Backery está en su cama, con la guitarra a su lado, dispuesta a escribir algo en su cuaderno, está pasa su dedo por cada una de las páginas escritas, cuando de pronto se detiene y regresa una de las páginas anteriores, creyendo que ha visto algo diferente en ellas.
"Yo también amo a los Beatles" dice una letra que para nada es la de ella, y continua "Este es mi teléfono de contacto" seguido de una serie numérica. El corazón de Backery palpita muy fuerte, un Chico habia dejado un mensaje en su cuaderno.
«¡No puede ser!» piensa Backery muy emocionada «¿y ahora que hago? ¿le escribo?» se pregunta asi misma, y después de pensarlo por un rato, está anota el número en su celular, pero de pronto se arrepiente y lo borra, pues nunca había hablado con ningún chico de su edad. Y menos con uno tan guapo como Brad.
«¿Y si es una broma? ¿si solo se quiere reír de mi? ¿por qué un chico con el, me dejaría algo así en mi cuaderno?»
Esto lo repite algunas veces más, marca el número, pero luego se earrepiente y la borra, haciéndolo en repetidas ocasiones.
Pasada media hora, Backery está recostada sobre su almohada, viendo su teléfono, intentando tomar una difícil desición. Cuando de pronto entra su madre, haciendo que está salte de la cama.
—Backery, necesito que me coloques sobre esta cesta. la ropa sucia que tengas —dice la madre abrirendo la puerta.
—¡Mamá! ¡por favor! ¿podrías al menos tocar la puerta antes de entrar? —le dice Backery a su madre con un tono de voz molesto, cerrando rápidamente el cuaderno, y escondiendo su teléfono bajo la almohada, ya que no le tenían permitido usarlo a altas horas de la noche.
—¡Esta bien hija! ¡lo olvidé como siempre! —camina y se sienta en la orilla de la cama— es que se me suele olvidar que ya creciste —toca la pierna de Backery, mientras que baja su mirada por el brazo de ella, hasta el cuaderno, el cual tiene presionado contra la cama —¿qué pasa? ¿qué estás escondiendo? —le pregunta al verla sujetarlo con mucha protección.
—¿Esconder de que? ¡no sé de qué estás hablando! —responde Backery rápidamente, bajando su mirada hacia el cuaderno.
—¿Seguro no me estás ocultando algo? —pregunta la madre, viendo que Backery se ha puesto muy nerviosa.
—¡Mamá! sabes que no me gusta que me vean escribir, y menos que ojees mi cuaderno —Responde Backery, agarrando el cuaderno y envolviendolo en sus brazos, como si lo estuviese protegiendo.
—¡Esta bien hija! no seas tan dramática — le dice su madre levantándose para darle un beso en la frente —te dejare la cesta aquí, coloca toda la ropa, que mañana es día de lavar, y mira que debes tener bastante ropa sucia —dice su madre viendo a su alrededor algunas prendas tiradas en el suelo.
—¡Si mamá! —le responde Backery, con un tono de fastidio, antes de que está saliera de su cuarto.
Cuando su madre sale de su cuarto, está vuelve a tomar su teléfono y abre nuevamente su cuaderno, y sin pensarlo dos veces le escribe un mensaje a a Brad. Ya que de no ser así, nunca lo hará.
—Hola, solo te escribo para agradecerte que me hayas devuelto mi cuaderno... soy la chica rara del salón —le escriebe, pero por un momento está duda, y cierra sus ojos, luego presiona la tecla de envíar el mensaje, antes de volverse a arrepentir.
Backery lanza el teléfono hacia delante de ella, poniéndose muy nerviosa. Esta empieza a comerse la uña de su dedo izquierdo, mientras que ve el teléfono, como si de este fuera a estallar en cualquier momento. Backery se queda viendo fijamente su celular, con las pulsaciones acelerandose con el pasar de los segundos, mientras que piensa en muchas cosas, como la primera vez que le gustó un chico, eso fue cuando estaba en quinto grado de primaria, su nombre era Willy, era un chico moreno, al parecer venía de México, pero a ella le encantaba escucharlo hablar, su acento le daba mucha gracia.
Este era uno de los pocos chicos del colegio que nunca se burlaba de ella, tal vez por eso le agradaba. Un día está se acerca a el, y le confiesa lo que siente, pero para su sorpresa, la reacción que este tuvo fue de vergüenza, pues Willy le dijo que no podía gustarle una chica como ella. Backery sabía que era por su prótesis, por lo que se alejó de el y más nunca le volvió hablar a otro chico, refugiándose en su música y su cuarto.
Backery está sumergida en esos pensamientos del pasado cuando de pronto suena su teléfono con una de sus melodías favoritas, haciendo que está salte de la emoción... «¡Oh no! ya ha respondido» piensa está al escucharlo sonar.
Pero antes de tomsr el telefono esta respira mucho aire conteniendolo dentro de sus pulmones, para luego tomar en sus manos el celular, un frío recorre su piel, por un momento el corazón se le paraliza. En la pantalla principal, aparece un mensaje de texto, el cual presiona para abrir.
—Querras decir, más bien la chica más COOL —acompañado de un emojin de carita sonriente guiñando un ojo. Esta es la respuesta de Brad.
Backery ríe al leer el mensaje, cuando seguido de este llega otro.
—Estaba esperando me escribieras, pensé que nunca lo harías, tal vez te di una mala impresion. Por cierto esas letras son muy bonitas, leí algunas, espero no te molestes.
El corazón de Backery empieza a saltar, pues nadie a excepción de ella había leído lo que contenía el cuaderno, el cual contenía sus emociones y sentimientos que solo ella sabía.
—¿De verdad te parecieron bonitas? ¿o solo me lo dices por ser amable? —le pregunta Backery, un poco avergonzada.
A los pocos segundos recibe la respuesta.
—Lo digo por ser amable... No mentira —emoji riendo— en verdad son muy lindas, me gustaría escucharte cantarlas. ¿por qué cantas no?
—La verdad si, pero solo en mi cuarto, a solas, sin que nadie me escuche, no creo que tenga el talento para eso.
—Bueno, uno nunca sabe, deberías enseñarme algún día, tal vez en una cafetería o algún otro lugar. ¿Tu que dices?.
«¿Me está invitando a salir?»Piensa Backery emocionada, nunca había sido invitada por un chico a ningún lado, salvo solo para burlarse de ella.
En ese momento ella pensó que había sido buena idea que nadie supiera de su prótesis, Ya que Brad sin saberlo la estaba invitando a salir, por lo que ahora más que nunca, Backery tratara por todo lo posible, seguir manteniendo esto en secreto.
—Eso me parece bien" le escribe Backery para no sonar tan desesperada "Soy nueva en la ciudad, y no conozco nada, en realidad —le explica.
—Bueno, entonces seré tu guía turístico por un día —Coloca un emoji de un chico caminando.
—Eso sería fantástico, no conozco a nadie en la ciudad, y sería bueno poder salir —le responde ella con una sonrisa de oreja a oreja..
—¿Qué te parece si mañana al salir de la escuela, vamos y te muestro el mejor sitio donde comerse un Hot Dog de la ciudad, querrás comer hasta vomitar. —emoji con carita verde.
No me gustan mucho los hot dogs pero si lo dices de esa forma, me causa mucha curiosidad —le responde Backery, pensando en que le dirá a su madre para que no vaya por ella al salir de la escuela.
—Bueno chica COOL, nos vemos mañana, que tengas feliz noche —le dice este colocando una carita con sueño.
—Gracias, igualmente —le responde Backery, colocando el teléfono sobre su pecho, y pensando en lo maravilloso que acababa de pasar, ella por primera vez tenía una cita, o así lo ve ella, con un chico de verdad, no una invención de su mente.
Después de pensar por mucho rato en eso, Backery logra dormirse. A la mañana siguiente, está se levanta muy emocionada, lo primero que hace es, correr hacia su armario, y escoger el mejor atuendo que tiene.