Siempre te he amado 10 (Saga primero amor libro 3)

11 años antes Marena -Mamá, Violeta se ha quedado en el salón para limpiar- mencione llegando a la entrada de la escuela donde mis padres y tíos nos esperaban -Muy bien mi pequeña, entonces la esperamos- mi madre sonrió con ternura haciendo que mi padre la mirara con amor -Mar, cariño- mire a la tía Adri- ¿Has visto a Santi y a Dani? - pregunto y yo negue -A Santi no- fui sincera- Pero Dani se quedó con Violeta y Perla, Esteban fue al baño- ella asintio al igual que el tío Alexei. El siempre me daba miedo, tenía cara de enojado casi todo el tiempo pero cuando estaba con la tía Adri parecía ser otra persona, se veía más feliz -No puedo esperar más, tengo un caso importante- menciono el tío Joel- Piccola, ¿Puedes ir por Perla? Necesitamos irnos ya- asentí y me aleje cuando la tía Megan suspiro. Corrí hasta el aula donde me daban clases y ya estaban por terminar de limpiar sus lugares. -¿Limpiaste tu lugar? - pregunto Violeta al verme -No ensucie nada- me encogí de hombros, yo ni loca limpiaba, venía a estudiar no a limpiar -Pero te regañaran- menciono Perla y yo negue -No me importa- admiti- Tus padres están esperando, parece que tiene prisa para irse- ella asintio tomando sus cosas -Entonces me voy, iré con mamá al hospital- menciono feliz y yo sonreí -Ojalá y mamá también nos llevará- suspiré- Pero nos quedaremos con la tía Adri- Violeta suspiro -Ya termine podemos irnos- tomo su mochila y las tres salimos del aula para acercarnos a la puerta -¿Donde está Esteban? - Perla miró de un lado a otro -En el baño- me encogí de hombros -Dani también fue al baño vamos a esperarlos- menciono corriendo al baño y yo suspiré caminando detrás de Perla. El timbre de la escuela sonó anunciando la salida de los grupos más grandes, la multitud comenzó a salir y yo suspiré. -Los espero aquí- me senté sobre una banca y moví mis pies de arriba a bajo mientras esperaba. Sentí un cuerpo sentarse a mi lado y me gire para verlo, Santiago era el más guapo de todos mis primos, sus ojos verdes y cabello castaño me gustaban mucho, aunque Dani era muy parecido a él. -¿Porque estas sola? - pregunto y yo negue -Estoy esperando a los demás no deben tardar- junte mis manos sobre mis pies y suspiré -Mar le gustas a uno de mis amigos- lo mire y me reí -No le puedo gustar- mire a mi padre quien nos miraba detenidamente, sabía que los demás nos miraban igual pero solo mi padre importaba -Eres muy bonita, me dijo que te preguntará que si querías ser su novia- Mordí mi labio y negue -No, no quiero novio mi padre le pegaría- fui sincera- Además tengo 7 años, no tengo edad para un novio- el sonrio -Es bueno escuchar eso- suspiro aliviado- Por más que le dije que no querrías insistió- se burlo -¿Cuál de todos es? - pregunte mirando a su grupo de amigos quienes sonreían -Paolo- mi vista se enfoco en el chico rubio de ojos marrones -No está mal- fui sincera de hecho era un chico lindo pero como lo dije antes no me interesaba- Pero no, no quiero novio- suspiré -Me alegra mucho- lo mire confundida y junte mis cejas cuando toco mi mano- No quiero que tengas novio, tampoco que nadie te mire- me había perdido con sus palabras -No te entiendo- admiti pero no respondió nada solo me miro y suspiro antes de que sus labios tocarán los míos haciendo que abriera los ojos sorprendida. Solo fue un pequeño beso, uno que me dejó completamente confundida y por instinto mire a mis padres, todos parecían confundidos pero mi papá, el estaba rojo de coraje. Después de eso no dijo nada solo se puso de pie y se alejo, mis primos y hermana llegaron y yo seguía en trance. Y bueno todos dirán ahí termino todo, lo olvidarian pero no fue así mi padre se peleo con el tío Alexei por horas haciendo la situación aún más incómoda, sin contar que ese sería un tema que tocarían el resto de nuestras vidas. ....... 11 años despues 11 malditos años y seguía recordando ese día como si el tiempo no hubiera pasado, a pesar de que ya nada era igual. Había crecido, ahora tenía 18 años y tenía una gran fila de pretendientes al igual que Violeta pero ella era aún más selectiva. -¿Estás preparada? - pregunto Violeta sacándome de mis pensamientos -La verdad no- admiti cerrando mi maleta- Me siento nerviosa- suspiro y se acerco a mi con una sonrisa -¿Es porque veras a Santi? - la mire por un segundo y evadi su mirada, esa era una gran desventaja de tener una hermana gemela, conocía cada parte de mi y cada una de mis expresiones a ella no podía mentirle porque lo descubriría sin dudarlo -No, lo hemos visto cada año en las fiestas y nada ha cambiado- asegure sentandome en la cama -No es lo mismo verlo por una semana a tener que convivir durante meses- suspire -Eso es pasado Violeta, continue con mi vida, ese beso de críos se quedó en pasado, un simple recuerdo- ella asintio -Si tu lo dices- se encogió de hombros- Pero te recuerdo que te conozco mejor que a mi misma y se que en el fondo sigue algo aquí- señaló su pecho y yo suspiré -Deja de decir tonterías, no siento nada por el, soy un alma libre, tampoco creo en el amor por lo que eso está fuera de mí rango, solo me dedicaré a mis estudios- ella sonrió -Es bueno escuchar eso, porque no sabemos qué encontraremos al llegar a Italia- salió de mi habitación dejandome completamente confundida, sabía que cualquier cosa podría pasar, que podía encontrar cosas que no me agradarían pero era fuerte, tan fuerte como mi padre. Porque si, yo era igual a él, una mujer difícil y completamente decidida y ningun hombre o amor de la niñez cambiará mi decisión. Al día siguiente tomamos el vuelo para regresar a Italia, no voy a negar que mi padre no quería que lo hiciéramos pero mi madre había tomado la decisión y aquí estamos, de regreso a donde todo comenzó, al lugar donde conocí el amor y al mismo tiempo conocí la más grande decepción, donde supe que no todo lo que deseas se puede cumplir, lo viví en cada año que lo veía, cada vez creciamos más y con ello se fue apagando el amor que alguna vez sentí por el, no porque quisiera, sino porque veía en lo que se había convertido y estaba segura de que no quería eso en mi vida, además éramos familia y aunque no lleváramos alguna especie de conexión sanguínea, sería extraño tener una relación con tu primo, tu sexy primo que era capaz de mover tu mundo entero si así lo quisiera.