Deseo

2003 Words
Rony se fue a casa de Juana como había quedado con ella que haría. Seguramente, esa noche sería una agradable noche de sexo con su novia. Pues cada vez que se quedaba allí en casa de esta, siempre buscaban la manera de meterse en alguno de los dos cuartos, ya fuera el de invitados donde se quedaba él o el de ella, para poder tener una noche de sexo y placer, mientras que todos en aquella casa dormían plácidamente. Juana era sin ningún tipo de dudas, la novia perfecta. Tal vez no fuera la mujer más hermosa físicamente, no tenía el cuerpo ni la figura perfecta, tal como Karly, incluso podía llegar a ser asfixiante y tóxica la gran mayoría de las veces, respecto a dónde estaba, con quién estaba, o cuándo llegaría o tardaría, pero, por lo menos, podía tener sexo con ella cuantas veces quisiera, salir a cualquier hora y día con ella, sin tener que cumplir un horario de llegada, ya que ambos, eran mayores de edad y podían entrar y salir de sus casas como querían, sin el acoso de padres que controlaran sus vidas. Tanto era así que, ella solía quedarse en su casa y su cuarto y sus padres no decían nada al respecto, porque la veían ya como su mujer aunque no estuvieran viviendo juntos de manera formal. Claro, en la casa de ella era algo diferente, sus padres le permitían quedarse allí pero en el cuarto de invitados. Solo que ellos, no sabían que tanto Juana como él se colaban por la noche en la habitación del otro y tenían una intensa noche de pasión mientras que todos dormían. Y eso era justamente lo que Rony necesitaba en ese momento, una noche de sexo para poder desfogar todo el fuego del deseo que sentía por Karly en ese momento. ¡Dios Santo! Es que esa niña estaba como quería. Tenía un cuerpo y curvas perfectas. Y lo que lo había dejado encendido de deseo, había sido la confesión que esta le había hecho a su amiga, que era virgen. El quería ser quien la hiciera mujer por primera vez, quien le enseñara todos los placeres y goces de la vida y el sexo. Quien la tomara y la hiciera gritar de placer, oír su nombre entre sus labios con suplicas de más, mientras la hacía suya. Pero por los momentos eso no sería posible y tendría que conformarse con solo tener a Juana entre sus brazos. Ya llegaría el momento en cual, también tendría a Karly. Escucho el sonido de la puerta del cuarto donde estaba y esbozo una sonrisa cerrando los ojos, sabiendo que esa era Juana que había ido hasta allí para tener su noche de sexo y amor. - Mi n***o, ¿estas dormido? - le pregunto ella en un susurro, acercándose e inclinándose sobre él. Rony, abrió los ojos y con picardía mordió sus labios. - Jamás me dormiría sin esperarte. - le dijo agarrándola con fuerza y firmeza por el cuello para acercar su rostro al suyo. Y ella se sintió complacida por ello y por sus palabras. - Entonces hazme el amor tan rico que deba morder la almohada para que los demás no escuchen mis gritos de placer. - le pidió ella. Y Rony así lo hizo. La coloco de espaldas a él, para tener un control total sobre su cuerpo y sobre ella. Saboreo y acarició cada rincón de su cuerpo, a veces con suavidad y otras con dureza, llevándola al límite de su placer. Y Juana, tuvo que reprimir sus gritos de placer mordiendo su labio inferior y ahogando sus gemidos sobre una almohada para evitar que toda su familia se diera de cuenta de lo que ellos estaban haciendo. *** Rony despertó esa mañana con un objetivo en mente, cuando él se fuera a trabajar, le haría una llamada a Karly con la excusa de su mensaje y además, aprovecharía para decirle lo mucho que le atraía y quedar con ella en una cita y un encuentro que podía terminar en una fantástica mañana, tarde o noche de sexo. Solo que debía de cuidar muy bien de que Juana, no se diera cuenta de que estaba coqueteando con Karly y de que esta última no se enterara aún de que él y Juana eran novios, ya que dudaba mucho de que Karly aceptará a tener algo con él y mucho menos de que mantuviera relaciones sexuales con su persona, si se enteraba que él no la quería para nada serio sino para una simple aventura. Porque eso era exactamente y todo lo que él quería con ella: única y exclusivamente una aventura. Pero Karly, no era de ese tipo de mujeres, ella era de las que buscaban una relación seria. Tomo el desayuno junto a toda la familia de Juana, entre un comentario y otro, bromas, risas, y uno que otro toqueteo por debajo de la mesa sin que la familia de esta se diera cuenta. Ese era un juego que solían hacer mucho, ya que a él, le encantaba la adrenalina que eso le producía. Sintió como la mano de ella subía hasta su parte íntima, justo en el momento en que se llevaba un bocado de comida a la boca. Un leve jadeo escapó de su boca y lo disfrazó con el placer de saborear la comida. - Ummm. Cocina usted muy rico suegra. - dijo para disimular. Y la señora sonrió halagada por su comentario. - Que bueno que te guste hijo. Pero la verdad es que Juana me ayudó a preparar el desayuno. - ¿De verdad amor? - le pregunto con picardía. Y Juana asintió con una sonrisa. Ella sabía muy bien lo que él estaba pensando. ¿Cómo era que se había conseguido despertar después de haber pasado toda la noche despierta teniendo sexo con él? Prueba de lo que habían estado haciendo, eran los moretones que tenía por todo su cuello, los cuales los había cierto con suerte de cuello alto. - Usted sabe como es hijo. - intervino su suegro - Una buena mujer, siempre debe ser una buena anfitriona y atender muy bien a sus huéspedes. Y por supuesto que Juana lo era, pensó Rony, asintiendo y sonriendo. Era una excelente anfitriona, y lo que era a él, lo tenía muy pero muy bien atendido y satisfecho. - Y no cabe duda que en el mundo, esos valores se han perdido mucho. Las jovencitas de hoy día, solo están pendientes de fiestas y paseos y no en ser buenas amas de casa. - Sin embargo, usted como padre a hecho un buen trabajo señor. Ha hecho de su hija una excelente anfitriona. - dijo él en doble sentido. Pero solo Juana podía entender el significado de sus palabras. Su padre, la había criado creyendo que su hija era una señorita de casa que, no asistía a fiestas, era bien portada y no se comportaba de manera indecente como ellos consideraban la indecencia. Lo que ellos no sabían era que, cuando Juana les pedía permiso para ir a casa de una amiga para hacer un trabajo de la universidad, o que se quedaría en casa de una por motivos de algún proyecto importantísimo que debía de presentar en sus clases, en realidad, se iba a alguna fiesta o casa de él a pasar la noche y dar rienda suelta a sus deseos carnales y a las más bajas pasiones que habían vivido. - No es fácil criar una hija con buenos principios en estos tiempos pero, mi esposa y yo hemos hecho nuestro mejor esfuerzo por hacerlo. - Estoy seguro de ello. Tan seguro como que, si Juana no paraba en ese momento con sus caricias, tendría un orgasmo ahí mismo delante de su familia. Se removió en el asiento y pidió permiso para levantarse e ir al baño. - Discúlpenme pero, debo ir la baño. Mientras iba de camino a este, escucho como su novia soltaba una risita traviesa. - ¿Qué te parece gracioso? - Ah nada papá. Estaba recordando un chiste que una amiga me echo. Es todo. *** - No funcionó. - dijo Karly tomándose su café en la cafetería de la universidad. Se sentía realmente estúpida por haber hecho lo que hizo, escribirle un mensaje provocativo a Rony. No solo se había puesto en evidencia, sino que además había hecho el ridículo, tanto que este, se había limitado a ignorar su estupidez. Y ahora ni si quiera, tenía cara para verle a los ojos después de lo que había hecho. ¡Que vergüenza pasaría la próxima vez que lo viera! ¿Cómo pudo ser tan tonta como para hacer eso? - No puedo creer que después de que le escribieras eso, no te respondiera nada. - Pues ya ves que no lo hizo. Y ahora, yo he de sufrir la peor de las vergüenzas de mi vida, cuando él vuelva a ir a la casa. Y todo por hacerte caso a ti. - Ah no. - se defendió su amiga llevándose una mano al pecho - Yo no te puse una pistola en la cabeza para obligarte a hacer nada. Yo solo sugerí que lo hicieras y tú, que estas loca porque te haga caso decidiste hacerlo y sobre todo decidiste que escribirle. Karly hizo una mueca de fastidio. Sabía que Silvana tenía toda la razón en lo que había dicho pero, aun así, compartir la culpa con alguien, la hacía sentir menos estúpida de lo que había sido. - ¿Y qué se supone que haga ahora? ¿Cómo voy a arreglar este desastre? - Pues no lo hagas. - dijo Silvana de lo más relajada, tomando un sorbo de su café. - ¡¿Cómo?! - pregunto sorprendida. ¿A qué se refería Silvana con no hacerlo? ¿Pretendía que dejara las cosas así con la vergüenza que todo aquello le producía? - Como oyes. Si él, ha decidido ignorarte, pues haz lo mismo tú. No hagas mención de lo sucedido si él no lo hace. - ¿Y qué se supone que haré si me pregunta por el mensaje? - Sino te dice lo que decía el mensaje pues, hazte la loca. Le preguntas cual mensaje y te haces la que no entiendes de qué habla. - ¿Y eso cómo para qué? - Se supone que mandaste el mensaje por error, será más creíble ello si, no sabes de lo que él habla. - Por Dios Silvana. Si se supone que mande el mensaje por error, a estas alturas debí haberme dado cuenta. ¿no lo crees? Por lo menos al ver que no me respondías. - Pues no. Le inventas que solo lo mandaste y ya, que no esperabas respuestas, y puesto que no nos hemos visto, no hemos hecho mención del tema y tú no has revisado las conversaciones y punto. No tiene porque poner en duda lo que dices, ¿o si? Karly suspiro. Lo que Silvana decía, le ayudaría a salir de aquel apuro sin hundirse más en el fango pero, no se sentía del todo convencida con hacerlo así. Sin embargo, si no hacía como le decía su amiga, ¿qué podía hacer? ¿Mandarle un mensaje de disculpa e indicarle que se había equivocado y ponerse en mayor vergüenza? Por lo menos hacerlo al modo de Silvana, le permitiría no pasar mayor roche si él no le decía nada. Su teléfono emitió el sonido de un w******p entrante. Karly, rebusco en su bolso, que era donde lo tenía. Cuando lo encontró, lo desbloqueó y abrió el mensaje sin percatarse del remitente aun y lo leyó en silencio. "¿Así qué, sueñas con hacer de tu primera vez un encuentro especial y romántico? Me sorprende que a estas alturas una chica tan bonita como tú, no haya estado con nadie aun Karly." Sorprendida, Karly parpadeo los ojos y releyó el mensaje una y otra vez. Al final, Rony había respondido su mensaje.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD