ANGELA

Ángela La alarma sonó me senté al borde de la cama, el otro lado estaba vacío , la habitación era fría, oscura, enorme para mi, tomé aire , me puse de pie, tomé mi celular, no había llamadas o mensajes de Alejandro, mi esposo, suspire, acaricie el lado vacío de su cama, lo extraño pensaba mientras recordaba todos los mementos felices que hemos compartido, me levante , fui a la ducha, al abrir el armario, su perfume estaba ahí, sus corbatas, sus sacos, sobre la mesa de noche una foto de los dos, acaricie su suéter, tomé mi ropa y me prepare para salir, para irme al colegio e iniciar mi día, mi hija mayor se acercó. - Hola madre- bese su mejilla- buen día, ella y yo tenemos muy buena relación, es mi cómplice, confío mucho en ella. - Hola mi amor, buenos días – le di una sonrisa, café, jugo y fruta, minutos después apareció Edna mi hija menor. - Hola, buen dia- mi madre se acercó beso mi mejilla, yo le di una sonrisa, me dio el desayuno. - Buen día mi amor- la abrace, mi hija mayor se acercó, nos abrazamos las tres, Claudia le preguntó a Edna. - ¿Lista para tu nueva etapa?- soy la hermana mayor, por 3 años, mi hermana es algo rara, parecía a papá supongo. - Claro- dije sería mi relación con mi madre y hermana no están buena. - Animo- coloqué mi mano sobre la cabeza de Edna, para mi era una forma de demostrar cariño. - No hagas eso Claudia- mi tono molesto, ella y mi madre no se dan cuenta que ya crecí, que no necesito sus cuidado pensé , mi madre intervino. - Tranquilas- Claudia se despidió. - Me voy las veo por la tarde- salí de la casa, es mi primer día de universidad, estoy algo nerviosa pensé, seré abogada en cuatro años, seré también Psicologa y quiero dedicarme al igual que mi madre a la docencia. - Bonito día preciosa, universitaria- sonreí, que rápido paso el tiempo pensé mientras observaba a Claudia, recordé cuando la tuve entre mis brazos la primera vez - Gracias ma- salí de la casa, alegre, pero preocupada por mi padre. Ángela Claudia se fue y un silencio se apoderó del espacio, Edna se levantó de la mesa tomó sus cosas sin decir nada, me acerque a ella, pero ella parecía ignorarme, así que yo en tono suave y tranquilo dije. - Dame unos minutos y nos vamos juntas- la mire, estar en el mismo colegio me hizo pensar que podríamos mejorar nuestra relación, pero su respuesta me dejó claro que no será así. - No, madre iré sola- coloqué mi bolso sobre mi hombro, quiero ser independiente, no quiero estar tan cerca de ella y menos que la gente me identifique como la hija de la profesora. - Es tu primer día- la mire- quiero ser parte de este día- intente convencerla, pero no resultó, cada día estábamos más alejadas, ella ama y admira a su padre. - No quiero que me vean llegar contigo- levante la mirada- eres la profesora- camine hacia la puerta, quería irme antes que ella. - Pero no seré tu profesora – ella no respondió - De acuerdo- no quise discutir con ella, se fue, yo tomé el café y salí de la casa, esperando un mensaje, una llamada de Alejandro, la cual no llego , el día pasaba, las horas también, cuando vi mi reloj era hora de ir a la siguiente clase con chicos de nuevo ingreso, les pedí se presentaran , yo estaba físicamente ahí ,pero mi cabeza estaba en otro lado, no estaba prestando atención al cien, hasta que una voz atrajo mi atención, levante la mirada, una chica de cabello castaño, piel blanca. - Soy Daniela Montoya, tengo 16 años- sonreí , mis ojos se encontraron con los de la profesora quien me sonrió, estaba feliz por esta nueva etapa. - Bienvenida- la mire fijamente, mi atención estaba ahí , en ella, algo atrajo mi atención, me robó una sonrisa, mi cara seria cambio, tiene un brillo especial, pensé. - Gracias profe- su clase paso, muy rápido, ella parecía preocupada, pero creo que nadie más se dio cuenta, yo regresé la mirada a mis compañeros, quienes hablaban de los profesores. Ángela Finalice mis clases, fui directo a casa, al llegar ahí estaba Alejandro, con el celular en la mano, sonriendo, al escuchar mis pasos, dejó el celular, me miró. - Hola Angie- ella se acercó, beso mis labios, yo no quería sus besos, no me sentía cómodo. - Mi amor- sonreí, me alegre la tarde- ¿ como estuvo tu viaje?- pregunte mientras colocaba mi bolso y portafolio, sobre el perchero. - Bien, todo bien- me coloqué algo nervioso cuando ella preguntó acerca de mi viaje, así que cambie el tema- vine temprano a casa para invitarlas a comer- sonreí, ella de inmediato acepto, salimos de casa ella, mis hijas y yo, yo recibí una llamada, me disculpe con ellas- Ahora vuelvo, orden el postre- me puse de pie, me alejé un poco de ellas. Ángela Pasamos una tarde agradable, al llegar a casa, cada uno se ocupó de sus cosas, durante la cena conversamos, la hora de ir a la cama llegó Alejandro estaba recostado leyendo un libro, me acerque , bese su mejilla. - Es tarde, tengo sueño - evite sus besos en mis labios y me limite a dejar un beso en su mejilla, di vuelta, deje mi libro sobre la mesa de noche. - Claro tienes razón- me recosté e intente dormir, los días pasaban Alex y yo cada día más alejados, la habitación cada día era más fría y el espacio en la cama entre él y yo cada día era mayor, yo estaba tan distraída durante el día , tanto que olvide mi chaqueta en una de las aulas, me di cuenta hasta que una alumna dijo mi nombre. - Profesora Ángela- camine tras ella, por los pasillos, con su chaqueta en mis manos. - Hola- voltee, nuestros ojos se encontraron.