¿Un amor para siempre? 9 (Saga primer amor libro 2)

Emma Me había preguntado ¿Cómo se sentía amar a alguien? Pero a la vez era indispensable para mi vida. No necesito amor cuando lo tengo todo, tengo una familia que me ama, un trabajo que me consume la mayor parte del tiempo y una paz que me renovaba a cada momento. A decir verdad había superado todas mis crisis gracias al apoyo de mis padres, aunque recuerdo que mi padre solía ser la persona más frívola del mundo cuando Adri llegó a nuestras vidas todo cambió, me cuido y me crío como su fuera su propia hija, mi padre cambió mucho y ahora teníamos una familia enorme. Crecer rodeada de puros hombre no fue fácil pero cuando cumplí 10 años llegó la pequeña Lina, decir que estaba celosa fue poco, sentía que habían dejado de quererme, que mamá ya no me amaba y que papá al fin tenía la pequeña versión de Adriana pero estaba muy equivocada. Jamás dejaron de quererme y sin duda me había esforzado cada día para ser la hija que ellos merecían, digamos que era una mini versión de mi padre, aunque físicamente era idéntica a mi madre, el cabello rubio, los ojos celestes, todo en mi se asemejaban a las fotografías que habían en casa, porque si a mamá jamás le importo que las fotografías siguieran ahí, aunque al crecer decidimos quitarlas y dejar solo una al final del pasillo. -Emma- me llamó mi padre haciendo que levantará mi mirada, me había metido en mis pensamientos en medio de una reunión- ¿Te sientes bien? - pregunto y yo asentí -Lo siento- me puse de pie- ¿Podemos comenzar con la reunión? - pregunte y mi padre negó -Estamos esperando al nuevo socio- menciono y yo rode los ojos Conocía al nuevo socio, había cursado la universidad conmigo pero simplemente no nos llevábamos, el era un mujeriego y yo centrada en mis estudios, por la simple razón todos veían en mi un signo de euros, y me negaba a tener personas a mi lado que solo vieran eso. -Se supone es una reunión profesional no tolero los retardos- me cruce de brazos y mi padre sonrió un poco mientras los demás se miraban entre sí, estaba el tío Joel quien mordió sus labios para no reírse, había también diseñadores y mercadologos -Emma se que no es ético pero debes tener paciencia- menciono mi padre -Tal para cual- menciono mi tío haciendo que varios se rieran y yo rodé mi ojos -Necesito un té- eleve la voz- Corinna necesito mi té y que sea doble- mencione frustrada y ella asintio saliendo de la sala de reuniones -Vamos sobrina, relájate un poco- menciono mi tío entre risas -¿Qué me relaje? - me rei- Somos una empresa profesional y aquel que considere que la puntualidad no es vital entonces puede retirarse- mi padre elevó la ceja- Lo siento padre pero voy a cancelar la reunión, cuando tu nuevo socio aprenda a contar el tiempo como es debido retomamos la reunión- recogí mis documentos y me gire para salir pero el cuerpo de un hombre me impidió salir, el muy imbecil tenía una sonrisa en su rostro y al parecer me miraba divertido. -Valla princesa creo que el señor Santoro tiene razón deberías relajarte un poco- menciono levantando una ceja -¿Quién te crees tu para decirme que hacer?- objete -Aquí esta su té señorita- Corinna entro a la sala con un te en sus manos -Gracias- extendí mi mano para tomarlo pero el idiota fue mas rápido y le dio un sorbo- Aparte de metiche maleducado- bufé- ¿Acaso nadie te ha enseñado modales? - pregunte molesta- Corinna traime otro por favor- pedí un poco más calmada por lo que asintio y salió de nuevo -Toma este, esta muy cargado- dejo el vaso en la mesa y yo bufe -¿Porque sigues aquí? - pregunte molesta y el sonrió, nadie decía nada, mi padre analizaba la situación y Joel parecía divertido mientras que los demás solo se miraban entre si -Cierto no me he presentado- se toco un poco la barba y sonrió- Fernando Ferrer dueño de la empresa MODAUT- extendió su mano hacia mi y yo suspiré para después sonreír -No importa quien seas, que vayas a ser el nuevo socio de nuestra empresa no te da privilegios- ignore su mano por lo que terminó bajandola- Llevamos media hora esperándote y todos tenemos cosas que hacer- el sonrio -Muñeca estamos perdiendo más tiempo con esta discusión, podemos iniciar de una vez- se sentó a mi lado y sonrió -No me llames muñeca- mencione molesta- Como ya les he dicho la reunión se cancela- mire a mi padre- Hablaré con Cori para que la reprograme, todos tenemos obligaciones en esta empresa, regresen a su trabajo- le di una última mirada al socio de mi padre y camine a la salida -Relájate un poco muñeca- grito y yo bufe -No me llames muñeca- salí de la sala sin escuchar más y me deje caer en la silla. ¿Quién se creía ese idiota? Aparece tarde, se toma mi té, me llama muñeca y aún así quiere que continue con la reunión. Es un cretino, un mimado, si desde ya me cae mal a pesar de que no nos hemos tratado lo suficiente, pero había algo en el que no toleraba a pesar de que el muy ingrato era jodidamente guapo -¿Se puede saber que haces Emma? - pregunto mi padre entrando a la oficina -Ni me mires con frialdad, esa mirada ya no funciona conmigo padre, mira que la he desarrollado a la maravilla- lo mire de la misma manera y el suspiro -Déjate de juegos Emma, ¿Porque trataste así a Ferrer? - pregunto y yo suspiré. -En esta empresa todos somos por igual, odio la impuntualidad y eso lo sabes, no por ser tu nuevo socio voy a tolerar esta falta de respeto hacia nuestros compañeros- mire los archivos- Y encima se toma mi té es un cretino- mencione en voz baja y el sonrio -¿Todo esto es por el té? - pregunto sentándose frente a mi -Claro que no, esto es por sus aires de presumido se cree mejor que todos y eso no lo permitiré en esta empresa siempre hemos trabajado por igual y no cambiará nada- asintió -La verdad odie que te dijera princesa y muñeca- bufo- ¿Quién se atreve a llamar de esa manera a mi hija? - sonreí -Créeme que jamás me fijaré en un hombre como ese idiota, si hasta me cae mal- mencione mirando los documentos de la nueva campaña- ¿Irás a la empresa de inversión? - pregunte y el asintio -Así es bambina, te quedas a cargo Joel irá conmigo hay algunas cosas que debemos revisar y volvemos- suspiré -De acuerdo, supongo nos vemos en casa- el asintio y yo sonreí- ¿Dejaras al cretino aquí? - pregunte y el nego -Se ha ido, solo había venido por la reunión pero a vista de lo que pasó se fue- se encogió de hombros- Bueno bambina me voy nos vemos en la tarde te amo- sonreí -Adiós papá te amo- el sonrio y se puso de pie para después salir de mi oficina.