La Modelo

Miguel Estrada, auxiliar de mantenimiento en un prestigioso casino de la ciudad. Tiene 19 años de edad, solo trabaja. Ha descartado la idea de estudiar o de ser algo más en la vida. Físicamente es alto y delgado, es un chico "guapo" como dirían las chicas salvo por éste detalle: no es millonario ni nada. Mantenimiento es trabajar sacando la basura, limpiando los baños, lavabos y esas cosas. Hace su trabajo  a la perfección pero, como que se ha resignado a trabajar siempre así. No parece ver otras oportunidades en su vida. La gente con la que se relaciona es feróz. Las personas con las que puede contar son muy pocas, los dedos de una mano son más. - Miguel, necesitan ayuda para sacar la basura del bar. - le dice el Supervisor Daniel. Es una de las personas en las que él puede confiar. - En seguida. - dice Miguel y va hacerlo. Al regresar, entra en el casino y se para en su lugar, junto a la pared al lado del ascensor, donde no incomoda a nadie. Cuando terminan de jugar casino en una mesa, debe ir inmediátamente a limpiarla, limpiar el cenicero y listo. Todo en un período mínimo de tiempo. Es muy bueno para hacer esto. En estos días, no hay mucha gente en el casino. El Supervisor Arturo ha renunciado. Era buena persona, siempre lo ayudaba a Miguel con sus justificaciones de tardanzas o faltas. Pero al final se fue a trabajar en el extranjero como Ingeniero de Sistemas. - Miguel, debo hablar contigo. - lo llama Daniel. Miguel lo sigue. Daniel lo conduce hacia una puerta que se encuentra al fondo del casino con un letrero de "Solo Personal Autorizado". A traves de esta puerta, a traves de un pasadizo estrecho, se pasa por la oficina de la asistente de gerencia, y mas al fondo, doblando una esquina, la oficina del supervisor, una puerta a la izquierda, y un lugar llamado "sala de videos", una puerta hacia la derecha. El supervisor Daniel abre la puerta de su oficina y entra. Se sienta tras de su escritorio. Ofrece asiento a Miguel. Éste se sienta frente de Daniel. - Miguel, serás transferido al área de tragamonedas. Miguel lo mira y se sorprende: - Pero Daniel... - No te preocupes. Te apoyaremos. Puedes hablar conmigo o con Javier, te ayudaremos con cualquier problema que tengas. Estarás a cargo de la nueva supervisora. Ya no está Arturo como sabes. - ¿Nueva supervisora? - pregunta Miguel. - Sí. Viene recomendada por el gerente Don Julio. Es buena gente, no te preocupes, pero si tienes problemas no dudes en decirnos. ¿Ok? Miguel se preocupa un poco. Pero no tiene alternativa: - Esta bien. - Mañana viene. Yo la voy a capacitar y luego ella pasará a hacerse cargo de la sala de tragamonedas. Y tú te encargarás de la limpieza. ¿estamos de acuerdo? - Sí. - Bien. Miguel, puedes retirarte. Miguel se retira. Baja al casino, que se encuentra en la primera planta del edificio de 4 pisos. Tiene entendido que las dos últimas plantas son oficinas administrativas. Mañana tendrá que comenzar a trabajar en el segundo piso... Hay veces ha subido, cuando su amiga Carmen, le pedía ayuda para limpiar el baño de caballeros. Carmen normalmente se encargaba del mantenimiento del salón de tragamonedas, pero últimamente, ya no lo hace. Carmen ha sido promovida a Cajera en el salón de tragamonedas. Así es que ahora él se tendrá que hacer cargo. Al día siguiente: Miguel llega como de costumbre al casino. Entra por la puerta auxiliar. Se cruza con Ángela, una chica muy bella, alta, de cabello castaño largo hasta su espalda y piel blanca, ojos castaños, de cuerpo muy bien formado. Ella es azafata del tragamonedas. - Hola Ángela. - le saluda Miguel. Ángela le da una mirada y voltea para pasar por la garita de control: - Ja, hola. Y entra casi corriendo a los casilleros de damas, para cambiarse y comenzar a trabajar. Miguel entra sintiéndose un poco ridículo por haber saludado a la chica, pero le alegra las bromas del sujeto de la seguridad que se encuentra dentro de la garita de Control: - ¡Habla flaco! - le dice Andrés Calizaya, agente de seguridad y otra de las personas en las que puede confiar - ¡pendejo eres, estas haciéndole el habla a Ángela! - ¡Jajajajaja! - ríe Miguel - ¡Ni me mira! - ¡No seas huevón flaco, si tiene un culazo! Bueno, el tipo éste habla por demás. Miguel entra y se va a los vestidores. - ¡Jajajajaja! - ríe Miguel. - ¡De ahí nos vemos Andrés! - ¡Más tarde subo al tragamonedas flaco, ahí hablamos! - le dice Andrés. Sí. El personal de seguridad ya ha sido notificado. Desde hoy él estará en el tragamonedas. Miguel se cambia en los vestidores. Abre su casillero y saca una camisa blanca, una corbata y un pantalón de vestir color n***o, también un par de zapatos negros muy bien lustrados. Una vez listo, guarda su ropa normal em su casillero, lo cierra con el pequeño candado que le dijeron que debía llevar cuando recién llegó a trabajar, para cerrar su casillero. Solo él tiene la llave. Bueno. Lo cierra. Escucha a su detrás a agentes de seguridad y dealers que conversan también entre ellos mientras se cambian. Algunos van a un espejo grande a terminar de acomodarse. Miguel también va, para acomodarse la corbata. Y listo. - ¡Flaco, dicen que vas a tragamonedas a partir de ahora! - Le dice Contreras, otro de los agentes de seguridad apodado "el pelao". - ¡Sí pelao! - le dice Miguel. - ¡No olvides peinarte! - ¡Jajajajajaja! - todo ríen en el vestidor. - ¡Ya flaco y tú no te olvides de comer carajo, ya pareces un fantasma! - Responde burlón Contreras. - ¡Jajajajajaja! - todos ríen de nuevo. "El Pelao" habla hasta por los codos, siempre responde. - ¡Nos vemos pelao de mierda! - Sale Miguel de los vestidores mientras se oyen risotadas tras de él antes de que la puerta se cierre. Sube por unas gradas auxiliares que salen por detras del bar y la barra del tragamonedas. Miguel llega. Está Javier esperándole: Ángela ya está vestida con su minifalda, su top verde y sus botines. Lo mira y lo saluda: - ¡Hola Miguel! Miguel sabe que lo hace para que el supervisor la vea. - Hola... - le dice casi sin mirarla. - ¡Miguel cómo estás! - le dice Javier. Está parado apoyado en la barra. - Ven. Miguel sale por la puerta de servicio del bar hacia el salón del tragamonedas. Tiene una gran alfombra muy lujosa. - Por allá está Daniel. - le señala Javier - Está explicando a la nueva supervisora. Se llama Valeria Rodríguez.