Capítulo 2

1983 Words
Marilyn.* Levanté la vista a la pantalla, observando cómo Jeffrey corta la carne de ese hombre como si fuese lo más divertido del mundo. Cuando yo asesino es más por ira que por diversión, es como si cuerpo sintiera el odio recorrer por todos lados y tan solo deseara acabar con los demás. Fruncí el ceño y llevé mi mano a mi frente sintiendo un dolor que me obligó a ponerme de pie, necesito descansar un poco, estás semanas me he sentido tan débil y cansada. Recorrí el pasillo para ir a una de las habitaciones que el jefe nos regaló, al saber que Jeffrey y yo decidimos unirnos se alegró mucho y nos dio una habitación grande, no desea que nos vayamos del lugar. Me recargue en la pared y sentí como todo lo que hay dentro de mi abdomen se revolvió. Subí mi mano a mi boca para después retirarla y dejar que el líquido salga de mi cuerpo. El aroma me hizo vomitar aún más, limpie mi boca pero debido a los mareos no pude evitar que mis piernas no soportarán mi mismo peso. Creí que caería al suelo pero sentí que me sostuvieron. Jeffrey se agachó conmigo en sus brazos y me observó fijamente en lo que siento que todo a mi alrededor da vueltas. — ¿Estás bien? — Dijo despacio. Solo hice una mueca, subió su mano a mi mejilla y paso una toalla húmeda cerca de mí labio quizás limpiando los restos de vómito. — Estás embarazada. — Dijo con seguridad más que nada. Intenté levantarme, no puede ser que lo esté tan rápido... Cierto, pero es culpa de Jeffrey quién quiere estar teniendo sexo todo lo tiempo. — Es tu culpa. — Dije golpeando su hombro. Tomó mi mano y la cerco a sus labios dejando un beso en ella. — Quizás... Pero la cría ya está en tu cuerpo... Nuestra. — Dijo mirándome a los ojos. Solo pude desviar la mirada, me molesta cuando hace eso, no me agrada la idea de que sepa que al igual que él me siento atraída. Es guapo, tiene un cuerpo fuerte, su m*****o es grande y está loco al igual que yo, eso hace que me guste. Me tomó en sus brazos y empezó a caminar hacia la habitación. Abrió la puerta y nos adentro a ambos. Se paró junto a la cama y me recostó ahí, giró sobre sus talones y salió de la habitación. No comprendí pero solo me quedé mirando al techo en lo que intento que todos los malestares se alejen de mi sistema. Bajé mi mano derecha a mi vientre... ¿Así que estás ahí?, ¿Porqué te creaste?, Bueno si hablamos biológicamente es obvio que por la relación sexual... Pero quizás sentimentalmente porque sabes que Jeffrey y yo... En realidad hemos estado haciendo el amor. La voz en mi cabeza soltó un carcajada, eso me hizo apretar la mandíbula. — Ay Marilyn... Qué patético fue eso, ¿De verdad le crees?, Si sigues así las cosas se irán al demonio, así como con tu familia. — Dijo logrando que los fantasmas del pasado sean desenterrados. No puede pasar lo mismo, él nunca ha prometido cosas, menos aquellas que no va a cumplir. La puerta se abrió, no lo miré, solo sentí como se puso a mi lado, colocó algo en el buró y luego se sentó en la cama. — Te he traído agua y un té para que se te calmen las náuseas. También un par de pruebas de embarazo para estar seguros. — Dijo intentando que me sentará en la cama. Lo hice y con algo de pena tomé el vaso de agua, quizás así se me calme este malestar y el sabor de vómito que hay aún en mi garganta. Fijé mi vista en él quien tomó la taza y empezó a enfriar un poco el líquido... Te ves lindo siendo así, atento. Me lo extendió, creí que me lo dejaría en las manos pero lo acercó a mi boca y me dió un par de sorbos. Solo puedo estar en seriedad, no sé cómo reaccionar. — Creí que sentirías asco al verme de esa manera. — Dije sin más ni observarlo. Frunció el ceño y acercó un vez más la taza dándome más de ese té que tiene buen sabor. — Vomitar es normal, sobretodo si traes a nuestra cría. — Dijo sin darle importancia. — Hijo... Cuando lo llamas así suena como su fuese un animal, después de todo es una persona. — Dije mirándolo a los ojos. Me dio una afirmación. Solo pude suspirar e intente colocarme de pie, al no poder hacerlo sentí que su brazo rodeó mi cintura. — ¿A dónde quieres ir? — Preguntó. — Quiero darme una ducha. — Dije cerrando los ojos un poco, aún siento como mi cabeza duele. Caminamos los dos juntos hasta el baño de la habitación, es lindo, grande y está limpio. Me sentó en le retrete y con cierta seriedad empezó a retirarme la ropa, en mi cabeza no se quita la idea del ámbito s****l, pero su expresión me ayuda a entender que no la hay, que solo quiere ayudarme. Terminó de quitarme la ropa y abrió la llave del agua caliente y empezó a colocarla tibia. Quitó su playera y me cargó una vez más, nos adentró a ambos y se colocó de rodillas en lo que aún me carga. —¿Quieres que te limpie o deseas hacerlo sola? — Murmuró tomando el jabón. Le di un asentamiento, lo que hizo que lo pasará por mi cuerpo con delicadeza. Fijé mi vista en su pecho y hombros, no pude evitar levantar mi mano y tocar las cicatrices bastante grandes que tiene. —A veces los demonios no nacen… En muchas ocasiones se hacen. — Susurró limpiando mi cuerpo. Le mire y ahora mi mano fue a su mejilla, eso hizo que se inclinara a mí, juntamos nuestros labios a lo que los suyos empezaron a moverse rápidamente.  Me aleje de él un poco y me le quede mirando. —Me siento mal como para tener sexo. — Dije sonriendo un poco. —No te estoy pidiendo sexo. ¿Ya te sientes mejor? — Dijo en lo que el agua caía sobre su rostro. Sonreí sin poder evitarlo, dejando que vea que en realidad a logrado que me guste estar a su lado. — ¿Puedes llevarme a la cama? — Pedí recargándome en su pecho y abrazándolo por el cuello. Me dio una afirmación y me cargó en sus brazos sacándome de ahí. Cubrió mi cuerpo con una toalla y salimos del baño. Me recostó en la cama con delicadeza y cubrió con la manta. Creí que se iría y que me daría ahí pero se puso a mi lado en lo que sus brazos aún me mantiene junto a él. Mis ojos poco a poco se iban cerrando en lo que su tranquila respiración me daba la satisfacción de quedarme dormida... Jeffrey.*. Me quedo solo mirando al frente, no hace frío, eso ayuda a que no tema a enfermarla ya que estoy mojado. Se quedó en paz, así que sin decir nada me levanté con cuidado, fui al armario y tomé un pantalón y unos bóxer. Me tomó unos minutos colocármelos y luego regrese junto a ella. Raramente mi cuerpo se ha acostumbrado al suyo, no solo eso, mis emociones también. — ¿Creí que ya te las habían borrado? — Se burló la voz en mi cabeza. Desvíe la mirada, su mano se recargó en mi pecho y coloqué la mía encima, dejando que su calidez me ayude a olvidar un poco. — Te veías tan patético en ese tiempo Jeffrey... Tu prostituta madre hacía lo que quería contigo, golpizas tras palizas... ¿Lo recuerdas bien verdad?, Quién pensaría que el mejor asesino de estados unidos antes era un débil niño. — Dijo soltando una carcajada. Apreté la mandíbula, odio el pasado, pero gracias a él soy lo que hoy se puede ver... Un bastardo que no teme arrancar tu carne... Veinte años atrás.* Edad de Jeffrey: 6 años. Sentía como cada parte de mí cuerpo ardía. Solté un fuerte grito cuándo el tubo caliente se pegó a mi piel. — Ya basta por favor. — Pedí entre lágrimas, deseando que la piedad se muestre. La mano de mi madre se estrelló contra mi mejilla y sujetó mi cabello. — Cállate asquerosa cría, de haber sabido que serías tan estúpido mejor te hubiera echado con los perros. — Gritó golpeando mi rostro. Solo cerraba los ojos, intentando que dejara de hacerme daño. — Ya basta. — Pedí sintiendo como mi cuerpo sangraba de muchas partes, tengo grandes heridas. Se rió de mí, se acercó y me hizo mirarla. — ¿Basta?, Pero si a penas empezamos... Mírate Jeffrey, tan débil y asqueroso... Basura putrefacta que debe ser eliminada. — Dijo soltando mi rostro de manera brusca. Solo pude quedarme con la cabeza agachada, sintiendome tan vacío que no lo comprendía. Me dio un golpe en la cabeza y luego solo salió dejándome ahí, atado a una silla de metal en lo que mi brazos descansan en los soportes llenos de espinas y mis pies sangran por lo vidrios. — Esto te hace hace fuerte. — Dijo una voz dentro de mí cabeza. Me reí y empecé a negar una y otra vez... Sabía que no era verdad, entendía que lo único que estaba creando era que si yo ya no sentía dolor... Los demás tampoco, que si yo no importaba porque los demás lo iban hacer. Una vez más la puerta se abrió, entró cargando un par de cosas, se acercó y quitó las cadenas que me ataban a esa silla, dejándome libre. Me hizo ponerme de pie, dando por entendido que las lecciones de hoy habían terminado. Avance un paso, uno lento pero lo hice. — Vamos a jugar Jeffrey. — Susurró en mi oído. Entendía a que se refería, me tomó del brazo y me hizo ir con ella hasta el sofá que estaba ahí. Se sentó y a mi me dejó de pie frente a ella, tomó mi mano e hizo que la subiera hasta su pecho derecho. — ¿Lo sientes?, Esto es lo que nos gusta a las mujeres. — Dijo moviendo mi mano sobre su pecho. No respondí nada, no tengo ganas de luchar el día de hoy. Levantó sus piernas dejándome ver que no lleva ropa interior, acercó mi mano y empezó a frotarla con esa parte. — Se siente bien... Para ser un Inútil. — Dijo mordiéndose el labio. Levantó mi mano y llevó tres de mis dedos a su boca, los chupó llenándolos de saliva... Después los metió en su parte íntima, obligándome a que sea yo quien los mueva ahora. Apreté la mandíbula y algo dentro de mí despertó. Metí toda mi mano haciendo que suelte un jadeó, iba a empujarme pero metí más la mano hasta que podía sentir como la sangre comenzaba a escurrir y pedía que la sacará. — Dijiste que era esto lo que te gustaba. — Dije sombrío... Actualidad. Jeffrey: 26 años. Moví mi cabeza de un lado a otro... Tantos años de tortura no fueron en vano.  Bajé mi vista a ella y observe su abdomen, este es plano aún, pero en poco tiempo se verá abultado, dejando que el mundo sepa que lleva un hijo nuestro. Nunca me ví de esta forma, de hecho no imaginé estar con ninguna mujer, las odiaba... Pero era un verdadero placer matarlas, saciar mi necesidad de matar su imagen una y otra vez. Suspiré y toque su vientre, no sé si seas un niño o una niña... Si serás como Marilyn o cómo yo, no tengo ni la más mínima idea... Pero me gustaría remediar muchas cosas, darte lo que a mí... A nosotros más bien nadie nos pudo dar.  El viejo tendrá que aguantarse, una vez que nazca nuestro hijo nos iremos de aquí, vamos a desaparecer y si Marilyn me da la oportunidad podemos ser una familia normal, yo trabajando en una oficina, ella cuidando a nuestro hijo y él o ella estudiando y viviendo sanamente alejado de todo esto... La suciedad que habita en el mundo, incluso sus padres son parte de ella... Solo espero que el pequeño no lo sea... Espero que les guste. Gracias por leer. Voten y comenten.❤️
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