Parte I /Capítulo III

1273 Words
- A la mañana siguiente, fuimos a ver a los padres de Lisa. Yo con la intención de ver cómo se encontraba el Beta de Luna Verde. Al parecer, lo que le hizo de alguna manera fue quebrarle algunas costillas, y una de ellas le perforó un pulmón. Los hombres lobos somos fuertes y él sanará muy rápido. Pero Leo tenía otro interés; él solo quería preguntar si le permitían llevarse a Lisa. Ellos estuvieron de acuerdo, así que vendrá con nosotros. Nos despedimos de todos, el Alfa Héctor quedó un poco preocupado por la situación, pero no se puede hacer nada más sin la aprobación de mi padre. Salimos de la manada Luna Verde, Leo con su mate muy melosos y mi cara de, ¡Tendré problemas de salud por tanto dulce!, nos dirigimos a mi aldea y a casa, la manada Luna de Plata. Luego de muchas horas de camino y muchos rugidos para que no se coman delante de mí, Leo y su mate, al igual que muchas amenazas de mi parte. “Si continúan así, se bajan y llegan por sus propios pies.” “Ya amigo, solo un par de horas más, la esperé por mucho, déjame ser feliz.” - Solo esperaba llegar más rápido. Tan pronto llegamos, brinqué del auto, no soporto más a ese par. Al bajar del auto, me doy cuenta de que estaba muy solo todo, el ambiente estaba muy denso, como cuando algo malo va a pasar o ya pasó. No solo yo me percaté de esto, Leo también lo sintió. Nos pusimos alerta junto con los soldados que venían con nosotros. “Estén atentos, algo no está bien.” - Menciono y al mismo tiempo indico a los soldados que unos rodeen la casa y otros se queden junto a mí y así entrar a la casa; estando adentro, no vi a mis padres, pero sí a nana Madda llorando sin control a mitad de la sala. “¿Qué ocurre nana?” - Pregunto angustiado al verla en esa condición. “Tu-tus papapa- dres.” - Menciona entre sollozos, mientras a mí se me pone la piel de gallina, junto a un mal presentimiento. “¿Mis padres qué? nana” “Tus padres fallecieron anoche.” “¿MIS PADRES QUÉ?” - Indago casi en un grito, mientras solo veo a nana llorar con más intensidad. Leo me coloca una mano en el hombro, dándome su apoyo, le doy un fuerte abrazo a mi nana tratando de consolarla y al mismo tiempo tranquilizar mis sentimientos. “Leo, investiga qué pasó con claridad e indícame qué falta resolver para el funeral.” - Le digo a mi mejor amigo aun abrazando a mi nana. “Si, Marcus.” - Dice mi mejor amigo antes de salir de la casa. -Me quedo tratando de tranquilizar a nana, cuando logro mi cometido. Le pregunto. “¿Te sientes más tranquila?” “Sí, mi niño.” “¿Dime qué es lo que sabes, de lo ocurrido?” “Ayer en la tarde tus padres salieron de casa a una reunión, no me dijeron con quién y no pregunté. Cuando llegó la noche empezó a llover. Cómo a las ocho de la noche escuché un aullido de luto, esto me dio un mal presentimiento. No entendía nada, hasta que las luces de sirenas de las patrullas llegaron, junto con oficiales dando la noticia. Cerca de la aldea Luna de Plata, se encuentra un pueblo donde viven humanos y los oficiales de policía hacen su trabajo. Me informaron que tus padres perdieron el control del vehículo y chocaron con una pareja de ancianos, esa que vive en la granja cerca de la frontera norte de nuestra manada. Lo que llevó a los dos autos caer por el acantilado; este accidente provocó la muerte inmediata de los cuatro. Los soldados que los seguían en otros autos no lograron hacer nada y tampoco vieron con claridad lo que ocurrió, pues de la nada apareció una niebla muy densa; quizás por eso tus padres no vieron el otro auto que se acercaba por el mismo carril y colisionaron.” - Me quedo quieto escuchando, sin entender muchas cosas. Tantas preguntas, pero nadie que pueda responder. Mi Beta llegó un par de horas después, con la información que le pedí. “Hay que buscar los cuerpos en la morgue, ya que los oficiales se los llevaron para su investigación.” “¿Qué forense?” - Indago un poco inquieto, después de todo, no es muy bueno que cualquiera estudie nuestra anatomía. “No te preocupes, es uno de los nuestros. También hay que empezar a planificar el funeral.” - Nos encargamos de todo lo del funeral durante toda la noche y también le notificamos a las manadas aliadas de lo acontecido; al día siguiente, cuando estábamos en el cementerio, donde tanto los humanos como nosotros enterramos a nuestros seres queridos despidiéndonos del gran alfa y su Luna (Mis padres), escuché en mi cabeza a una niña llorar y se me rompió el corazón, me sentí aún peor, como si cargara con el dolor de los dos. Después de terminar con todo el asunto y despedir a mis padres, me dirijo a la salida, no quería estar allí, me sentía como si me faltara el aire. Pero un poco antes de alcanzar la salida, vi a la niña con la que soñé durante el viaje a Luna Verde; es la misma criatura que escuché llorar en mi cabeza. Ella es pequeña de cabello castaño, piel blanca, ojos azules como nuestra Diosa luna. Ella sollozaba y le hacía pregunta al parecer a su madre, preguntas muy inteligentes pero dolorosas, como: “¿No los volveré a ver? ¿Por qué los dejamos?” - Entre el llanto de la niña, escucho, a su madre consolándola. “Tranquila cariño, Susana, mírame; el dolor pasará.” - Fue lo que escuché antes de ver esos ojos azules viéndome, muy enrojecidos por el llanto y en ese momento sentí algo muy fuerte, yo solo no quería verla llorar nunca más, quería protegerla. No entendía lo que pasaba, solo es una niña, no la reclamaba mi lobo como mate no, solo quería quitarle todo lo que sentía, quería verla feliz. En ese momento, Leo me dice. “Ya es hora de irnos.” - Al llegar a casa, nos esperaban 8 de los Alfas, que nos acompañaron en el funeral; solo son una parte de los aliados a mi manada. Se realizó una reunión para otorgarme el cargo que heredo por ser hijo del Gran Alfa. Aun así, todos tienen que estar de acuerdo para elegirme como sucesor, ya que seré quien dirija a Todos. “Este cargo lo tomo con honor y entendiendo la responsabilidad que amerita, pero me gustaría realizar cambios, si ustedes están de acuerdo. Uno de esos cambios es: 1. Cada manada es autónoma y puede tomar sus decisiones. 2. En caso de pedir ayuda, podrán aceptar o negar participar; no llevaré a la guerra a nadie que no esté dispuesto a pelear. 3. Las grandes decisiones, las tomaremos juntos y todos tienen que estar de acuerdo.” - La gran mayoría estuvo de acuerdo con estos cambios; la verdad no quiero ser un dictador y me parece muy injusto que solo el Gran Alfa tenga derecho de decidir. Luego de todo, el antiguo Beta con todos en la reunión como testigos se hizo a un lado para darle paso a su hijo como nuevo Beta y así representar a la Gran Manada junto a mí.
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