RELLIAN RAIDEN

3405 Words
✨✨✨ Marissa Mervey alzo la jarra de vidrio repleto de agua, vertiendo un poco del contenido en un vaso transparente. Miro el desolado descampado a través de la ventana de la cocina, sus ojos cansados parpadean con pesadez. Habían círculos oscuros que opacan su mirada que no se había logrado iluminar en años. -Deberías ir a descansar, yo puedo lavar los platos por la mañana. Su esposo, un hombre algunos años mayor que Marissa pero que según el testimonio de muchas personas no aparentaba su edad, se acerco a ella con delicadeza. La observo paciente, mirando su reacción. En los últimos años, debido a su trauma Marissa Mervey era una persona que se había fortalecido por su propio dolor. A pesar de eso, aveces fallaba. Su mas reciente esposo notaba como aveces permanecía con la mirada mas perdida de lo usual, probablemente recordando como había cambiado su vida en los últimos años. -Tomare un poco de té y cerrare el granero, voy en un momento -respondió con suavidad. El asintió con comprensión dirigiéndose a pasos lentos a la habitación compartida. Marissa suspiro, poniéndose el pesado abrigo sobre sus hombros y saliendo de la casa. La noche era fría, no era algo poco común de ver en Sparrow. Pero la primera señal extraña que se habia presentado era que la luz del granero estaba apagada, eso no sucedía hasta que Marissa o su marido lo hacian por la noche. Su esposo no se había acercado al granero en todo el día, tal vez hubo un pequeño corte de luz. Marissa apresuro sus pasos. Lo primero que hizo cuando entro al granero, fue buscar el interruptor con sus manos. Apretó el pequeño botón, pero el lugar permaneció igual de oscuro. Frunció el ceño, lo único que le permitía ver era la luz del farol que había afuera. Lo cual no era mucho, podia ver la mirada de los caballos. Pero había un pequeño relincho, que Marissa identifico al instante, era de Spark. El caballo de Madison, de su amada hija. El nunca había vuelto a ser el mismo luego de mucho tiempo, pero nunca había estado tan ruidoso como en ese momento. -¿Spark? Todo esta bien, chico. Con las manos en el aire, tanteando las cosas que habían en el mueble alado de la puerta. Sus manos hicieron caer muchos objetos al suelo antes de finalmente encontrar la linterna. Apretó el interruptor, una débil iluminación emergió de la pequeña linterna. En ese momento se escucharon pequeños golpes contra el suelo, Spark emitió un fuerte ruido. Marissa en ese momento supo que no estaba completamente sola. -¿Quien esta ahi? Sabía que no podia ser algun ladrón, no podían encontrar nada con un gran valor en el granero.No hubo respuesta, fue en ese momento en donde Marissa levanto lentamente la linterna, recorrió a los caballos hasta que llego el turno de Spark. El no estaba solo, la boca de Marissa se abrió mientras sus ojos se aguaron. Había una chica frente a Spark, acariciando su rostro. Ella era de estatura media, tenia una larga falda y su cabello estaba atado con una cinta. Era Madison. Marissa comenzó a temblar, viendo el perfil de su hija. Creyó por un momento que era todo parte de su imaginación, que su hija realmente no estaba ahí. Era imposible. Los medicamentos le estaban jugando una mala pasada. -Mama. Ella continuo acariciando a Spark, Marissa gracias a su estado de shock no podia hacer otra cosa mas que observar. La ropa de Madison era la misma que tenia cuando la vio por última vez, estaba sucia y repleta de tierra. Su blusa blanca estaba manchada con un liquido oscuro, casi n***o. Acariciaba al caballo con tanta lentitud que lograba incomodar a Marissa. -Esta bien, el se sentía solo. Su voz era fría y distante. Marissa sentía una gran piedra en su garganta, quería hablar pero no podía. Quería tocarla pero era incapaz de moverse. Sentía lagrimas calientes caer por su mejilla. Sus labios se movieron en palabras silenciosas. -Mad-mad... -un pequeño sollozo se escapo de sus labios-. ¿Es..es de-de verdad tú? -Si mama, soy yo. Estuve esperando por ti. Su tono se había endulzado un poco mas, Madison continuo acariciando el cabello de Spark pero miro por el rabillo de su ojo a su madre. En ese momento, Marissa dejo caer la linterna. Todo por el suelo lentamente, la respiración de la mujer mayor comenzó a incrementarse. Algo se sentía mal... Había imaginado ese momento en su cabeza por mucho tiempo, abrazando a su hija, diciendo lo mucho que sentía no haberla protegido lo suficiente. Pero el momento no tenía esa misma calidez, algo no estaba bien y se sentía incorrecto. -No té preocupes mami, el dijo que algun día todos seriamos libres. Marissa se sobresalto cuando sintió las palabras en su oído, un frío susurro. El olor a tierra humeda y putrefaccion se filtro por sus fosas nasales, su corazón comenzo a palpitar con fuerza cuando escucho el sonido de pies arrastrandose. Marissa se tiro al suelo, gateando hacia la linterna. No sabía lo que habia ahí, pero no era su hija. -¿No me quieres mas? Marissa tomo la linterna, agarrandola con fuerza contra su pecho. Hubo un tenso silencio mientras movia la linterna hacía el frente, pego un grito cuando vio a Madison frente a ella. Ojos hundidos, su piel amarrillenta, había un gran hueco a un lado de su cuello. -No té preocupes mami, seras una de nosotros ahora. Madison movio su mano hacia su cuello, sacando un gran trozo de vidrio del hueco de su cuello. Un liquido n***o emergio de la herida, Marissa abrío su boca para gritar con fuerza cuando sintío una gran punzada en su pecho. ✨✨✨ Astyrian froto sus ojos con cansancio, su cerebro apenas podia procesar todo lo que habia descubierto hace instantes. Primero, la persona que el creyo que nunca volvería a ver en su vida aparecio de la forma menos convencional posible. Segundo, había una gran posibilidad de que podria haber tenido una hija o hijo. No estaba del todo seguro, cabia la posibilidad de que Clover hubiera continuado su vida con un hombre distinto. Pero aun así, Astyrian no podia alejar la opcion de su mente. Ella no había despertado, sin embargo fue movida a una habitacion. No había algun tipo de reconcimiento para contactar a un familiar, debían esperar a que ella despierte. Astyrian sabía quien era, pero no podía decirlo. ¿Como les explicaria? -Te ves demacrado -Shivan se acerco a mitad de pasillo-. ¿Necesitas un doctor? Astyrian sintío una sensacion extraña en ese momento, era como si estuviera expectante hacía algo, sentía una especie de nervios pero que no pertenecian a el. Miro de reojo a Shivan, captando brevemente como jugaba con sus dedos. -O tal vez la eutanasia -murmuro Astyrian-. ¿Estas bien? ¿Que tal el sujeto del accidente? Shivan se apoyo a su lado contra la pared, el cansacio estaba presente en su rostro. Sus ojos parpadeaban con pesadez. Ella sospecha algo, se dijo a si mismo. Habían palabras que se querían escapar de la boca de Shivan pero que ella no era capaz de decir. -Gracias a ti salvamos su vida -ella lo codeó suavemente-. No es la primera vez. ¿Como lo haces? Astyrian sabía que no podia dar la respuesta verdadera, por mucho que confiara en Shivan no le sorprenderia si terminaba con una camisa de fuerza si le dijera realmente como eran las cosas. Podía sentir la vibra que provenía de Shivan hacía el, era como si desconfiara de Astyrian. -Es un trabajo en equipo, todos lo hacemos. Aveces fallamos, aveces no. Lo importante es que damos lo mejor de nosotros. ¿Verdad? Shivan forzó una sonrisa, asintiendo lentamente. Se enderezó un poco, tirando de su coleta sobre su hombro. -Por supuesto -ella miro el reloj de su muñeca-. Oh, Kallie me dijo que te avisara que la paciente que entro a emergencias ya ha despertado. Él corazón de Astyrian comenzó a palpitar con fuerza. Se separo de la pared con tanta rapidez que Shivan dio un pequeño empujón. -¿Hace cuanto? Shivan frunció el ceño. -Cinco minutos tal vez. Astyrian rodeo a Shivan, apretó sus dientes mientras caminaba al ascensor. Apenas noto que había apretado el botón numero tres al menos cinco veces antes de que las puertas se cerraran. Se pego algunas palmaditas en la cien. -Concéntrate -se dijo a si mismo. Kallie estaba afuera de la habitación cuando las puertas del ascensor se abrieron en el tercer piso. -Creí que llegarías mañana, despertó hace unos quince minutos -Kallie reviso algunos papeles-. Su nombre es Clover, dijo que no recuerda como llego aquí. Tal vez tu tengas mas suerte con ella. Astyrian asintió, su corazón daba fuertes palpitaciones mientras su mano se giraba el pomo de la puerta. Sintiéndose sofocado con cada bendito segundo que transcurría, el aire se escapo de sus pulmones mientras su mirada se conectaba con la mujer que yacía sobre la camilla. Clover estaba despierta, sus grandes ojos marrones estaban abiertos de par en par y expresaban cansancio hacía la esquina de la habitación. Al escuchar la puerta abrirse, su cabeza se giro lentamente en dirección a Astyrian. Fue una sensación extraña, imposible de reconocer, Astyrian no había tenido ese tipo de intranquilidad sobre sentimientos desconocidos hace mucho tiempo. Pero ahí estaba, no era una sensación era una persona. La única persona que podia provocarlo. Astyrian había planeado en su cabeza todo lo que no debía hacer en ese momento minutos antes de entrar, quedarse en silencio no era algo que planeaba hacer. Había entrado con la idea de tener el cerebro limpio, un paciente mas y no debía irse a mas escalas. El separó sus labios para hablar, sin saber realmente que iba a decir. Pero la rasposa pero suave voz de Clover se adelanto. -Siempre nos turnabamos para encender el farol que está a unos metros de casa, no tiene un interruptor así que debemos poner la bombilla manualmente todos los días. Astyrian quería interrumpirla, cuestionar sobre que eran sus palabras por qué no comprendía lo que estaba diciendo, pero se sentía en un limbo hipnótico mientras la observaba. Era como ver uno de las tantas imágenes que su cerebro había creado en el pasado, pero de una forma diferente. La mirada afligida de Clover se centraba en un punto muerto de la habitación, su piel pálida estaba manchado con múltiples moretones y pequeños rasguños. -No fue diferente esa noche, solo sabía que algo andaba mal cuando ella no volvío en diez minutos... Astyrian la interrumpió. -¿Ella? ¿A quien te refieres? Clover toco la venda que estaba sobre su pecho, justo en donde se encontraba los cortes profundos. Hizo una pequeña mueca de dolor, luego su mirada se encontro con la de Astyrian. -Polly, mi novia -sus ojos se llenaron de liquido cristalino-. O lo era, cuando salí de la cabaña la luz estaba encendida. Encontré a Polly, pero le faltaba algo que tenía cuando la vi por última vez. Astyrian no sabía que decir o pensar, su cabeza era un mar de recuerdos mientras intentaba conectarse a la realidad. De borrar todo lo que había sucedido en el pasado, las preguntas que tenía que nunca tuvieron una respuesta y centrarse en el presente. -¿En donde está ella ahora? La observó más detenidamente, Clover había cambiado poco y nada. Tenía una expresión más madura, estaba claramente más pálida de lo usual y lo magullado que se encontraba su cuerpo no le permitía ver más allá de los moretones. -Muerta. La palabra se escapó de sus labios de una forma rápida y firme. Astyrian sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral, sabía que todo eso se había convertido en más que una simple visita al hospital. Había una persona asesinada, la policía debía estar involucrada. Se sintió de la misma forma hace muchos años atrás cuando Veronica habia muerto en su casa, no era una sensación de culpa. Más bien de algo más, de que una puerta se abría y todo iba a cambiar. -¿Como me encontraste? Preguntar eso no estaba en sus planes más recientes, pero las palabras salieron de una forma tan rápida que apenas pudo detenerlas. Clover parpadeó lentamente, pequeñas gotitas de líquido cristalino humedecieron sus pestañas. Era la primera vez que Astyrian la veía llorar, nunca cruzó por su mente el mero pensamiento de Clover llorando. -No te encontré por qué no te estaba buscando -ella murmuró-. Cuando encontré a Polly, corrí hacia ella. Ahí es cuando el apareció, al principio pensé que estaba teniendo un ataque de pánico y mí cabeza me estaba jugando una mala pasada. Pero cuando se abalanzó hacía mí, supe que era real. Astyrian sentía que la situación comenzaba a escaparse de su control al ver que la respiración de Clover comenzaba a incrementarse. Ella se enderezó, sentándose en la camilla. La sábana se deslizó más allá de su pecho y reveló su estomago. Astyrian recordó la cicatriz en su piel y su corazón comenzó a agitarse. ¿Podría ella?... No, el queria convencerse de que no. Quería preguntarle, Astyrian estaba tratando de tener todo el autocontrol del mundo para evitar que el viejo Astyrian lleno de incógnitas, dudas y sospechas salga a la luz. El lo había enterrado hace mucho tiempo, había cambiado. Iba a mantener ese cambio, quería hacerlo. -El estaba ahí, debajo de la lluvia y con sus ojos miraban directo hacia mí -su voz se tensó, Clover agarró las sábanas bajo suyo con el puño-. Pero no puedo recordar que dijo. Los mirada desorbitada de Clover demostraba que su cabeza se remontaba al preciso momento que estaba describiendo, Astyrian pudo ver el dolor en sus ojos marrones pero más que nada su lucha interna por mantener su estabilidad emocional que corría peligro en ese preciso momento. Astyrian tenía un mal presentimiento, sentía que algo iba a suceder. Podía percibir lo que Clover sentía, en ese momento era enojó. Ella estaba enojada con algo o alguien. Con lentitud, Astyrian preguntó. -¿Quién? Clover sonrió sin mostrar los dientes, fue una sonrisa de resignación. -¿Crees en la noche de los muertos vivientes? Astyrian se congeló, sintiendo los bellos de su cuerpo ponerse de punta. Todo vino a su cabeza en un Flash, el incendió, su hermano, el cielo estrellado que vió al despertar. -Perdi un año de mí vida, creo en todo. Clover asintió, poniendo un mechón de su cabello detrás de su oreja. -Lo sé. Astyrian se sentía perdido, era como si hubieran partes claves de la historia que se había perdido. No le gustaba la sensación, de que había más historia. Más por saber. Creyó que podía haberlo mantenido todo en el pasado, escondido debajo de una gruesa madera donde podía reconstruir su vida desde cero. Pero se equivocó, el pasado nunca muere y tarde o temprano termina alcanzando a una persona si quedan preguntas sin responder. Astyrian tenía una gran pregunta en ese momento. ¿Tenía el un hijo o hija del cual no conocía su existencia? El quería la respuesta en ese momento. -¿Tu.. Un suave golpeteo fue hecho contra la puerta. El contacto visual de ambos se rompió, Clover miró expectante la puerta. Astyrian suspiró, poniéndose de pie. Shivan sonrió suavemente, mirando el interior de la habitación con rapidez antes de hacer contacto visual con Astyrian. -Hay un hombre que quiere hablar contigo en la sala de espera. Astyrian miró sobre su hombre hacia Clover, ella estaba jugando con un anillo en su dedo anular. Astyrian asintió. -¿Podrías quedarte con ella hasta que vuelva? -Seguro -afirmo Shivan-. Cuando vuelvas seremos mejores amigas. Cuando Shivan cerró la puerta, Astyrian soltó un suspiro mientras apoyaba su cabeza contra la pared de alado. Levanto su brazo, impactando su puño cerrado contra la pared. -Maldita sea -murmuro. Se acomodó el cabello mientras iba a la sala de espera, pero sintió que lentamente la situación iba empeorando y se escapaba de sus manos como arena al ver a Rellian parado en medio de la sala. Astyrian nunca pensó que un simple día de trabajo se convertiría en una reunión del pasado. Si bien fue una sorpresa para él saber que su medio hermano desaparecido en realidad no estaba muerto, la explicación de Rellian nunca fue revelada cuando se encontró con el poco tiempo después de que despertó del coma. Él había pagado su mantenimiento en el hospital todo ese año, con dinero que Astyrian pidió justificar. No fue un reencuentro emotivo, Astyrian tenía preguntas pero a Rellian no le gustaba dar respuestas. Solo las que el creía necesarias. No habían hablado nunca más desde aquella oportunidad, Astyrian tampoco quería. No le caía bien. Por ende, que tú hermano desaparecido por años reaparezca en lo que probablemente era el día más complicado de tu vida realmente no era una coincidencia. Rellian era alto, demasiado alto. Tenía el cabello castaño claro que probablemente era lo único que tenía parecido a su hermano muerto. En el resto de sus características no eran parecido a pesar de haber sido gemelos. Sus ojos eran de un color azul verdoso penetrante, que en el poco tiempo que Astyrian pudo conocerlo nunca expresaron emoción o felicidad. Sus labios eran finos con un simpático color rosado. Rellian estaba vestido completamente de n***o, con un largo Montgomery arremangado que revelaba el tatuaje de una serpiente envuelta en su antebrazo. Tenía botas negras al igual que sus jeans. Su largo jopo se balanceo un poco cuando miro sobre su hombro a Astyrian. -Hola -saludo, su voz era gruesa y profunda. Astyrian apretó sus dientes. -¿Que estás haciendo aquí? Rellian no era una persona expresiva, su rostro siempre se mantenía impasible y seria. Como si estuviera jugando una eterna partida de póker. A Astyrian le resultaba difícil descifrarlo, Rellian era una de esas personas de las cuales solo podías conocerlas si te permitían hacerlo. -No vine por ti -dijo neutro, dándole un leve vistazo al pasillo despejado. Astyrian frunció el ceño, ¿Por que estaba ahí entonces? -¿Como demonios me encontraste entonces? -Encontrándote. Era la misma respuesta que le había dado luego que despertó del coma, y exactamente a la misma pregunta. Era una de las muchas razones por la cual a Astyrian no le gustaba su medio hermano, lo toleraba, pero no le gustaba. Su forma de ser tan reservado respecto a temas de los cuales no debería y que lo incumbian de alguna forma. La extraña y desconocida forma en la que habia aparecido en su vida. -Como dije no estoy aquí por ti -repitió Rellian, con lentitud-. Vine por Clover. Astyrian al principio creyo que su cabeza le había jugado una mala pasada, que tal vez comenzaban a distorsionarse algunas cosas. Pero al ver que la expresion de Rellian se mantuvo, sin dar alguna explicacion sobre lo que acababa de decir, se dio cuenta que en realidad había escuchado bien. -¿Como la conoces? Se sentía nuevamente como si estuviera siendo tontamente aislado de una forma en la que no le gustaba, que había un gran vacio en la historia que no fue rellenado y era el unico que no conocia. Rellian se mantuvo estatico, con sus ojos fijos en Astyrian. Solamente hizo un pequeño parpadeo antes de responder.-Es una historia complicada. ¿En donde esta ella? -No me importa si es una historia complicada, quiero saberla -Astyrian dio un paso adelante, mirandolo con desafio-. Si no puedes responder eso, ¿Sabes como ella termino en una maldita camilla? El castaño no se movio ni un centimetro ante la cercania, Rellian ademas de tener mas altura era claramente mas fornido que su medio hermano, los circulos oscuros debajo de sus ojos hacían contraste con su piel palida. -No entras en esto -la voz de Rellian se puso mas firme-. Estoy aquí para averiguarlo. Astyrian apreto sus labios, dandose media vuelta y comenzando a caminar. -¿Como esta? -Tiene contusiones en el cuerpo, necesitara atencion pero va a estar bien. Le costaba asumir que estaba hablando de la misma persona de la cual creyo que había desaparecido de su vida como si nunca hubiera existido y reaparecio de la forma menos impensada, alterandolo todo. La tension que habia entre ambos en el elevador era evidente, Astyrian veía en el reflejo la mirada perdida de Rellian. No podia percibir absolutamente nada de el, tal vez era por que era demasiado bueno ocultando sus emociones. Pero Astyrian nunca lo había visto expresar algo mas que palabras neutras y miradas vacias. Cuando las puertas se abrieron, Shivan aparecio en el pasillo con una lata de soda en su mano. Astyrian junto sus cejas con extrañez. -¿No estabas con Clover? Shivan fruncio el ceño. -¿Con quien? Astyrian abrio su boca, dandose cuenta de que había metido la pata en cierto sentido. -La paciente que dije que cuidaras, en la habitación 203. -Oh si, me dijo que tenía sed y si podía traerle una lata de soda. Astyrian apenas pudo contestar cuando Rellian paso tan rapido como un rayo por su lado, dirigiéndose a la puerta con el número que Astyrian describió. Giró el pomo y miró dentro de la habitación, Shivan miraba con desconcierto la escena mientras Astyrian daba algunos pasos. Cuando iba a entrar a la habitación, Rellian salió con la mandíbula apretada. -Ella se fue.
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