El inicio

469 Words
Una furgoneta blanca, vieja y descuidada recorría las calles de la favela buscando un diamante, aquel que sobresaliera entre tantas rocas. Un diamante opaco que necesitara ser pulido para brillar. Allí estaba, Marissa. Una jovencita de quince años, morena, con el pelo mota largo hasta la cintura que brillaba de una manera tan hermosa que sobresalía entre tanta inmundicia. Sus ojos verdes hacían juego con la belleza de su rostro. Caminaba sin rumbo, buscando algo para comer entre las bolsas de basura. El olor a podrido, la mugre y la pobreza, se mezclaban con la música callejera, los vendedores ambulantes que a cada rato vendían sus productos a los gritos abalanzándose sobre los turistas para no perder ninguna venta “¡Eu vendo queijo!, ¡A melhor caipirinha do Brasil!, ¡Os melhores preços são chapéus!” La pobreza no se había apiadado de ella ni de su familia, ni de tantas otras que vivían en la misma condición. Ella era la más grande de cinco hermanos. Su madre se las rebuscaba limpiando hogares y su padre hacía trabajos de albañilería. Pero el dinero no alcanzaba. La mala suerte y el destino cruel, puso frente a los ojos de estos sinvergüenzas, a la inocente Marissa -Hola niña ¿cómo te llamas?-gritó un hombre sacando la cabeza por la ventana del vehículo intentando que su voz se escuchara entre tanto bullicio -Marissa, ¿ o que eles querem?-respondió desconfiada -No hablamos portugués ¿Entendés lo que decimos?- preguntó el hombre lentamente -Em, si, poco. Hablar lento- respondió Marissa pensando en cada palabra -Somos de un servicio de limpieza. Nos especializamos en Hoteles. Necesitamos chicas para trabajar ¿Te interesa?-le dice entregándole un folleto de un hotel que buscaba empleados -¿Trabalhar? ¿Dinheiro?- entusiasmada la joven -¡Eso! ¡Sí, sí!- responde el señor aliviado porque sabía que había entendido Sí, me interessa ¿Aquí no Río de Janeiro?-consultó ojeando el papel ya que no sabía leer -No mi niña. Nos vamos para Miami. Un hotel cinco estrellas. Una delicia de lugar, “prazer”-le dice-¿Vienes con nosotros? -Oh Sí. Antes devo notificar mina familia primeiro. Tenho que buscar coisas-respondió mirándose el cuerpo -No te preocupes por eso. Tus pertenencias las buscaremos nosotros y las enviaremos directamente al Hotel. Avisaremos a tu familia sobre tu nuevo trabajo cuando recojamos tus cosas. Cuando estés instalada podrás llamarlos ¡Vamos niña! Es ahora o nunca-le dice -Está bien. Voy-dice con una sonrisa en el rostro Al subir a la furgoneta, cuatro jóvenes la esperaban. Se saludaron. Eran todas de la favela. Algunas se conocían, otras no. La felicidad que tenían esas mujeres era incalculable. La suerte había llamado a su puerta y ellas habían abierto para recibirla con los brazos abiertos. Eso era lo que pensaban.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD