1.- Médium

1325 Words
Bajaba del coche mientras veía la dirección en mi celular varias veces, la señora que contestó me dijo que era aquí. Una casa algo vieja, cerrada y oscura. Me acerqué algo dudosa y toqué la puerta, se escucharon los golpes de mis nudillos contra la vieja madera como un eco, me alejé un poco y esperé. Volví a tocar al no recibir respuesta, algo desilusionada me giré para irme, pero de inmediato veo a una señora a unos pasos de mí, mirándome fijo.   - Tú debes ser Eleanor. - mencionó y yo asentí lentamente.   Ella se dedicaba a mirarme, hasta que caminó hacía a mí, quise retroceder al verla tan cerca de mí. Pero noté que era ciega, no me miraba fijo, simplemente no me miraba, pero entonces ¿Cómo supo que estaba aquí? Sé que al ser ciego uno desarrolla los otros sentidos, pero sentí ser invisible frente a esa vieja casa. Ella tocó la puerta y la abrió, cayó algo de polvo de está, pero me invito a pasar. Mamá se negó a que viniera, podría ser peligroso o aún peor una farsa. Pero al buscar especialistas me apareció ella, tenía buenos comentarios y decían que había sido una de las mejores, sin pensarlo saqué cita y le dije lo que sucedía. Al verla cerrar la puerta detrás de mí, caminé por mi cuenta a la sala. Había una mesa redonda en el centro y dos sillas, una frente a la otra. Unas velas encendidas decoraban la mesa que tenía un mantel de color n***o, el olor a incienso era intenso, la única luz del lugar eran las velas. Me senté en la silla que a mi parecer era la más sencilla, ya que la otra era un sillón, por lo que supuse era de ella.   - ¿Hace cuánto? - preguntó, la vi caminar por el lugar con un incienso mientras recitaba frases que no entendía.   Me concentré en lo que dijo, ya viene de hace mucho, desde que tengo memoria. Yo no elegí tenerlo y nunca jugué a nada de eso para que se quedara conmigo, supongo que ya viene de Familia, o sólo yo tuve la mala suerte de esto.   - Desde que tengo memoria. - contesté y ella se detuvo para caminar a un lado de la sala y dejar el incienso consumirse, se sentó frente mí y tocó la mesa con sus manos.   Extendió sus manos y me las ofreció, las tomé y respiró hondo cerrando sus ojos, se quedó así por 2 minutos más o menos ... Iba a hablar, pero ella lo hace primero.   - ¿Qué crees que te sigue? - dijo todavía con los ojos cerrados.   Y pues tenía teorías de que fuera un fantasma, descarté a las personas que murieron a mi alrededor ya que ellos murieron por mi culpa, entonces ese "fantasma" ya estaba conmigo para ese entonces. Pensé en cosas peores, pero las descarté porque me convencí de que, si fuera un demonio, yo ya habría muerto. Pero no sólo eso, también ese algo hace daño por cuenta propia, y no puedo verlo. Supongo que eso lo convierte en un fantasma o en un espectro malvado.   - Un Espíritu, algo así como un fantasma. - le dije y ella apenas sonrió.   ¿Entonces lo que dije está mal?   Demasiado mal.   Al oír esa voz me sobresalte, ella agarró con fuerza mis manos para que no las suelte. Pero esa voz profunda me hizo tener de inmediato escalofríos, no era lo que me esperaba… espera, si no es un fantasma es…   - Es un Demonio. - me dijo ella por fin abriendo sus ojos, yo la miré algo desconcertada, si fuera un demonio ya estaría muerta. - Tu conexión con él, comenzó desde que naciste. Puedes preguntar ahora que está con nosotros.   La miré algo asustada, no quería volver a oír esa voz, me hizo erizar la piel al instante, y me corrió la preocupación por el cuerpo y quizás miedo, por eso lo único que quería hacer era salir de ahí.   - ¿Por qué la sigues? ¿Por qué le haces daño a la gente cercana a ella? - preguntó con voz fuerte y firme al demonio.   Supongo que vio mi mar de dudas y mis ganas de huir, no es normal que te enteres que un demonio te sigue mientras tu creías que era un espíritu que podías liberar.   Ella es mía ...   Su voz de nuevo erizó mi piel y comenzó a temblar, le tenía miedo, lo acepto. Pero más miedo me dará salir de aquí y saber qué hará lo que se le plazca para dejarme como la maldita. El tono que uso me dejó perpleja, sonaba algo molesto y peor todavía reclamando que soy suya, apreté los labios y solté mis manos. Fue suficiente. Saqué de mi bolso el dinero y se lo dejé cerca de su mano, caminé hacía la puerta, cuando escuché su voz   - Lo siento Eleanor. - dijo y me giré a ver como apagaba las velas. - No puedo hacer nada, cuándo un Demonio se enamora, no se puede hacer nada.   La miré y salí de allí de inmediato, no quería escuchar más. Significa que soy y seré suya, porque después la gente junto a mí, morirán. ¿Pero y si yo muero? No me debería que preocupar más solo por mi alma atormentada por un demonio, no era una de las mejores ideas, pero quería hacer algo al respecto.  Al entrar al coche lo encendí algo apresurada para después golpear el volante con fuerza, las lágrimas caían por mis mejillas, los sollozos ahogados inundaban el coche y lo único en que pensaba era en tener un accidente y morir. Comencé a llorar aún más, no es justo que me suceda esto, tenía planeado un futuro con trabajo esposo e hijos, pero no puedo tener nada. Todo se me será arrebatado por éste demonio que no se en que momento me ha vuelto suya. Sentí un ligero toque en mi mejilla, me sobresalte y la toque, había limpiado mi rastro de lágrimas, y con eso acelere para salir de ese lugar.   Sé que esa cosa viene conmigo, pero quería huir, o por lo menos intentarlo. Comencé a acelerar a medida que iba avanzando en aquella carretera, sé que más adelante hay un barranco, y ese es mi objetivo. Al visualizar el barranco pensé en los millones de posibilidades de cómo hubiera sido mi vida, pero solo una inundo mi mente, el tener hijos, desde que era pequeña ver a los bebés jugar y reír me hacía pensar en cómo sería mi futuro siendo una madre , teniendo una familia.  Salí de la carretera para saltar hacía el barranco, cerré los ojos y esperé a que sucediera lo que sucediera.   Dicen que cuándo alguien va a morir pasa su vida frente a sus ojos ... pero yo no vi nada.           Abrí los ojos de golpe para ver dónde me fueron, miré a mi alrededor, estaba en mi habitación. Corrí a la ventana y vi mi auto estacionado fuera. Me fijé en la hora, son las cinco de la tarde. Fui a ver a la Médium a las dos por lo que el accidente ... ¡si sucedió! ¡Si me s******o! Pero ... ¿Cómo ...? ¿Por qué estoy aquí y no estoy muerta? Todo pasó ¿no? Corrí abajo para ver que mi Madre estaba en la cocina, al verme se acercó a mí.   - ¿Qué tal te fue con la Médium? - me preguntó y yo iba a perder la cordura y gritar que tenía un maldito demonio, al menos con esto puedo asegurar que sí pasó todo.   Pero era mi madre, la única que se quedó, mi padre huyó con mi hermano y que bien que lo hizo.   - Lo que temía, un espíritu. - dije y ella asintió despacio para después abrazarme, no quiero asustarla diciéndole que lo que causaba sus marcas era un demonio.   Escuché una suave risa, de la misma cosa que me habló en la sesión, supuse que ahora que se dio a escuchar no se callará. Caminé hacía la cocina con mi madre ignorando lo que sucedió hoy y disfrutar un poco este momento, que era preparar la cena.  
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD