Doble personalidad

1911 Words
            La madrastra de Catalina, es tan ambiciosa que se coloca a molestar a la abuela de su hijastra, solo para sacarle dinero y aprovecharse de su buena fe, ya que es una persona que también ha buscado por muchos años el paradero de su nieta pero no lo ha logrado porque el padre de Catalina se alejó de esa familia porque no aceptan su relación, cuando jóvenes, por la diferencia de clases sociales y estilos de vida. Sin embargo, la señora Viviana solo quería enriquecerse ilícitamente con su hija preferida Sandra.             Después de esa llamada inquietante a Doña Francisca quedó tan afectada, que casi de la emoción le da algo sin embargo pudo lograr estabilizarse con ayuda de su servicio, la emoción era tan evidente que su otra hija Marisela Montes, le hace pisar tierra, ya que ella lo único que se le ocurría era que eso del paradero de su sobrina después de tantos años seguro era una gran estafa, solo con la intención de cobrar dinero por información falsa, ya que era evidente que si los detectives privados no habían podido conseguir información sobre el paradero de la chica que hoy día debe tener unos 23 años más o menos de edad, mucho menos una extraña, que ni siquiera se sabe quién es.               No obstante, Doña Francisca estaba tan feliz que no le importaba perder miles de dólares con tal y saber algún detalle sobre la ubicación de su nieta y llevarla a vivir a su mansión para que disfrute de todo lo que le pertenece.             Ana la prima de Luis Fernando es tan tímida y reservada, que hasta anticuado se vestía, no salía a fiestas, a pesar de que es joven, se viste de una manera muy discreta, al verse como si fuera una monja sin serlo, siempre cargaba la biblia bajo el brazo y todo le parecía pecado, sin embargo tenía un problema serio de personalidad que se le podía retribuir a un trastorno de personalidad, que aún no sabía que lo tenía, porque no se lo han detectado, es que ella es sola, retraída, callada, pero por las noches se transforma en una mujer de fuego y ardiente a la que llama Penélope, para evitar que la descubran usa pelucas y lentes de contactos, su personalidad es totalmente lo contrario a su Ana sencilla y tímida.             Por las noches se acerca a bares a hablar con hombres y seducirlos y así satisfacer sus deseos más retorcidos y necesidades como mujer, pero lo grave del asunto es que ella no se da cuenta de estos cambios en su personalidad, porque de día es un ángel y alma buena, pero por las noches es una diabla y picante hembra en la cama. Quizá al sentirse rechazada de niña por sus familiares y que haya quedado al cuidado de los hermanos Salinas, hizo que creara este trastorno,             Catalina, está en su casa preparando comida para salirle al ruedo a trabajar como siempre, ve que su madrastra la señora Viviana estaba lavando ropa y tendiendo en el solar de la casa, su hogar es humilde, una casa modesta, con 4 habitaciones, 5 baños (4 en habitaciones y uno público), una cocina más comedor en espacio abierto, junto con la sala, y el área de lavandería, y solar o jardín trasero. En eso el padre de Catalina, el señor Julio llega ebrio de la calle en pleno día, y la esposa la señora Viviana empieza a tratarlo mal y a ofenderlo, creando una fuerte discusión entre Catalina y ella, ya que no toleraba que tratara de esa forma a su padre, por el estado de ebriedad en el que se encontraba.               Por no quedarse callada la señora Viviana, Catalina se le va como una tigra a halarle los pelos y a enseñarle a través de los golpes ya que no entendía con palabras que tenía que respetar a su papá. Fue tan fuerte fue la pelea que Sandra sujetando por un lado a su mamá y Pedro sujetando por otro lado a su hermana, salieron en ayuda para separarlas porque si no iban a terminar matándose una a la otra.             Al separarlas, Viviana ofendió a Catalina llamándola bastarda por ser huérfana de madre, y eso le afectó porque ella nunca conoció a su mamá y era un tema bastante sensible para nuestra Catalina. Asimismo la tal Viviana le grita que nunca a Catalina un hombre la vería con buenas intenciones, porque no tenía clase, por ser agresiva y peleonera, peor Catalina no se quedó atrás y solo le dijo que si a ella la buscaban la iban a encontrar y solo defendía los derechos de su padre, y que ella siempre seria indomable y jamás se dejaría pisotear por nadie.             Después de ese incidente, Catalina la deja claro a su madrastra que más nunca volviera a referirse mal de su padre sino se las vería con ella, agarra sus almuerzos y los embala todos para irse a venderlos. No quería estar en esa casa donde solo se respiraba odio de parte de esa mujer.             Al llegar a los campos cercanos a la casa grande de los Salinas, estaba Luis Fernando y parte de sus trabajadores, trabajando en la tierra, llego con mi alarma de costumbre y acomodo el lugar de comida para ellos. Luis Fernando se da cuenta que soy la chica del accidente y se acerca a saludarme de una forma muy cariñosa y afectiva: —   Hola Catalina, ¿te acuerdas de mi preciosa? —   Luis Fernando, ¿eres tú? —   Sí, mi bello y hermoso ángel caído del cielo, que me salvo de la muerte. —   No digas eso, ya veo que estas recuperado totalmente, que bueno. —   Si ya estoy trabajando. —   ¿trabajas aquí en estos campos? —   Sí, pero soy el dueño de estas tierras. —   ¿De verdad?… no sabía, me imaginaba que eras de buena familia, pero no tenía idea que eras de esta zona. Además siempre he vendido aquí comida, pero antes no te había visto. —   Sí, es que años anteriores estaba casado. —   ¿eres casado? —   Soy viudo, mi esposa falleció lamentablemente en un accidente. Es un cuento largo y doloroso para mí. —   Entiendo, no es para menos, se nota que la quisiste mucho porque aun te refieres de ella con dolor. —   La ame mucho Catalina, me dolió mucho perderla. —   Lo siento de verdad. —   Pero ahora estoy libre, no se a lo mejor algún día conozca a mujer dulce así como tú, que me ayude a olvidar mi pena y herida. —   Luis Fernando, que cosas dices… tengo que atender a la gente, quisieras probar mi comida, mira que yo cocino de lo más rico. —   Claro, me voy a sentar por aquí y esperaré. —   Qué bueno, y que quisieras o que se te antoja, porque tengo pollo a la jardinera, nuggets de pollo con ensalada cesar, asado n***o y de comida rápido hamburguesa mixta y especial, carne en todas las presentaciones y milanesa de pollo. Perros calientes también tengo, no se decide. —   No mujer, me la colocaste difícil y si dices que cocinas divino, pues fíjate que voy a querer asado n***o. —   Ya te lo caliento y te lo sirvo. —   Muchas gracias preciosas.   Al rato Catalina le da la comida a Luis Fernando y comienza a deleitarse con los trabajadores, todos comienzan a hablar entre ellos que Catalina es muy buena cocinando y tiene buena sazón, la autoestima de Catalina subía hasta el cielo al escuchar a su enigmático hombre. Porque para Catalina Luis Fernando no era indiferente. Pasan los minutos y todos terminan de comer y cancelar sus comidas, le quedaban alguna y ella tenía que retirarse, para ir vendiendo por la calle y llegar a la playa también. Pero antes de que se fuera Luis Fernando se le acerca y le hace una propuesta: —   Veo que te tienes que ir. —   Si tengo que terminar de vender los almuerzos. —   Te va a ir bien, porque tienes buena mano y seguro cuando prueben tu comida seguirás con tu clientela. —   Así es gracias, por sus buenos deseos. —   Quería preguntarte algo. ¿en la noche que harás? —   ¿Por qué la pregunta Luis Fernando? —   Es que me gustaría que saliéramos a dar una vuelta, no se ir al cine, invitarte a cenar. Claro si tú quieres… — Catalina se sonríe con pena. —   Bueno esta noche no tengo nada importante que hacer. Así que no veo ningún problema en aceptar tu invitación. —   Bueno, te recojo a eso de las 7:00pm. Me anotas aquí tu dirección. — me pasa una hoja con un lápiz y le anoto mis datos. —   Perfecto. Aquí tienes. —   Adiós ángel. Nos vemos en la noche. —   Adiós Luis Fernando. Luis Fernando se va a la casa grande y al llegar su hermana se lo come viva porque el no llego a almorzar y empieza  a regañarlo como si fuera la mamá de él.   —   ¿Por qué no viniste a comer? —   De cuando acá tengo que rendirte cuenta de mis actos Verónica? —   Estabas en los campos es de lógica que vengas a comer a la casa. —   Bueno comí afuera, tiene algo de malo eso. —   De cuando acá, cuidadito andes por ahí de picaflor. Mira que tu tienes que salir y coquetear es con Rocío. —   Yo no quiero salir con Rocío, no me gusta y no soy ningún canalla para estar casándome por dinero y amargarle la existencia a Rocío Olivares. —   Todavía sigues llorando a la muerta. —   Respeta a Paulina, respeta la memoria de ella. —   Rocío es nuestra salvación de la quiebra. —   Sabes que Verónica si me voy a casar pero no con Rocío sino con otra mujer que si me guste y me llene.   —   ¿Es de dinero? —   No aprendes hermana, ve con Dios. Iré a cambiarme tengo cosas que hacer.             Quien sabe que le pasa al bobo de mi hermano seguro va y se fija en la primera mosquita muerta que se encuentre en la calle solo para llevarme la contraria y hacerme la vida cuadros.             En eso la prima de Luis Fernando se prepara para ir a un bar de visita y seducir a cualquier hombre que le parezca atractivo en la calle. Revisa su maleta con llave y la abr, saca de allí su peluca color cobrizo, y se coloca unos lentes de contacto color verdes aceituna, busca un vestido bastante sensual color n***o y unas plataformas de casi 12 centímetros de alto. Ella espera siempre que se hagan las 12 de la medianoche para salir en un taxi de la casa de los Salinas, mientras que se hacia la hora ella se resguardaba en su habitación esperando la hora para salir.             Mientras, más temprano Luis Fernando se estaba arreglando para ir a casa de Catalina y pasar por ella para la noche que él le prometió. Mientras que en casa de Catalina, ella estaba bien emocionada midiéndose vestidos sencillos para ver que le quedaba mejor para su gran cita, estaba frente a un espejo probándose a ver qué era lo más bonito que le quedaba porque quería deslumbrar a Luis Fernando. Así que opto por uh vestido blanco ya que él la llamaba su ángel.  La emoción de Catalina se notaba a leguas. Tenía una cita con el hombre de sus sueños. 
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