Despues de varios minutos de ignorar a Gawain, que tocaba la puerta para poder entrar, por fin se había rendido y con ello llego la oportunidad de salir a su aventura de ese dia.
Tenia el traje de baño bajo el casual vestido real, y su pelo recogido en un peinado alto.
Cuando bajo las escaleras, Wave y Sabina la estaban esperando, hablando animadamente entre ellos.
Alzo las cejas sorprendida mientras uno de los sirvientes la escoltaba hasta el lugar donde ellos estaban.
Ambos dieron una reverencia y Bevery se percató de la espada que colgaba de la cintura de Wave.
-Linda espada.- dijo.
-Gawain insistió que mis poderosas flechas no serian suficiente para protegerla, por lo que fui obligado a traerla conmigo.- explico.
Bevery no respondio nada y en cuanto se dieron cuenta, ya estaban de camino al puerto.
La princesa respiro profundamente aquella sensación de estar tan cerca del océano cuando sus pies estaban sobre el barco de Sabina.
El agua la recibió tan transparente como la ultima vez, incluso podía ver algunos peces nadando libres.
Sonrió al sentirse tan cómoda, bajo la sombrilla que habían puesto sobre ella para que el sol no le haga mal a su clara piel.
-Las cocineras mandaron esto.- anuncio Sabina, dejando la canasta llena de comida en el medio del barco.
Bevery agradeció en silencio, mirando para todos lados en el cielo.
-¿Dónde esta Blueberry?- cuestiono.
Sabina ladeo la cabeza, también mirando hacia arriba.
-Debe estar por ahí, haciendo cosas de pajaros.- se encogio de hombros.- mas tarde aparecerá, su alteza.- respondio.
-Con decirme, Princesa Bevery esta bien Sabina.- dijo.- Somos amigas ahora.
Una sonrisa gigante se poso en el centro de la cara de la pelirroja.
-¿Es esto acaso real?- susurro.
Bevery solto una carcajada, llevándose a la boca uno de los cubos de queso que habían preparado para ella y volviendo su mirada al océano, que estaba calmo ese dia.
-Esto es hermoso.- repitió en voz alta.
Sabina, quien estaba sentada a su lado, asintió.
-Si lo es.- suspiro.- La gente solo suele ver un poco de agua, pero para mi es parte de mi hogar, es realmente algo que nunca lograre cansarme de observar por horas.- admitió.
-¿Alguna vez te has metido al agua?- cuestiono la princesa.
-¡Por supuesto! No puedo terminar mi dia en paz sin saltar hacia el océano.- dijo.- Me encanta nadar y sentirme un pez mas.- observo a la princesa.- ¿Y usted?
Bevery suspiro, tocando el agua con su mano, sintiendo la corriente ir en contra de su mano.
-No se nadar.- admitió.- No era algo digno que una princesa pudiera hacer asi que nunca lo hice.- dijo con cierta tristeza.
-Estoy segura que podrá hacerlo rápidamente.- al animo.- ¿Qué tal si hoy empieza a aprender?
Bevery se acomodo mejor en el asiento, viendo a su amiga.
-¿Harias eso por mi? ¿Me enseñarías?- pregunto con esperanza desbordando su rostro, no había otra cosa que quisiera mas que poder nadar.
-Claro, seria un honor para mi.- la ayudo a pararse y la acerco a la orilla del barco, para que pudiera meter sus pies al agua mientras que intentaba quitarle el vestido.
Cuando estaba a punto de terminar con su trabajo de dejar en traje de baño a la princesa, escucharon un grito desde el muelle.
-¡Princesa Bevery! ¡Princesa!- eran gritos de varios soldados que la estaban llamado sin cesar.
Bevery se levanto del lugar donde estaba y se coloco nuevamente sus zapatos, frunciendo el ceño y esperando a que alguien le explicara por que estaban interrumpiendo su lección de nado.
-¿Qué sucede?- fue Wave el que hablo por la princesa.
-Necesitamos a su alteza en el castillo con urgencia, hay noticias que tiene que saber.
Ante la cara de desespero de los guardias, los tres salieron corriendo y subieron a sus caballos, en dirección al castillo.
Miles de cosas pasaron por la mente de Bevery al escuchar tanta desesperación de los labios de los hombres, nada bueno pudo haber pasado si ellos estaban tan alterados.
Algo realmente malo había pasado.
Llegaron al castillo y los sirvientes recibieron a Bevery rápidamente, colocando su tiara y llevándola hasta la sala donde los reyes, sus secretarios, Gawain y la Princesa Agnes los esperaban.
-Su alteza.- saludaron todos, ella se movio rápidamente hasta su lugar y tomo asiento.
-Diganme, ¿Qué es lo que sucedió?- pregunto preocupada.
Los reyes se miraron entre ellos y suspiraron.
-Princesa, atacaron otra parte del reino de Amaru.- la noticia la dejo sin aliento, completamente plasmada.
Abrio y cerro su boca varias veces, buscando las palabras para poder decir, pedir una explicación o buscar una solución.
Pero no podía hacer nada.
Habian vuelto a a****r su reino, su preciado reino.
¿Por qué? ¿Qué no tenían suficiente con tener tomado el castillo?
-¿De que daños estamos hablando?- cuestiono una vez que había vuelto a si misma.
-Se trata de un pequeño pueblo, una aldea algo abandonada al este del castillo, se encontraban en el bosque recolectando comida cuando comenzaron a lanzar paja prendida fuego y destruyeron la mayoría de sus cabañas.- explico el secretario, hablando pausadamente.- Por suerte, no hubo mas que heridos.
La angustia crecia en el interior de la princesa, la impotencia de no poder hacer nada para evitarlo y que ahora solo quedaran restos en aquel lugar que ella no pudo proteger como era su obligación.
De pronto, recordó ese pequeño detalle.
-Esperen, ¿aldea en el bosque? ¿Es quizas…?- dejo la pregunta en el aire, buscando con la mirada a Gawain, quien asintió entendiendo de que se trataba.
-Si, su alteza. Es la aldea de la que proviene Wave.- Bevery tapo su boca con las manos, soltando un pequeño grito de sorpresa.
Los de Kreston sabían que ellos habían pasado por ahí, ¿pero como? Era imposible, habían estado menos de un dia ahí. Era imposible que alguien les haya seguido el rastro.
Incluso se habían encontrado con más gente adelante, ¿Por qué a****r esa aldea?
-¿Qué haremos?- cuestiono, poniendo sus dos manos unidas contra la mesa.
-Por ahora seguiremos con el plan del compromiso, y con el entrenamiento de nuestros escuadrones par la gran batalla.- dijo.- Pero debemos de tener mucho cuidado con la filtración de información, esto no puede volver a pasar.- hablo el rey.
-Kreston no puede seguir destruyendo el reino a su antojo, debemos apurar las cosas.- la princesa se puso de pie.- Hoy tome una decisión, también comenzare a entrenar con los soldados. Si alguien tiene que estar al frente en esa batalla, sere yo.- hablo con firmeza y sin titubear.
-Princesa, ¿esta usted segura?- pregunto la reina.- Nunca ha entrenado en su vida, no sabe nada sobre peleas.- dijo.- No puede estar al frente de la batalla, no a menos que quiera morir.- explico.
-Ya he tomado mi decisión, y estoy segura que contare con el apoyo de los presentes para poder entrenar correctamente.- acomodo su tiera.- Esto también es el trabajo de una princesa.- modulo y luego salio de la habitación, dejando a todos con una leve inclinación.
Agnes fue la primera en hablar cuando la habitación había quedado sin la presencia de Bevery.
-¿La princesa entrenando? ¿Usando su cuerpo? Eso es algo que nunca crei verlo.- se rio.
-Princesa Agnes, la princesa Bevery esta dispuesta a hacerlo, y eso es lo que importa.- dijo la Reina.
-¿Enserio solo le van a aplaudir por ese falso intento de entrenar?- cuestiono.- Nunca antes toco una espada o un escudo, morirá si sale a la batalla.-
-¡Agnes!
-Solo digo que vayan preparándose para reinar también en Amaru, porque esa chica no vivirá para hacerlo.- señalo y después se marcho también de la habitación, algo enfadada porque todos estén aceptando eso sin siquiera pensarlo mas de una vez.
Era un s******o mandarla a la guerra, ¿Por qué nadie lo podía ver? ¿Ella era la única que estaba usando su cerebro?
Suspiro y se metio a su habitación, debía hacer algo. Y rápido.
(…)
Estaba nuevamente en su habitación, mirándose al espejo fijamente.
Nuevamente tenia un vestido formal puesto de color rosa y la corona descansaba sobre su cabeza.
Acomodo el vestido con su mano y suspiro.
Malditos Kreston.
¿Qué era lo que querían de Amaru? ¿Por qué buscaban el descontrol?
No tenían por que meterse con su gente, destruyendo las casas de esas pobres personas… Se estaba sintiendo muy mal sin saber que hacer.
Escucho la puerta abrirse a sus espaldas y observo por el espejo que se trataba de su guardia real.
-Podria estar desnuda.- dijo entre dientes.
-Pero no lo estas.- respondio.- Linda corona.
Bevery la observo por unos segundos mas, no era tan linda como su tiara real, pero era algo bello.
-Los reyes la hicieron por mi. La princesa no puede estar por ahí sin una corona.- respondio, Gawain se quedo apoyado de brazos cruzados en la puerta, viéndola desde esa distancia. Bevery volvió a suspirar.- ¿Él ya lo sabe?
Se referia a Wave, alguien tendría que haberle contado ya.
-Si, princesa.- asintió.- Ya lo sabe…
-¿Esta enojado conmigo o algo?- cuestiono.
-¿Por qué estaría enfadado contigo? Tu no fuiste la que prendio fuego las cabañas.- respondio.
Bevery finalmente se giro y camino hacia el chico.
-Pero lo atacaron porque vienen a por mi, porque me están buscando.- trago saliva.- Porque quieren mi jodida cabeza.-la mención de esa frase hizo que el aire se quedara en su pecho.
-Sabes que tendrán que pasar por mi c*****r si quieren tocar tu linda cabeza.- las palabras del chico la hicieron sonreir débilmente.- Ellos no te harán nada, y Wave aun te respeta como su futura reina.- la calmo.- Solucionaremos esto y quedara en el pasado ¿si?
Bevery asintió, sintiéndose mas tranquila después de las palabras de Gawain.
-Bien, ahora.- volvió a hablar.- Asi que quieres entrenar como uno de mis soldados.- dijo con una pequeña risa saliendo de sus labios.
-¿Se ve tan difícil e imposible?- ladeo su cabeza.
Gawain negó con la cabeza.
-Claro que no, seras la mejor guerrera.- animo.- Pero ni se te ocurra superarme en habilidades, solo hay lugar para un espadachín numero uno en los cuatro reinos.- señalo con el dedo.
Bevery solto una carcajada, Gawain se había encargado de quitarle un gran peso de encima y estaba silenciosamente agradecida por eso.
Los entrenamientos comenzarían por la mañana…
¿Qué podía salir mal?