2| CAFETERÍA.

1263 Words
Tanner. Valerie pegó sus labios a mi y no dude en llevar mis manos a su trasero para levantarla y colocarla sobre mí. Sus manos llegaron a mi nuca y esta vez profundizo más el beso así que llevé mis manos a su espalda bajo y empecé a subir su blusa hasta lograr quitársela por completo. ─¿Quieres hacerlo? ─pregunté y ella asintió. De un momento a otro Valerie ya se encontraba desnuda sobre la cama así que empecé a deshacerme de mi pantalón y mi bóxer. Tomé un preservativo de la mesita de noche y lo rodé por mi m*****o para adentrarme en ella. ─Tanner ¡Dios! Me estás haciendo daño. ─Ni siquiera te la he metido completa ─respondí. ─Eres muy brusco y te he dicho muchas veces que seas un poco romántico conmigo. Me levanté de entre las piernas de Valerie, me deshice del preservativo y caminé hasta donde se encontraba mi pantalón, arreglé mi polla en el bóxer y salí de la habitación. ─Tanner ─me llamó, pero la ignoré y continué mi camino hacia la cocina. Llegué al refrigerador y tomé la jarra del zumo de naranja para servirme un poco en un vaso y luego lo llevé a mis labios. ─¿Qué pasa contigo Tanner? ─preguntó Valerie llegando a la cocina. Se encontraba arreglando su vestido. Se supone que íbamos a tener sexo, pero con ella nunca se sabía ya que siempre se quejaba que era duro con ella y sobre todo nunca llegaba a algo más que un simple toque. Estaba harto en pocas palabras. »─¿Porque me dejas excitada siempre y no terminas lo empezado? ─preguntó caminando hasta a mí. ─Porque no dejas de quejarte. ─Yo no tengo la culpa que tengas una polla tan grande y que me haga daño cada vez que tenemos sexo. Negué con la cabeza ante su aclaración. ─Es un don que Dios me dio ─solté. Caminé hasta la encimera y tomé las llaves de mi Jeep, para ir a la famosa cafetería en donde los chicos me estaban esperando. ─¿A dónde vas? ─preguntó Valerie a mi espalda. ─A la cafetería. ─Voy contigo. Estaba estresado de esta chica definitivamente, ahora entendía lo que Andrew decía todo el tiempo sobre Valerie y yo trataba de defenderla. Ya tenía dos meses soportando sus comentarios irónicos y la falta de sexo ya que nunca lograba correrme con ella. Llegué hasta mi camioneta Jeep color n***o y subí para mantenerme unos cinco minutos esperando por la princesita Sofía que decidiera salir del castillo. Cuando lo hizo pude ver que salió con un nuevo vestido y con su cabello fuego suelto. Subió al asiento del copiloto y me regaló una sonrisa de esas que me a veces me recordaban el porque estaba con ella y lo buena persona que era. ─¿Tus amigos están en la cafetería? ─preguntó. ─Sí. ─¿Puedes dejarme después en casa de Daniela? ─Sí Valerie, está bien ─respondí rodando los ojos. Puse el auto en marcha y nos mantuvimos en completo silencio, mientras conducía hasta la cafetería. Veinte minutos después aparqué frente a está, tomé la boina del asiento trasero y me la puse para luego salir del auto. Valerie tomó mi mano y me dio un beso corto en los labios antes de entrar a la cafetería. Pude observar a mis amigos en una mesa al fondo y Andrew se encontraba mirando hacía los estacionamientos. Volteé y observé una motocicleta salir junto a una camioneta blanca. ─Miren quién ha llegado ─soltó Lindsay con una sonrisa. Caminé hasta ella y le di un beso en la frente para luego chocar mi puño con Andrew y luego con Josh. Valerie se mantuvo a mi lado sin siquiera dirigirle la palabra a mis amigos, ya que ninguno se llevaba muy bien con ella y sobre todo Lindsay quién ya la había despeinado en una ocasión. ─¿Dime que la viste? ─soltó Andrew. Inmediatamente volteé mi mirada a Valerie quien estaba con una expresión sería. Le tendí la mano y ella la tomó sonriéndome, tomé lugar alado de Josh y ella se sentó en mis piernas. ─¿A quién tenía que ver, Andrew? ─soltó Valerie. ─Tu dignidad ─respondió Lindsay y Josh soltó una carcajada. ─Lindsay ─advertí con una sola mirada y ella levantó sus manos en señal de rendición. ─Tengo noticias para ti Tanner ─soltó Andrew. ─¿Cuáles son? ─Hoy habrá una pelea callejera a las ocho y supongo que vas a estar ahí ¿Cierto? ─Claro, no me lo perderé. ─Amor, irás a esas peleas a hacer nada recuerda que nadie quiere pelear contigo, todos te temen ─soltó Valerie. Y era cierto, hace dos semanas me había convertido en el más temido de las peleas callejeras, nadie quería pelear conmigo porque terminaban en el hospital y sobre todo siempre ganaba el maldito dinero. Andrew miró en mi dirección y luego se levantó de la mesa, así que le pedí a Valerie que se levantara de mis piernas para seguir a Andrew. ─¿Qué pasa? ─pregunté caminando a su lado hasta la puerta principal. El aire de la naturaleza golpeó mi rostro, llevé mis manos a mi bolsillo trasero sacando un encendedor para luego sacar un cigarro y llevarlo a mis labios. Me recliné sobre mi auto y Andrew sobre el suyo llevando un cigarro a sus labios de igual manera. ─No me digas que sigues con ella Tanner ─soltó. Ya sabía que hablaba de Valerie, absolutamente nadie se llevaba con ella, solo su querida amiga Daniela. ─Estoy pensando en romper con ella, pero... ─¿Pero qué? Claramente está a tu lado para alardear que es la novia del "Gran Tanner" ─Es difícil buscar un momento para hablar con ella, sabes que está loca ─aclaré. ─No quieres romper con ella porque te la follas cuando quieres y ella está contigo por tu dinero. Solté una carcajada y luego expulsé el humo de mi cigarro ─¿Sabes que tener sexo con ella es algo extraño? ─¿Por qué? Vives conmigo y he escuchado como grita cuando está en tu habitación. ─Grita solo con la punta, nunca la he penetrado como Dios manda, nunca me he corrido con ella y... ─¡¿Qué?! ─gritó. ─Así es, no me gusta hablar mal de las mujeres, pero ella no me llena, no me ha chupado el pene porque dice que nunca lo ha hecho porque le da asco, no me masturba porque dice que le intimida mi pene, cuando estamos a punto de follar la tengo en una posición, solo hago entrar en ella y comienza a gritar como una loca diciendo que me detenga y si acaso le he metido la mitad. Andrew soltó una carcajada y negó con la cabeza. ─Con más razón hermano, aléjate de esa bruja. ─Buscaré un buen momento, quizás hoy después de las peleas, también estaba pensando en mudarme de tu departamento y buscarme uno… ya sabes ─pasé las manos por mi rostro ─Siento que estoy invadiendo tu espacio. ─Claro que no, te conozco hace ocho meses y te has convertido en un hermano para mí, no me molesta tu presencia en mi departamento, pero la de esa bruja sí. Negué con la cabeza dándole la última calada a mi cigarro para luego tirarlo al suelo. ─A Valerie no le gusta que fume ahora me lo recalcara nuevamente ─solté. ─Dile a Lindsay que le dé una buena golpiza de nuevo. ─Ganas no le faltan a mi querida prima ─dije antes de caminar hasta la puerta de la cafetería nuevamente.
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