Era verano una dulce brisa soplaba el vecindario siempre estaba lleno de alegría, pues los niños siempre haciendo bromas o jugaban con la pelota siempre he estado encerrada en mi habitación. Nunca he sido de las chicas que tiene con quien salir o con quien hablar Siempre soy criticada por el mundo, aunque me pareciera no importante siempre sentía que mi mundo se venía abajo. No tenía a quien contarle mis secretos o decirle lo que en verdad sentía siempre tenía que guardarme mis emociones para sí misma. Ya casi empezarían las clases y a decir verdad, me daba lo mismo. Soy una chica con un promedio alto así que no me molestaban esas cosas. Se podría decir que soy la favorita de los profesores, para todo era a mi a quien elegían. Mi madre preocupada por mi situación, decide que lo mejor es mudarse. __Querida, te ofrezco una gran disculpa, fui una tonta al no ponerte atención se lamentaba mi madre __no te preocupes mamá Fingía frente a ella, por mi cuerpo pasaba un escalofrió provocando que le diera un terrible frio de un momento a otro. Mi madre, ya me había informado sobre la mudanza, aunque no sobre a qué lugar iríamos. Fuera de eso, pensaba que era lo mejor para mi, así que podría empezar de nuevo y no tendría que sufrir lo mismo. Estaba emocionada y a la vez, muerta de miedo y nervios Empezaría una nueva aventura, que tal vez cambiaría mi vida.