Dos

1235 Words
J. Jungkook Mi primer día de clases, que fastidio. El semestre había comenzado hace ya tres meses y odiaba ser el nuevo. Llegué justo al toque para entrar a clases y cuando lo hice vi a una mujer de unos... ¿45 años? Sentada en el escritorio. No sabía que tan distinto era esta escuela en comparación con la que asistía antes de mudarme a Seúl, así que opté por quedarme en la puerta. La mujer me miro sobre sus gafas y dijo: — ¿Jeon Jungkook? — Sí, soy yo— solté un bufido, ¿Qué otro chico nuevo podía haber a estas alturas del año? — Pues preséntate con tus compañeros de clase — dijo haciéndome entrar. Me posicione delante de todos y vi a la profesora hacerme un gesto para comenzar con mi "presentación", pero cuando estaba a punto de emitir mis palabras se escucha el sonido de la puerta, una chica estaba ahí, y al parecer, su intento de ser silenciosa no funcionó. — Kim YongSun, tarde otra vez— dice la mujer al verla. Yo solo desvié la mirada, impaciente por sentarme y evitar las miradas de curiosidad que emanaban de las personas que estaban frete a mí. — Bueno, ahora sí, preséntate — dice la profesora. — Claro —respondo. — Mi nombre es Jeon Jungkook, tengo dieciocho años — casi diecinueve, pensé, pero no lo dije para evitar que especularan sobre porqué perdí un año. — Y soy nuevo en la ciudad— digo y hago una pequeña reverencia. — Denle la bienvenida a su compañero. He escuchado que tus calificaciones eran una de las mejores, ¿es verdad? — Si — digo restándole importancia. Es por eso que fui aceptado de inmediato, y lo odiaba, ¿Cómo es que las calificaciones eran más importantes que el comportamiento? — Quiero verte a prueba, mi asignatura es una de las más difíciles — dijo casi retándome a obtener buenas calificaciones. — Puedes tomar asiento donde gustes. Yo me limité a asentir y fui hacia uno de los últimos asientos. Quité mi bolso y lo puse en el respaldo de la silla. (...) Las horas pasaron hasta que sonó el timbre anunciando que el receso había comenzado. Varios de mis compañeros me dan la bienvenida a lo que yo solo les respondo moviendo la cabeza. Lo menos importante para mí era hacer amigos, solo quería que me tragaran y me vomitaran nuevamente en Busan. Tomé mi celular y me puse los auriculares, pero cuando estaba a punto de seleccionar una canción una chica con una sonrisa enorme se acerca hacia mí. Era la misma chica que había llegado tarde ¿Cómo era su nombre? ¿Yunsu? ¿YongSuk? — Hola, Soy YongSun —dice extendiéndome su mano junto con una sonrisa. — Jungkook — respondo pasando por alto su gesto. — Lo sé, lo dijiste hace un rato cuando... — Hey, uhm... tú — la interrumpe otra chica. — YongSun — la corrige. — Ops, se me había olvidado — dice ésta con una sonrisa. — Seoyeon, estamos justa desde preescolar. —Da igual, necesito el lápiz rosa que tienes. — Apunta hacia uno de los puestos. —Pero es el único que tengo y lo ocuparé en la clase que sigue. —Pues lo quiero y ahora. No seas lenta y tráeme ese lápiz. — Claro — responde YongSun entre dientes y va en busca de su lápiz. La sigo con la mirada, ¿Por qué no hace nada al respecto? ¿Por qué dejan que la traten así? Que más da, como si me importara, me digo. Pero mis ojos no dejan de mirarla y me obligo a fijar mi vista hacia otra parte. Unos pocos minutos más tarde YongSun pasa por mi lado, y con una sonrisa me dice; — Nos vemos luego, Jungkook. — Vaya, ¿Qué chica sigue sonriendo después de algo así? Pero nuevamente, no es asunto mío. (...) Las siguientes clases pasaron rápido. En matemáticas mostraron "materia nueva" a lo que todos mis compañeros protestaron, pero no es nada que yo no pueda solucionar. Tocan el ultimo timbre avisando que la jornada escolar ha terminado, así que tomo mis cosas y salgo de la sala en busca de la parada de autobuses -Agh, ¿Dónde estará esa cosa?- me pregunto. A lo lejos diviso a un grupo de alumnos de mi mismo colegio y me acerco hacia ellos. — Hey, ¿Dónde está la parada de autobuses?— les pregunto. — Sí que estás perdido, hermano — dice un chico boteando un balón de básquetbol. — Por algo estoy preguntando — replico perdiendo la paciencia. — Uy, qué amargado — dice otro en un tono burlón — ¿Para dónde vas? — Casi al centro de GangseoGu — respondo. — Tienes suerte, ahí viene tu bus — dice apuntando el autobús anaranjado que está doblando la cuadra. — Gracias — digo y hago una leve inclinación. Para mi suerte el autobús iba con muy poca gente y tenía algunos asientos libres. Tomo asiento al lado de la ventana, conecto los audífonos al móvil y suena Given Up de Linkin Park, yo muevo mi mano al ritmo de la melodía mientras observo el recorrido para memorizarlo. Cuando las calles comienzan a ser más familiares rápidamente me paro y toco el timbre; el bus me deja un poco más lejos de la parada pero qué más da, tengo piernas para usarlas. Camino hacia mi casa y cuando estoy fuera busco las llaves dentro de mi bolso. Abro la puerta inmediatamente sintiendo dos pares de brazos en mis piernas. — ¡Jungkook! — grita Myung. — Hola pequeños — digo arrodillándome para estar a la altura. — Appa Jungkook — dice ChooHe — Es oppa, Hee — corrijo tocando la punta de su nariz. Una voz en el fondo hace que mi humor disminuya drásticamente, así que dejo a los mellizos y me apuro para alcanzar las escaleras. — Hola Jungkook, ¿Cómo te fue en tu primer día? — dice Jenna intentando sonreír. — Normal — respondo indiferente. — Estaré en mi habitación. Subo los escalones de dos en dos para llegar más rápido. Ya estando ahí saco mis cuadernos y hago las actividades que dejaron en clases. Estaba haciendo la tarea de matemáticas mientras escuchaba música, cuando siento un carraspeo. — ¿Qué quieres, Jenna? — pregunto al darme cuenta que es ella. — Ve a comer, está listo — responde sin mirarme a los ojos. — No quiero comer — digo mientras ponía mis audífonos nuevamente. — Jungkook, debes comer. Te podrías enfermar si no comes. — ¿y? No debería importarte. — ¡Claro que me importa! ¡Tú me importas, Jungkook! — Já — río sarcástico — Deja de engañarte Jenna, sabemos que solo lo haces por compromiso. — No es así, Jungkook. Yo no... — ¿Sabes? — La interrumpo — No me importa lo que digas. Cierra la puerta cuando salgas. — Pero Jung... Me pongo mis audífonos y subo el volumen máximo para no escuchar nada más. (...) Siento un horrible dolor en mi cuello producto de que me dormí en el escritorio. Veo la hora《00:16》 y el hambre invade mi estómago haciendo que éste emita un ruido. Bajo las escaleras y me dirijo hacia el refrigerador donde está mi plato de comida; pero como no quiero darle el gusto a Jenna, tomo la caja de leche y busco el cereal. Mientras como, recuerdo lo que pasó en clases con YongSun y esa chica de la cual no recuerdo el nombre. ¿Cómo es posible que siga sonriendo y siendo amable con todos incluso si la tratan mal? Esa chica me sorprendía, y a la vez me molestaba estar pensando en ella durante mi rato de ocio. Era la primera vez que conocía a alguien que no actuara bruscamente cuando le molestaba algo, definitivamente ella no sabía lo duro que era el mundo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD