Cuatro

1638 Words
J. Jungkook Al terminar las clases guardé todo y salí apurado de la sala. No soportaba estar encerrado tanto tiempo y con tanta gente. Era la hora del almuerzo, pero sinceramente no tenía hambre, así que opté por buscar un lugar tranquilo, lejos del bullicio de las personas. Busqué hasta encontrar un gran árbol apartado de los lugares concurridos. Fui hasta allá y me posicioné debajo de este; conecté los auriculares y saqué un libro de mi mochila para continuar con mi lectura. Estaba tan absorto en la trama de la historia, que no me di cuenta lo que pasaba a mi alrededor, hasta que vi un par de zapatillas blancas frente a mí. Levanté mi vista ya sospechando de quien podría tratarse, y efectivamente era YongSun, esa chica parlanchina que no conoce las palabras Silencio y Tranquilidad. Cuando la miré, ésta desvió la mirada apretando sus dientes, al parecer no estaba muy feliz de verme. Pensé que se iría, pero al contrario se quedó y se sentó unos centímetros más alejada de mí. — Que conste que no me quedo aquí por ti — dijo sin mirarme. — Yo no he dicho nada — respondí sin siquiera mirarla. — Pero lo pensaste. — No, no lo hice. — YongSun abrió su boca, pero inmediatamente la cerró y yo di una sonrisa ladeada. Me gustaba ganar las discusiones. Pese a eso, la observé con disimulo por el rabillo del ojo. Ella sacó dos cuadernos de su mochila, un par de lápices con dibujos tiernos e hizo una mueca antes de ponerse a leer. Basta de mirarla, Jeon; me dije y continué con mi lectura. Cuando ya me había aburrido de leer, volví a guardar mis cosas dentro de la mochila y mi vista nuevamente se desvió a la chica de al lado, que mordía nerviosamente su lápiz. Borró todo y volvió a hacer el ejercicio de matemáticas, pero al parecer había hecho algo mal otra vez. Eché un vistazo para ver de lo que se trataba y observé uno de los ejercicios que nos habían mandado para álgebra. — La respuesta es 3 negativo — dije estirando mis brazos para lucir despreocupado. — ¿Qué? — preguntó confundida por lo que yo había dicho recién. — Que el resultado de esa ecuación es tres negativo. — ¿Como la hiciste? Por más que trato de hacerla no me sale bien en la comprobación. — Pues estas sumando mal — dije quitándole el lápiz de la mano — si ambos números son negativos, se suman y queda con el signo negativo. Luego, eso se divide con el total y te da tres negativo. — Oh, por eso no me daba el resultado ¡Gracias Jungkook! — chilló feliz saltando hacia mí. — Si si, ya entendí con un gracias — dije alejándola de mi lado, pero ella seguía feliz — No sé cómo puedes estar tan feliz por una simple ecuación. — Solo esa me faltaba para terminar y así no tendré problemas con Seo... — Cerró la boca de inmediato, y miró hacia un lado. — Con Seoyeon — completé solo para ver su reacción. — ¿Esa es su tarea? —pregunté y ella masculló un sí — ¿Por qué dejas que te trate así? Te trata como si fueras basura. — Eso no te incumbe — dijo apretando sus dientes. — Mira YongSun, solo te conozco hace dos días, pero me he dado cuenta que esa chica es mala contigo y tú no haces nada para evitarlo. — Y odiaba que la gente fuera tonta para no defenderse. — ¡He dicho que no es asunto tuyo! — gritó. — Tienes razón, no es asunto mío — dije antes de levantarme y tomar mis cosas para largarme de ahí. Genial, solo había tratado de ser bueno con ella y sacarla de su burbuja de sonrisas y felicidad. Ella era tan ilusa como yo alguna vez y... — Oh vamos, Jeon. Ya estás pensando estupideces — me digo a mí mismo. Cuando el receso termina, dejo mi vaga caminata por los alrededores del establecimiento y me dirijo hacia la sala. Nuevamente, el ruido de los estudiantes me molesta y le subo a la música. — Buenas tardes, alumnos — saludó la que suponía que era la profesora. — Buenas tardes profesora Lee ­— respondieron al unísono como niños de kindergarden. — Veo un rostro nuevo hoy — canturreó señalándome — Tú debes ser Jeongguk, ¿Verdad? — Jungkook — corregí. Podían sonar similar, pero no era lo mismo. — Bien Jungkook, yo soy la profesora Lee, de la clase de ética — se presentó y yo solo asentí. — Bueno chicos, hoy les tengo un proyecto. Todos mis compañeros aplaudían alegres y decían cosas como "Bien" o "Genial". Al parecer disfrutaban de esta clase, mientras que, para mí, solo era una más. — No canten victoria antes de tiempo — dijo haciendo callar abruptamente a todos mis compañeros. — Este será un proyecto especial, les servirá para abrir los ojos ante el mundo de ahora y conocerse mejor entre ustedes. — ¿Será un trabajo en grupos? — preguntó uno de mis compañeros. — Mas bien en pares. Todos comenzaron nuevamente a hablar y decir con quien harían en trabajo, pero la profesora los hizo callar otra vez. — Escúchenme antes de hablar, este trabajo no es solo para que sepan más sobre sus amigos, es para que se conozcan en conjunto, e incluso pueden ser el psicólogo de su compañero. La idea es que hablen sobre lo mejor y lo peor de las experiencias que han tenido en su vida, respondiendo las preguntas del temario. Y para que no dejen esto de lado, el trabajo será el 50% de su calificación final. — ¿Y qué pasará con las parejas? — preguntó una de las chicas del salón. — Pues yo las escogeré; y para que nadie se queje, lo haré por lista. Así que manténganse atentos que comenzaré de decirlos. Inmediatamente comenzó a nombrar las parejas que estarían juntas para cada trabajo, algunos se quejaban y otros gritaban felices por quedar con sus amigos. Yo solo pensaba en lo que ella había dicho, las experiencias de vida, realmente era algo que no quería recordar y prefería mil veces dejarlo en el pasado. Pero como todo en mi vida, hay algo que arruina lo bueno. — Joven Jeon — dijo haciéndome sobresaltar — y... la Señorita Kim YongSun. Fijé mi vista hacia YongSun, y esta desvío la mirada diciendo cosas que desde mi lugar no lograba escuchar. — Bien chicos, a cada persona le entregaré un diario donde anotaran todo lo que hagan en ese día, será personal y se lo entregaran a su pareja al final del proyecto. Deben juntarse tres días en la semana, y no es necesario que solo estén encerrados pensado en que hacer, pueden divertirse y hacer cosas juntos. Ahora junten se con quién les tocó. A paso lento YongSun se acercó a mí, tomando una silla y dejándola frente a mí para sentarse. — Hola, de nuevo — murmuró no muy animada. — Que conste que no estoy contigo porque quiero — repetí lo que ella había dicho cuando estábamos en el patio. — Ja ja — rio sarcástica. Se veía desanimada, y dudaba que solo fuera por el inconveniente que tuvimos hace un rato. La profesora pasó entregando los diarios que debíamos tener, pero antes de que se fuera, YongSun la detuvo. — ¿Qué pasa, Sunshine? — ¿Sunshine? — ¿No hay otra manera de hacer este trabajo? — ¿Que? ¿Lo dices por Jungkook? — se me quedó mirando unos segundos y preguntó: — ¿No quieres que sea tu pareja? Ya dije que no los cam... — No, no es eso. Solo que no me siento bien haciendo este trabajo — dijo nerviosa. — Si, yo tampoco me siento a gusto con esto — admití. — Oh chicos, sea a lo que le teman, este trabajo les ayudará y lo siento por ustedes, pero no puedo hacer nada. — ¿Ni siquiera otro trabajo con mayor exigencia? — insistí. — No Jungkook; sé que ustedes lo harán bien. — Bueno, lo haremos — dijo YongSun y la profesora Lee nos sonrió a ambos antes de irse. YongSun y yo la seguimos con la mirada, ¿Qué se suponía que iba a ser ahora? Lo único bueno de venirme a Seúl, era que evitaría que la gente supiera de mi vida y me sonriera con lástima, y ahora iba a tener que hablar todo con una chica a la que no conocía para nada. — ¿Y qué haremos ahora? — pregunté. — Juntarnos creo. Por más que quiera hacerlo aquí no puedo... — Miré a Yongsun a los ojos, y supe enseguida lo que diría. — ¡En mi casa no! — gritamos al unísono. —¿Por qué en tu casa no? — pregunté. — ¿Y por qué en la tuya tampoco? — No me respondas con otra pregunta — protesté. — En mi casa no se puede porque... Porque...porque no hay nadie y hum... ¿Por qué en la tuya no, de todos modos? — Porque no — dije sin más. — Esa ni siquiera es una excusa — protestó cruzándose de brazos. — ¿Estás diciendo que están poniendo excusas? — Yo no he dicho eso — defendió. — ¡Acabas de decirlo! — Mejor juguemos a piedra, papel o tijera y solucionamos todo — dijo haciéndome quedar anonadado — ¿Qué? — preguntó cuando se dio cuenta de que la miraba. — ¿Así de infantil eres? Solucionando las cosas con un juego. — Es la mejor manera, a menos que vayamos a tu casa... — Okey, jugaré — me apresure a decir. — Genial — sonrió triunfante y nos dispusimos para jugar. Al terminar solo quedé mirando nuestras manos con el "resultado". Miré a YongSun que lentamente iba abriendo sus ojos, y cuando los abrió por completo saltó de su asiento. — Gané, gané, gané — gritaba saltando mientras todos nos miraban. — Si si, ganaste, wii — dije festejando falsamente — Ya siéntate ¿Quieres? — Solo estas así porque yo gané y tú no —dijo mostrándome su lengua. — Que infantil eres. — Y tú eres un gruñón amargado — alegó mostrándome su lengua. — Entonces, ¿Cuándo nos juntaremos?
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