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FAMILY TIES GEMELOS MALDITOS 2

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"Bienvenido, el juego nunca se termina. No trates de huir del pasado, siempre esta al acecho esperando a salir de su tumba y revelar tus mas profundos secretos"

LIBRO NUMERO DOS DE GEMELOS MALDITOS

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CENIZAS DEL PASADO
Libro 2 de Gemelos Malditos, Family Ties. —————————————————— “¿No te dijeron que recurrir a la familia no siempre es bueno? Pueden ser tus peores enemigos ”. —————————————————— É l tiempo logro curar las heridas de Astyrian Brycer , las de Clover Dawson nunca se cerraron. Nuevos secretos comienzan a desenterrarse de los confines más profundos de la tierra. Él juego nunca termina, esta vez con nuevos jugadores. CAPITULO 1. Un gran incendio se origino al norte de Sparrow, en donde miles de hectáreas se vieron afectadas. Hubo un descubrimiento bajo tierra de mas de cien c*******s, la mayoría estaban databan de una antigüedad de 500 años pero no mostraban avances de descomposición. Se relaciona este hallazgo con la masacre de docenas de personas hace décadas. No hay explicaciones sobre el estado de los cuerpos. El alcalde .. Astyrian Brycer apretó el botón rojo del mando, apagando la televisión. En el reflejo de la pantalla negra se podía apreciar a un hombre de veinticuatro años que le devolvió la mirada, el suspiro mientras observaba una figura femenina acercarse a sus espaldas. Una suave mano se poso sobre su hombro. -Nunca se vuelve viejo -murmuro Kiar Jon, con una expresión comprensiva. Algunas veces veía a su prometido sentarse frente a la vieja grabación del canal de noticias, que ya tenía más de tres años pero siempre repetía las mismas palabras. El acontecimiento que había dejado a muchas personas plasmadas ya no era mas que un lugar prohibido al publico. Según los medios, para honrar a todas las personas -aun sin identificar- que ha vuelto a ser enterradas pero de una forma mas decente. Eran todos Jane o John Doe. Excepto por una persona. Paxton Brycer. Por petición no hubo un funeral, Astyrian no quería saber algo respecto a eso. Tener que haberle dicho a su madre fue lo suficientemente doloroso, hubo un reconocimiento de cuerpo y luego un entierro que fue tan privado que ni siquiera su presencia había estado ahí. Astyrian podía todos los días, incluso si su cerebro no siquiera recordar cada segundo del proceso, cuando saco la sabana del rostro de Paxton, el estaba tan pálido como la cera, con los ojos cerrados y sus labios descoloridos. Su cuerpo frío, con puntos de sutura en el estomago. Aunque sus labios se encuentran apretado tan fuerte, sus sollozos internos se escapaban a través de su máscara de firmeza, había sentido arder sus ojos a causa del liquido cristalino. Pero ninguna lagrima se escapo. Había vuelto a poner la sabana sobre su rostro y abandono la habitación. Sintiendo como una parte de el se había destruido en el proceso y que nunca volvería a ser lo mismo por mucho que se esfuerce. Las cosas cambiadas para si mismo luego de que dejo atrás todos esos acontecimientos de su vida. Astyrian no requirió ingerir mas pastillas a pesar de que sabía la verdadera razón por la cual ya no las necesidades. Continuo viendo muy a su pesar y de forma no intencional, recuerdos de la vida de las personas de las cuales no quería saber, pero con el tiempo lo había aprendido a controlar. Su mente nunca se había sentido con tanta calma y paz. Pero el seguía soñando, los sueños nunca se iban. Las sensaciones tampoco, los recuerdos tampoco y los acontecimientos que marcan tu vida de una forma u otra no desaparecieron por muchas ganas que tenga de borrarlos con una goma. Aveces sintió un profundo dolor en su estomago, justo en el lugar en donde el trozo de madera había atravesado el cuerpo de su hermano. Aun mas cuando la secuencia estaba tan fresca en su memoria como si no hubiera pasado hace años. Él creía que era su cabeza solo decidida jugarle una mala pasada a si mismo.Pero no lo podía negar, la mitad de si mismo estaba muchos metros bajo tierra, sin la posibilidad de salir a la superficie. La otra mitad era lo único que podía mantener una flote para no volverse loco y mantener una vida estable. -Un día se va a quedar en la caja y no saldrá nunca mas -Astyrian acaricio con suavidad la mano de su prometida-. Lo juro. Kiar sonrío, su cabello rojizo había crecido hasta su cintura en el transcurso de los años. Su amplia sonrisa nunca perdía el brillo al igual que sus ojos vividos. Habían comenzado algo realmente serio luego de un año del accidente, Kiar estuvo ahí todo el tiempo. Durante el transcurso y en cada paso que el dio. Al principio Astyrian se había rehusado, viéndola al igual que al mismo tiempo había comenzado a ver a todo su al rededor como una amenaza. Luego al cerciorarse de que no había un propósito en las acciones de Kiar mas que ayudarlo, el comenzó ceder. Poco a poco. Fue un largo proceso, los dos se ayudaron mutuamente y pudieron construir lo que tenían hoy en día. -No estoy preocupada por cuando va a dejar de salir de esa caja, solo estoy preocupada por como te sientes cada vez que lo ve. Astyrian comprendía la preocupación de Kiar, pero el sentía que todavía estaba sobre ese hilo de cordura en donde tenía el suficiente poder para traerse a si mismo a la realidad cada vez que pudiera salirse del camino. -Serías la primera persona en saberlo. -No necesito ser la primera, solo necesito saberlo -dijo Kiar, luego miro su reloj de muñeca. Solo un pequeño suspiro-. Tengo que irme. Ella estaba con la ropa de trabajo, con pantalones de vestir color n***o y una camisa blanca. Su cabello estaba recogido en una cola de caballo y sus labios estaban pintados de color rojo. -Lo siento, se que jodí el único momento en el día en el que podemos estar juntos -Astyrian se puso de pie, saco la cinta del DVD y lo sacudió en su mano-. ¿Sabes que? Al diablo con esto. Lo tiro de vuelta en la caja bajo la mirada de Kiar, Astyrian cerro la caja dándole un un leve vistazo a los artículos que le habían hace muchos años dado en el hospital cuando despertó. Esa caja nunca debería haber salido del armario de cosas viejas. -Solo para que quede claro no estoy luchando con un CD por tu atención, esta es tu decisión -Kiar recalco, luchando contra una sonrisa. Astyrian negó, acercándose a ella y poniendo un beso sobre sus labios. La mañana era el único momento en el cual podían compartir algo juntos, cuando en realidad deberían estar durmiendo. Kiar pasaba horas extras en la agencia de publicidad, y los turnos de Astyrian en el hospital aveces sobrepasaban las diez horas. Siempre supieron que no iba a ser fácil, pero Astyrian sentía que complicaba las cosas un diez por ciento mas para ambos. -Entonces decido que hagamos algo mas interesante que ver noticias viejas. Kiar sonrió, sacando las manos de Astyrian de su cintura para tomar su bolso n***o del sillón. Arrojo un beso en su dirección con sus manos y se dirigió a la puerta. Astyrian hizo una mueca mientras metía sus manos dentro del bolsillo de sus jeans, sentía los problemas volviendo al paraíso. -Creo que eres el único de esta casa que las ve -dijo Kiar, sacando sus llaves-. Buena suerte hoy, te amo. La puerta principal se cerro de un portazo. Astyrian miro a la ventana, viendo como Kiar alzaba su mano antes de entrar a su auto. -También te amo -susurro Astyrian, empujo un poco la caja con su pie y se dirigió a la habitación compartida. Habían fotos de ambos colgadas en la pared. Después del incendio, fue una sorpresa que alguna cosas se hayan quedado tan intactas como si fueran nuevas. Pero Astyrian no las quiso, no quería nada de ese lugar. No planeaba volver o tener algo material que lo vinculara a Sparrow. Puso el maletín sobre la cama, sintió su teléfono vibrar. Lo saco del bolsillo de sus jeans y puso el altavoz antes de arrojarlo contra las sabanas. -¿Hola? -Lamento molestarte pero tuvo otro ataque esta mañana -fue lo único que dijo la voz al otro lado de la línea-. Sé que debo comunicarte todo, pero no pude..fue todo tan rápido. Astyrian cerro sus ojos tratando de mantener la calma. Algo que había logrado con muchísima practica, pero aveces era desafiada por nada más que el mismo. -Hola Jay, es un placer hablar contigo. Ahora se mas especifico. Hubo un largo suspiró al otro lado de la línea. -Escúchame Astyrian, tu madre tuvo otro ataque esta mañana. Hablaba sobre como recordaba cosas extrañas y algo sobre un incendio -la voz masculina tomo aire antes de seguir hablando-. No contestabas el teléfono, así que llamaron a la otra persona que puede autorizar este tipo de cosas. Tuvimos que darle un sedante. Si Astyrian seguía siendo el mismo Astyrian de hace años, probablemente hubiera tirado su maletín a una esquina de la habitación y hubiese corrido no importa cuantas millas para confrontar esa situación de una forma no tan convencional. Pero mantuvo su labio inferior atrapado en sus dientes por algunos segundos y luego continuo poniendo los objetos necesarios en su maletín. -¿Esta ella bien? Lo lamento, no vi que tenía llamadas perdidas en mi teléfono -se pellizco el puente de la nariz. Tal vez si no hubiera estado haciendo tonterías como mirar viejas noticias, hubiera escuchado su teléfono y podría prestarle la atención necesaria a las cosas realmente importantes. -Lo esta. Ella dijo quiere verte también, pero no te preocupes. Esta en buenas manos, te mantendré al tanto. La línea se corto. Astyrian trago saliva, no veía a su madre desde que se mudo a Dalewood. Trataba de estar lo mas pendiente que podía, pero su situación siempre se complicaba. El pinchazo de culpa siempre estaba ahí cada vez que recordaba que el tenia una vida pero ella no. Detrás de muros blancos y tres pastillas al día. El debía visitarla y iba a hacerlo, solo debía encontrar el maldito valor para volver a el peor pueblo que podía existir. Marilyn se había roto luego de la muerte de su segundo hijo, si el primer evento desafortunado no la había llevado a la locura. Definitivamente el segundo si. Hubo muchísimo estrés de por medio, a causa de los descubrimientos en la tierra. Astyrian se había asombrado cuando descubrió que todo el terreno de su hogar estaba sobre miles de c*******s. La tierra era legítimamente de su familia, como ningún c*****r se había reconocido ni habían podido terminar la investigación debido a todos los cuerpos que habían en la fila, se estimaba que los resultados tardarían mas de diez años. La noticia puso comida en la mesa de los reporteros durante mucho tiempo hasta que todo fue olvidado. Menos para el. Astyrian tomo el maletín, tomo las llaves de su auto y salio de la casa. Dalewood tal vez no era el mejor lugar para comenzar de nuevo, pero definitivamente había funcionado para su vida. La idea había sido sugerida por Kiar, ella de todas formas iba a establecer su empleo en Dalewood con o sin la presencia de Astyrian. Le había dicho que podían tener una relacion a distancia, pero Astyrian decidió darse una oportunidad a si mismo para cambiar las cosas. Funciono, pero no sabía por cuanto tiempo. ¿La razón? Aveces tenía un mal presentimiento, habían muchas incógnitas del pasado que no se habían respondido y daban como resultado que su cabeza en ocasiones se atasque en el pasado. En lo que fue, lo que pudo haber sido. Enfocándose en una persona en especifica. No la quería recordar. Estaciono su auto frente al Hospital Wood. Al empujar las puertas de vidrio, algunos pacientes alzaron con curiosidad su mirada. La mujer adulta detrás del mostrador de secretaria sonrío radiante al ver al hombre recien llegado. -Señor Brycer -saludo la mujer, ante su cercanía-.¿Tuvo un buen fin de semana? Espero que sí, hay una gran lista de trabajo preguntando por ti. -Siempre tan motivadora, Helen. Ella sonrió, resaltando las arrugas al rededor de sus ojos oscuros. Tecleo algo en la computadora y un hoja escrita comenzó a emerger de la impresora. -Debes amar tu trabajo. Astyrian muy a su pesar saco de un pequeño estuche n***o unas gafas que odiaba usar, pero tenía que. Un mechón de cabello cayo a la mitad de su frente, chocando contra el marco de las gafas al ponerlas sobre sus ojos. -Lo hago -afirmo, luego estiro su mano para agarrar su planilla-. Gracias Len, tal vez a la noche pruebe tu comida. -No seras tan afortunado. Astyrian se río, rodeando el mostrador para caminar por el amplio pasillo mientras leía el pesado trabajo que iba a tener ese día. No podía quejarse, había estudiado sin descanso y hacer su trabajo era una de las cosas que mas le gustaban de la vida. Simplemente aveces era agotador. Aveces los pacientes entraban con vida pero salían con una sabana blanca cubriendo su cuerpo, cuando eran niños era aun mas difícil. Algunas noches finalizaban con la ropa tan cubierta de sangre que debía tirarla. Pero Dalewood no era un pueblo problemático, la mayor parte de los días eran calmados. -Un intento de s******o, una linterna en el recto-Astyrian hizo una mueca-. Ouch, eso debe doler. -No tanto como un desodorante adentro de un conducto vaginal -dijo una voz femenina. Astyrian miro a su lado para encontrar a Shivan. Era una mujer de aproximadamente su edad, alta, de ojos verdes y cabello castaño. Ella ya había estado mas tiempo ahí antes que Astyrian, Shivan podía notar los pequeños indicios de nerviosismo de principiante que tenía Astyrian al dar sus primeros pasos como medico. No dudo en brindarle ayuda, como en las partes mas difíciles como entender que no todo el mundo podía ser salvado. -¿Intencional? -murmuro Astyrian, a medida que caminaba-. Dime que no es verdad. Los labios carnosos de Shivan se alzaron en una deslumbrante sonrisa. -¿Realmente a este punto sigues sorprendiéndote? -le dio un suave codazo-. Eso es hasta que por esa puerta entre un hombre que traga cuchillos o niños que vomitan babosas. Astyrian ignoro el revuelto que su estomago amenazaba con dar, a esa altura del partido no debería tener esa reacción a ese tipo de cosas, pero aun era difícil . Apretó un poco sus dientes, sonriendo. Shivan soltó una pequeña carcajada. -Siempre es un placer. -¿Sabes que Johnson sigue con ganas de vomitar cada vez que hace una cirugía? Shivan negó. -Johnson es Johnson. Las puertas de la puerta principal se abrieron con tanta fuerza que chocaron contra la pared con un estrepitoso sonido, una camilla rodeada de médicos rompió con lo que segundos antes era un ambiente silencioso y hasta pacifico. Astyrian al notar las pequeñas gotas de sangre cayendo contra el piso blanco supo que iba a ser un día complicado. Shivan resopló, una mirada de preocupación cruzo por sus ojos. -Comienzan los problemas -anuncio-. Ve a la derecha. Astyrian se acomodo los lentes sobre el puente de la nariz antes de seguir el ritmo de la camilla. -¿Que tenemos? Un hombre moreno, de estatura alta que sostenía el cuerpo convulsionante del hombre de la camilla respondió.-Una persecución, heridas de arma de fuego. Múltiples disparos, no pudimos detectar aun si las balas tuvieron salida o se quedaron en el cuerpo. -¿Algún acompañante? -presiono. El mismo hombre negó. -Solo este. Shivan empuja las puertas de la habitación de cirugías. -No estas del todo descontaminado para entrar aquí, Ty -le recordó Shivan, amablemente. Astyrian lo sabía, pero no podía no hacer nada sabiendo que tenía el suficiente poder para brindar ayuda. -Voy a hacer lo que puedo. Astyrian observo al hombre, que era irreconocible. Su cuerpo se sacudia a causa de los poderosos temblores, tenía sangre cubriendo la mayor parte de su cuerpo a tal punto que su ropa estaba húmeda. Sabía que no tenia mucho tiempo antes de que su cuerpo comenzara a rendirse mas rápido de lo que podían salvarlo. Astyrian sostuvo la mascara de oxigeno contra su rostro, con disimulo puso una mano sobre su hombro. Con la intención de que a los ojos de sus compañeros sea un intento de controlar los temblores, se cercioro rápidamente que cada uno este lo suficientemente ocupado para no notar sus acciones. En menos de cinco segundos, pudo sumergirse en los recuerdos de ese hombre. Pero el estaba demasiado débil, no iba a resistir por mucho tiempo. Había un descampado, vio las balas entrando en su cuerpo y el hombre sin estar cubierto de sangre parecía de al menos treinta años. Uno había impactado contra sus costillas, saliendo con rapidez de su cuerpo, otra en su pierna derecha pero que no había tenido salida alguna. Otro en el hombro, sin salida tampoco. Astyrian miro a Shivan, quien tenía la atención puesta en el. -Dos balas no salieron, hombro y pierna derecha. Arriba de la rodilla. Shivan frunció sus cejas. -¿Como.. Astyrian no la culpaba, el hombre estaba tan cubierto de sangre que su rostro apenas era visible. Pero no estaba con la suficiente paciencia para justificar sus palabras. -Solo créeme. La puerta se abrió, dos personas se adentraron a la sala mientras Helen ponía sus ojos sobre Astyrian. -Brycer te necesitan en emergencias, los demás se harán cargo de esto. Astyrian miro al hombre, apretando sus labios breve mente antes de asentir. Siguió a Helen muy de cerca mientras caminaban. -¿Que hay de nuevo? -Es una mujer, de aproximadamente veintitrés años de edad. La encontraron inconsciente y casi desnuda cerca del bosque municipal. Tiene algunas heridas muy profundas, ella esta en la camilla tres. Astyrian asintió, dirigiéndose rápidamente a la camilla numero tres. El abrió la cortina blanca, encontrando a Kallie. Un hombre de su edad que había entrado hace poco. Astyrian choco sus manos con el, sin mirar en dirección a la camilla. -Hombre parece que las cosas estaban intensas ahí -murmuro Kallie, chequeando con una pequeña linterna la parte superior del cuerpo de la persona sobre la camilla. Astyrian se detuvo en seco. Había una cortina de cabello color rosado sucio, con manchas marrones que caía a un lado de la camilla. Kallie al no recibir respuesta, miró sobre su hombro dándole una mirada de curiosidad a su compañero. -¿Estas bien? -cuestiono Kallie-. Por que no eres el que esta herido, la paciente lo es. El rubio trago saliva, todo debía ser una mala jugada de su imaginación. Habían muchas personas que probablemente tenían el mismo color de cabello, pero el solo conocía a una. Con ese meto pensamiento, sin darle una mirada a la individua sobre la camilla se dirigió al pequeño mueble de insumos que estaba al lado de la intravenosa. Astyrian negó un poco. -Estoy bien, fue un largo día -se limitó a decir, abriendo una de las gavetas. Kallie apagó la linterna, apartándose de la mujer. -Tu turno empezó hace veinte minutos -le recordó. Astyrian bufo. -Soy psíquico. -Si lo eres entonces tal vez puedas adivinar que le pasó a esta mujer -Kallie se hartó-. ¿Qué estás haciendo? Astyrian solo estaba revolviendo los objetos, sin buscar algo en particular. En realidad, una excusa para no tener que mirar en esa dirección y encontrar algo que probablemente no esperaba ver. -Buscando un termómetro -mintió, revolviendo las cosas-. Tenemos que chequear la temperatura de su cuerpo, si estuvo cerca del lago tal vez se metio al agua y pueda tener fiebre. Kallie podía notar que había algo extraño, ademas del obvio comportamiento extraño. Astyrian nunca ignoraba a los pacientes. Sea como sean. -Ya lo hice, tiene heridas mas graves. Debes ver la de su pecho, es como si se hubiera peleado con un maldito tigre. Astyrian no quería, se rehusaba. Mientras no lo veía, no estaba ahí. Pero ese era su trabajo, si Kallie notaba que ya su comportamiento era lo suficientemente particular, Astyrian tampoco se sentía feliz ignorando su profesión. Mucho menos, ignorando esa pequeña puntada que lo obligaba a echar un vistazo. Con un pesado suspiró, cerró la gaveta que contenía los objetos desordenados. Se puso de pie y miró en dirección a la camilla. Hace algunos años se había preguntado si había hecho mal en enamorarse de una persona de la cual no conocía. Por qué el en realidad creía conocer a Clover, pero de una forma ciega. Se culpó a si mismo de muchas cosas. ¿Por qué no fue lo suficiente como para conocerla? Ella hizo lo que hizo por que así lo quería. Astyrian sabía que culpar a las acciones de los demás por la forma en que nos hacen sentir era algo cobarde. Había observado la situación de muchas maneras distintas, la mierda dolía y mientras releía la cara todos los días durante muchos meses tratando de descifrar sus sentimientos, se daba cuenta de que el rencor era inevitable, pero no servia. Dolía enamorarse de alguien que creías que nunca haría ciertas cosas. Pero no era su culpa, ni la de Clover. Ni la de su padre por haber robado a sus hermanos hace mucho tiempo. Había pensado muchas veces en llamar a ese número, cuando estaba solo en la noche con nada mas que sus pensamientos tortuosos y con millones de palabras que querían escaparse de su boca, había alzado muchas veces el teléfono, marcado el número pero nunca presionando el maldito botón. Se dio cuenta mucho tiempo después que lo mas sano era superar, meterse todo en el trasero y seguir adelante. Había funcionado, hasta ahora. No había cambiado mucho, al menos físicamente. Clover tenía la ropa desgarrada, estaba sucia y en ese momento una secreción marrón cubría la mayor parte de su piel. Había tres largos y profundos rasguños sobre su pecho, cerca de su hombro derecho. Astyrian ignoro todas las sensaciones que comenzaban a amenazar con salir a flote y se concentro en las heridas visibles. ¿Que le había pasado? Había sangre seca cubriendo su barbilla, combinada con tierra. Algunas de sus uñas estaba fuera de su lugar y sus rodillas tenían profundas heridas. Astyrian abrió su boca, tratando de imaginar en que situación podría haber estado ella para que su cuerpo este de esa forma. El mira a Kallie. -¿Que crees que sucedió? Su compañero alzo sus hombros, negando un poco. -Me sorprende que siga viva, esta en bastante buen estado y estoy esperando a que venga Tasha a limpiarla para que podamos curar sus heridas. Hice lo que pude con la del pecho, es demasiado profunda. Astyrian trato de pensar con rapidez, pero era imposible tratar de hacerlo con claridad mientras todo comenzaba a mezclarse. En ese momento cayo en el verdadero peso de la realidad, ella estaba ahí. Después de tantos años, había aparecido. De la forma menos pensada. ¿Que hacia en Dalewood? ¿Estuvo todos esos años en la misma ciudad que el? -Podemos avanzar limpiando al rededor de las heridas mas profundas para que no se infecten -propuso Astyrian, pasando su lengua por su labio inferior-. ¿Como la encontraron? Kellie suspiro. -Un hombre que hacía la guardia por la zona la encontró, nadie sabe su nombre o que le paso. Tan desconocida, como siempre Clover era un enigma que nunca podría ser descubierto. Astyrian cerro su corazón, al igual que sus sentimientos en ese momento. Tenía que concentrarse en sus heridas físicas. -Tendremos que darle una inyección, probablemente debe sentir mucho dolor en ese momento -murmuro, su voz tiñéndose de frialdad. Tomo la planilla de datos, anotando todos las heridas físicas. Miro el espacio en blanco del nombre unos segundos, escribiendo "Desconocida". Kellie asintió, preparando la intravenosa. Era evidente que el sospechaba de su actitud, pero no era de su problema así que decidió no hacer comentarios al respecto. -Espero que lo descubran pronto, debe haber algún niño o niña que debe extrañar a su madre. Astyrian dejo de escribir, frunciendo el ceño. -¿Que? Kallie asintió, como si fuese obvio. -Mira su estomago, tiene una cicatriz de cesárea. Era como si un balde imaginario de agua fría hubiera caído en ese momento contra el cuerpo de Astyrian, en ese momento realmente se cuestiono si hubiera sido una mejor idea disponible pasado por enfermo ese día y no venir a trabajar. Miro en la direccion que Kellie le indico, el no había mentido. Entre su blusa rota, en la parte baja de su estomago había una larga pero fina cicatriz que apenas era notable. Pero estaba ahí, burlándose de el por no haberlo notado antes. Como hubiera deseado no hacerlo.

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