CAPITULO 20

1901 Palabras
La princesa se había despertado mucho antes de lo que cualquiera hubiera pensado que lo haría. El sol apenas se había asomado por el horizonte cuando Bevery estaba cambiada, con una coleta alta y lista para comenzar su entrenamiento. Las palabras de Gawain habían logrado generarle un poco mas de confianza respecto a todo el tema y ahora se encontraba en perfectas condiciones para aprender muchísimo sobre cómo defenderse y a****r al enemigo en los campos de batalla. Pero no pensaba que iba a ser tan difícil hasta que se encontró sobre el húmedo césped, transpirando y sin poder controlar la velocidad de sus respiraciones. Uno de los soldados del reino de Smaug se encontraba frente a ella, con la parte interna de sus manos levantadas frente a ella, esperando que siguiera golpeando como lo habia estado haciendo durante largos segundos. -¡Derecha! ¡Derecha! ¡Izquierda! ¡Derecha! - gritaba y gritaba, sin darle un mínimo descanso. Bevery seguía tirando golpes directos a aquellas manos, intentando mantener un ritmo y que tuvieran la suficiente fuerza como para que contara como un buen golpe. Pero la mirada de burla del soldado le decía que no lo estaba haciendo tan bien como ella pensaba. -Bien, vamos una vez más.- dijo Yahwi, el soldado principal de Smaug. Era un chico joven, de cabellos castaños casi dorados y de mirada tranquilizadora. Sabía que aunque en el interior se estaba burlando de ella, en realidad quería que la princesa aprendiera a defenderse. -Yahwi, necesito descansar. Necesito tomar algo de agua.- soltó exhausta. -Primero debes darme una serie de veinte golpes, vamos princesa. Se que puedes.- la alento y Bevery no tuvo otra opción que dar su ultimo esfuerzo. Lo cierto es que Yahwi era un mentiroso, le había dicho que iba a poder tomar un poco de agua después de esa serie, pero en realidad, la hizo correr dos vueltas enteras a todo el patio del palacio (que era mucho mas grande de lo que Bevery recordaba y que tenia partes que ella nunca había visitado) y la hizo hacer otros mas ejercicios hasta que finalmente cayo sobre el césped y pidió un poco de agua. Yahwi se acercó hasta ella y le tendió la botella con agua. -Tiene mucha más resistencia de la que creía, su alteza.- le dio una sonrisa.- Incluso algunos de mis soldados se cansan luego de la primer vuelta al palacio. Eso puso feliz a Bevery, ella lo estaba haciendo bien. Pronto sería capaz de derribar soldados. Pronto le seria útil a las personas a las que había jurado proteger. Sobre ella paso volando Blueberry y dio un par de vueltas sobre ellos, pero esta vez no bajo al brazo de la princesa, sino que siguió volando hasta la ventana que daba a la habitación de Sabina. Bevery suspiro, volviendo a ponerse de pie. Ya había recuperado energía, el sol estaba en su punto más alto y estaba lista para seguir con sus entrenamientos, aunque sabía que sus músculos dolerían mucho a la mañana siguiente. -Bien, ¿y ahora que sigue? Yahwi sonrió y se acerco hasta la espada que tenian para las practicas, era una espada que no tenia tanto filo como una normal, es decir, causaba daño pero no era algo letal. Eran las espadas que le daban a los soldados mas pequeños, pero ahora seria la indicada para su alteza. -Ten, esto es para que practiques las peleas.- explico. -¿Peleare contra ti?- la risa que soltó Yahwi sorprendió a la princesa. -¿Bromea? No me atrevería a pelear contra la princesa de Amaru.- levanto sus manos en forma de rendición. Bevery suspiro, no sabía a que venía ese comentario. -¿Entonces contra quien peleare? ¿Tendré que a****r este arbol?- cuestiono con cierto tono divertido en su voz, genial. Ahora tendría que parecer una loca que movia su espada contra un pobre e inocente árbol. Yahwi negó con la cabeza y levanto su mano, indicando a algun lugar lejos de ellos. -Tu oponente sera… él.- estiro, y Bevery dirigió su mirada hacia el sitio donde apuntaba. Y quiso que la tierra la tragara una vez más. Gawain sostenía una espada igual a la de ella, haciendo algunas poses y movimientos apuntando a la nada mientras que un pequeño grupo de chicas a través del portón lo aplaudían y le gritaban cosas. El chico estaba en su mejor momento, disfrutando la atención de todas esas muchachas hasta que sintió la mirada de esos dos y supo que era su momento para entrar en escena. Camino tranquilamente hacia ellos y guardo su espada en la cintura. -Su alteza.- inclino sarcásticamente su cabeza. -¿Por qué contra él? ¿¿¿No puede ser otro???- se quejó, golpeando su pierna contra el suelo. -Es el único que acepto tener un duelo contra usted, su majestad. - dijo Yahwi. -Puedo ir contra cualquiera, enserio. No importa que me ganen o algo asi, no me enojare con ninguno. - exclamo con voz fuerte, para que los soldados que se encontraban algo separados de ellos escucharan. Pero nadie quería meterse con la poderosa futura reina, todos creían que, si llegaban a lastimarla o incluso ganarle, ella se pondría furiosa y les haría la vida imposible. Pero Gawain no corría ningún peligro contra la princesa, no le pasaría nada. O eso es de lo que más estaba seguro. -¿Tienes miedo, princesa?- cuestiono, alzando una ceja y captando su atención. Bevery soltó un bufido y camino hasta la zona de batalla, perfecto. Solo tendría que entrenar con él un poco, poner en practica todo lo que Yahwi le habia enseñado sobre el uso de espadas y por fin podría ir a tomar una ducha que relajara sus músculos. ¿Qué tan difícil se lo haría Gawain? Era su guardia real, no se atrevería a lastimarla. ¿O si? (...) Lo cierto es que Gawain era un completo tramposo y un mocoso estupido. No le dejaba oportunidad a Bevery de levantarse del duro suelo que ya estaba nuevamente haciendo un movimiento para hacerla caer. Estaba jugando sucio, estaba aprovechándose de sus años y años de experiencia para dejarla en ridículo. -Arriba, su alteza. Todavía no terminamos el entrenamiento.- dijo con un tono inundado en burla. Estaba disfrutándolo. Y mucho. -Te matare, estúpido. - logro formular una vez que volvía a estar parada, usando la espada como bastón. Miro a los costados, donde los soldados disfrutaban de la escena. - ¡Fuera de aqui!- exclamo y todos los soldados abandonaron el patio antes de que la princesa se encontrara más furiosa. También le dedico una mirada llena de odio a las muchachas que veían el triunfo de su no príncipe encantador y captaron la indirecta, abandonando rápidamente el lugar. Cuando finalmente recupero el aliento, se encontraban únicamente ellos dos en el enorme patio. -No creo que los duelos sean lo tuyo, Very…- alargo el castaño.- ni siquiera puedes sostener esta espada de mentira de una forma correcta.- hizo el ejemplo con sus propias manos.- asi se debe agarrar.- explico. El enojo por la falta de cuidado de Gawain era mas fuerte que cualquier intento de aprender como sostener la maldita espada de forma correcta. -Olvídalo, me largo de aquí.- intento irse. -¿Ya abandonas, princesa?- escucho su voz a sus espaldas.- Te veías más decidida anoche, ¿qué paso?- alzo una ceja. -Conseguiré una mejor pareja de batallas entonces. - escupió. Gawain agarro su brazo, impidiendo que abandonara el lugar y la hizo girar en su lugar, volviendo a enfrentarse. -Soy el mejor espadachín, ¿quién podría reemplazarme? - Bevery suspiro, volviendo a ponerse en posición para pelear, Gawain la copio. - En guardia y… ya.- exclamo y movió su espada rápidamente hacia la chica. Bevery estaba comenzando a mejorar, esta vez fue lo suficientemente rápida como para esquivar el primer intento que Gawain había hecho para tocarla con la espada. Pero en cuanto freno para celebrar su primera victoria, el chico volvio a atacarla y otra vez termino en el suelo, poniendo una mano sobre su costilla que habia sido cortada por el poco filo de la espada. -¡¿Eres imbécil?! ¡Me cortaste! - se retorció en el piso, sintiendo su ropa rasgada y su piel expuesta y manchada con su propia sangre. Gawain tiro la espada y se arrodillo rápidamente cerca de ella. -A ver, déjame ver.- le dijo con un tono neutro, intentando tocar la piel expuesta. -¿Que demonios haces? ¡No me toques! - el enfado hablaba por ella, gritando y gritando mientras intentaba empujar al chico fuera de su campo de vista.- Lo hiciste apropósito.- se quejo. -Estamos combatiendo Very, nadie va a parar a ver cuanto es que sangras cuando estemos en la guerra.- soltó. -Pues este era mi primer entrenamiento, gracias por ser tan gentil conmigo.- se levanto con dificultad, todavía tapando su costilla con su mano. Ni siquiera era que le dolía mucho, había sido un corte superior pero haria lo posible para hacer sentir mal a su guardia. -Estaba siendo gentil, generalmente no usamos estas espadas de porquería.- se defendió. -Vamos, te llevo a ver al médico.- intento nuevamente acercarse y tocar a la chica pero esta solamente le envio una mirada llena de odio. -Dije que no quiero que te acerques, maldita sea.- exclamo.- Suficiente hiciste por mi, gracias.- volvio a usar la ironia. -¿Que? ¿Tienes miedo que vuelva a besarte?- la pregunta dejo completamente helada a la princesa, se quedó petrificada y giro lentamente hacia el castaño. Sonrió histérica, frunciendo levemente su ceño. -¿Que dijiste? Gawain lambio sus labios, poniendo esa estúpida y perfecta sonrisa en su rostro. Orgulloso de cada una de sus palabras. -Es muy curioso ¿sabes? A medida que van pasando los días voy teniendo pequeños recuerdos sobre esos días en los que estaba bajo el hechizo y todo eso.- movio su mano.- Justamente ayer recordé cuando estábamos en tu balcon…- estiro. Bevery cerró los ojos y soltó un suspiro. -¿Y qué? ¿Recordaste cuando besaste a tu princesa en contra de su voluntad?- se cruzo de brazos, a la defensiva. La risa que soltó Gawain no la puso para nada de buen humor. -En realidad no.- ladeo la cabeza, sonriéndole. - Al contrario, recuerdo perfectamente como tu seguiste el beso. - la señalo.- Parecías bastante a gusto. Fue el turno de Bevery de reír sarcásticamente. -Por favor…- estiro. - Estabas bajo un hechizo Gawain, no recuerdas las cosas perfectamente. - dijo.- nunca seguí tu asqueroso beso.- mintió. Gawain no dijo nada más, solo se la quedo viendo a los ojos por lo que pareció una eternidad, aun su ceja estaba alzada, como si esperara que Bevery dijera algo mas. Como si supiera que en realidad la princesa estaba mintiendo. -¿Quieres que lo volvamos a intentar para ver si estás diciendo la verdad o no?- susurro, acercándose a ella y pasando la mano delicadamente por su cintura. Bevery intento hablar, pero cuando iba a defenderse, los fuertes brazos del chico la levantaron del suelo y la llevaron caminando hasta volver a entrar al palacio. -¿Qué demonios haces? -Dije que te llevaría al médico. - le susurro.- ¿Qué? ¿Esperabas un beso? Y Bevery no supo que responder. (...) 
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