Consejos a la media noche.

2595 Words
Elizabeth cierra la puerta con el manojo tras entrar a su habitación, se quita su vestido y todo lo que lleva puesto, tras lo cual se mete en la tina que ha preparado petruska, una de las criadas. Aunque Eleanor opine que es solo una empleada más y no están en la obligación de rendirle servicio, ella se ha ganado la simpatía de todos en las pocas horas que lleva allí en la mansión. Pues nunca deja de mostrar su agradable sonrisa, De modo que no pueden menos que ser atentos con ella, que ha sido el oasis en la mansión para quienes tienen que lidiar con el carácter duro y arrogante de Madame Eleanor. Luego de casi media hora metida en las cálidas y perfumadas aguas de la tina, Elizabeth sale y se coloca una delicada bata para dormir. Acostada allí comienza a pensar en su vida de ahora en adelante en la mansión, Patrick es muy simpático, le ha caído bien, Elliot ha resultado ser tan amable y gentil como no lo pensaba, pues creía que sería un marqués muy serio y obstinado, pero nada que ver con la realidad. Elizabeth esperaba que como todo hombre de alta sociedad fuera de espíritu, autoritario y duro que dejándose influenciar por el concepto erróneo que tanto apoya la misma iglesia, de que la mujer tenía que estar callada, sujeta a un hombre y que no debería desempeñar más papel que el de ser esposa obediente, y ama de casa al servicio de su familia, la tratase con soberbia, pero estaba muy equivocada, Clara nota que su corazón, ese que durante mucho tiempo ha estado feliz, tranquilo, sereno al no conocer los sinsabores del amor comienza a sentirse diferente cuando el nombre de Elliot cruza por sus pensamientos, pero ¿cómo ?, si apenas lo está conociendo. Piensa Hay algo en el marques que la atracción de manera irresistible, quizás solo sea su gentileza, su caballerosidad, su nobleza, o el hecho de que tan dignamente salga en su defensa ante los ataques sin sentido de su misma madre. Elizabeth decide dormirse, y lo logra casi que de inmediato. A la mañana siguiente la claridad de la luz del sol que entra por la ventana la despierta. Se acuerda de que el marques le dijo que desayunarían a las ocho, pero aún tiene tiempo de presentarse a buena hora, normalmente se vestiría de manera sobria y pulcra, pero esos días no trabajará, así que decidirás alistarse con un bonito pero sencillo vestido en seda y encaje color crema claro y deja su cabello suelto, ya lista se retira de la habitación. _ ¡Señorita Clara! _ Patrick la saluda y corre a abrazarla, pues salía al mismo tiempo que ella de su habitación. _buenos días Patrick, ¿Cómo dormiste? _bien señorita, pero amanecí con mucha hambre_ Responde. _pues, vayamos al comedor, de seguro Corazón nos ha preparado algo muy delicioso_ Le dice ella. Patrick asiente y comienza a bajar las escaleras dando pequeños saltos entre un escalón y otro. Ella lo sigue disfrutando de la alegría que irradia el pequeño. Él gira a verla. _sígame señorita, hágalo así como yo_ Patrick salta de un escalón al otro para que ella lo imite. _oh no joven Patrick, podría caerme_ Dice ella y continúa caminando con total normalidad. _es divertido señorita Clara, míre, es sencillo, hágalo_ Entonces salta otro escalón. Elizabeth sonríe, entiende lo que quiere Patrick, algo que necesita mucho, divertirse. _bien, bien, pero si caigo no se ría de mi ¿sí? _ el asiente. Elizabeth salta un escalón. _ahora otro señorita_ Dice Patrick saltando otro escalón. Ella vuelve a saltar y Patrick ríe muy divertido. Entonces ambos llegaron abajo, al pie de la escalera entre salto y salto. Caminan al comedor muy divertidos, todavía riendo. Al llegar se encuentran con Elliot quien ya estaba esperándolos. Ambos lo saludan y se sientan, una joven sirvienta les sirve un exquisito desayuno. _ ¿Y la abuela? _ Pregunta Patrick. _salió de compras_ Le responde su padre. _está saliendo mucho últimamente padre, casi no come con nosotros_ Dice él. _sabes cómo son las mujeres hijo, algún día lo que puedas entender_ Dice. _ ¿Cuándo? ... ¿cuándo tengo edad suficiente de ir a los bailes? _ Elliot ríe con gracia. _se te ocurre cada cosa Patrick_ Dice él negando con la cabeza. _señorita Elizabeth ¿usted ha ido a los bailes? _ pregunta Patrick, Ella ríe. _ ¡Sí! _ Responde. _ ¿Sí? _ Preguntan tanto Patrick como Elliot al unísono. _pues sí, ¿Por qué se sorrenden? Mamá era invitada a muchos eventos de sociedad, yo la acompañaba. _ ¿Y no conoció a un hombre con el cual casarse? _ Pregunta Patrick con inocencia. _ ¡Patrick! _ Lo corrige el marqués. Ella sonríe. _no, no siempre se va a un baile a buscar pareja_ Dice ella. _ ¿A no? _ Pregunta el niño. _pues no, también se va para distraerse, por conocer amigos, o simplemente para cumplir con un deber, ese era mi caso. _bueno, bueno, ¿se divirtieron cuando bajaban las escaleras? _ Pregunta Elliot mirándolos a ambos y cambiando el tema antes de que Patrick le pregunte a él cuando se casará de nuevo, pues ya en oportunidades lo ha hecho. Patrick ríe ante su pregunta haciendo reír a Elizabeth. _si padre, mucho_ dice el niño.  _milord ... yo ..._ Elizabeth se apena al sentirse descubierta. _papá también lo hace señorita Clara_ Objeta Patrick. _suele ser un niño muy insistente_ Alega él y ríe. Todos ríen y después de un desayuno ameno Patrick se retira para salir a jugar en el jardín. Elliot conversa un rato más con Elizabeth sobre la educación que quiere tener Patrick.  _sé que por ser niño tendrá que ser un hombre quien le instruya, pero créame señorita, no le veo el sentido, Patrick no tuvo a su madre, creo que le faltaría el cariño, la dedicación y claro también la disciplina que muy bien podría recibir una institución, la instrucción para que se convierta en un hábil hombre de negocios bien puede recibirla de su padre. Elizabeth se admira de sus palabras. Elliot realmente es un hombre muy diferente a los de la época, le recuerda mucho a los ideales que tenía su padre. Ella sonríe y conversan de cómo ha de ser instruido en idiomas, historia y contabilidad. Ella le explica sus métodos de enseñanza. Caminan fuera del comedor, y ya en la sala ella observa por la ventana y puede ver a Patrick jugar muy divertido en el jardín bajo el cuidado de una criada. _milord, quisiera plantear una pregunta. _ hágala señorita Clara. _usted mencionó que el niño no debe salir de la mansión, ¿pero por qué lo deja jugar en el jardín? _ Él agarra aire. _ ¡Solo dos horas luego del desayuno!  _ ¿El sol le hace algún daño? _ Él asiente. _por lo tanto al atardecer también puede salir al jardín señorita Clara, espero que vele por que el niño no se exponga al sol fuera de esas horas. _ ¿Cuál es el mal que le aqueja al niño milord? usted mencionó antes que es un niño muy sano_ él la mira serio. _dijo que sería solo una pregunta señorita Clara_ Dice y le sonríe intentando no parecer que le ha molestado. _bien, disculpe milord_ Él se retira a su despacho. Los días pasan y Elliot pasa mucho tiempo en su despacho, debe atender los asuntos de su jurisdicción para cuando deba  salir de viaje. Apenas si él y Elizabeth se encuentran en algún momento, aunque sin ella saberlo él sabe cuán bien se lleva ella y el niño, nota muchas veces como Patrick disfruta la compañía de ella. Aunque casi no se ven, cada encuentro es muy esperado por ella, cada encuentro es un suspiro robado, aunque Elizabeth cree que solo es la inocente ilusión de una dama joven por un guapo caballero. Los momentos de las comidas son muy aprovechados por todos, unas veces está Eleanor, otras no, pero son esos momentos los que  más  han unido a los tres, Elliot, Patrick y la señorita Clara. Aunque a veces él es muy atento y considerado con ella, a veces durante las comidas está en completo silencio, como si no notara la presencia de ella. Es como si tratara de convencerse a sí mismo que las cosas deben seguir como siempre antes de su llegada. _corre Patrick, tráela de vuelta_ Le dice Elizabeth quien juega con él a la pelota a tempranas horas de la mañana. _ya no quiero jugar más señorita, ¿no has visto hoy a mi padre? _ Ella niega con la cabeza. _bien, entonces ¿qué le parece si nos sentamos un rato y dibujamos? _propone Clara. _ últimamente no lo veo mucho, ¿será que esté dejando de quererme señorita? _ dice sin prestarle atención. El corazón de Elizabeth se comprime. _no diga eso joven Patrick, su padre lo ama como a nadie, él seguro está muy ocupado, pero no quiere decir que no lo quiere_ Él sonríe y la abraza. Eleanor está sentada tejiendo mientras recibe el aire fresco de la mañana y observa a la institutriz jugar con su nieto. Aunque no desea no debe  intervenir  nunca en la relación de ambos. No desea importunar a su hijo. _ ¿Segura que mi padre me quiere? _ Insiste el niño. Ella le sonríe. _claro que te quiero_ Le dice Elliot quien alcanzó a  oírlo. Entonces lo carga y lo abraza con ternura. _perdóname que esté tan ocupado que casi no te vea ¿Qué te parece si nos vamos al río? ... la mañana está nublada, no habrá sol_ El asiente con una gran sonrisa. _venga señorita, acompáñenos_ Le dice el marques luego a Elizabeth. Ella asiente. Los tres salen de prisa y muy emocionados para montar en el carruaje, Elizabeth sube provisiones que le ha dado corazón. Patrick se ve muy feliz. _que bueno que haga esto, el niño está sintiendo su ausencia_ Le dice ella en voz baja para que Patrick no la oiga mientras van en el carruaje. _lo sé, pronto tendré que irme, quiero pasar tiempo con Patrick antes de hacerlo_ Responde él. Ella entristece. _ ¿Por qué creo que se acaba de indisponer por lo que le he dicho ?, señorita Clara, es usted muy hermosa, cuando la veo, siento algo que sé que no debería sentir, es esa la causa de mi aislamiento_ ella se sorprende. _ ¿Se marchará por eso? _ Pregunta ella con voz tenue. _no señorita, me marcharé porque es mi deber hacerlo, soy un marqués y debo atender asuntos que me competen, a lo que me refiero es a que soy un hombre y usted es muy bella, nunca me había pasado esto con alguien que recién conozco y no deseo que pase de simple admiración, si a usted le pasa igual, le ruego no le dé importancia a algo que no debe crecer señorita Clara_ Patrick miraba por la ventana entusiasmado, hace  tiempo no salía de la mansión, así que ignoraba La conversación de los adultos. _lo entiendo, pero créame, nada me pasa con usted, puede estar tranquilo_ Dice ella con necesaria dignidad. Aunque las palabras del marqués fueron muy claras, su mirada la confunde, sus ojos no parecen apoyar lo que su boca acaba de decir. Llegan al río, Patrick baja del carruaje corriendo, feliz. Ambos sonríen de verlo tan contento. Patrick se quita sus pantalones quedando en su bañador, igual que Elliot, Elizabeth sonroja de verlo expuesto. Intenta mirar para otro lado, pues se sofoca ante su imponente apariencia. _ ¿No se cambiará señorita Clara? _ Pregunta Elliot acercándose a ella quien reposa sobre la hierba mirando cómo se divierten. _no, solo vine a acompañarlos_ Él le sonríe. _no lo creo señorita Clara_ Dice el alzándola en sus brazos. _ ¿Qué hace? ... ¡suélteme! _ Dice mientras la lleva a su hombro poniendo la cara de ella contra la espalda de él. El ríe divertido mientras corre hasta el río. _¡ NOOOOOOOO! _. Grita ella mientras él entra en el agua dejándola caer en el río empapándola enseguida. Patrick ríe muy divertido. Elliot ríe con malicia. _ ¿Ah sí? _ Dice Elizabeth escurriendo su empapado cabello. Se mira su vestido, el cual por el agua se pega más a su silueta, haciéndola sentir vergüenza de cómo se resalta su figura. Pero Elliott no tiene intenciones de dejar de reír así que la zambulle al agua de nuevo, Elizabeth   busca  aire  desesperada y lo  mira  achicando los ojos, corre hasta él y trata de sumergirlo , pero no puede ante su fuerza indiscutible. Patrick se cuelga del brazo de Elliot intentando zambullirlo junto con Elizabeth pero es inútil. Los tres ríen a más no poder, entonces luego de un rato salen fuera del agua aun riendo. Elizabeth sirve las provisiones, el tiempo  está frío y ella comienza a  temblar al estar toda mojada. Elliot se percata de ello. Entonces busca una de las mantas que trajo y se la coloca encima. _ ¡Lo extrañará cuando tenga que partir! _ Le dice ella mientras él mira a su hijo pensativo. _y yo a él señorita, pero volveré, mientras tanto Evans, un pariente muy cercano, se quedará en mi lugar, Patrick lo quiere mucho. _ ¿Evans? _ Pregunta ella. _si, ya lo conocerá, él se quedará en mi ausencia, no sería capaz de dejarlos solos señorita_ Ella sonríe. _espero pueda regresar  pronto, nadie sustituye a un padre_ Le dice ella. Y tiembla aún más. Él ríe. Entonces la mira. _ ¿Me permite? _ella no sabe a qué se refiere pero asiente de todos modos. él la rodea con sus brazos y la lleva contra su pecho apretando el abrazo. _venga, mi calor le hará bien_. Duran un instante abrazados. _si podría hacer algo señorita Clara, algo para que no tenga que ser así, lo haría con toda seguridad, pero usted podrá entender lo que me pasa_ Ella no entiende sus palabras, pero guarda silencio. Su cercanía es suficiente para ella en ese momento. Teme que al decir algo él rompa ese cálido abrazo.  ...................... Esa noche Elizabeth lee un cuento a Patrick antes de dormir, Elliot no ha entrado en la habitación, lo que hace pensar que no lo hará. Ella besa la frente del niño al verlo dormido. Entonces se retira  en silencio para no despertarlo. Cuando baja las escaleras en busca de agua hacia la cocina, escucha una conversación. _tienes que intentar sacarte esa idea de la cabeza Elliot_ Escucha la voz de un hombre que no reconoce, hablan en la oscuridad. _pero padre, yo lucho contra eso, no sé qué me pasa, lo intento, se lo juro, es muy extraño pues antes no me había pasado tan pronto_ Ella se queda detrás de la puerta escuchando. Sabe que está mal, pero tiene muchas dudas, algo le  dice que debe quedarse. _entonces dile que se marche Elliot, si la dejas de ver, entonces quizás, te olvides de todo y continúes con tu vida_ Le dice la otra voz. _ ¿Por qué padre? ... ¿por qué no puedo amar a nadie? ... es una maldición padre, es una maldición, tal vez pueda hacer algo para sentirme normal. _no digas eso hijo ... algún día sabremos la respuesta, pero por los momentos no puede ser. _lo sé, pero no se irá padre, no, eso no, yo lucho...seré fuerte, aunque ... Dice Elliot. _eres débil hijo, pero puedes, sé que puedes, recuerda que no puedes confiarle tu secreto a nadie, serio un riesgo hijo, tu vida depende de guardar bien ese secreto_ Elizabeth nota que el hombre que habla con Elliot es un sacerdote. Este le da unas palmadas en el hombro y se va dejándolo solo, sentado, allí cabizbajo y su mano en su frente, pensativo quizás. Elizabeth intenta volverse antes de ser vista pero da pasos hacia atrás y tropieza con una escultura la cual cae al piso igual que ella, haciéndola gritar inevitablemente. Elliot se levanta de inmediato y la ve sentada en el piso mordiendo su labio al verso descubierta.
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