Hola, 21 años

2005 Words
○○◘◘••♥♥♥••◘◘○○ [Jueves 1 de noviembre de 2018] Doy vueltas en mi cama, mi cabeza me está matando del dolor, pero a mi cuerpo eso es lo que menos le interesa, simplemente recuerdo el tacto misterioso de anoche, contra mi piel, recorriendo todo mi cuerpo desnudo y no puedo evitar sentirme en llamas.   «¿Cómo es posible que me haya acostado con alguien a quien no le vi ni la cara?», suelto un quejido contra la almohada y me dan ganas de pegar mi cara sin poder respirar.   «¿Qué demonios fue lo que pasó anoche?», me pregunto confundida con la cabeza ya pegada contra la almohada… Doy varias vueltas intentando despejar mi mente, pero es imposible… Aún es muy confuso lo que pasó anoche y debo admitir que por momentos he llegado a pensar que todo pudo haber sido producto de mi imaginación, pero después siento el dolor en mis piernas, la debilidad y los recuerdos vívidos de todas las sensaciones, que es imposible que hayan sido producto de mi imaginación.   Recojo mis piernas y las estiro bruscamente, mandando las cobijas a volar. «Deseo un café».   —¡Lizie, despierta! ¡Preparé café, así que ven a tomarte una taza! —grita Romi, mi mejor amiga y compañera de apartamento, desde la cocina. —¡Levántate porque hoy tenemos examen y sabes que el señor Johnson no es muy paciente que digamos! —abro los ojos de par en par porque había olvidado por completo el examen.   Me paro de la cama tan rápido, que alcanzo a marearme un poco, pero me muevo tan rápido que no le doy tiempo a mi cuerpo de perder el equilibrio… lo que no esperaba era que mi dedo meñique del pie derecho tuviera tantas ganas de saludar intensamente la pata de la cama.   —¡Aaaaah! —caigo sobre la cama adolorida y mientras me revuelco, intento masajear mi pie. «¡Maldición! Me levanté con el pie izquierdo»   Después de calmar un poco el dolor, salgo corriendo, pero cojeando de la habitación. Apenas me ve Romi, frunce el ceño y me extiende la taza de café que tanto estoy deseando.   —¿Mal día? —me pregunta y la miro incrédula. —¿En serio me estás preguntando eso? —contesto de mal genio. —¿Te parece poco lo que pasó anoche? —la veo voltear los ojos. —Si te preocupas por Sam, tranquila que hace un momento avisaron que se encuentra bien. Lo tienen en la clínica, bajo observación y estable —me comenta intentando calmarme, pero lo que ella no sabe es que el chico que convulsionó anoche, en plena fiesta, es lo que menos preocupada me tiene y aunque me sienta un poco mal por eso, definitivamente el hecho de haberme acostado con quién sabe quién, me parece mucho más tensionante. —¡Oh, que bueno! —contesto intentando sonar aliviada, pero ella me conoce tan bien y desde hace tanto, que sabe perfectamente cuando algo malo me sucede. —¿Todo bien? —tomo un gran sorbo de café y asiento. —Todo bien… —bostezo y Romi también lo hace como reflejo del mío. —Uy, deseo un bizcochuelo de nueces y crema —son los que más nos gustan y preciso esta vez no tenemos en casa. —Lo siento, pero solamente hay pan tostado… que no demora en estar listo —contesta haciendo una cara triste y después nos reímos.   En ese momento suena el intercomunicador. Al contestar, el vigilante nos informa que hay un domicilio sorpresa, esperando por ser recibido. Con Romi nos miramos extrañadas y pedimos que ingresen a traerlo. Cuando abro la puerta, recibo una caja llena de los bizcochuelos que tanto nos gustan y con una nota “Para que pasen la amargura de la noche. Mason”.   Nos miramos emocionadas, cada una coge un bizcochuelo, pero el olor a quemado en la cocina, hace que Romi salga corriendo al encuentro con unas tostadas completamente carbonizadas.   Vuelve con la cara larga, me mira aburrida. —Al menos ya tenemos qué comer —señala la caja con los bizcochuelos y levanta los hombros. —Bueno… —miro el reloj y abro los ojos asustada al ver la hora. «¿En qué momento se hizo tan tarde» —¡El examen! —Romi también se sobresalta y salimos corriendo a alistarnos lo más rápido posible. —¡No podemos faltar a ese examen! ¡Si faltamos y nos queda la falla, perdemos la beca! —grita Romina angustiada y me pongo más nerviosa de lo que estaba. —En este momento deseo que cancelen la clase, porque… ¡Ya se me olvidó todo! —me quejo mientras me meto a la ducha a darme el que espero sea el baño más rápido de mi vida.   Se escucha que timbra el teléfono de Romi, pero como también está en su baño, alistándose, no sale a contestarlo. Se nota que las dos duchas están abiertas, porque la presión se ha ido por completo, haciendo que el calentador no se active y debamos bañarnos con el agua helada.   «Bueno, al menos sí fue rápido el baño», pienso consolándome, mientras seco mi cuerpo ágilmente.   Me pongo lo primero que encuentro en armario, agarro mi cabello en una coleta alta y un poco despeinada, ya que no me desenredo bien el cabello, lavo mis dientes y tomo mi morral.   —¡¿Lista?! —pregunta Romi desde la puerta de mi habitación y salgo corriendo tras ella. —Vamos —caminamos rumbo a la salida, cuando Romi se acuerda de su teléfono y se devuelve a buscarlo. —Ahora sí —me lo muestra y lo guarda en su bolsillo.   Vamos en el tren a la Universidad de Princeton y como si fuera un milagro, no vamos tan retrasadas como pensábamos, aunque el tiempo se nos pasa más lento de lo que debería. Finalmente llegamos y corremos hasta el salón de clases, frenando en seco al darnos cuenta de que no hay nadie en este. Tragamos saliva pensando que es posible que hayan cambiado el lugar a última hora, como ya en otras ocasiones lo han hecho.   Romi saca su teléfono para llamar a algún compañero que nos de información. La veo mirar la pantalla y se pega un golpe con la palma en la frente, voltea los ojos y me muestra lo que está escrito. “Se pospone el examen para el martes siguiente, tampoco habrá clase ya que el profesor amaneció enfermo”. «Por eso era por lo que sonaba el teléfono mientras nos bañábamos», recuerdo.   [2021] Voy llegando a mi apartamento, después de llevar el último documento requerido en la universidad para poderme graduar. Estoy agotada, pero supremamente feliz porque todo el esfuerzo a lo largo de la vida está dando los frutos que hemos esperado.   Romina ayer llevó sus documentos pendientes, ya que tuvo el día libre y yo no lo había podido hacer, ya que por alguna extraña razón no podía descargar un certificado que necesitaba, pero ya hoy dejé todo listo.   Llego al edificio y el vigilante me recibe con una sonrisa amable y me extiende un poco de sobres y papeles que observo con detenimiento… Como es de esperarse, la mayoría son recibos de servicios públicos y el cobro del préstamo para estudios que ambas tenemos.   Subo hasta mi apartamento y apenas abro la puerta, mi atención se concentra en un sobre que tiene un sello reconocido “WCP”, que es la marca de los productos de belleza que me gustan usar.   Frunzo el ceño y abro rápidamente el sobre, rasgándolo todo y dejándolo inservible. Saco la hoja que está dentro y apenas leo, no puedo evitar soltar un grito y saltar emocionada.   —¡Romina! —grito emocionada al escucharla viendo televisión en su habitación. —¡¿Qué pasa?! —corre exaltada hasta donde me encuentro. —Tienes que leer esto —. Le extiendo la carta y su cara deja ver lo sorprendida y feliz que se encuentra. —¡No lo puedo creer! —sus ojos se llenan de lágrimas al igual que los míos. —Pero ¿cómo supieron de nuestro proyecto? —pregunta confundida y yo levanto los hombros sin poderle dar una respuesta concreta. —¡Ay, no lo sé! Precisamente ayer por la mañana deseé que consiguiéramos un empleo en el que podamos demostrar nuestras capacidades ¡Y mira! —suelto un grito agudo por la emoción.   Quito la carta de sus manos y vuelvo a concentrar mi mirada en la frase que dice “Nos complacería que las señoritas Medina y Mortenson, hagan parte de nuestra planta científica, ya que con su proyecto de grado “Regeneración celular a partir del uso de maquillaje enzimático, para personas con diferente problema dermatológico agudo y/o crónico”, han demostrado el potencial que tienen como Bioquímicas, para desempeñar labores científicas en nuestra empresa Walker Cosmetic Products”.   Romi sale corriendo a la cocina y en menos de dos minutos está de vuelta con dos copas y una botella de vino tinto para que celebremos que ya tenemos la mejor oferta de trabajo que podríamos haber pensado, sin habernos ni siquiera graduado.   En ese momento suena mi teléfono y corro a contestar. —Hola, Mason —saludo a mi novio. —Hola, Lizie —me contesta y lo escucho dudar —¿Pasó algo? Es que suenas diferente. —¡Nos hicieron una oferta de trabajo a Romi y a mí! —grito emocionada y se me hace extraño que se quede en silencio. —¿Escuchaste? —¡Oh, sí! Felicitaciones para las dos… Me alegra mucho —nuevamente se queda en silencio unos segundos, hasta que se aclara la garganta y pregunta —¿Cuál fue la oferta que les hicieron? —Es de WCP, para que seamos parte del personal científico —muerdo mi labio emocionada. —Wow, o sea que ahora serán mi competencia directa —contesta serio, haciéndome sentir un poco incómoda, pero después se apresuró a decir —es una broma… Me alegro demasiado por ustedes.   Mason trabaja en Magic Cosmetics, quienes son la competencia de WCP, pero por eso no debería haber ningún problema, ya que cada uno se encargará de lo que le corresponde.   —Es una oportunidad de oro que debemos aprovechar —le digo y hace un sonido afirmativo. —¡¿Te imaginas tener nuestro maquillaje hecho por nosotras mismas y adicionalmente poder llevar nuestros conocimientos a más personas?! —tomo la copa con el vino que me acabó de servir Romina y de un solo sorbo casi la termino. —Bueno, me parece perfecto… Supongo que ya tenemos celebración adicional para este fin de semana —. Levanto una ceja. —¿Por qué otra cosa vamos a celebrar? —pregunto curiosa y lo escucho negar. —Tranquilla, Lizie. Solamente arréglate bella para el sábado, porque vamos a ir a uno de los lugares que más te gustan —dice Mason.   Colgamos el teléfono y quedo un poco confundida.  ○○◘◘••♥♥♥••◘◘○○ Hola, bellas ♥◘♥ ♥ Bienvenidas a esta nueva historia ♥ Espero que les guste y no duden en dejar sus comentarios Recuerden que esta historia será de actualización diaria en octubre/2021 Agréguenla a su biblioteca de la app y síganme en mi perfil, así se enteran de cada vez que subo una historia nueva. También las espero en mi sss e IG en donde me encuentran como @Julycladeletras. En octubre también estará el libro "Dulce o travesura", en el que junto a 6 amigas, les traemos 7 relatos especiales de Halloween. Todos únicos y diferentes, así que no duden en agregarlo y leerlo. Además está mi relato "Una bruja de cumpleaños y hace parte de esta historia, así que léanlo.  Besos ♥
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