. Es un mujeriego sí, mentiroso sí, le ha roto el corazón a más de una, pero siempre usa la misma excusa,¿como no lo han agarrado? No lo sé, su excusa es es estoy confundido, mejor nos damos un tiempo, creo que no hay quimica entre nosotros y no vuelve. Después de conseguir lo que quiere se va, tonto, no entiendo para qué se enreda la vida así, mejor dices lo que quieres y ya los dos saben a lo que van, eso te evita muchos problemas. Claro, sabe manejarlo, nadie se ha dado cuenta de sus costumbres, de mí si, todos saben que soy lo que soy, para que esconder las cosas, claro, cero demostraciones públicas de nada, soy frío en ese sentido. Calculador siempre, no me gustan los problemas de amores, ni nada de eso, la única que me interesa es ella Bree y solo con ella me enredaría seriamente, pero este pacto me ha frenado por tres largos años y todo se juega hoy, por lo que veo. Llegamos a la fiesta juntos, si siempre andamos juntos, nos llevamos bien a pesar de todo, ambos la vemos de largo siempre, es hermosa como no hacerlo, tiene ese aire inocente que te vuelve loco, al menos a mí eso me encanta de ella, pura, dulce, tierna, sin experiencia estoy seguro. Nadie absolutamente nadie sabe de nuestro interés, hemos sabido ocultarlo, expertos en eso debo aceptar, yo no hablo de lo que hago o con quien hago, lo que sea que hago, ya saben de qué hablo, pasarla bien y ya, nadie se entera, es lo mejor, pero al final si se enteran, pero no por mi boca. Entramos, entregamos los regalos y saludamos, debíamos hacerlo, el pacto no nos hace ser maleducados. Invitaron a todo el grupo, debiamos venir no le hariamos un desaire a nuestra Bree, sus padres tienen dinero, eso a mí no me afecta, ni me impresiona, yo también lo tengo. Todo iba normal, pero noto cierta malicia en mi amigo hoy ¿qué está planeando? Yo lo conozco más que él a mí, y sé cuando se trae algo entre manos, verla mucho es normal, eso yo lo hago siempre, el pacto no quita que la veamos, solo no hablarle, ni hacer ningún movimiento para conquistarla, está prohibido. Él la está viendo como yo de largo, pero noto cierta sonrisa maliciosa, algo se trae entre manos. — Hermano, ya vuelvo, tengo algo que hacer— me dice y yo lo veo serio— quita esa cara de cabrón, ya vuelvo. Camina y va donde la insoportable de Amanda, que lo recibe con una gran sonrisa, la aparta de sus amigas y le habla de algo, ella me vuelve a ver y sonríe, ¿qué le está diciendo este tonto a esa bruja? Yo no la tolero, ha estado insinuándoseme hace mucho, no me interesa, hay un límite y ese es esa es una loca psicótica, a ella no me la follo ni aunque me paguen, no es fea, pero es tan molesta y estoy seguro de que es de las obsesivas, evito a esas. No pretendo una relación con nadie, la única que lograría eso sería mi Bree, pero como ya dije está prohibido, yo cumplo lo que prometo lamentablemente, a los 14 años, no pensé que esto me pasaría, pensé que era un interés fugas, no, en serio no lo imagine, jamas pense que estaria tres años enamorado de la misma chica, nunca paso por mi mente, prometí, lo que no debia, ahora lo sé. La dramática de Amanda le dice algo a sus amigas y todas se emocionan, ¿que les pasa? Caleb vuelve y me sonríe ¿qué estás haciendo tramposo? Analizo todo a mi alrededor, Bree está como siempre hablando con su amiga Kiara, anda una licra oscura con un abrigo holgado. Como todo buen promiscuo que soy, lo acepto, sé ver debajo de la ropa, sin necesidad de desvestir a nadie, sé que tiene un lindo cuerpo, para mí todo en ella es lindo, no lo niego, no me voy a engañar, sigo serio viendo los movimientos de todos. Los padres de Bree estaban al inicio y ya se fueron, a dejar a sus hijas a la universidad, suena a excusa pero quien soy yo para jusgar, son algo distraídos, o permisivos, no sé cómo ella es tan recatada, cada uno anda en su enredo, yo sé de qué tipo, como dije sé todo de ella, a veces sin querer, la observó mucho no soy un loco acosador, solo un poco. No es la mejor idea dejar a un grupo de adolescentes de 17 años solos, pero ellos parecen no importarles mucho, algunos sacan latas de cerveza, no es lo mío, no tomo, eso mata las neuronas, te aloca y yo soy todo lo que quieran, pero los vicios no es lo mío. De pronto habla la loca esa. — Chicos hagamos un juego por el cumpleaños de Bree, claro está— propone la insufrible de Amanda, no me agrada como ve a mí Bree— las chicas esconderemos una prenda, lo que sea, sin que ellos vean y ellos la buscarán, el chico que encuentre la prenda de una chica, le deberá dar un beso, así animamos un poco esta fiesta. Todas aceptan, mi Bree duda, ella es así recatada, linda, tiene 17 años, todos tenemos esa edad, pero ella no es una chica hormonal y loca, no mi Bree no es así. — Vamos Bree, hazlo, mira que ahí está Caleb— la incita su amiga inseparable Kiara, ella le habla bajo, pero yo escucho, siempre lo hago si se trata de ella, así que a mí Bree, le gusta mi amigo mojigato, que juega de santo y es peor que yo— talvez él encuentre tu prenda. Ella lo duda, pero acepta por insistencia de todos. Yo bufo, no soy de jueguitos, eso no es lo mío, pero veo cierto interés en mi amigo, no lo hagas Caleb, yo no juego y lo sabes. Ella se levanta y ve su atuendo, nunca usa joyería, nunca usa muchas cosas, viste simple, anda sandalias, no andaría descalza, es un hecho. Entonces hace lo que no debe, quitarse el suéter grande que anda y quedar con la blusa de tirantes que tiene debajo, dejando ver lo que yo ya sabia, tiene un lindo cuerpo y eso hace que el que juega de santo de mi amigo le brillen los ojos, no lo hagas Caleb. Nos hacen cerrar los ojos y voltearnos, como si no supiera yo donde escondería eso ella, la conozco bastante a pesar de no hablarle nunca. — Ahora si chicos busquen la prenda de las chicas— vuelve a decir la insufrible esa— espero no hayan hecho trampa. Mi tonto amigo comete el primer error, participa y va donde sé que está escondido el suéter de Bree, claro él debe haber hecho trampa, es tramposo por naturaleza, yo me acerco a Bree y le hablo, por primera vez, bueno segunda vez en el día de hoy debía saludar, es su cumpleaños. — ¿Escondiste tu suéter debajo de la raíz de ese árbol cierto?— veo donde mi muy tramposo y rompe pactos, amigo, que va ahí— ¿no me equivoco verdad? — ¿Cómo lo sabes?— como si no supiera casi todo de ti Bree— si ahí está. Veo como este tramposo va directo ahí y lo agarra, ya fallaste, ahora hago, lo quiero hace mucho sin remordimientos, el pacto se fue al caño. Me doy vuelta y la beso, no pido permiso, solo lo hago, ella se deja, punto para mí. Como me lo imaginaba, su primer beso, es algo torpe, pero me encanta, sus labios son suaves, pido acceso a su boca con mi lengua y ella accede, si Bree sé que no te soy indiferente, que me importa que todos me vean asombrados, pero de pronto alguien me jala, no soy adivino pero sé quién es, lo sabía, no ibas a aguantar. — Eres un tramposo, rompiste el pacto— me reclama Caleb, amigo, no reclames— no debías hacer eso, no puedes lo sabes. — Tú fuiste por el suéter, no me reclames el que rompió el pacto primero, fuiste tú— le respondo tranquilo, él está cabreado, no le salieron los planes— ¿o no es eso lo que traes en tus manos? — ¿De que hablan ustedes dos?— pregunta mi hermosa Bree— ¿de qué pacto hablan? — Ambos estamos enamorados de ti desde hace tres años— suelto como si dijera los buenos días y todos se quedan asombrados, no lo esperaban, si estamos peleando a la chica que nadie nota. Nosotros si lo hacemos, los dos más populares ironico — hicimos un pacto, ninguno haría nada, primero la amistad, pero tú— me vuelvo a Caleb, que está rojo de cólera— lo rompiste, ahora no me reclames, ya no me contengo más— él no dice nada sabe que no juego, es hora de irme de aquí— adiós, hermosa Bree nos vemos, feliz cumpleaños. Le planto un último beso y me retiro, lo lamento amigo, pero su primer beso es mío, y lo disfruté mucho, el mejor de mi vida, ella será mía. Como dicen en la guerra y el amor todo se vale y yo voy por todo siempre, esto apenas empieza.
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