Capitulo 1: Cazadores de plata

1872 Words
En lo más profundo del bosque se escuchaban gritos desesperados de un hombre, el cual sin esperanzas de que alguien más lo socorriera, es alcanzado por una figura alta, fornida y con rasgos de un reptil. No muy lejos de aquel lugar, caminaban dos figuras altas con características femeninas, las cuales sacaron dos espadas cada una. Su instinto les guio hasta el lugar donde se encontraba el pobre hombre ya sin vida. Estaba a las orillas de un lago, el cual se tiño de rojo. Con tal escena, las dos chicas hábilmente se lanzaron contra el demonio, en segundos y sin darle ni mínima posibilidad de contraatacar o huir terminaron con su existencia. _º_º•_º•_º•_º•_º•_º•_º•_º•_º•_º•_º•_º•_ Pueblo de Ethan, 1470 En la plaza del pueblo de Ethan al medio día, se dio aviso de haber encontrado, en la cima de una montaña de un pueblo cercano, los cuerpos de una pareja joven. Se reportó que tenían expresión de horror, así como una gran herida en su estómago, el cual estaba completamente vació, es decir, no había rastro de órganos, carne o sangre, apreciare que había sido drenada. Los pueblerinos, al escuchar tal noticia, dieron aviso al jefe, quien realizó una reunión con los jefes de cada familia para resolver esta situación, ya que, no era la primera vez que se presentaba una situación así. Al notar la reunión, todos quedaron atónitos, más asustados y sin esperanzas, pensaron que los demonios los atacaban, ya que, había rumores de pueblerinos provenientes de pueblos cercanos, que unos demonios llamados Moork, se han liberado y ahora hacen estragos en todo el reino. Se dice que cada año cientos de estos devoran a todo ser que tenga entrañas sin compasión sea lo que sea, aunque son más de ir tras humanos. En la junta, todos los jefes se miraban unos a otros. La tensión consumía la sala, algunos mostraban signos de ansiedad moviendo las manos, pies, parpadeando y con las manos sudorosas, mientras que afuera se podía escuchar el pánico. Todo se interrumpió cuando el jefe se levantó dando un golpe en la mesa. . – ¡Silencio! Deben mantener la calma ante esto. -Dice molesto y frustrado, pero en sus ojos se miraba el mismo miedo que los demás, hasta que un joven castaño se acerca para hablar- . – ¿Y que se supone que debemos hacer? ¿Qué pasa si en realidad sí es un Moork o varios los que están entre nosotros? -Todos comienzan a murmurar mientras el jefe suspira- . – Si es así, ya mandé a llamar a los cazadores de plata. -replica, y todos dan pasos hacia atrás aún más asustados de lo que ya estaban. Otro hombre, molesto alza la voz- . – ¡Pero jefe, los cazadores de plata no son como nosotros!... ¡Ellos son unos monstruos! - Dice mientras traga saliva con fuerza- . – Lo sé, pero no podemos dejar que más personas mueran. -Dice el jefe, para después, agachar la cabeza junto con el resto. Nadie dio la orden, pero todos entendieron que no había más opción, así que, abandonaron el lugar. Ya en la salida, un chico con apariencia de 13 años, esperaba con desesperanza al castaño que emitió su réplica, ambos se observan y tratan de sonreír- . – Biel, ¿No deberías estar en casa? -dice el castaño despeinando al niño el cual se aleja un poco para contestarle riendo- . – Bueno, estaba jugando con el hijo del jefe y pues escuche todo, son muy ruidosos. -responde, con un poco de vergüenza- . – Así que oíste todo ¿No? - Contesta y se pone las manos a la altura de la cintura- . – No todo, pero... ¿Qué es eso de los cazadores de plata? -preguntó el chico con cierta curiosidad, lo que hizo que su hermano mayor solo suspirara y le explicara un poco, no sin antes dejar salir un suspiro un tanto pesado- . – Los cazadores son "personas" que se enfrentan a los demonios Moork, se les llama cazadores de plata por sus ojos, armaduras y armas... -Antes que este terminara de hablar, varias personas comenzaron a correr a la entrada de una casa cercana, ya que decían que dos cazadores habían llegado. El joven Biel, al ser algo curioso, corre a donde todos, intenta abrirse paso entre la multitud hasta que logra subirse a unas cajas para alcanzar la ventana. Biel miró a dos chicas, una con el cabello color rubio pálido hasta medio cuello, expresión seria y complexión delgada; mientras que la otra, tenía el cabello un poco más corto algo alborotado y era castaño, su complexión similar a la de su compañera, en cambio, su expresión era más tranquila. Biel, mirando a aquellas dos chicas, les sonríe, sin embargo, los aldeanos se alejan de ellas con rostros de miedo. Biel, al no entender, decide seguirlas oyendo uno que otro susurro de la gente hacia las chicas definiéndolas como monstruos. Sin prestarles atención Biel siguió a las chicas hasta la casa del jefe donde él mismo hablaba con ellas con algo de miedo. . – No pensé que llegarían hoy... Em, este es el pago ¿Podrían encontrar al Moork hoy mismo o cuando tiempo necesitan? -dice el jefe, un poco nervioso al estar ante dos cazadoras mientras les acercaba un costal pequeño con monedas de oro hasta que la castaña habló- . – Guarde el dinero, cuando acabemos el trabajo alguien vendrá a recogerlo -esta sonríe leve hacia su compañera para que esta explique la situación- . – Si realmente se trata de un Moork, tendremos que separarnos, así podremos detectar su aura por el pueblo. Además, nos hemos tardado bastante, así que es probable que esté oculto... No se preocupe, en unas horas encontrará el cadáver del monstruo o el de nosotras -Los diálogos que el joven escuchó son entrecortados, pero era claro que ellas irían tras el monstruo. Después, las personas se disiparon, temiendo que pudieran ser asesinados por curiosos. Biel se esconde entre las cajas con su mirada a la ventana. Es ese momento nota que ambas salen de la casa dejando al jefe temblando, este no podía ni levantarse del miedo que le generaron las chicas- Biel miró al otro lado, donde ellas caminaban de forma segura y retante. Toda la escena le causa más curiosidad, así que les sigue de forma sigilosa. Después de unos minutos, se separan. La rubia notó su presencia, así que, en un arrebato de instinto de caza, saca su espada dando media vuelta y poniendo la punta del arma blanca en el cuello del chico, quien, le miró temeroso mientras derrama sudor frió. La chica suelta un suspiro pesado al ver que solo era un niño. Guarda su espada y sigue con su camino, aunque después de unos pasos, seguía sintiendo la presencia del chico, aunque esta vez no le tomó importancia. Después de un largo recorrido, esta se detiene para ver al chico de reojo. . – ¿Por qué me sigues? ¿No deberías estar en tu casa con tus padres? -Exclama, frunciendo el entrecejo- . – Oh... Bueno no, en realidad, mis padres fallecieron. - Responde el chico, con una mirada triste y nostálgica- Al oír eso, la rubia solamente se dio la vuelta en silencio para seguir su camino. Continuó su travesía, así pasaron las horas y el sol comenzó a descender. Llegaron a una parte alejada del pueblo, en los rincones, donde solo los débiles como los Moork se ocultan. Entonces arribaron a un túnel donde se detuvo, dejó sus armas y se preparó para dormir un poco, sentándose en aquel suelo frío y comenzando a recostarse. Biel, a pesar de estar cansado, con los pies hinchados y la boca seca, siguió tras ella hasta el túnel. Se sentó a un lado mirándola confundido, se quitó su capa y se la dio cubriéndola. . – Sabes... Me agrada que ustedes estén aquí, mis padres fueron los primeros en ser asesinados por el demonio -el chico miró a la nada con algo de nostalgia, aunque también con una sonrisa leve. El momento se vio interrumpido cuando recordó sus labores, levantándose rápido- Perdón que te deje aquí, pero tengo que irme... Tengo que hacer la cena. Nos estamos quedado en la casa de un amigo de mi hermano y... Pues... Tenemos que ayudar ¡Nos vemos!... Ah por cierto ¡Soy Biel! ¿Cuál es tu nombre? -Exclamó el chico, un tanto nervioso mientras la rubia le mira con algo de indiferencia- . – No importa mi nombre... Lo olvidarás en poco tiempo. -Responde y aparta la mirada de él. El chico la miró, sus sentimientos eran una mezcla de pena, humildad y tristeza para después soltar un suspiro y se retiró corriendo, dejando una ligera brisa en el túnel- Mientras Biel llegaba a la casa de Melk, el mejor amigo de su hermano mayor Rak sentía un aura extraña justo al estar frente a la puerta principal. Algo asustado, abre la puerta tratando de actuar normal, pero eso no sirvió de nada. Justo al entrar, ve en media sala a Melk inerte y rodeado de un gran charco de sangre, dándole la espalda a la puerta. Ante aquella escena Biel, sin saber qué hacer, fue a revisar a Melk, pero notó el abdomen abierto de su amigo como un hueco vació. Asustado, Biel quedó en shock, por su rostro ocurren lágrimas y fluidos nasales, su expresión es terrorífica y con su mirada perdida en la nada. El joven cayó de rodillas haciendo un eco en la casa. Más tarde una voz familiar lo hace volver en sí. . – Biel... Me alegra que hayas llegado temprano. -la voz de Rak se logró escuchar no muy lejos- . – ¿Hum? ¡Hermano! Melk está.... ¿Ra-Rak? - Dice Biel mientras se intenta limpiar el rostro para regalarle la mejor cara a Rak, quien sale de uno de los cuartos cubierto de sangre, la cual le goteaba de los dedos- . – Je... Sí, lo sé, sabía muy bien. -Dice, soltando algunas risas escandalosas, mientras se distorsionaba su cuerpo para volverse más alto y fornido. Su mandíbula se deformó volviéndose más ancha, donde crecían más dientes afilados. Sus ojos parecían los de un felino emitiendo un brillo dorado casi cesante; y el color de su piel cambió a uno verdoso con algunas escamas. Biel, volvió a entrar en shock, incluso agitó la cabeza al ver tal escena. –¿Y bien? Nunca lo notaste ¿No? Que tonto humano. Me habría quedado más tiempo así pero no puedo, mucho menos teniendo a esas cazadoras tras de mí -Decía el monstruo, quien había tomado el cuerpo de Rak- La bestia, comienza a acercarse de forma amenazante hacia Biel, mientras sus garras crecían. El humano sin poder hacer nada, solo se quedó inmóvil del miedo. De pronto, un sonido extraño hace que ambos voltean a la puerta, donde estaban las dos cazadoras las cuales no dudaron en lanzarse sobre el monstruo dándole tiempo a Biel para que se escondiera.
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