Capítulo 5

1677 Worte
5 Julian Tiene los ojos muy abiertos y no pestañea mientras me mira; sé exactamente lo que va a elegir. A ojos de sus padres, será la novia más feliz del mundo. Hará la mejor actuación de su vida. El enfado y algo más —algo que no me interesa examinar en detalle— se me revuelve en el estómago solo de pensarlo. Lógicamente entiendo que dude. Sé lo que soy, lo que le he hecho. A una mujer inteligente le faltaría tiempo para huir y Nora siempre ha sido más astuta y perspicaz que la mayoría. Ella también es joven. A veces se me olvida. En el mundo acomodado de la clase media de Estados Unidos, pocas mujeres se casan a su edad. Puede que no pensara aún en el matrimonio, de hecho, es probable, dado que estaba en el instituto cuando la conocí. Desde un punto de vista racional lo entiendo, pero la racionalidad no tiene nada que ver con los sentimientos salvajes que tengo a flor de piel. Quiero atarla, azotarla y luego follarla hasta que se quede en carne viva y pida misericordia, hasta que admita que es mía, que no puede vivir sin mí. Pero no hago nada de eso. Al contrario, sonrío fríamente y espero a que decida. Inclina la cabeza para asentir levemente. —Está bien. —Apenas se escucha su voz—. Lo haré. Les contaré todo sobre nuestra aventura de amor. Oculto mi satisfacción. —Como quieras, mi gatita. Haré que Lucas establezca una conexión segura. Y la dejo allí de pie, camino hacia Lucas para hablar sobre la logística de lo que había que hacer. Le pido al padre Díaz que nos dé una hora antes de empezar la ceremonia y luego me siento en uno de los bancos, para así dar a Nora algo de intimidad para hablar con sus padres. Por supuesto, estoy controlando la conversación a través de un pequeño dispositivo bluetooth que llevo en la oreja, pero no hace falta que ella lo sepa. Apoyándome contra la pared, me pongo cómodo y me preparo para divertirme. Su madre coge el teléfono al primer tono. —Hola mamá… soy yo. —La voz de Nora suena alegre y optimista, casi rebosante de entusiasmo. Reprimo una sonrisa; esto se le va a dar mejor de lo que pensaba. —¡Nora, cariño! —Gabriela Leston habla llena de alivio—. Me alegra tanto que hayas llamado. He intentado llamarte cinco veces hoy, pero me saltaba el buzón de voz todo el rato. He estado a punto de ir allí en persona... ah, espera, ¿desde qué número me estás llamando? —Mamá, no te asustes, pero no estoy en casa, ¿vale? —El tono que utiliza Nora es tranquilizador, pero me estremezco por dentro. No sé mucho acerca de padres normales, pero estoy seguro de que diciendo «no te asustes» consigue justamente que se asusten. —¿Qué quieres decir? —La voz de su madre aumenta de inmediato—. ¿Dónde estás? Nora carraspea. —Esto… estoy en Colombia, para ser exactos. —¿QUÉ? —Me estremezco ante el grito ensordecedor—. ¿Qué quieres decir con que estás en Colombia? —Mamá, no lo entiendes, son buenas noticias… —Y empieza una explicación de cómo nos habíamos enamorado en la isla, lo desolada que había estado cuando pensaba que yo estaba muerto... y lo contentísima que se puso al enterarse de que estaba vivo. Al terminar, reina el silencio al teléfono. —¿Me estás diciendo que estás con él ahora? —pregunta finalmente su madre, con voz ronca y tensa—. ¿Volvió a por ti? —Sí, exacto. —El tono de Nora es alegre—. ¿No lo ves, mamá? No podía decirte nada de esto antes porque me era demasiado difícil, porque pensé que lo había perdido. Pero ahora estamos juntos de nuevo y hay una cosa… hay algo asombroso que tengo que contarte. —¿Qué pasa? —Su madre se muestra comprensiblemente cautelosa. —¡Nos vamos a casar! Hay otro largo silencio en el otro extremo de la línea. Después: —Te vas a casar… ¿con él? Reprimo otra sonrisa mientras Nora empieza a tratar de convencer a su madre de que no soy tan malo como piensan, que fue una combinación de circunstancias desafortunadas lo que derivó en el secuestro y que las cosas son muy diferentes entre nosotros ahora. No estoy seguro de si Gabriela Leston está creyéndose todo esto, pero tampoco tiene por qué hacerlo. La grabación de esta conversación será distribuida a personas clave en determinadas agencias gubernamentales para ayudar a calmar el alboroto. Soy demasiado valioso para ellos para que vayan a joderme, pero no va mal seguir un poco juego. La percepción lo es todo y que Nora sea mi esposa será mucho más agradable para ellos que siendo mi cautiva. Podía haberme casado con ella antes, pero quería mantenerla oculta y a salvo. Por eso la secuestré y me la llevé a la isla: así nadie descubriría su paradero y sabría lo importante que era para mí. Ahora que se ha descubierto el secreto, sin embargo, quiero que todo el mundo sepa que es mía, que, si se atreven a tocarla, lo pagarán. Las noticias sobre mi vendetta contra Al-Quadar están empezando a filtrarse por las alcantarillas del inframundo y me he asegurado de que los rumores sean aún más crueles que la realidad. Esos rumores mantendrán a la familia de Nora a salvo… eso y la seguridad que invierto en sus padres. Es improbable que alguien intente llegar a mí a través de mis suegros. No se me conoce precisamente como un padre de familia, aunque no pienso correr riesgos. Lo último que quiero es que Nora llore por sus padres como todavía llora la muerte de Beth. Mientras Nora termina la conversación, el padre Díaz empieza a impacientarse. Le echo una mirada de advertencia y se calma inmediatamente; desaparece cualquier señal de molestia de sus rasgos. El buen padre me conoce desde que era niño y sabe cuándo ir con precaución. Cuando vuelvo a mirar a Nora, me hace señas para que me acerque. Me levanto y camino hasta ella, apagando el dispositivo bluetooth mientras voy. Cuando me acerco, la oigo decir: —Escucha, mamá, déjame presentártelo, ¿de acuerdo? Le voy a pedir que hagamos una videollamada, así será casi como si nos viésemos en persona… Sí, te llamo dentro de un par de minutos. —Y al colgar, me mira expectante. —Lucas. —Apenas alzo la voz, pero él ya está allí, trayendo consigo un portátil con una conexión segura. Lo coloca en el alféizar de una ventana y lo apoya de modo que la pequeña cámara se dirija hacia nosotros. Un minuto después, hacemos la videollamada, y el rostro de Gabriela Leston cubre la pantalla. Tony Leston, el padre de Nora, está detrás de ella. Ambos me clavan inmediatamente la mirada con sus ojos oscuros, estudiándome con una mezcla peculiar entre hostilidad y curiosidad. —Mamá, papá, os presento a Julian —dice Nora con suavidad e inclino la cabeza con una pequeña sonrisa. Lucas regresa al otro extremo de la habitación para dejarnos a solas. —Me alegro de conoceros —mantengo intencionadamente la voz fría y firme—. Estoy seguro de que Nora ya os ha informado de todo. Pido disculpas por la velocidad con la que esto está sucediendo, pero me encantaría que pudierais formar parte de nuestra boda. Sé que significaría mucho para Nora que sus padres la presencien, aunque sea a distancia. —Nada de lo que diga a los Leston justificará mis actos ni los hará pensar como yo, así que ni siquiera lo intento. Nora es mía ahora y ellos tendrán que aprender a aceptarlo. El padre de Nora abre la boca para decir algo, pero su esposa le da un codazo con brusquedad. —Muy bien, Julian —dice despacio, mirándome con unos ojos clavaditos a los de su hija—, así que te vas a casar con Nora. ¿Podría preguntarte dónde vais a vivir después y si vamos a verla de nuevo? Le sonrío. Otra mujer inteligente e intuitiva. —Creo que durante los primeros meses estaremos aquí, en Colombia— le explico, manteniendo el tono suave y amistoso—. Me tengo que encargar de algunos asuntos de negocios. Después de eso, no obstante, nos agradará ir a visitaros o que vosotros nos visitéis. Gabriela asiente con la cabeza. —Entiendo. —La tensión permanece en su rostro, aunque parpadea brevemente en señal de alivio—. ¿Y qué pasa con el futuro de Nora? ¿Qué pasa con la universidad? —Me aseguraré de que reciba una buena educación y tenga la oportunidad de lograr lo que a ella le gusta. —Los miro seriamente—. Por supuesto, seguro que ya habréis visto que Nora no necesita preocuparse por el dinero. Ni vosotros tampoco. Estoy más que acomodado, económicamente hablando, y sé cuidar de mí mismo. Tony Leston entrecierra los ojos, enfadado. —No quiero que compres a nuestra hija... —empieza a decir; su esposa le da un codazo para que calle. Es evidente que la madre de Nora comprende mejor la situación; sabe que esta conversación podría ni siquiera estar teniendo lugar. Me inclino para estar aún más cerca de la cámara. —Tony, Gabriela —digo en voz baja—, entiendo vuestra preocupación. Sin embargo, dentro de menos de media hora, Nora será mi esposa, mi responsabilidad. Os aseguro que cuidaré de ella y haré todo lo posible para que sea feliz. No tenéis nada de qué preocuparos. Tony aprieta la mandíbula, pero esta vez permanece en silencio. Es Gabriela quien habla a continuación: —Te agradeceríamos poder hablar con ella con regularidad para asegurarnos de que sigue tan feliz como lo parece hoy. —Por supuesto. —No tengo ningún problema en concederles ese privilegio—. La ceremonia comienza dentro de unos minutos, por lo que debemos configurar una videollamada que vaya más rápida. Ha sido un placer conoceros a los dos —digo educadamente y cierro el portátil. Me doy la vuelta, veo que Nora me observa bastante desconcertada. Con ese vestido largo y blanco y con el cabello recogido parece una princesa, lo que, supongo, me convierte en el malvado dragón que la tiene cautiva. Es inexplicable, pero esto me divierte. Levanto la mano y le acaricio la suave mejilla. —¿Estás lista, mi gatita? —Sí, creo que sí —murmura, mirándome fijamente. Las maquilladoras le han hecho algo en los ojos, han conseguido que parezcan aún más grandes y misteriosos. Su boca también parece más suave y brillante que de costumbre… muy follable. Una aguda oleada de lujuria me coge desprevenido y tengo que dar un paso atrás para no cometer un sacrilegio en mi propia boda. —El vídeo está preparado —me informa Lucas, acercándose a nosotros. —Gracias, Lucas —le digo. Después, me vuelvo hacia Nora, le cojo la mano y la conduzco hacia el padre Díaz.
Kostenloses Lesen für neue Anwender
Scannen, um App herunterzuladen
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Schriftsteller
  • chap_listInhaltsverzeichnis
  • likeHINZUFÜGEN