I

579 Words
Miguel mira en la dirección que le señala Javier. Ve que Daniel ha abierto una de las máquinas tragamonedas y le explica algo a una joven de la misma talla que Daniel (1.80m mas o menos). La chica tiene el cabello rubio y lacio bastante largo, hasta la media espalda más o menos. Viste una blusa blanca, una minifalda negra, unas medias hasta la media pierna y unos botines negros de taco delgado. De cara es muy bonita, rostro angelical, sus ojos son color pardo muy vivaces. Tiene unas enormes pestañas. Sus ojos estan delineados con n***o perfectamente. Esto lo llega a notar Miguel, porque sin querer,  se ha ido acercando hacia donde estaba la nueva supervisora. - ¿Sucede algo? - pregunta Javier de pronto. - ¿Ah? - dice Miguel y sale de su asombro - ¡No nada! - ¡Deja de mirarla tanto jajajaja! - pasa riéndose por su delante Ángela llevando su azafate con una copa de Martini para un cliente. Daniel al fin cierra la máquina tragamonedas. Ahora le explica algo más a Valeria. El agente de seguridad que se encuentra con ellos es Andrés, que la mira a Valeria atentamente. Parece que se ha olvidado de vigilar toda la sala. Algunos clientes varones preguntan ¿Quien es la joven? Ángela responde que es la nueva supervisora. - ¡Flaco, flaco! - le llaman a Miguel. Es Don Agusto. Un cliente de unos 65 años de edad más o menos, flaco y semicalvo, el poco cabello que le queda es de color gris. Miguel se acerca. - Dígame Don Agusto. - ¿Quien es la rubia? - pregunta mirando a Valeria. - Creo que es la nueva supervisora. No sé, acabo de llegar. - Dice Miguel. - ¡Vaya, vaya vaya! Flaco, si yo tuviera tu edad... - le dice Don Agusto - no perdería tiempo, flaco. Bueno. Miguel ahora se va a parar hacia la izquierda de la sala. Hay unas tres gradas allí que dan a unas puertas de cristal que dan a un salón de convenciones que hay veces se abre. Generalmente esta cerrado. Es un buen lugar para estar mirando toda la sala. Viene hacia Miguel, el agente de seguridad Andrés. - ¡Oye flaco! ¿La has visto? - le dice Andrés. - Sí, ya la ví. - ¡Es una mamacita! - dice Andrés. - ¡Jajajaja! - ríe Miguel - Te va escuchar pendejo no grites. Al rato, Miguel nota que Daniel se acerca hacia él. Valeria lo sigue: - Hola Miguel - le dice Daniel. - Ella es Valeria y desde hoy será la supervisora del salón de tragamonedas. - Mucho gusto. - saluda Miguel seriamente. - Hola. - saluda Valeria sonriendo. - Bueno, Valeria. - el supervisor Daniel explica a Valeria delante de Miguel - Hoy me voy a quedar para apoyarte y que aprendas como es el trabajo. Desde mañana te harás cargo. Puedes contar con Miguel para todo lo referente con algún problema relacionado con limpieza. - Listo. Entiendo. - Comenta Valeria y le da una rápida mirada a Miguel. - Miguel, apoyas a la señorita Valeria en todo lo que puedas, así como a nosotros. - le dice Daniel. - Sí Daniel, lo haré. - dice Miguel. Valeria entonces se adelanta hacia Miguel y le tiende su mano: - Trabajaremos juntos entonces. - le dice con una sonrisa. Miguel también le sonríe y le da la mano. Siente su mano de Valeria muy suave y delicada. Le agrada la joven. Sobretodo porque nunca antes le habían tendido la mano así. Cuando escuchan que trabaja en mantenimiento, todos prefieren no darle la mano... Pero Valeria no es como las demás personas...
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